Rusia regresa a Antártida para reabrir bases y estimar reservas energéticas
Por:Ignacio Ortega
Publicado en www.lostiempos.com
Moscú | EFE , 5 Nov 07
El buque laboratorio ruso "Académico Fiódorov", con más de un centenar de tripulantes a bordo, zarpó hoy rumbo a la Antártida, con el fin de reabrir dos estaciones y estimar las reservas energéticas del continente blanco.
"Entre los planes de la expedición figura la reapertura de dos bases clausuradas por falta de fondos en los años 80 (Rússkaya y Lenigrádskaya)" del siglo XX, aseguró Valeri Lukín, jefe de la 53 expedición antártica rusa.
Con un presupuesto de casi un millón de dólares, la expedición instalará varias estaciones automáticas meteorológicas y geodésicas que "funcionarán de manera autónoma", según el Instituto Meteorológico de Rusia (IMR), citado por las agencias rusas.
Además, se construirá un nuevo puesto de avanzada, se remozarán las bases Progress y Novolazarévskaya y se efectuarán estudios climatológicos, hidrográficos, biológicos, sismológicos y de prospección geológica en el sector antártico bañado por el Pacífico.
"También continuaremos la perforación de la capa de hielo que cubre el lago Vostok (Oriente). Ya se han perforado 3.665 metros y sólo faltan 85 para llegar al fondo", dijo.
Con 200 kilómetros de largo, 50 de ancho y 500 metros de profundidad, el Vostok es una masa de agua dulce en estado líquido, descubierta en 1957 por científicos soviéticos e incluida en la lista de los hallazgos geográficos más importantes del siglo XX.
El agua del lago Vostok, que se encuentra en el epicentro del sexto continente, es considerada la más pura y antigua del mundo.
Las muestras del hielo cercano a la superficie del lago tienen una antigüedad de 420.000 años, por lo que se supone que el embalse natural ha permanecido sellado bajo la placa de hielo entre 500.000 y más de un millón de años.
El "Académico Fiódorov", en el que viajan 70 tripulantes y 102 miembros de la expedición, llegará dentro de un mes a Ciudad del Cabo, donde se subirán otros 53 ocupantes, y atracará en Melbourne a mediados de enero.
Tras siete meses de travesía, el buque ruso regresará a San Petersburgo en junio de 2008.
A principios del próximo año, a la expedición se unirá el buque científico "Académico Alexandr Karpínski", que realizará trabajos geofísicos en el fondo del mar.
En una muestra de las verdaderas intenciones de la expedición, Lukín estimó hoy en unos 51.000 millones las toneladas de hidrocarburos que acoge la plataforma continental antártica.
"Hay que estar preparados, ya que la dinámica de los precios mundiales de las materias primas puede influir en la decisión de la comunidad internacional" sobre la explotación de los recursos energéticos de la Antártida, aseveró.
Todas las actividades en el sexto continente están reglamentadas por el Tratado sobre la Antártida, firmado el 1 de diciembre de 1959 por 44 países y en vigor desde 1961.
Este acuerdo estableció el marco jurídico sobre la utilización y la soberanía del continente blanco, aunque posteriormente Chile, Australia, Francia, Nueva Zelanda, Argentina, Reino Unido y Noruega han expresado pretensiones territoriales.
Lukín recordó que a partir de 1998 entró en vigor el Protocolo de Madrid de 1991, que estableció que la Antártida es una zona desmilitarizada en la que sólo se pueden desarrollar investigaciones científicas.
Este documento, que todavía no ha sido ratificado por todos los países, establece en su artículo 7 una moratoria de 50 años a todo tipo de explotación de los recursos naturales por debajo de los 60 grados de latitud sur.
Eso no ha evitado que la mayoría de países con bases en la Antártida, incluida Rusia, desarrollen programas de investigación geológica, que incluyen la búsqueda de hidrocarburos y recursos minerales en el subsuelo antártico.
Recientemente, dos helicópteros rusos se posaron por vez primera en el Polo Sur con el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), Nikolái Pátrushev, entre sus tripulantes.
Rusia se manifestó esta semana terminantemente en contra de un reparto de la superficie de la Antártida basado en reclamaciones territoriales unilaterales como las planteadas recientemente por el Reino Unido, que fueron secundadas por Chile y Argentina.
Al mismo tiempo, Moscú ha lanzado en los últimos meses una campaña para demostrar que parte del lecho marino del Ártico es una continuación de su plataforma continental, lo que respaldaría sus pretensiones de controlar ese territorio, que también acoge ingentes recursos energéticos.
Con una superficie de 13.975.000 kilómetros cuadrados -sin contar la extensión de los glaciares- la Antártida representa el 11 por ciento de la tierra firme del planeta y es más extensa que Australia.
martes, noviembre 06, 2007
viernes, noviembre 02, 2007
Proyectos de Chile y Argentina para los reclamos en la Antártida
Publicado en http://www.lostiempos.com/
EFE - Santiago de Chile
01nov07
El canciller chileno, Alejandro Foxley, se reunirá en Santiago con su colega argentino, Jorge Taiana, para coordinar una postura común en cuanto a la Antártida, después que Gran Bretaña hiciera una reclamación sobre parte del territorio del continente helado.
"Me reuniré con el canciller argentino y efectivamente uno de los temas que queremos tocar con el gobierno argentino es cómo coordinarnos mejor respecto del tema antártico, porque ahí tenemos intereses comunes", dijo hoy Foxley a los periodistas, tras participar en un Foro sobre Iberoamérica.
El 17 de octubre pasado, Gran Bretaña anunció que reclamará ante las Naciones Unidas más de un millón de kilómetros cuadrados de la Antártida, pretensión que ha sido rechazada por Chile y Argentina.
"Ambos países tenemos una proyección natural geopolítica, económica y geográfica hacia la Antártida y lo natural es que busquemos criterios comunes frente a lo que pudieran ser reclamaciones a futuro de países extra región, que tenemos que manejar con un mismo enfoque los países que somos vecinos", afirmó.
La cita entre los dos cancilleres se llevará a cabo en el marco de la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrará en Santiago entre el 8 y el 10 de noviembre.
A raíz de los anuncios del Reino Unido, Chile que todos los años en esta fecha envía expediciones científicas a la Antártida, también decidió reabrir la Base Prat en ese territorio, cerrada hace cinco años por falta de presupuesto, tras 57 años de servicio.
Según la Armada, la reapertura de la base costará alrededor de un millón y medio de dólares.
El jefe de la Primera Zona Naval, el contraalmirante Cristián Millar, señaló que la base se reabrirá a partir del 1 de diciembre próximo y tendrá una dotación permanente de un oficial y ocho marinos.
La base "Arturo Prat" está en la isla Greenwich, en las Shetland del Sur, unos 3.700 kilómetros al sur de Santiago, y fue la primera que Chile tuvo en el continente helado.
Su reapertura surgió tras un acuerdo entre la Armada, el Instituto Antártico Chileno (Inach) y el gobierno regional de Magallanes para retomar las funciones de soberanía, custodia y estudio científico en la zona.
En tanto, los jefes de los departamentos antárticos de los Ejércitos de Chile y Argentina anunciaron en Punta Arenas, a más de 2.000 kilómetros al sur de Santiago, que en la segunda mitad del próximo año patrullas militares de ambos países realizarán el ascenso al monte Vinson, el más alto de la Antártida (a 5.100 metros), publica hoy el diario La Prensa Austral.
