¿Cansado de la crisis financiera? Vaya a la Antártida
Por Alister Doyle
viernes 23 de enero de 2009 - publicado en http://lta.reuters.com
BASE ROTHERA, Antártida (Reuters) - Cualquiera que esté tratando de escapar de la crisis financiera puede aspirar a un trabajo de dos años y medio en la Antártida.
La mayoría de científicos y otros empleados visitan la Antártida en verano, pero la Inspección Antártica Británica se encuentra entre las pocas organizaciones en el continente helado que ofrece un empleo a tiempo completo de dos años y medio.
"La economía en cualquier otro lado está cayendo en picada (...) es un buen momento para escapar de todo eso", dijo Terri Souster, de 24 años, una ayudante de la marina sudafricana que llegó a la base británica Rothera a finales del 2008 y trabaja como submarinista. Ella dejará la península antártica en el 2011.
Muchos trabajadores de larga estancia dicen que les encanta trabajar en la Antártida, con vida salvaje como pingüinos y ballenas, y paisajes siempre cambiantes en una bahía llena de icebergs.
Pero tienen que afrontar la separación de su familia y amigos durante dos oscuros y fríos inviernos.
"Es desalentador", dijo John Withers, comandante de Rothera que pasó los inviernos del 2003 y del 2004 en la base. Originalmente firmó para 18 meses, pero le gustó tanto que alargó su estancia.
Al llegar a casa en Gran Bretaña, se sorprendió cuando su hermano le apuntó con un teléfono móvil y sacó una foto para mandársela a su padre. "No tenía ni idea de lo que él estaba haciendo", dijo en un momento en que desconocía los teléfonos móviles con cámara.
Con la recesión afectando a muchos lugares del mundo, éste puede ser un buen momento para marcharse a la Antártida donde mucha gente ahorra la mayor parte de sus salarios. Una base estadounidense en McMurdo dispone de un cajero automático, pero los bancos más cercanos están en Chile.
VIVIENDAS
Los salarios anuales en Rothera comienzan sobre las 20.000 libras esterlinas (27.550 dólares) con alimentación y alojamiento incluidos. Los impuestos son sólo del 7 por ciento para quienes estén fuera de Reino Unido al menos un año.
"Tendremos depósitos para nuestras viviendas cuando regresemos y con suerte los precios serán asequibles", dijo Melissa Langridge, de 25 años, bióloga marina australiana.
Cerca de 100 personas viven en verano en Rothera y alrededor de 20 en invierno.
"Puede que no tengas la oportunidad de ir de compras o al cine, pero puedes ir a escalar hielo, o a hacer montañismo o espeleología", contó Langridge. A ella le tuvieron que extirpar las muelas del juicio y las amígdalas como precaución antes de ir a la Antártida.
La mayoría de personas que acepta estancias de larga duración son solteras. Algunos deciden que no pueden sobrellevar los dos años y medio y lo abandonan. Otros han terminado casándose con algún compañero conocido en la base.
"No creo que exista un año perfecto. Pero en general, todo el mundo lo pasa bien", dijo el británico Rob Webster, de 26 años, un asistente meteorológico que dejó su hogar en octubre del 2006 y está a punto de regresar a casa.
Muchos aprenden nuevas habilidades, en un grupo pequeño que incluye desde fontaneros hasta médicos.
Webster aprendió a tocar la batería y actuó ante un público global de más de 1.000 millones de personas en los conciertos Live Earth organizados por el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore. "Fueron mis 15 minutos de fama", expresó.
La base tiene acceso gratuito a internet, ordenadores, diana de dardos, mesa de billar y una videoteca, pero no televisión.
El consejo de Withers para los visitantes es: "No juegues al billar contra ninguno de los que pasan aquí el invierno: son demasiado buenos".
(Reporte de Alister Doyle; Traducido por Juan Achutegui en la Redacción de Madrid)
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