jueves, marzo 13, 2008

Video: ciclo anual completo antártico en 6 minutos

Un año en la Antártida (video)
enviado por Pablo Crochi
pablobayres2@yahoo.com.ar


ANTZARCTICA [ verano - invierno ]
Presentamos este video de un mundo helado adonde el día dura cuatro meses y la noche otro tanto.
En 6 minutos veremos un ciclo anual completo: después de todo la velocidad de traslación de nuestro planeta alrededor del Sol es de 107.280 km/hora y ni siquiera nos despeinamos. Quienes se aprestan hoy a invernar en las Bases verán lo rápido que pasa el tiempo aquí: aprovechen el privilegio de vivir un año de un solo día, una sola noche y dos crepúsculos (otoño y primavera).

Este excelente video fue filmado en 2006 por Anthony Powell (Antz) en diferentes regiones [áreas de las Bases Mc Murdoc y Amundsen-Scott/ Polo Sur Geográfico]. Capta la luz, el espíritu de los paisajes y el ritmo del año polar. No faltan volcanes, tomas subacuas, satélites, cielos estrellados y auroras australes. Antz se especializa en interpretación de imágenes y datos satelitales, pero -como todo antártico- es polifacético. Aquí muestra su vena de artista que a todos nos aflora y hermana inmersos en el continente blanco. Como mecánico y cocinero se dice que no es tan bueno... ¡gracias Antz!!!
Antártida: un desierto seco de agua dulce congelada que nos permite asomarnos a los misterios de la creación...
Recomiendo ver con patalla completa (Full Screen) y los parlantes a toda máquina, porque la música afro-celta tiene mucho que ver.
Afectuosamente, Pablo
Clik en link de abajo >>http://www.youtube.com/watch?v=TemK6CF6lF0

martes, marzo 11, 2008

Museo de la Ciencia Antártica de Chile, cumple 2 años

Publicado en La Prensa Austral ©
Edición Internet
Waldo Seguel 636 - Punta Arenas - CHILE
10mar08
http://www.laprensaaustral.cl

A dos años de su formulación, Museo de la Ciencia Antártica va adquiriendo forma
- Se espera tener el respaldo del Consejo Regional para postular a la etapa de diseño mismo del edificio y del contenido, la que no costará menos de 300 millones de pesos.

Un aporte sustantivo a la formulación del proyecto arquitectónico y museográfico del Museo de la Ciencia Antártica en Punta Arenas vino a brindar durante algunos días el profesor Jorge Wagensberg, doctor en física de la Universidad de Barcelona.
El especialista fue artífice y director del Museo de la Ciencia de Fundación La Caixa de su país, ente especializado que ha servido como referente al proyecto regional liderado por el Instituto Antártico Chileno (Inach). José Retamales, director de este organismo suscribió un contrato con aquella entidad de Barcelona, que pretende cristalizar en este proyecto la experiencia alcanzada en el hemisferio norte.
La ambiciosa iniciativa busca socializar el concepto de una “Antártida ciudadana”, ya que la idea es explicar científicamente un territorio tan crítico y sensible del planeta, asociado a fenómenos que están ocurriendo como el cambio climático. “Es un lugar donde se pueden adelantar los problemas a todo el planeta, es también una oferta cultural para el ciudadano chileno y colaborará a difundir en la dirección norte-sur una cantidad de gradientes de cultura y de población”, expresó Wagensberg.
Lo más importante es que será el primer museo científicamente moderno dedicado a los temas antárticos, y ayudará a posicionar en el mapa a la población de Punta Arenas y de la Patagonia chilena en muchos aspectos. Esto, de la mano de la actividad turística que aumenta en forma exponencial en la zona.
“Todo el mundo está preocupado del cambio climático y si este museo consigue hacerse el símbolo del cambio climático tendrá muchas oportunidades de conseguir recursos”, añadió.