Así lo confirmó el coronel del ejército argentino, Enrique Horacio Capella, quien junto al coronel chileno Hernán Oyanguren participan en una reunión bilateral sobre medidas de cooperación en cuanto a la capacitación y preparación en el quehacer antártico.
EFE
EFE - Santiago de Chile
01nov07
El canciller chileno, Alejandro Foxley, se reunirá en Santiago con su colega argentino, Jorge Taiana, para coordinar una postura común en cuanto a la Antártida, después que Gran Bretaña hiciera una reclamación sobre parte del territorio del continente helado.
"Me reuniré con el canciller argentino y efectivamente uno de los temas que queremos tocar con el gobierno argentino es cómo coordinarnos mejor respecto del tema antártico, porque ahí tenemos intereses comunes", dijo hoy Foxley a los periodistas, tras participar en un Foro sobre Iberoamérica.
El 17 de octubre pasado, Gran Bretaña anunció que reclamará ante las Naciones Unidas más de un millón de kilómetros cuadrados de la Antártida, pretensión que ha sido rechazada por Chile y Argentina.
"Ambos países tenemos una proyección natural geopolítica, económica y geográfica hacia la Antártida y lo natural es que busquemos criterios comunes frente a lo que pudieran ser reclamaciones a futuro de países extra región, que tenemos que manejar con un mismo enfoque los países que somos vecinos", afirmó.
La cita entre los dos cancilleres se llevará a cabo en el marco de la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrará en Santiago entre el 8 y el 10 de noviembre.
A raíz de los anuncios del Reino Unido, Chile que todos los años en esta fecha envía expediciones científicas a la Antártida, también decidió reabrir la Base Prat en ese territorio, cerrada hace cinco años por falta de presupuesto, tras 57 años de servicio.
Según la Armada, la reapertura de la base costará alrededor de un millón y medio de dólares.
El jefe de la Primera Zona Naval, el contraalmirante Cristián Millar, señaló que la base se reabrirá a partir del 1 de diciembre próximo y tendrá una dotación permanente de un oficial y ocho marinos.
La base "Arturo Prat" está en la isla Greenwich, en las Shetland del Sur, unos 3.700 kilómetros al sur de Santiago, y fue la primera que Chile tuvo en el continente helado.
Su reapertura surgió tras un acuerdo entre la Armada, el Instituto Antártico Chileno (Inach) y el gobierno regional de Magallanes para retomar las funciones de soberanía, custodia y estudio científico en la zona.
En tanto, los jefes de los departamentos antárticos de los Ejércitos de Chile y Argentina anunciaron en Punta Arenas, a más de 2.000 kilómetros al sur de Santiago, que en la segunda mitad del próximo año patrullas militares de ambos países realizarán el ascenso al monte Vinson, el más alto de la Antártida (a 5.100 metros), publica hoy el diario La Prensa Austral.
Así lo confirmó el coronel del ejército argentino, Enrique Horacio Capella, quien junto al coronel chileno Hernán Oyanguren participan en una reunión bilateral sobre medidas de cooperación en cuanto a la capacitación y preparación en el quehacer antártico.
EFE
jueves, noviembre 01, 2007
Rusia se opone a reclamos territoriales antárticos
Moscú contrario al reparto unilateral de la Antártida
Publicado en http://actualidad.terra.es
31oct07
Rusia se manifestó terminantemente en contra de un reparto de la superficie de la Antártida basado en reclamaciones territoriales unilaterales como las planteadas recientemente por el Reino Unido.
'Al tratarse de uno de los Estados que ha contribuido en mayor medida a la elaboración del Tratado sobre la Antártida de 1959, Rusia se ha mostrado consecuentemente en contra del reparto', informó el ministerio ruso de Asuntos Exteriores en un comunicado.
La Cancillería insiste en que la parte rusa no tiene intención de 'reconocer' dicho reparto del territorio antártico, según la agencia Interfax.
El tratado de 1959 'congeló el asunto de las pretensiones territoriales en la Antártida', añade la nota oficial.
El Reino Unido expresó recientemente su intención de reclamar ante las Naciones Unidas sus derechos soberanos sobre más de un millón de kilómetros cuadrados en la Antártida.
El territorio antártico británico, que este país reclamó por primera vez en 1908, forma una cuña triangular con el vértice en el polo sur.
Seguidamente, los Cancilleres de Chile y Argentina anunciaron que harían reclamaciones similares con el fin de determinar los límites de su plataforma continental, lo que incluiría el sector antártico.
Las autoridades chilenas denunciaron que la reclamación británica sobre el territorio que forma parte de la Antártica chilena contradice 'claramente' el espíritu del tratado antártico.
Mientras se opone al reparto de la Antártida, Moscú ha lanzado en los últimos meses una campaña para demostrar que parte del lecho marino del Artico es una continuación de su plataforma continental, lo que respaldaría sus pretensiones de controlar ese territorio.
Terra Actualidad - EFE
Publicado en http://actualidad.terra.es
31oct07
Rusia se manifestó terminantemente en contra de un reparto de la superficie de la Antártida basado en reclamaciones territoriales unilaterales como las planteadas recientemente por el Reino Unido.
'Al tratarse de uno de los Estados que ha contribuido en mayor medida a la elaboración del Tratado sobre la Antártida de 1959, Rusia se ha mostrado consecuentemente en contra del reparto', informó el ministerio ruso de Asuntos Exteriores en un comunicado.
La Cancillería insiste en que la parte rusa no tiene intención de 'reconocer' dicho reparto del territorio antártico, según la agencia Interfax.
El tratado de 1959 'congeló el asunto de las pretensiones territoriales en la Antártida', añade la nota oficial.
El Reino Unido expresó recientemente su intención de reclamar ante las Naciones Unidas sus derechos soberanos sobre más de un millón de kilómetros cuadrados en la Antártida.
El territorio antártico británico, que este país reclamó por primera vez en 1908, forma una cuña triangular con el vértice en el polo sur.
Seguidamente, los Cancilleres de Chile y Argentina anunciaron que harían reclamaciones similares con el fin de determinar los límites de su plataforma continental, lo que incluiría el sector antártico.
Las autoridades chilenas denunciaron que la reclamación británica sobre el territorio que forma parte de la Antártica chilena contradice 'claramente' el espíritu del tratado antártico.
Mientras se opone al reparto de la Antártida, Moscú ha lanzado en los últimos meses una campaña para demostrar que parte del lecho marino del Artico es una continuación de su plataforma continental, lo que respaldaría sus pretensiones de controlar ese territorio.
Terra Actualidad - EFE
miércoles, octubre 31, 2007
Antártida: codicia preocupa más que cambio climático
Investigador CSIC dice en Antártida codicia preocupa más que cambio climático
Publicado en http://actualidad.terra.es
30 oct07
El experto en Biología Marina y Oceanografía del Centro Superior de Investigaciones Científicas Josep-María Gili ha dicho hoy que en la Antártida le preocupa 'la codicia humana por encima del deshielo originado por el cambio climático'.
Así lo ha manifestado en declaraciones a Efe antes de pronunciar una conferencia sobre 'Biodiversidad Marina' en la Universidad de Oviedo.
Gili ha matizado que el cambio climático 'sí es drástico en el Artico, con un descenso de las temperaturas de entre dos y tres grados'.
'Lo que puede afectar al ecosistema antártico a medio plazo es la búsqueda desesperada de recursos, sobre todo fósiles -como el petróleo- y minerales y, más a corto plazo, las pesquerías de la merluza antártica que prácticamente está en una situación límite, y el krill', ha aclarado.
