martes, noviembre 15, 2005

Japón comienza la caza de ballenas 2005 - 2006

La flota japonesa pone rumbo a la Antártida para iniciar la temporada de caza "científica" de ballenas
Su programa de capturas este año incluye dos nuevas especies, el rorcual común y la ballena yubarta |
14 de noviembre de 2005
Publicado en
http://www.consumer.es EROSKI - Medio Ambiente

Pese a las llamadas de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) para que deje de practicar la caza "científica" de ballenas, la flota japonesa -compuesta por un buque guía y otros cinco barcos- ya ha partido desde la ciudad de Shimonoseki hacia el océano Austral, con el objetivo de cazar rorcuales aliblancos y otras dos nuevas especies, el rorcual común y la ballena yubarta.
Los grupos ecologistas denuncian que Japón encubre bajo la investigación científica lo que no deja de ser caza comercial. "El único motivo es comercial", asegura tajante Sebastián Losada, responsable de la Campaña de Océanos de Greenpeace España, que denuncia que Japón continúa amparándose en que de esta manera estudia la interacción entre la pesca y las ballenas pues, a su juicio, éstas "son las culpables de la crisis de los stocks de las pesquerías japonesas".
Así las cosas, desde ahora y hasta el próximo mes de abril, la Agencia Pesquera Japonesa espera cazar 935 rorcuales aliblancos -en los últimos años cazaban unos 440- y tiene en sus planes conseguir también 50 ejemplares de rorcual común y otros tantos de ballena yubarta en los dos próximos años.

El lugar donde se van a cazar estos ejemplares no es otro que el Santuario Ballenero Antártico, designado como tal en 1994 para ayudar a las ballenas a recuperarse después de un siglo de persecución, que provocó el agotamiento de sus poblaciones. "Un santuario es un refugio, un lugar seguro, pero esto no impedirá que este año unas 1.000 ballenas sean cazadas por la flota ballenera", dice Losada.
Cada año, después de que los científicos han medido y pesado las ballenas, estás son despiezadas y embaladas para su venta. La Agencia Pesquera Japonesa afirma que "de acuerdo a los valores culturales japoneses, las ballenas son un alimento". Sin embargo, una reciente encuesta revelaba que sólo el 4% de la población nipona come carne de ballena de forma habitual y el 33% nunca la ha probado.
Pero Japón no es el único país que actúa al margen de la moratoria sobre la caza comercial de ballenas que se adoptó en 1986. Islandia, al igual que los nipones, alega "caza científica", mientras que Noruega presentó una objeción a la moratoria, con lo que ésta no le es de aplicación. Este año Islandia ha cazado 39 ballenas y para el año que viene ha anunciado una cuota de 100. Por su parte, Noruega lleva capturando anualmente una media de 650 ejemplares en los últimos años.

2 comentarios:

  1. ORGANIZACIONES AMBIENTALES CHILENAS RECHAZAN CAZA DE BALLENAS EN LA ANTÁRTICA
    Publicado en Cronica Digital (Chile)
    Miércoles, 16 noviembre 2005

    Organizaciones ambientales chilenas rechazaron hoy el inicio de un nuevo programa de "investigación científica" japonés en la Antártica.

    El programa, denominado JARPA II, se fundamentaría en la necesidad de conocer el ecosistema del Océano Antártico, ya que de acuerdo a Japón, el número de avistamientos de ballenas habría aumentado durante los últimos años. Sin embargo, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) ha adoptado más de 30 resoluciones llamando a detener los programas de "caza científica" debido a que son injustificados, no cumplen con los criterios de investigación establecidos en la Convención Internacional para la Regulación de la Ballenería, y socavan el espíritu de la actual moratoria vigente sobre la caza comercial. JARPA II propone duplicar el número de capturas anuales de ballenas minke antártica (Balaenoptera bonaerensis), cazar 50 ballenas jorobada (Megaptera novaeangliae), y también 50 ballenas de aleta (Balaenoptera physalus), especie en situación de vulnerabilidad. Marcel Claude, director de Oceana, indicó que “nos indigna la facilidad con la que se irrumpe en aguas internacionales utilizando el cínico subterfugio de pesca de investigación para una práctica que sigue reduciendo la población de estas especies que son parte del patrimonio mundial y a las que se les puede asignar usos no letales como es el turismo de observación”. Claude agregó que la intención japonesa da un paso atrás a todo lo logrado en nuestro país e internacionalmente por la protección de las ballenas. “La malamente llamada pesca de investigación nos ofende como ciudadanos. Demandamos la detención inmediata del aumento de la flota para estos fines y esperamos una fuerte reacción de los Estados que se han comprometido en la protección de las ballenas, como es el caso chileno”, dijo Claude. Greenpeace, por su parte, manifestó su fuerte preocupación por el futuro de las ballenas. “Debido a su caza indiscriminada, estos cetáceos han llegado al punto de que las especies de mayor tamaño presentan problemas de conservación. Es por esto que Greenpeace insta al gobierno japonés a detener su programa científico de caza ballenera, excusa que por lo demás es tan delgada como las rodajas de sashimi en las que convierte a la ballena científicamente cazada”, declaró Carolina Tapia de Greenpeace Chile. En tanto, Elsa Cabrera, directora de Centro de Conservación Cetácea, afirmó por su parte que "es importante no olvidar que las ballenas son especies altamente migratorias que navegan tanto en aguas internacionales como jurisdiccionales, por lo que constituyen un patrimonio natural de la humanidad y no de una sola nación que busca imponer sus intereses sobre la voluntad del resto de los países del hemisferio sur que han decidido de manera soberana utilizarlas con metodologías no letales”. Finalmente, Juan Carlos Cárdenas, médico veterinario y director del Centro Ecocéamos señaló que "Japón es el único país que continúa cazando comercialmente ballenas en el hemisferio sur, utilizando el subterfugio de la caza científica. Con ello no respeta la decisión soberana de Chile de apoyar en 1994 la creación del santuario ballenero austral, la que contó con el respaldo de un millón de firmas de ciudadanos informados y movilizados". Organizaciones ambientalistas del mundo han indicado que el inicio de un nuevo programa de investigación científica japonés en la Antártica, que no es más que la estrategia japonesa para aumentar las capturas de ballenas con supuestos fines “científicos”, programa que abre las puertas para la comercialización de ese animal, ya prohibida en 1986. Santiago de Chile, 16 de noviembre 2005 Crónica Digital

