El biólogo asturiano José Ramón Obeso aprovechará una expedición al continente blanco para evaluar los efectos del cambio climático sobre la Cordillera
Publicado en http://www.lne.es/ - 19 feb 06
Oviedo, Ángela LÓPEZ
Un asturiano, José Ramón Obeso, tendrá la fortuna de visitar la Antártida: un viaje reservado para muy pocos. Obeso, profesor en la Facultad de Biología de la Universidad de Oviedo, representará a España en la cuarta expedición al continente blanco organizada por el explorador y ecologista británico Robert Swan, creador de la fundación Mission Antarctica y famoso por ser la primera persona que alcanzó los dos polos a pie. «La expedición la forman cincuenta personas», afirma Obeso, muy ilusionado con la ruta, y a la espera de «aprender mucho de todos ellos y aprovechar la oportunidad de utilizar uno de los equipos más avanzados en investigación del cambio climático».
«Salimos hacia Argentina el jueves 23 y, dos días más tarde, un barco nos llevará a la base que Rusia tiene en la Antártida, Bellingshausen, donde pasaremos dos semanas de intenso trabajo», comenta el asturiano, que estará acompañado por otras dos españolas. El grupo, formado por «gente de todo el mundo, desde chinos hasta australianos», espera comprobar y analizar «in situ» aquellos procesos que provocan el cambio climático en el mundo.
Swan eligió para esta misión, en cuya organización colabora la empresa Coca-Cola, a personas interesadas por el cambio global y comprometidos con el medio ambiente. Obeso cumplía todos los requisitos: biólogo, investigador, comprometido con el medio ambiente y la protección de las especies en peligro de extinción. Actualmente, dirige un proyecto sobre el efecto del cambio climático en los Picos de Europa.
«Hay muchos estudios de cómo afecta a las especies marinas, con el cambio de corrientes y el calentamiento de las aguas, pero no existen datos de cómo afecta ese cambio en tierra», asegura el biólogo. «Mi intención al realizar este viaje es tomar datos de cómo el retroceso del hielo en la Antártida permite que otros organismos, como los líquenes, colonicen ese territorio. Después, me gustaría poder comparar esta situación y ver si ocurre algo parecido en los neveros de los Picos», señala.
Durante dos semanas, Obeso y sus compañeros trabajarán en un espacio virgen que está protegido por un tratado que prohíbe la presencia de industrias extractivas y mineras hasta el año 2041. «Lo que se pretende con misiones como esta, y con la creación de una estación educativa en la Antártida, es dar a conocer los efectos del calentamiento global para que, en 2041, los que hoy son niños y en ese año adultos con poder de elección, tomen las decisiones correctas para la conservación de espacios como este».
Durante la misión, se trabajará también en los acabados del centro educativo, que estará plenamente operativo en 2008, a través del cual Swan y su equipo educarán a los más jóvenes en la importancia de preservar la Antártida, promover el uso de energías renovables y dar a conocer los efectos del calentamiento global para que «los adultos de mañana» conozcan el impacto en el medio ambiente de las decisiones que tomamos hoy en día.
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