El krill es la especie por excelencia en la base trófica antártica, que se dejó de pescar hace una década y hoy se comercializa como pasta de harina para piscifactorías, y además su pesca asciende a casi 500.000 toneladas anuales, '300.000 toneladas más de las permitidas', ha puntualizado.
Josep-María Gili ha señalado que la gravedad de estas capturas reside en que es precisamente el krill, la especie que mantiene todo el ecosistema antártico, 'la comida de ballenas, focas, pingüinos y también alimenta la alta diversidad del fondo', y es 'una especie clave en el funcionamiento de un ecosistema tan bien conservado'.
Para este investigador, la dificultad reside en explicar a la población la importancia del estudio de una región 'tan lejana' como la Antártida, un ecosistema que guarda, sin embargo, la memoria de quinientos mil años y permite reconstruir el pasado inmediato del planeta, incluso en términos de vida.
Los polos son reguladores del clima mundial y 'el conocimiento de su dinámica es básico para poder sobrevivir en este planeta', ha señalado.
Por otra parte, ha subrayado que la Antártida es el ecosistema vivo más antiguo del planeta, alberga una diversidad casi equivalente a la de un arrecife de coral y en sus fondos se conocen 5.000 especies diferentes 'por unidad de área', que muy pronto llegarán a las 9.000, y que suponen ya mil más que en el Mediterráneo y sólo mil menos que una zona tropical.
Sobre el rol de España en investigación polar, Gili se ha remontado a la firma del Protocolo de Madrid, en 1991, para recordar un hito en la conservación planetaria, 'que marcó un antes y un después' y que tuvo sello español.
Sin embargo, el investigador ha recordado que 'España tiene una asignatura pendiente' y le falta mucho para llegar al 'deseado' tres por ciento de inversión destinada a investigación científica.
En cuanto a la partida presupuestaria que el Ministerio ha anunciado para las bases españolas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla, Gili reconoce el esfuerzo que supone para un país como España, pero la califica de 'insuficiente', pues 'cuatro millones de euros no son ni dos kilómetros de autopistas'.
Gili ha explicado que en 2007, con carácter excepcional, el Año Polar Internacional -que se celebra una vez cada medio siglo-, durará dos años, desde el pasado mes de marzo hasta abril de 2009, permitiendo una mayor programación de actividades.
Uno de estos proyectos del Año Polar, en el que participa España, es la instalación de un telescopio en el Polo Sur que funcionará como una ventana al espacio exterior y que estará operativo en 2008.
Otro proyecto canadiense con participación española es el llamado 'Schools on Board', que consiste en llevar a representantes de ocho escuelas, una de ellas catalana, a una campaña en el océano ártico canadiense y que tendrá lugar el próximo mes de febrero.
Terra Actualidad - EFE
Publicado en http://actualidad.terra.es
30 oct07
El experto en Biología Marina y Oceanografía del Centro Superior de Investigaciones Científicas Josep-María Gili ha dicho hoy que en la Antártida le preocupa 'la codicia humana por encima del deshielo originado por el cambio climático'.
Así lo ha manifestado en declaraciones a Efe antes de pronunciar una conferencia sobre 'Biodiversidad Marina' en la Universidad de Oviedo.
Gili ha matizado que el cambio climático 'sí es drástico en el Artico, con un descenso de las temperaturas de entre dos y tres grados'.
'Lo que puede afectar al ecosistema antártico a medio plazo es la búsqueda desesperada de recursos, sobre todo fósiles -como el petróleo- y minerales y, más a corto plazo, las pesquerías de la merluza antártica que prácticamente está en una situación límite, y el krill', ha aclarado.
El krill es la especie por excelencia en la base trófica antártica, que se dejó de pescar hace una década y hoy se comercializa como pasta de harina para piscifactorías, y además su pesca asciende a casi 500.000 toneladas anuales, '300.000 toneladas más de las permitidas', ha puntualizado.
Josep-María Gili ha señalado que la gravedad de estas capturas reside en que es precisamente el krill, la especie que mantiene todo el ecosistema antártico, 'la comida de ballenas, focas, pingüinos y también alimenta la alta diversidad del fondo', y es 'una especie clave en el funcionamiento de un ecosistema tan bien conservado'.
Para este investigador, la dificultad reside en explicar a la población la importancia del estudio de una región 'tan lejana' como la Antártida, un ecosistema que guarda, sin embargo, la memoria de quinientos mil años y permite reconstruir el pasado inmediato del planeta, incluso en términos de vida.
Los polos son reguladores del clima mundial y 'el conocimiento de su dinámica es básico para poder sobrevivir en este planeta', ha señalado.
Por otra parte, ha subrayado que la Antártida es el ecosistema vivo más antiguo del planeta, alberga una diversidad casi equivalente a la de un arrecife de coral y en sus fondos se conocen 5.000 especies diferentes 'por unidad de área', que muy pronto llegarán a las 9.000, y que suponen ya mil más que en el Mediterráneo y sólo mil menos que una zona tropical.
Sobre el rol de España en investigación polar, Gili se ha remontado a la firma del Protocolo de Madrid, en 1991, para recordar un hito en la conservación planetaria, 'que marcó un antes y un después' y que tuvo sello español.
Sin embargo, el investigador ha recordado que 'España tiene una asignatura pendiente' y le falta mucho para llegar al 'deseado' tres por ciento de inversión destinada a investigación científica.
En cuanto a la partida presupuestaria que el Ministerio ha anunciado para las bases españolas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla, Gili reconoce el esfuerzo que supone para un país como España, pero la califica de 'insuficiente', pues 'cuatro millones de euros no son ni dos kilómetros de autopistas'.
Gili ha explicado que en 2007, con carácter excepcional, el Año Polar Internacional -que se celebra una vez cada medio siglo-, durará dos años, desde el pasado mes de marzo hasta abril de 2009, permitiendo una mayor programación de actividades.
Uno de estos proyectos del Año Polar, en el que participa España, es la instalación de un telescopio en el Polo Sur que funcionará como una ventana al espacio exterior y que estará operativo en 2008.
Otro proyecto canadiense con participación española es el llamado 'Schools on Board', que consiste en llevar a representantes de ocho escuelas, una de ellas catalana, a una campaña en el océano ártico canadiense y que tendrá lugar el próximo mes de febrero.
Terra Actualidad - EFE
Ecuador ante los reclamos territoriales en la Antártida
Publicado en www.elcomercio.com
Quito - Ecuador | 31 de octubre del 2007
La Constituyente y la orbita geoestacionaria
por Luis Moreno*
Parece candoroso el afán de buscar territorios, donde fuere, para agrandar la geografía del Ecuador, como si de eso dependiera la felicidad de su pueblo o la respetabilidad internacional; la grandeza de una nación no se mide en kilómetros cuadrados.
Como suplemento de El Comercio de Quito, del domingo 28 de octubre, apareció editado el texto del proyecto de Constitución, elaborado por el grupo de trabajo del Conesup, conformado por abogados; texto que, por lo visto, no ha contado con el asesoramiento de algún internacionalista, para evitar innecesarios como desafortunados enunciados.
En el Título Uno, de los Principios Fundamentales, Artículo 2, numeral 2, consta: “El Ecuador ejercerá sus derechos sobre la órbita geoestacionaria y el territorio de la antártica de conformidad con los instrumentos internacionales”.
Desde cuando hizo su aparición la entelequia denominada Estado, hasta hace pocas décadas, todos creyeron que el espacio aéreo iba al infinito, proyectándose la soberanía sobre dicho cono, sin límite alguno.
