Un polémico proyecto de experimento espera el aval de Alemania para ser realizado.
Según los patrocinadores reducirá a bajo costo los contaminantes atmosféricos; de acuerdo con los ambientalistas contaminará el mar.
Dpa - Publicado: 24/01/2009 13:42
Berlín. El gobierno alemán dará a conocer este lunes si ordena cancelar un controvertido experimento planeado entre Alemania e India, consistente en volcar seis toneladas de polvo de hierro en el Océano Antártico con el fin de eliminar dióxido de carbono de la atmósfera.
El experimento sería la mayor prueba que se haya hecho con fertilización con hierro, tecnología que podría frenar a muy bajo costo el calentamiento global.
Los ambientalistas radicales se oponen a la idea con el argumento de que una solución tan simple podría alentar al mundo a quemar cada vez más combustibles fósiles, y sobre todo porque ese tipo de "ingeniería geológica" podría tener efectos devastadores en la vida marina.
La idea que respalda la prueba es que las algas de la superficie marina disponen de abundancia de nutrientes pero no del suficiente hierro. Si se echa hierro al agua las algas se reproducen a gran velocidad, y al multiplicase absorben el dióxido de carbono de la superficie.
Cuando termina su ciclo vital, las algas se hunden. La mayoría del CO2 termina así en las profundidades del océano. El mar absorbe de este modo más CO2 del aire y reduce el efecto invernadero. Extraer la mezcla gaseosa de esta manera puede frenar el calentamiento global.
En experimento planeado a partir de esta idea, 30 científicos indios y 18 de otras nacionalidades zarparon de Ciudad del Cabo el 7 de enero con sulfato ferroso que incluye seis toneladas de hierro en polvo destinadas a 300 kilómetros cuadrados de superficie océanica.
El navío en el que avanzan a cumplir su misión, el Polarstern ("Estrella Polar"), les fue proporcionado por el Instituto Alfred Wegener (AWI) para la investigación oceánica y polar de Bremerhaven, Alemania.
Pero el Ministerio de Ciencia de Alemania, que financia al Instituto Wegener, ordenó que se suspendiera el proyecto mientras llevaba a cabo una revisión urgente del proyecto. El Ministerio espera decidir el lunes en base a sendos informes científicos de Ifremer, la agencia oceanográfica francesa, y de British Antarctic Survey, informó a dpa Folke Mehrtens del AWI.
Como ocurre con frecuencia en Alemania, donde las protestas anti-capitalistas gozan de una larga tradición, las voces críticas apuntan sobre todo a que usar el mar como cementerio de carbono beneficiará intereses privados. Ven en el motivo "maligno" del beneficio económico la verdadera motivación para el experimento.
El grupo Aktionskonferenz Nordsee, declaró que el objetivo del proyecto era poner en manos de la voraz industria occidental un modo barato de hacer desaparecer el CO2.
Los científicos del AWI insisten en que el viaje del Polarstern es "puramente científico", sin interés para ninguna empresa.
"Necesitamos entender mejor cómo afecta el hierro al ecosistema oceánico", justificó Lochte.
La investigadora agregó que de acuerdo con lo que se sabe actualmente, el IAW no recomienda fertilizar grandes extensiones oceánicas con el fin de eliminar el CO2 de la atmósfera, y que cree que es un organismo estatal, y no un instituto privado, quien debe estudiar el proceso.
"El polvo de roca de un iceberg grande que se derritiera incrementaría la concentración de hierro aproximadamente en la misma proporción", agregó Lotche para dar idea de la magnitud del experimento.
El experimento podría también contribuir a despejar incógnitas sobre si el polvo de hierro fue uno de los factores que causan la alternancia de glaciaciones y periodos cálidos en la historia del planeta, y cómo impacta el hierro en el fitopláncton y el krill de la cadena alimentaria del océano.
Los científicos quieren saber cuánto carbono llega a cada una de las capas del océano y en qué medida vuelve a la atmósfera. Hasta ahora hubo cinco expermentos similares, aunque menores, en los mares del sur, pero nunca uno tan grande como el planeado para un sector del océano sito al norte de la isla Georgia del Sur.
El ministerio de Medioambiente de Alemania conminó el 14 de enero a los científicos a no proceder a menos que recibieran luz verde de Berlín. Los investigadores continuaron de todos modos con los preparativos del viaje con la esperanza de una respuesta positiva.
El AWI rechaza la versión de los ambientalistas según la cual el experimento es una amenaza para la biodiversidad con el argumento de que constantemente llega hierro al océano empujado por el viento, glaciares que se funden y ríos.
Los partidarios de la fertilización con hierro dicen que la idea es tan importante que debe probarse. Calculan que hay nutrientes suficientes en las aguas que rodean la Antártida como para alimentar fitopláncton capaz de absorber mil millones de toneladas de CO2 por año. Todo lo que falta para conseguirlo es hierro, que podría echarse al agua a un costo bajísimo.
El Sitio Web Nuestromar.org, publicó en estos días una interesante recopilación acerca de este mismo asunto, que invitamos a leer:
Proyecto LOHAFEX
Fertilización oceánica: claves para el análisis de una polémica de nuestro directo interés
Experimento de fertilización oceánica en la Antártida enciende dura polémica (Georgias del Sur)
A continuación un mapa del lugar donde se planea lelvar a cabo el proyecto LOAHFEX
Fuente: Nuestromar.org
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