CRONOGRAMA
El experto internacional agregó que el desarrollo de su museo de Barcelona demandó cuatro años, “y acá podemos estar menos, porque va a haber errores que no volveremos a cometer”. En la futura instalación científica debieran trabajar del orden de 40 personas desde científicos hasta gestores y pedagogos. Este “será el paraíso de los niños, pero no a costa de ahuyentar a los adultos”.
La primera etapa de prefactibilidad del proyecto se realizó durante 2007 cuyo estudio (por 20 millones de pesos) fue financiado por el gobierno regional con fondos regionales. El Inach, por su parte, invirtió el año pasado del orden de 10 millones de pesos y este año espera invertir 30 millones en este contrato con la Caixa. En ello, esperan tener el respaldo del Consejo Regional para postular a la etapa de diseño mismo del edificio y del contenido, la que no costará menos de 300 millones de pesos.
La licitación del edificio podría ser internacional y en cuanto a su diseño se trabaja con la directora de la escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile, y una alumna de la carrera hará su tesis en el tema. “Llevamos dos años en esto y éste es un paso más en una maduración, hacia lo que ambicionamos importante para Punta Arenas y la región”, expresó José Retamales.
A modo de ejemplo, este recinto podría exhibir un iceberg arriba del agua, “pero debiéramos mostrar lo que hay debajo del agua en ese museo, porque la vida en la Antártida está debajo del mar y esa vida está corriendo un riesgo, ya que se está acidificando el océano por los escapes de los autos, de las industrias y las chimeneas en el otro hemisferio”.
La siguiente etapa de formulación del programa arquitectónico y museográfico considera la recopilación de toda información técnica y funcional a entregar en el futuro a los arquitectos, ingenieros y constructores para el diseño del proyecto. Aquí, en definitiva, se deben decidir los grados de originalidad y complejidad de las unidades expositivas, y la calidad de los materiales de modo que ambos programas (arquitectónico y museográfico) sirvan a los diseñadores de la exposición, y constituyan un aporte para definir las bases de la licitación del diseño.

miércoles, marzo 05, 2008

Estrategia argentina para la Antártida

LA ESTRATEGIA ARGENTINA PARA DEFENDER LA SOBERANIA
"Tal vez no explicamos bien qué se hace en la Antártida"
Por: Mariano Mémolli
Fuente: Director de la Dirección Nacional del Antártico
Publicado en http://www.clarin.com
4mar08


-¿Tiene sentido seguir llamando Antártida Argentina a un territorio disputado por otros países?

-Sí. El reclamo de una Antártida Argentina tiene bastantes posibilidades de concretarse en un futuro. Para poder hacerlo debemos contar con metas claras, como las que tenían nuestros precursores, como el perito Francisco Moreno -quien convenció a Roca de incluir un argentino en la expedición de Otto Nördsklong y fundar una base permanente en las Orcadas, en 1904- o el general Pujato, que con el apoyo de Perón comandó la primera expedición científica y fundó varias bases. Desde entonces se creó el Instituto Antártico Argentino -primer organismo mundial dedicado a la investigación-, se concretó la llegada al Polo Sur, en 1965, y se fundó la primera base al Sur del Círculo Polar, entre otros hitos de la historia argentina en la Antártida.

-¿Para qué quiere estar la Argentina en la Antártida?

-Aun antes de la firma del Tratado Antártico, en 1959, la Argentina había establecido su vocación científica. El conocimiento fue el motor para fijar las bases soberanas. Desde 2003, la Cancillería amplió el campo de investigaciones para promover el desarrollo tecnológico, y se hicieron muchas actividades educativas. Pero es cierto que tal vez falló la comunicación para explicar qué se hace en la Antártida.

-¿No estamos gastando demasiado dinero en investigaciones que después no se aplican o sólo usan laboratorios extranjeros?

-Toda inversión en ciencia es redituable en un plazo mediato.

-¿Hay una estrategia de largo plazo? ¿Cuál es?

-La estrategia es fortalecer el sistema en forma integral. Para eso trabajamos en contar con sólidos equipos en los foros del Sistema del Tratado Antártico, incrementar la actividad científica en todas las bases, mejorar e implementar nuevas tecnologías para la logística, desarrollar nuevos programas educativos, establecer una mayor actividad en Tierra del Fuego y mejorar el contacto con un público que solicita mayor información sobre la Antártida.