Hace medio siglo se inició la aventura espacial, con el lanzamiento del primer satélite artificial, llamado “Spunik”; posteriormente, los soviéticos enviaron al primer hombre al espacio, cuyo nombre pasó por derecho propio a la historia: Yuri Gagarín; antes le había precedido como astronauta una perra de nombre “Laika”. En los años siguientes, otro satélite de la extinguida URSS orbitó por primera vez la Luna, lanzando sobre suelo selenita un artefacto que permitió clavar una bandera roja con la hoz y martillo, como en simbólica posesión, a la manera de Cristóbal Colón cuando plantó su estandarte en tierras que el creyó pertenecían a la India, para de inmediato y, a nombre de los reyes de España, adueñarse de territorios considerados baldíos, por cuanto los aborígenes no eran reputados como personas.
Los acelerados avances en la conquista del espacio ultraterrestre inquietó grandemente a la comunidad internacional, sin que nadie se atreviera a precisar si las clásicas teorías de cómo los Estados podían adquirir territorios serían aplicables a este nuevo escenario, nunca antes imaginado ¿Se podrían replicar las figuras del Derecho Internacional clásico, como el Descubrimiento, la Conquista, la Ocupación, la Accesión, la Prescripción, la Adjudicación y otras más?
Fue la Organización de las Naciones Unidas la que tomó la responsabilidad de organizar la discusión del texto de un Tratado que normara la materia. El primer acuerdo multilateral que hace mención al espacio ultraterrestre fue el “Tratado sobre proscripción de pruebas de armas nucleares en la atmósfera, en el espacio ultraterrestre y bajo el agua”, suscrito en Moscú el 5 de agosto de 1963. El artículo Primero, literal a) del Tratado mentado, distingue claramente entre espacio aéreo y espacio ultraterrestre, estableciendo terminantemente que, este último queda “fuera de los límites de los Estados”.
Bajo los auspicios de la ONU, cuatro años más tarde, se suscribió en Londres, Moscú y Washington, simultáneamente, el 27 de enero, el “Tratado sobre los principios que deben regular las actividades de los Estados en la exploración y utilización del Espacio Ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes”; este Tratado, en su artículo 2°, establece mandatoriamente que: “El Espacio Ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no pueden ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso o ocupación, ni de ninguna otra manera”.
El asunto de orden práctico fue conocer donde termina el espacio aéreo, en el cual los Estados ejercitan soberanía y donde empieza el Espacio Ultraterrestre, donde rige el nuevo eje jurídico de “en nombre y para beneficio de la Humanidad”.
Aun cuando no hay un Tratado sobre el tema demarcatorio, por consenso se admite que el Espacio Ultraterrestre empieza donde es posible la sustentación de satélites artificiales ¿Cuál es dicha altura? Ha sido la técnica la que salió en auxilio y definió los límites de los dos espacios contiguos. Los satélites de máxima aproximación a la superficie de la Tierra son los satélites espías, que tienen una órbita elíptica, cuyo perigeo se ubica a 100 kilómetros de altura; una aproximación más corta produce los mismos efectos de una piedra lanzada a un estanque, que puede quedar atrapada en el agua o puede rebotar; igual el satélite, puede quedar atrapado por la atmósfera y se desintegra o puede rebotar en la misma atmósfera, fragmentándose en mil pedazos.
Podemos concluir entonces que, el espacio aéreo llega hasta los 100 kilómetros de altura y que el Espacio Ultraterrestre empieza desde los 100 kilómetros de altura, medidos desde la superficie de la Tierra; este último si, hasta el infinito o hasta donde otras civilizaciones galácticas nos pongan freno.
Los Tratados patrocinados por la ONU tienen el carácter de Tratado-Constitución; esto quiere decir que pasan a formar parte del denominado Jus Gentium, Derecho de Gentes, de valor universal y por ende de cumplimiento obligatorio para todos los Estados; este es el caso de las regulaciones sobre el Espacio Ultraterrestre.
¿Qué ocurre entonces con la Orbita Geoestacionaria? ¿Está por debajo de los 100 kilómetros de altura? No; está a más de 34,000 kilómetros de altura, donde ningún Estado puede pretender soberanía, ni “ejercer derechos territoriales”, ni puede apropiarse de ningún cuerpo celeste, donde cualquier calificativo de “recurso natural”, no solo que carece de sustento, sino que merecería el rechazo general y hasta la aplicación de sanciones.
El citado enunciado del artículo 2 del proyecto de Constitución, es tesis que bien la quisieran las grandes potencias, que han desarrollado la tecnología adecuada, a fin de ampliar su imperio, por supuesto, en detrimento de la Humanidad.
¿Y cuales son los derechos territoriales del Ecuador sobre la Antártida?
“En 1907, el Senador canadiense Pascal Poirier ideó la tesis del Sector, para justificar las posesiones de las cinco naciones que se habían apropiado del Polo Norte” (Derecho Territorial, página 91, Corporación Editora Nacional, 2004, LMG).
Algunos obsesionados por la ampliación de fronteras, a manera de compensación por territorios perdidos, intentaron trasladar la figura de Poirier a la Antártida, bajo la denominación de “Accesión por defrontación”. Esto no es posible, por un impedimento jurídico.
En 1959, el primero de diciembre, se suscribió en Washington el Tratado Antártico, el mismo que entró en vigencia el 23 de junio de 1961; fueron 16 los Estados que originalmente lo suscribieron, a los cuales luego se adhirieron otros 30. Este instrumento multilateral, en su artículo IV, excluye toda posibilidad de reclamo territorial sobre este denominado sexto continente, quedando reservado su territorio para fines pacíficos, entre los cuales se puede citar la investigación; nadie puede pretender tener presencia armada ni darle uso militar, no se pueden hacer ensayos atómicos ni la pueden convertir en basurero de los desechos radioactivos. La Antártica es de interés de toda la Humanidad.
Conviene reflexionar y recordar que las Constituciones de los Estados no están por encima de los Tratados. Una Constitución es la ley mayor de un Estado, a su interior; pero, ningún Estado puede legislar para la comunidad internacional; si así fuera, cualquier gobierno racista podría revivir el Apartheid; cualquier encaramado en el poder podría legitimar la tortura y las desapariciones, bajo el argumento de que necesita defenderse de sus enemigos políticos; cualquier dictadorzuelo podría volver a la esclavitud, pretextando que es imperioso alcanzar competitividad en los mercados internacionales, eliminado el rubro de la mano de obra.
Cuando un Estado celebra un Tratado con otro Estado o en el marco de la comunidad internacional organizada, las normas del instrumento internacional pasan a ser normas domésticas; si hubiera contradicciones con leyes nacionales, son éstas las que deben adecuarse.
De nada le servirá al Ecuador proclamar en su Constitución que su mar territorial se extiende hasta las 200 millas, si la Convención de Viena sobre el Derecho del Mar, en plena vigencia, tan solo concede a los Estados una franja máxima de 12 millas.
En el pasado político ecuatoriano, demagogos hubo que se empeñaron en amasar votos en campañas electorales, manoseando temas territoriales; para nuestra tranquilidad y gracias a la madurez de nuestro pueblo, esas etapas se hallan plenamente superadas.
*: ex diplomático ecuatoriano.
Mail: lotusph@hotmail.com
Quito - Ecuador | 31 de octubre del 2007
La Constituyente y la orbita geoestacionaria
por Luis Moreno*
Parece candoroso el afán de buscar territorios, donde fuere, para agrandar la geografía del Ecuador, como si de eso dependiera la felicidad de su pueblo o la respetabilidad internacional; la grandeza de una nación no se mide en kilómetros cuadrados.