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  2. Publicado en elmundo.es
    PLANTARÁN CARA A LOS BALLENEROS JAPONESES - Greenpeace lanza su mayor expedición para investigar y defender los océanos.
    MADRID.- El nombre del buque es ya de por sí una declaración de intenciones: 'Esperanza'. A bordo de este barco, una veintena de científicos y activistas de Greenpeace darán la vuelta al mundo en 14 meses para denunciar la crisis que viven los océanos del planeta y también, a su paso por el Antártico, hacer frente a la flota ballenera japonesa, que este año pretende duplicar la cantidad de 'capturas científicas' en ese santuario de estos gigantescos mamíferos marinos.
    Con el lema 'Un año en la vida de los océanos', el buque 'Esperanza' partirá este fin de semana de Ciudad del Cabo para recorrer cuatro de los cinco océanos, esos lugares que están dando la vida al planeta, a pesar de que el hombre trata día a día de acabar con ellos. "Agotamos la pesca, ponemos en peligro el sustento de las comunidades pesqueras, contaminamos los mares... Es el momento de empezar a defender nuestros océanos", aseguró Sebastián Losada, responsable de la campaña de océanos de la organización.
    "En un momento en que tres cuartas partes de los caladeros mundiales están sobreexplotados, el 90% de las capturas se devuelve al mar muerta en determinadas pesquerías, el 25% de los arrecifes de coral ha desaparecido y sólo el 0,01% de los océanos están protegidos. Es hora de que hagamos algo", dijo Losada.
    Según Greenpeace, cada año se vierten al mar unos 6,4 millones de toneladas de basura, y 13.000 trozos de plástico flotan en cada kilómetro de superficie de los océanos. "Además, hemos detectado -y queremos estudiar a fondo- algunas zonas muertas, como en el Golfo de México, donde el nivel de contaminación es tal que se han creado desiertos marinos, donde no vive ni crece nada", subrayó Losada.
    El barco cuenta con aparatos tecnológicos que permitirán que el viaje pueda seguirse en directo a través de Internet desde cualquier parte del globo. Así, la organización ecologista espera que hasta un millón de personas se conviertan en 'defensores virtuales de los océanos', para "demostrar a los gobiernos cómo y dónde pueden traducir sus palabras en hechos estableciendo reservas marinas que cubran el 40% de los océanos del planeta". Además, un robot submarino tomará imágenes de lugares nunca antes grabados por cámaras.
    Contra las 'capturas científicas' japonesas.
    Japón comercializa carne de ballena procedente de su cupo de 'capturas científicas'. (Foto: Greenpeace)
    El 'Esperanza' pondrá primero rumbo al Océano Ántártico, donde una de sus principales misiones será, además de la observación del estado del mar, ayudar al barco Artic Sunrise, también de Greenpeace, en su batalla contra los balleneros japoneses que han hecho del Santuario Ballenero Antártico el mejor lugar para hacer sus 'capturas científicas', que este año además piensan doblar. "Durante los primeros meses de la campaña haremos frente a la flota ballenera japonesa, para proteger a estas especies y tratar de exigir el fin inmediato de esta actividad", aseguró Losada.
    Además, Greenpeace tratará de llamar la atención sobre la esquilmación de los mares que hace la pesca masiva. "Sólo la industria del langostino, por ejemplo, tira al mar hasta el 90% del contenido de sus redes de pesca, ejemplares muertos que se arrojan al mar para nada", denunció. Cada año, hasta 300.000 ballenas, delfines y marsopas mueren atrapadas en las redes, y 100.000 albatros fallecen en los anzuelos de los sedales.
    El barco, de 72 metros de eslora y preparado para navegar incluso sobre el hielo, tiene una tripulación de 19 personas procedentes de todo el mundo, aunque puede alojar hasta 35. Desde noviembre de 2005 hasta febrero de 2007 será el hogar, oficina, taller y punto de acción de activistas, marineros, periodistas e implicados en la campaña, "porque cada uno tiene un papel que jugar y una historia que contar".
    El 'Esperanza' fue construido como un buque de lucha contra incendios de la Armada rusa en 1984, y en el año 2000 fue cedido a Greenpeace, que lo remodeló para convertirlo en un barco respetuoso con el medio ambiente y tecnológicamente avanzado.

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