El descubrimiento fue efectuado desde Alemania por la Dra. Angelika Humbert del Instituto de Geofísica de la Universidad de Münster y el Dr. Matthias Braun del Centro de Sensores Remotos de la Universidad de Bonn, durante sus actividades diarias de monitoreo de las masas de hielo mediante el Radar Avanzado de Apertura Sintética del satélite Envisat.
“Estas nuevas grietas (demarcadas por las líneas de colores rojo y naranja), que se suman a las que ya existían sobre la masa de hielo (representadas por las líneas azules y celestes) amenazan con extenderse antes de la llegada del invierno, lo que podría causar que el puente de hielo pierda su estabilidad y colapse”, explicó la doctora Humbert. “Estos cambios recientes se están produciendo con mayor lentitud pero también con mayor frecuencia, con respecto a lo observado a principios de este año”.
La Barrera de Wilkins, ubicada al oeste de la isla Alejandro I, y ha estado sufriendo grandes desprendimientos de hielo desde principios de 2008. Más de 2000 kilómetros cuadrados de hielo se desintegraron entre febrero y mayo. Las temperaturas invernales no han sido suficientes para la recuperación de la Barrera, que se mantuvo estable durante la mayor parte del siglo pasado, hasta que comenzó a desmoronarse en 1990.
18feb09
ResponderBorrarUna placa de 14.000 kilómetros cuadrados de la plataforma de hielo Wilkins se ha desprendido y fragmentado en la península antártica como consecuencia del calentamiento global.