Como suplemento de El Comercio de Quito, del domingo 28 de octubre, apareció editado el texto del proyecto de Constitución, elaborado por el grupo de trabajo del Conesup, conformado por abogados; texto que, por lo visto, no ha contado con el asesoramiento de algún internacionalista, para evitar innecesarios como desafortunados enunciados.
En el Título Uno, de los Principios Fundamentales, Artículo 2, numeral 2, consta: “El Ecuador ejercerá sus derechos sobre la órbita geoestacionaria y el territorio de la antártica de conformidad con los instrumentos internacionales”.
Desde cuando hizo su aparición la entelequia denominada Estado, hasta hace pocas décadas, todos creyeron que el espacio aéreo iba al infinito, proyectándose la soberanía sobre dicho cono, sin límite alguno.
Hace medio siglo se inició la aventura espacial, con el lanzamiento del primer satélite artificial, llamado “Spunik”; posteriormente, los soviéticos enviaron al primer hombre al espacio, cuyo nombre pasó por derecho propio a la historia: Yuri Gagarín; antes le había precedido como astronauta una perra de nombre “Laika”. En los años siguientes, otro satélite de la extinguida URSS orbitó por primera vez la Luna, lanzando sobre suelo selenita un artefacto que permitió clavar una bandera roja con la hoz y martillo, como en simbólica posesión, a la manera de Cristóbal Colón cuando plantó su estandarte en tierras que el creyó pertenecían a la India, para de inmediato y, a nombre de los reyes de España, adueñarse de territorios considerados baldíos, por cuanto los aborígenes no eran reputados como personas.
Los acelerados avances en la conquista del espacio ultraterrestre inquietó grandemente a la comunidad internacional, sin que nadie se atreviera a precisar si las clásicas teorías de cómo los Estados podían adquirir territorios serían aplicables a este nuevo escenario, nunca antes imaginado ¿Se podrían replicar las figuras del Derecho Internacional clásico, como el Descubrimiento, la Conquista, la Ocupación, la Accesión, la Prescripción, la Adjudicación y otras más?
Fue la Organización de las Naciones Unidas la que tomó la responsabilidad de organizar la discusión del texto de un Tratado que normara la materia. El primer acuerdo multilateral que hace mención al espacio ultraterrestre fue el “Tratado sobre proscripción de pruebas de armas nucleares en la atmósfera, en el espacio ultraterrestre y bajo el agua”, suscrito en Moscú el 5 de agosto de 1963. El artículo Primero, literal a) del Tratado mentado, distingue claramente entre espacio aéreo y espacio ultraterrestre, estableciendo terminantemente que, este último queda “fuera de los límites de los Estados”.
Bajo los auspicios de la ONU, cuatro años más tarde, se suscribió en Londres, Moscú y Washington, simultáneamente, el 27 de enero, el “Tratado sobre los principios que deben regular las actividades de los Estados en la exploración y utilización del Espacio Ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes”; este Tratado, en su artículo 2°, establece mandatoriamente que: “El Espacio Ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no pueden ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso o ocupación, ni de ninguna otra manera”.
El asunto de orden práctico fue conocer donde termina el espacio aéreo, en el cual los Estados ejercitan soberanía y donde empieza el Espacio Ultraterrestre, donde rige el nuevo eje jurídico de “en nombre y para beneficio de la Humanidad”.
Aun cuando no hay un Tratado sobre el tema demarcatorio, por consenso se admite que el Espacio Ultraterrestre empieza donde es posible la sustentación de satélites artificiales ¿Cuál es dicha altura? Ha sido la técnica la que salió en auxilio y definió los límites de los dos espacios contiguos. Los satélites de máxima aproximación a la superficie de la Tierra son los satélites espías, que tienen una órbita elíptica, cuyo perigeo se ubica a 100 kilómetros de altura; una aproximación más corta produce los mismos efectos de una piedra lanzada a un estanque, que puede quedar atrapada en el agua o puede rebotar; igual el satélite, puede quedar atrapado por la atmósfera y se desintegra o puede rebotar en la misma atmósfera, fragmentándose en mil pedazos.
Podemos concluir entonces que, el espacio aéreo llega hasta los 100 kilómetros de altura y que el Espacio Ultraterrestre empieza desde los 100 kilómetros de altura, medidos desde la superficie de la Tierra; este último si, hasta el infinito o hasta donde otras civilizaciones galácticas nos pongan freno.
Los Tratados patrocinados por la ONU tienen el carácter de Tratado-Constitución; esto quiere decir que pasan a formar parte del denominado Jus Gentium, Derecho de Gentes, de valor universal y por ende de cumplimiento obligatorio para todos los Estados; este es el caso de las regulaciones sobre el Espacio Ultraterrestre.
¿Qué ocurre entonces con la Orbita Geoestacionaria? ¿Está por debajo de los 100 kilómetros de altura? No; está a más de 34,000 kilómetros de altura, donde ningún Estado puede pretender soberanía, ni “ejercer derechos territoriales”, ni puede apropiarse de ningún cuerpo celeste, donde cualquier calificativo de “recurso natural”, no solo que carece de sustento, sino que merecería el rechazo general y hasta la aplicación de sanciones.
El citado enunciado del artículo 2 del proyecto de Constitución, es tesis que bien la quisieran las grandes potencias, que han desarrollado la tecnología adecuada, a fin de ampliar su imperio, por supuesto, en detrimento de la Humanidad.
¿Y cuales son los derechos territoriales del Ecuador sobre la Antártida?
“En 1907, el Senador canadiense Pascal Poirier ideó la tesis del Sector, para justificar las posesiones de las cinco naciones que se habían apropiado del Polo Norte” (Derecho Territorial, página 91, Corporación Editora Nacional, 2004, LMG).
Algunos obsesionados por la ampliación de fronteras, a manera de compensación por territorios perdidos, intentaron trasladar la figura de Poirier a la Antártida, bajo la denominación de “Accesión por defrontación”. Esto no es posible, por un impedimento jurídico.
En 1959, el primero de diciembre, se suscribió en Washington el Tratado Antártico, el mismo que entró en vigencia el 23 de junio de 1961; fueron 16 los Estados que originalmente lo suscribieron, a los cuales luego se adhirieron otros 30. Este instrumento multilateral, en su artículo IV, excluye toda posibilidad de reclamo territorial sobre este denominado sexto continente, quedando reservado su territorio para fines pacíficos, entre los cuales se puede citar la investigación; nadie puede pretender tener presencia armada ni darle uso militar, no se pueden hacer ensayos atómicos ni la pueden convertir en basurero de los desechos radioactivos. La Antártica es de interés de toda la Humanidad.
Conviene reflexionar y recordar que las Constituciones de los Estados no están por encima de los Tratados. Una Constitución es la ley mayor de un Estado, a su interior; pero, ningún Estado puede legislar para la comunidad internacional; si así fuera, cualquier gobierno racista podría revivir el Apartheid; cualquier encaramado en el poder podría legitimar la tortura y las desapariciones, bajo el argumento de que necesita defenderse de sus enemigos políticos; cualquier dictadorzuelo podría volver a la esclavitud, pretextando que es imperioso alcanzar competitividad en los mercados internacionales, eliminado el rubro de la mano de obra.
Cuando un Estado celebra un Tratado con otro Estado o en el marco de la comunidad internacional organizada, las normas del instrumento internacional pasan a ser normas domésticas; si hubiera contradicciones con leyes nacionales, son éstas las que deben adecuarse.
