martes, febrero 21, 2006

Cursos remotos de la UB para expedicionarios antárticos

Estudiarán en la UB, pero desde la Antártida
Publicado en http://www.universia.com.ar/
20 feb 06 - Buenos Aires, Argentina

Por primera vez dos militares seguirán en forma virtual las materias de sus carreras durante este año desde la base San Martín. Se trata de un médico y un especialista en alta montaña. Se capacitarán por Internet y con videoconferencias. Luego continuarán los estudios en Buenos Aires
Si existe un ejemplo para entender hasta dónde la tecnología acorta las distancias, ése es el caso de dos miembros del Ejército Argentino, que a partir de marzo cursarán sus carreras universitarias en forma virtual desde una base en la Antártida, lo que representa un hecho histórico en la educación superior.
Se trata del teniente médico Alejandro Gambone y del sargento ayudante Ernesto Pérez. Ambos estudiarán a través de la Facultad de Estudios a Distancia y Educación Virtual de la Universidad de Belgrano (UB) desde las gélidas oficinas en la Base Militar General San Martín, ubicada en el islote Barry, en el corazón de la península antártica.
Tal como dio a conocer la universidad porteña, la idea es que sigan sus estudios por Internet, acompañados de distintos tutores por materias, con los que interactuarán mediante correo electrónico, chat y foros. Asimismo, podrán enviar sus trabajos prácticos digitalizados y recibirán las clases virtuales de videostreaming, a través de satélite.
Mientras Gambone se especializará en marketing, Pérez comenzará la tecnicatura de hotelería y turismo. El desafío también significó una apuesta de la UB, que becó en forma completa a los militares para que continúen sus estudios en Buenos Aires una vez finalizada su misión en el continente blanco, prevista para febrero de 2007.

Una oportunidad
Al parecer, los uniformados se enteraron de la propuesta en el mismo comando de tareas de casualidad y "ahí nomás nos anotamos, porque la oportunidad no se presenta todos los días", le contó Pérez a UB News, la publicación interna de la casa de altos estudios dirigida por Avelino Porto.
Su compañero de hazaña, Gambone, un médico egresado de la UBA, alternará sus funciones en materia de salud con las seis materias de comercialización a las que se anotó gracias al sistema de matrícula abierta de la Facultad. "Cuando esté listo rindo los exámenes", reflexionó ansioso el oficial antes de partir al extremo austral del planeta.
Según se conoció el teniente además de médico, dentista y ministro extraordinario del sacramento de la Eucaristía (dará la comunión a los militares católicos) de la base, será el coordinador de estudios a distancia de la UB en la Antártida.
Pérez, por su parte, comenzará su primera experiencia en el ámbito de la educación superior. El sargento tiene planificado hacer la carrera entera para usar los conocimientos aprendidos después de retirado, por lo que rendirá los finales a su regreso.
Siempre tuvo "el deseo de estudio", pero el trabajo, los costos, la edad, o los hijos se lo complicaron. Paradójicamente, cuando un traslado parecía llevarlo aún más lejos de alcanzar su sueño, lo logró.
Oriundo de San Juan, a los 38, es egresado de la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral de Campo de Mayo y pertenece al arma de Infantería. Esta fue la cuarta vez que presentó la solicitud para unirse al contingente antártico y ahora que fue aceptado será el encargado del depósito de patrulla.
La perseverancia de Pérez tiene una buena justificación: le gusta trabajar en el hielo y la actividad de montaña. "Es instructor de esquí y montaña grado Cóndor de Plata, una distinción que le otorgó el Ejército, mérito de su vasta experiencia", agregó Gambone, orgulloso de su compañero.
Nacido en Buenos Aires hace 31 años pero criado en Avellaneda, este oficial egresó de la Compañía de Cuerpo Profesional del Colegio Militar de la Nación como Teniente Médico en agosto de 2004. Para él "es un gusto personal llevar la medicina a lugares remotos o donde no hay presencia sanitaria". Por eso solicitó ser destinado un año en la Antártida. Desde entonces estuvo haciendo la residencia clínica médica en Campo de Mayo, donde rotó por todas las especialidades.
Ambos compartirán cada jornada con otros 21 militares y otros dos científicos, que viajarán a estudiar el suelo, el clima, la fauna y la flora, a los que deberán asistir para las diversas investigaciones ya que cuentan con la preparación física adecuada para desafiar las inclimencias del tiempo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario