lunes, enero 31, 2005

Historias contadas por sus protagonistas

Científicos gallegos exploran la Antártida
Por la doctora Adoración Sánchez
Publicado en El Correo Gallego

La doctora Adoración Sánchez ha enviado a EL CORREO desde la base española Juan Carlos I en la isla Livingston, en la Antártida, una pequeña crónica del viaje de la expedición científica gallega que participa en la campaña antártica española 2004-2005, y en la que, además de ella, toman parte los científicos Mariano Lastra, Manuel García Gallego y José Mora. Sánchez, García y Lastra ya habían estado en la del año 2003-2004. Hoy mismo comienza la segunda parte de su estancia en la Antártida, ya que es la fecha prevista para su partida hacia la base española Gabriel de Castilla, en la isla Decepción.

"A día 27 de enero hemos podido terminar todos los muestreos en la Isla Livingston y estamos esperando al Las Palmas, que lleva 3 días de retraso debido al mal tiempo, para trasladarnos a Decepción y empezar la campaña allí. El hecho de estar 4 personas en vez de 3, como ocurrió el año pasado, nos ha permitido realizar mayor cantidad de trabajo en el mar y con mayor celeridad, dado que aquí hay que coger el momento por los bruscos cambios del tiempo, además de contar con dos manos expertas más, que eran muy necesarias a la hora de procesar las muestras en el laboratorio, labor interminable dada la gran abundancia faunística encontrada.

También este año hemos podido realizar una serie de arrastres epibentónicos con draga Agassiz, desde la zodiac, en el submareal somero (2-5 m de profundidad), es decir en los mismos puntos de muestreo iniciales, pero en vez de en el intermareal (playa), justo un poco más adentro en la zona donde cubre en permanencia. En realidad las campañas antárticas las habíamos diseñado ajustadamente para poder ser realizadas por 4 personas. El hecho de habernos limitado el número de personas a 3 en la pasada campaña (2003-04) por falta de espacio en las bases, nos creó serias dificultades a la hora de cumplir con todos los objetivos previstos en nuestro proyecto, que conseguimos cumplimos a expensas de un mayor esfuerzo personal y debido a que la conjunción climatología-mareas nos fue propicia''.

"En principio", añade la doctora Sánchez, "no hemos encontrado grandes diferencias en las zonas donde trabajamos, respecto al año pasado. Habrá que esperar a analizar las muestras de fauna, sedimentos y aguas, en detalle cuando volvamos. Lo que si observé fue la isla cambiada en cuanto a la ausencia de nieve en las zonas bajas e incluso hasta los 100 m de altura. El año pasado, a principios de enero la base estaba rodeada de casi medio metro de nieve; este año no había ni rastro cuando llegamos; además en el glaciar, a decir de los guías de montaña, la nieve estaba mucho más blanda, comparando las mismas fechas, que el año pasado. La temperatura media también ha sido algo mas elevada que en el mes de enero de 2004. Han sido raros los días por debajo de -10ºC, aunque, a diferencia de 2004 en que tuvimos varios días de sol, este año el mes de enero ha sido completamente gris, ha llovido en varias ocasiones y también nos ha nevado varias veces a nivel del mar. En más de una ocasión estuvimos muestreando bajo una nevada. De todas formas, el viento, mayoritariamente de componente norte y nordeste ha soplado persistentemente durante todo el mes, a velocidades de 15 a 45-60 Km/h, lo cual hace que se enfríe mucho más el ambiente y que la sensación térmica baje hasta -20ºC''.

Un día en la base

"Un día normal en la base comienza a las 7:00 de la mañana, hora de levantarse, desayuno a las 7:30 y a las 8:00 los del turno de servicio del día (nos turnamos por parejas todos los habitantes) empiezan la limpieza general, los demás, cada uno a sus ocupaciones; en nuestro caso trabajo en el mar o en el laboratorio si no tenemos buenas mareas o si la meteorología no acompaña. Si salimos a muestrear, primero se prepara todo el material e instrumental a utilizar, cargamos la embarcación, nos ponemos los trajes de supervivencia y ... rumbo al punto elegido. Si la playa en la que queremos trabajar no está demasiado alejada, vamos a pie por los roquedos de la orilla con todo el material. En ese caso, en vez de los trajes de supervivencia (o teletubbies, como le llamamos aquí familiarmente), nos pertrechamos con botas de agua de gruesa suela e interior de neopreno y guantes tambien de neopreno, ya que estamos en contacto con el agua en permanencia y ésta no sube de 1-2ºC, además del cortavientos, gorro y gafas, éstas últimas obligatorias para la ventisca, nieve, lluvia o sol que sufrimos.

También es posible que la salida al mar para la toma de muestras no pueda realizarse, como consecuencia de la climatología, que cambia en cuestión de horas, de hecho en varías zonas alejadas de la Bahía Sur, hay dispuesto material de supervivencia de la Base, para poder pernoctar en caso de emergencia.

La hora de la comida es a las 14:00 o bien a la vuelta del muestreo, media hora de descanso y a las 15:30, trabajo en el laboratorio, procesando las muestras hasta la hora de la cena, que es a las 19:30, normalmente volvemos al laboratorio después de cenar durante un par de horas y después aún estamos otras dos horas en la sala del módulo de vida viendo alguna película. A las 24.00 retreta general".


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