De nada le servirá al Ecuador proclamar en su Constitución que su mar territorial se extiende hasta las 200 millas, si la Convención de Viena sobre el Derecho del Mar, en plena vigencia, tan solo concede a los Estados una franja máxima de 12 millas.
En el pasado político ecuatoriano, demagogos hubo que se empeñaron en amasar votos en campañas electorales, manoseando temas territoriales; para nuestra tranquilidad y gracias a la madurez de nuestro pueblo, esas etapas se hallan plenamente superadas.
*: ex diplomático ecuatoriano.
Mail: lotusph@hotmail.com
lunes, octubre 29, 2007
El secretario general de la ONU visitará la Antártida
Publicado en http://actualidad.terra.es
28Oct07
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, viajará a la Antártida los primeros días de noviembre por una invitación del Gobierno chileno y podría ser acompañado por la presidenta del país, Michelle Bachelet, confirmó este martes el ministro chileno de Asuntos Exteriores, Alejandro Foxley.
Ban fue invitado por el Gobierno en septiembre, antes de la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York, cuando los jefes de Estado participantes abordaron el tema del calentamiento global y el cambio climático.
'Antes de la asamblea, Ban Ki-moon convocó a una reunión sobre cambio climático a los jefes de Estado. La presidenta Bachelet participó en ella (...) y ahí se produjo lo natural que era invitar al secretario general de Naciones Unidas a que visite la Antártida, cosa que él aceptó', señaló el ministro Foxley.
El secretario general de Naciones Unidas participará en Santiago de la Cumbre Iberoamericana que tendrá lugar entre el 8 y el 10 de noviembre. Su visita al continente blanco aún no tiene una fecha determinada, pero será en esos días.
Bachelet acompañará a Ban siempre y cuando su agenda durante la cumbre se lo permita, explicó Foxley. 'Esperamos que la presidenta Bachelet lo pueda acompañar. Lo va hacer en la medida que no se provoque una incompatibilidad con la necesaria presencia de la presidenta en la cumbre', dijo el funcionario en rueda de prensa.
La visita podría realizarse después de que finalice la cumbre el mediodía del sábado 10 de noviembre.
El viaje a la Antártida de Ban se anuncia después de que Chile informara de que reclamará ante la ONU la soberanía de una prolongación de la plataforma continental del continente blanco, en línea con señalamientos similares de Gran Bretaña y Argentina la semana pasada.
El 17 de octubre Gran Bretaña indicó que estudiaba enviar a la ONU una reclamación de soberanía sobre más 1 millón de kilómetros cuadrados de fondo marino junto a la Antártida, lo que le daría acceso a reservas de gas y petróleo.
El mismo día, Argentina informó de que también reclamará ante ONU la soberanía sobre el lecho marino de la Antártida y las Islas Malvinas, en una extensión superior a los 700.000 km2.
Cinco días después Chile anunció que reclamaría ante ONU la soberanía de una prolongación de la plataforma continental antártica.
Terra Actualidad - AFP
28Oct07
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, viajará a la Antártida los primeros días de noviembre por una invitación del Gobierno chileno y podría ser acompañado por la presidenta del país, Michelle Bachelet, confirmó este martes el ministro chileno de Asuntos Exteriores, Alejandro Foxley.
Ban fue invitado por el Gobierno en septiembre, antes de la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York, cuando los jefes de Estado participantes abordaron el tema del calentamiento global y el cambio climático.
'Antes de la asamblea, Ban Ki-moon convocó a una reunión sobre cambio climático a los jefes de Estado. La presidenta Bachelet participó en ella (...) y ahí se produjo lo natural que era invitar al secretario general de Naciones Unidas a que visite la Antártida, cosa que él aceptó', señaló el ministro Foxley.
El secretario general de Naciones Unidas participará en Santiago de la Cumbre Iberoamericana que tendrá lugar entre el 8 y el 10 de noviembre. Su visita al continente blanco aún no tiene una fecha determinada, pero será en esos días.
Bachelet acompañará a Ban siempre y cuando su agenda durante la cumbre se lo permita, explicó Foxley. 'Esperamos que la presidenta Bachelet lo pueda acompañar. Lo va hacer en la medida que no se provoque una incompatibilidad con la necesaria presencia de la presidenta en la cumbre', dijo el funcionario en rueda de prensa.
La visita podría realizarse después de que finalice la cumbre el mediodía del sábado 10 de noviembre.
El viaje a la Antártida de Ban se anuncia después de que Chile informara de que reclamará ante la ONU la soberanía de una prolongación de la plataforma continental del continente blanco, en línea con señalamientos similares de Gran Bretaña y Argentina la semana pasada.
El 17 de octubre Gran Bretaña indicó que estudiaba enviar a la ONU una reclamación de soberanía sobre más 1 millón de kilómetros cuadrados de fondo marino junto a la Antártida, lo que le daría acceso a reservas de gas y petróleo.
El mismo día, Argentina informó de que también reclamará ante ONU la soberanía sobre el lecho marino de la Antártida y las Islas Malvinas, en una extensión superior a los 700.000 km2.
Cinco días después Chile anunció que reclamaría ante ONU la soberanía de una prolongación de la plataforma continental antártica.
Terra Actualidad - AFP
domingo, octubre 28, 2007
El quien es quién en la Antártica: las naciones que la reclaman y las que están
Publicado en www.lasegunda.com (Chile)
Por Luisa Navea y Patricia Le-Bert
27oct07
Chile es el tercero en número de bases y el cuarto en presencia de habitantes. Eso sí, en materia de inversiones, ocupa uno de los lugares más bajos del escalafón. En los últimos 15 años se han quintuplicado los visitantes al continente blanco.
La Antártica se ha convertido en una "mina de oro" que ha despertado los apetitos de la comunidad internacional, no sólo por su reserva de agua dulce, petróleo, minerales, sino por representar para el turismo y la empresa farmacéutica un punto estratégico del cual se extraen millonarias ganancias.
La declarada intención del Reino Unido de reclamar soberanía sobre un sector del lecho marino de la Antártica, que se superpone a los territorios de Chile y Argentina, pone en la agenda una antigua controversia por la soberanía del continente blanco.
El número de turistas en el período de verano a las estaciones antárticas ha aumentado considerablemente: de 6.704 turistas en 1992 ascendió a 28.000 entre 2006 y 2007. Asimismo, entre noviembre y principios de marzo de este año la Antártica fue visitada por 37 mil 552 turistas, mientras que en la temporada 2002-2003 sólo se registraron poco más de 13.500. La mayoría procedía de EE.UU. (13.319), Reino Unido (5.052) y Alemania (4.590), según la International Association of Antartica Tour Operators.
El único filtro que tiene este destino es el económico, ya que los precios pueden superar fácilmente los 8.000 euros. Unas 30 empresas de transporte marítimo, de banderas argentina, rusa, noruega e inglesa, entre otras, ofrecen el servicio de traslado.
Por otra parte, las empresas farmacéuticas han puesto sus ojos en este continente por lo diminutos microorganismos (extremófilos) como la glicoproteína, que impide a los peces congelarse en la Antártica y que ha ayudado a que el pescado dure más tiempo congelado. Estos microorganismos están siendo explotados para investigar nuevos anticongelantes, productos de cirugía y hasta cremas para tratar la piel y las uñas.
Argentina es el país con más cantidad de bases
En la Antártica, 28 naciones tienen bases de investigación científica: 37 permanentes y 16 estacionarias (verano). Argentina es el país con mayor presencia: seis bases; lo secunda Rusia, con cinco y le siguen Chile, EE.UU, Australia con tres. En tanto, España lidera la nómina de las bases estacionales (dos) y el resto mantiene una, según los datos que recogió la CIA en su "World Factbook 2007" de este mes.
