Rune Gjeldnes bate récords en solitario
El noruego ha cruzado 4.804 km en la Antártida en esquís y sin ningún avituallamiento con la única compañía de su pulka y su cometa. -
Publicado en http://desnivel.com/
06.02.2006
El 5 de noviembre de 2005, Rune Gjeldnes comenzó una nueva expedición con la que intentaría ser la primera persona en cruzar el Océano Ártico y la Antártida sin avituallamientos, recorriendo 4.800 km en 110 días, en solitario y esquiando con cometas. Y el pasado sábado 3 de febrero culminó su hazaña al llegar a la base antártica de Terranova después de 90 días.
De esta manera ha vuelto a batir el récord de distancia, lo que ya lograra en el año 2000 junto a Torry Larsen al cruzar el Océano Ártico. En esa expedición, comenzaron en Rusia donde perdieron todo el material y en un épico viaje llegaron a la pequeña estación científica en Canadá donde los doctores que les examinaron diagnosticaron que les habían faltado 48 horas para morir. Perdieron pulkas, esquís y ropa y llegaron a Canadá con solo unas mochilas después de haber estado en el hielo 109 días.
Travesía
Esta vez el viaje comenzó en la estación científica Novolasarevskaja en la Tierra de la Reina Maud. El 27 de diciembre después de 2.207 km y 45 días llegó al Polo Sur Geográfico, una de las más largas expediciones sin soporte al Polo Sur. El 3 de enero de 2006 le arrebataba a su compatriota Borge Ousland el record de travesía polar en solitario más larga de la historia (2845km); seis días más tarde conseguía batir el record de travesía polar más larga - que hasta entonces ostentaban los también noruegos Sønneland y Bae, que habían atravesado la Antártida en un viaje de 3800km.
A lo largo del camino tuvo que ir superando muchos contratiempos, aparte de los lógicos ocasionados por el mal tiempo, el intenso frío y el viento. Perdió uno de sus esquís, totalmente necesarios para descender los glaciares, con lo que tuvo que buscar una ruta alternativa, y otros dos se le rompieron. Tuvo que atravesar el Glaciar Pristley, lleno de grandes grietas cubiertas de nieve, con lo que son tremendamente difíciles de ver.
No obstante, su peor día fue casi al final, el 24 de enero al cruzar un río glaciar en el Glaciar Pristley para alejarse de los campos de grietas, en un terreno extremadamente peligroso. A pesar de todas las dificultades, ha logrado su objetivo, situándose como uno de los grandes expedicionarios de nuestro tiempo.
Fuente: greenlandadventure.com
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