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Valencia, España. (AmbosMedios) Noviembre 7, 2005. --
En tan sólo 3 horas y media de cómodo y rápido vuelo desde la ciudad chilena de Punta Arenas o Ushuaia en Argentina, es posible ahora llegar al rincón más despoblado e impresionante del planeta.
Pingüinos, lobos marinos, focas de Weddel, orcas y varios tipos de ballenas poseen su hábitat natural en este rincón del mundo.
Esta nueva alternativa, que se suma al tradicional crucero, permite que viajeros que no disponen de demasiado tiempo puedan disfrutar de las bellezas de la Antártida, así como los que buscan complementar un viaje a la Patagonia con este exótico destino.
MUNDOEXPLORA, una nueva agencia de Viajes, Aventura y Expediciones de Valencia, ofrece vuelos a la Antártida y entre distintos puntos de la Patagonia, para fechas fijas de salida así como charters a contratar según las necesidades de los viajeros. Con pilotos de más de 20 años de experiencia en vuelos a la Antártida, esta empresa valenciana se suma a muchas otras que abren camino con sus innovadoras ofertas.
El primer vuelo turístico desde Argentina a la Antártida no podrá realizarse con un avión del Estado, como anunciaba la promoción de una empresa, tras una intervención en el tema de la Cancillería destinada a protegar también el trabajo científico en el continente, informaron voceros de esa cartera. La empresa Experience Antarctica anunció el viaje antes de cerrar un acuerdo que gestionaba con la empresa Líneas Aéreas del Estado (LADE), pero la Fuerza Aérea (FAA) opuso una fuerte resistencia. y condicionó el viaje a numerosos requisitos que aseguraban que no se alteraría el trabajo de los científicos.
ResponderBorrarPero los empresarios consiguieron un estudio de impacto ambiental favorable del Instituto Nacional del Antártico (INA), por lo que empezaron a vender los paquetes por las principales agencias de turismo, ante lo cual intervino la Cancillería.
El primer vuelo se anunció para el 16 de enero último, pero ante la falta de acuerdo con la FAA, la firma, cuyo nombre real es Aero Red, postergó la salida para el 15 de febrero, lo que tampoco pudo cumplir y ya no hubo más postergaciones.
El paquete costaba 1.470 dólares e incluía el vuelo en un avión Hércules C 130, el único que puede llegar a la Base Marambio de la Antárida, y un paseo de cuatro horas para los 70 pasajeros que planeaban llevar, tras lo cual se emprendería el regreso.
Los vuelos iban a salir desde el aeropuerto de Ushuaia, pero un experto de la FAA explicó que "los violentos cambios climáticos de la Antártida, que en horas pasa de un día despejado a una tormenta de nieve, hacen muy difícil el viaje".
La base Marambio puede albergar hasta a 40 personas, de las cuales 25 son militares y el resto científicos de distintos países que demandan ir a ese lugar para desarrollar sus actividades.
El subsecretario de Política Exterior, Juan José Uranga, detalló que "con la Antártida tenemos la obligación de ser muy cuidadosos para actuar de manera compatible con la normativa vigente", surgida del Tratado Antártico.
"No podemos hacer vuelos bajos para no asustar a las aves, no podemos molestar a las focas y no podemos afectar para una actividad privada a los medios que el Estado usa para las actividades científicas", detalló.
En ese sentido remarcó que "no es posible usar un C 130, asignado a la Fuerza Aérea, para una actividad turística, porque está destinado para las actividades científicas".
El diplomático dejó abierta la posibilidad de que la firma llegue al continente blanco con "un avión privado", pero insistió con proteger la naturaleza y la actividad científica.
Uranga admitió que hubo negociaciones con LADE y el Instituto Nacional del Antártico, pero puntualzó que "no se autorizó nada", por lo que el vuelo no se puede realizar.
La FAA es el organismo que más se opuso a la iniciativa y en ese marco precisó que la Base Marambio es una guarnición militar, que no puede dar combustible a cualquier avión, ya que sólo tiene lo necesario para los vuelos propios, previstos cada año.
La base tiene normas muy estrictas, como que está prohibido salir de sus edificios sin equipo de comunicaciones ante el riesgo de quedar aislado.
En la isla de casi 200 metros de altura donde está la base, en cuya pista de 1.800 metros los Hércules aterrizan con la aplicación de sus frenos a máxima potencia, no se puede tirar ni un papel ni una colilla de cigarrillo.
Los voceros de la FAA explicaron que "así como todo lo que hay en la base se llevó desde el continente, todo lo que no se usa, la basura, se trae de vuelta a Río Gallegos, para destruirse y no dañar el medio ambiente".
Los paquetes turísticos se vendían en las agencias locales Ryan Travels, Top Dest e Inel Tour, que no participaron de la comercialización del vuelo anunciado en diciembre para enero.
Las agencias publicaron un aviso en el periódico especializado El Mensajero, en enero, pero dos días después debieron sacar el paquete de la venta, detallaron fuentes empresariales.
Marcelo Alvarez, de Experience Antarctica, anunció que pese a la negativa de la Fuerza Aérea y Cancillería, pero en base al dictamen favorable del Instituto del Antártico, intentará hacer el vuelo con un avión privado el próximo verano.