La población contabilizada entre febrero y diciembre en todo el continente es de 3.944 habitantes. La mayoría proceden de EE.UU. (1.293), Rusia (429), Argentina (417), Chile (224), Reino Unido (205), Japón (125) e Italia (113).
No obstante, el director nacional del Instituto Antártico Chileno, José Retamales, señaló a La Segunda que "no importa tanto la presencia física en la Antártica, lo que importa es qué tanta actividad científica el país tenga".
Precisó que la presencia de Chile no está mermada, ya que "contamos con la Base Prat (ésta será reabierta después de cinco años) y otras tres bases de la Armada. Tenemos presencia en Base O' Higgins, Base Gabriel González Videla y en la Capitanía de Puerto en Base Frei, que sigue siendo la principal puerta de entrada a la Antártica".
El director del Instituto Antártico Chileno precisa que "tenemos la Base Profesor Escudero, que tiene menos de 10 años. Allí estamos instalando laboratorios y si bien no tenemos la presencia de países de mayores ingresos económicos como Inglaterra, Australia o EE.UU., cada año hacemos una expedición científica antártica. Ya vamos en la número 43".
Para este año, INACH triplicará los recursos que invertía en 2004, directamente en proyectos científicos antárticos, superando los $1.000 millones de inversión.
Los mayores inversionistas
EE.UU. es el que invierte más dinero en ciencia antártica cada año (260 millones de dólares), tres veces más aproximadamente que cualquier otro país e ingresa a la Antártica a través de Chile y Nueva Zelandia principalmente.
Los otros cuatro países con alta inversión en ciencia antártica son Alemania (90 millones anuales), Reino Unido, Australia y Japón, cuyas inversiones oscilan entre los US$ 60 a 100 millones, cada uno, cada año.
El tercer grupo supera los US$ 10 millones al año, y en él estaría incluido Chile, que gasta menos por tener costos más bajos por la proximidad geográfica, consigna Retamales.
Proyectos estrella de la Antártica
Los primeros países en presentar una reclamación sobre la Antártica antes de que se firmara el Tratado Antártico de 1959 (que congeló cualquier tipo de solicitud de soberanía y que prohíbe la extracción de petróleo y minerales hasta 2048), fueron Chile, Argentina, Reino Unido, Francia, Noruega, Nueva Zelandia y Australia (ambos ya presentaron formalmente sus reclamos, que incluyeron territorios antárticos).
Estas naciones, junto a Bélgica, Japón, Sudáfrica, Rusia y EE.UU., firmaron en diciembre de 1959 el Tratado Antártico con la finalidad de evitar la discordia internacional.
El Reino Unido, que recientemente anunció su reclamación sobre una parte del continente blanco, es uno de los países que lidera las investigaciones científicas con un proyecto de cinco años que será desarrollado en ocho programas. Estos incluyen desde el cambio climático en la Antártica hasta la conexión del Sol con la Tierra, y sumará un total de 18 investigaciones patrocinadas por el British Antarctic Survey.
Hace más de 50 años que Australia realiza estudios en la Antártica, pero hoy investiga el impacto de las personas en lugares aislados, y si se ha producido en ellas algún daño desde que se comenzó a habitar el continente.
Entre los asiáticos, Japón en conjunto con otros países pretende taladrar el fondo oceánico ( 10.000 metros en dirección al centro del planeta) y China vigilará la Antártica a través de la instalación de una red de sensores inalámbricos (enterrados a 3.000 metros de profundidad), que medirán los movimientos de la capa de hielo y rastrearán el deshielo en la superficie del continente.
Además, el Centro Chino para la Astronomía Antártica anunció para fines de este mes la construcción de un observatorio astronómico automático en el Dome-A, el punto más alto en la Antártica a una altura de aproximadamente 4.093 metros sobre el nivel del mar.
En tanto, Bélgica instalará la primera estación científica que usará energía renovable y no emitirá C02: la "Princesa Elisabeth".
Países con pretensiones
Actualmente, 46 países son miembros del Tratado Antártico (28 consultivos con derecho a voto y 18 no consultivos). Los últimos tres países en suscribir el tratado en calidad de no consultivos son Venezuela (1999), Turquía, (1996), República Checa y República de Eslovaquia, signatarios desde 1993, aunque como Checoslovaquia estaban registrados desde 1961.
Estados Unidos, Brasil, España, Perú y Rusia, son sindicados como aquellos que tienen pretensiones sobre la Antártica.
Con un claro interés en el continente blanco, EE.UU. anunció que durante estos dos años del "Año Polar" (unos 10.000 científicos de 63 países participarán en investigaciones del cambio climático) se realizarán 200 expediciones. En ellas se estudiará el derretimiento de los casquetes polares, la vida marina en el frío y la oscuridad.
En los próximos seis meses, Brasil desarrollará tres proyectos. El 7 de octubre la nave "Ary Rongel" zarpó desde Río de Janeiro a territorio antártico para comenzar una expedición que durará hasta abril del próximo año. El principal programa antártico que se realiza en la base Ferraz es sobre meteorología.
España reformará las dos bases estacionarias que tiene en el continente, Juan Carlos I (isla Livingston) y Gabriel de Castillas (isla Decepción), con un costo de cuatro millones de euros. Para este y el próximo año desarrollará 19 proyectos de investigación financiados por ocho millones de euros.
Este año inició su vigésima primera campaña antártica a través del buque "Las Palmas". Uno de sus campos de estudios versa sobre el proceso geológico que desembocó en la creación del estrecho Drake hace 30 millones de años.
Hasta una iglesia ortodoxa en territorio antártico contruyó Rusia en la isla Rey Jorge, en el grupo de las islas Shetland del Sur. Este proyecto se suma a los otros que se realizan en la Antártica y que son principalmente estudios meteorológicos y de monitoreo ambiental.
El continente es 18 veces el tamaño de Chile
La superficie del continente es de 13,6 millones de km², 18 veces el tamaño de Chile, la misma superficie de EE.UU. y es la mayor reserva de agua dulce del mundo.
Se estima que hoy en la Antártica existen unos 25,4 millones de kilómetros cúbicos de hielo. Esta cantidad representa aproximadamente el 90% del hielo continental terrestre, significando alrededor del 70% del agua dulce del planeta.
Por Luisa Navea y Patricia Le-Bert
27oct07
Chile es el tercero en número de bases y el cuarto en presencia de habitantes. Eso sí, en materia de inversiones, ocupa uno de los lugares más bajos del escalafón. En los últimos 15 años se han quintuplicado los visitantes al continente blanco.
La Antártica se ha convertido en una "mina de oro" que ha despertado los apetitos de la comunidad internacional, no sólo por su reserva de agua dulce, petróleo, minerales, sino por representar para el turismo y la empresa farmacéutica un punto estratégico del cual se extraen millonarias ganancias.
La declarada intención del Reino Unido de reclamar soberanía sobre un sector del lecho marino de la Antártica, que se superpone a los territorios de Chile y Argentina, pone en la agenda una antigua controversia por la soberanía del continente blanco.
El número de turistas en el período de verano a las estaciones antárticas ha aumentado considerablemente: de 6.704 turistas en 1992 ascendió a 28.000 entre 2006 y 2007. Asimismo, entre noviembre y principios de marzo de este año la Antártica fue visitada por 37 mil 552 turistas, mientras que en la temporada 2002-2003 sólo se registraron poco más de 13.500. La mayoría procedía de EE.UU. (13.319), Reino Unido (5.052) y Alemania (4.590), según la International Association of Antartica Tour Operators.
El único filtro que tiene este destino es el económico, ya que los precios pueden superar fácilmente los 8.000 euros. Unas 30 empresas de transporte marítimo, de banderas argentina, rusa, noruega e inglesa, entre otras, ofrecen el servicio de traslado.
Por otra parte, las empresas farmacéuticas han puesto sus ojos en este continente por lo diminutos microorganismos (extremófilos) como la glicoproteína, que impide a los peces congelarse en la Antártica y que ha ayudado a que el pescado dure más tiempo congelado. Estos microorganismos están siendo explotados para investigar nuevos anticongelantes, productos de cirugía y hasta cremas para tratar la piel y las uñas.
Argentina es el país con más cantidad de bases
En la Antártica, 28 naciones tienen bases de investigación científica: 37 permanentes y 16 estacionarias (verano). Argentina es el país con mayor presencia: seis bases; lo secunda Rusia, con cinco y le siguen Chile, EE.UU, Australia con tres. En tanto, España lidera la nómina de las bases estacionales (dos) y el resto mantiene una, según los datos que recogió la CIA en su "World Factbook 2007" de este mes.
La población contabilizada entre febrero y diciembre en todo el continente es de 3.944 habitantes. La mayoría proceden de EE.UU. (1.293), Rusia (429), Argentina (417), Chile (224), Reino Unido (205), Japón (125) e Italia (113).
No obstante, el director nacional del Instituto Antártico Chileno, José Retamales, señaló a La Segunda que "no importa tanto la presencia física en la Antártica, lo que importa es qué tanta actividad científica el país tenga".
Precisó que la presencia de Chile no está mermada, ya que "contamos con la Base Prat (ésta será reabierta después de cinco años) y otras tres bases de la Armada. Tenemos presencia en Base O' Higgins, Base Gabriel González Videla y en la Capitanía de Puerto en Base Frei, que sigue siendo la principal puerta de entrada a la Antártica".
El director del Instituto Antártico Chileno precisa que "tenemos la Base Profesor Escudero, que tiene menos de 10 años. Allí estamos instalando laboratorios y si bien no tenemos la presencia de países de mayores ingresos económicos como Inglaterra, Australia o EE.UU., cada año hacemos una expedición científica antártica. Ya vamos en la número 43".
Para este año, INACH triplicará los recursos que invertía en 2004, directamente en proyectos científicos antárticos, superando los $1.000 millones de inversión.
Los mayores inversionistas
EE.UU. es el que invierte más dinero en ciencia antártica cada año (260 millones de dólares), tres veces más aproximadamente que cualquier otro país e ingresa a la Antártica a través de Chile y Nueva Zelandia principalmente.
Los otros cuatro países con alta inversión en ciencia antártica son Alemania (90 millones anuales), Reino Unido, Australia y Japón, cuyas inversiones oscilan entre los US$ 60 a 100 millones, cada uno, cada año.
El tercer grupo supera los US$ 10 millones al año, y en él estaría incluido Chile, que gasta menos por tener costos más bajos por la proximidad geográfica, consigna Retamales.
Proyectos estrella de la Antártica
Los primeros países en presentar una reclamación sobre la Antártica antes de que se firmara el Tratado Antártico de 1959 (que congeló cualquier tipo de solicitud de soberanía y que prohíbe la extracción de petróleo y minerales hasta 2048), fueron Chile, Argentina, Reino Unido, Francia, Noruega, Nueva Zelandia y Australia (ambos ya presentaron formalmente sus reclamos, que incluyeron territorios antárticos).
Estas naciones, junto a Bélgica, Japón, Sudáfrica, Rusia y EE.UU., firmaron en diciembre de 1959 el Tratado Antártico con la finalidad de evitar la discordia internacional.
El Reino Unido, que recientemente anunció su reclamación sobre una parte del continente blanco, es uno de los países que lidera las investigaciones científicas con un proyecto de cinco años que será desarrollado en ocho programas. Estos incluyen desde el cambio climático en la Antártica hasta la conexión del Sol con la Tierra, y sumará un total de 18 investigaciones patrocinadas por el British Antarctic Survey.
Hace más de 50 años que Australia realiza estudios en la Antártica, pero hoy investiga el impacto de las personas en lugares aislados, y si se ha producido en ellas algún daño desde que se comenzó a habitar el continente.
Entre los asiáticos, Japón en conjunto con otros países pretende taladrar el fondo oceánico ( 10.000 metros en dirección al centro del planeta) y China vigilará la Antártica a través de la instalación de una red de sensores inalámbricos (enterrados a 3.000 metros de profundidad), que medirán los movimientos de la capa de hielo y rastrearán el deshielo en la superficie del continente.
Además, el Centro Chino para la Astronomía Antártica anunció para fines de este mes la construcción de un observatorio astronómico automático en el Dome-A, el punto más alto en la Antártica a una altura de aproximadamente 4.093 metros sobre el nivel del mar.
En tanto, Bélgica instalará la primera estación científica que usará energía renovable y no emitirá C02: la "Princesa Elisabeth".
Países con pretensiones
Actualmente, 46 países son miembros del Tratado Antártico (28 consultivos con derecho a voto y 18 no consultivos). Los últimos tres países en suscribir el tratado en calidad de no consultivos son Venezuela (1999), Turquía, (1996), República Checa y República de Eslovaquia, signatarios desde 1993, aunque como Checoslovaquia estaban registrados desde 1961.
Estados Unidos, Brasil, España, Perú y Rusia, son sindicados como aquellos que tienen pretensiones sobre la Antártica.
Con un claro interés en el continente blanco, EE.UU. anunció que durante estos dos años del "Año Polar" (unos 10.000 científicos de 63 países participarán en investigaciones del cambio climático) se realizarán 200 expediciones. En ellas se estudiará el derretimiento de los casquetes polares, la vida marina en el frío y la oscuridad.
En los próximos seis meses, Brasil desarrollará tres proyectos. El 7 de octubre la nave "Ary Rongel" zarpó desde Río de Janeiro a territorio antártico para comenzar una expedición que durará hasta abril del próximo año. El principal programa antártico que se realiza en la base Ferraz es sobre meteorología.
España reformará las dos bases estacionarias que tiene en el continente, Juan Carlos I (isla Livingston) y Gabriel de Castillas (isla Decepción), con un costo de cuatro millones de euros. Para este y el próximo año desarrollará 19 proyectos de investigación financiados por ocho millones de euros.
Este año inició su vigésima primera campaña antártica a través del buque "Las Palmas". Uno de sus campos de estudios versa sobre el proceso geológico que desembocó en la creación del estrecho Drake hace 30 millones de años.
Hasta una iglesia ortodoxa en territorio antártico contruyó Rusia en la isla Rey Jorge, en el grupo de las islas Shetland del Sur. Este proyecto se suma a los otros que se realizan en la Antártica y que son principalmente estudios meteorológicos y de monitoreo ambiental.
El continente es 18 veces el tamaño de Chile
La superficie del continente es de 13,6 millones de km², 18 veces el tamaño de Chile, la misma superficie de EE.UU. y es la mayor reserva de agua dulce del mundo.
Se estima que hoy en la Antártica existen unos 25,4 millones de kilómetros cúbicos de hielo. Esta cantidad representa aproximadamente el 90% del hielo continental terrestre, significando alrededor del 70% del agua dulce del planeta.
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