-¿Estamos buscando petróleo, minerales, agua potable, pesca, nuevas vías de navegación?

-El Tratado Antártico prohíbe la explotación de los recursos.

-Gran Bretaña amplía la zona pesquera -y por ende su pretensión de soberanía- y Chile aumenta su presencia constantemente. ¿En qué posición coloca esto a la Argentina?

-Nuestro país mantiene políticas proactivas y no reactivas. El eje de la discusión es sobre cómo mejorar nuestro sistema. El personal que integra el Programa Antártico es muy calificado y permite ser optimistas.

-¿Qué va a pasar en los próximos años en la Antártida? ¿Qué va a hacer la Argentina?

-Vamos a mejorar la calidad de los proyectos que integran el Plan Anual Antártico, a mantener los monitoreos climáticos y de animales marítimos. Eso va a mejorar el sostén de nuestros intereses. A su vez, se incrementó la presencia en los foros internacionales, y se mejoraron los lazos de trabajo con otros países para cumplir con el mandato del Tratado Antártico. El mejor camino para continuar creciendo en la actividad antártica es evitar el conformismo.

martes, marzo 04, 2008

Accidente: dos muertos al estrellarse helicóptero cerca de Neumayer II

Agence France-Presse
3 de marzo 2008

Según informa la Agencia France-Presse, un helicóptero se estrelló cerca de la base alemana Neumayer II, dejando un saldo de dos muertos y tres heridos.
Los heridos están fuera de peligro y son atendidos a bordo del buque Polartern, para ser trasladados a SudAfrica, tan pronto sea posible.
Aún no se conocen las causas del siniestro y según informan las fuentes, el tiempo estaba bueno al momento del accidente.

fuente: http://www.news.com.au

Reportaje de Clarín: "La Antártida se derrite"

Enviado por "Mas allá del Sur"
email: masalladelsur@yahoo.com.ar

Lunes 3 de marzo 2008
LA ANTARTIDA SE DERRITE (SEGUNDA NOTA)
Comenzó la conquista de la Antártida, última "tierra mítica"
Aunque allí está prohibida cualquier explotación, los extraordinarios deshielos facilitan el futuro acceso a las riquezas naturales. China, Rusia y Corea agrandan sus bases. Y Gran Bretaña ahora reclama territorios.
Por: Gustavo Sierra
Fuente: ISLA KING GEORGE, ANTARTIDA. ENVIADO ESPECIAL

Cuesta sacar los botes zodíaco de entre los bloques de hielo. Estamos enfundados en unos trajes de neoprén con los que apenas nos podemos mover. Los "escombros" del glaciar que se cayeron anoche en la bahía Potter atrapan a las estructuras de goma de los botes como si fueran tenazas. Pero lo tenemos que hacer rápido. Hay apenas unas tres horas para ir hasta la base coreana King Se Jong antes de que comience otra tormenta. En uno de los botes viaja el jefe de la base Jubany, Fernando Morales, y en el otro los buzos y yo. Tenemos que pasar el cabo Winship antes de llegar a la Caleta Marian, en donde está la base.

Pasamos una serie de rocas que se extienden de la costa sur de la península con unas formas particulares. Luego vienen las enormes pingüineras de la playa Barton, que se perciben mucho antes de llegar por el fuerte olor del guano de los pingüinos barbijo, que repletan el lugar. Entonces aparece el primer refugio de los coreanos, que utilizan sus científicos para estudiar el comportamiento de esos animales.

La base King no impresiona a primera vista. Pero cuando nos acercamos aparecen un muelle de buen calado y una enorme grúa. Y al pie de la caleta ya se puede ver un ritmo desenfrenado de construcción: topadoras, excavadoras, dos camiones, decenas de obreros. "Vamos a tener una segunda casa y laboratorios para antes del invierno", nos dice Hong Jong Kuk, el jefe de la base, mientras se disculpa porque tiene que ir a despedir a una numerosa delegación de políticos y periodistas que llegaron el día anterior para festejar el 21 aniversario de la presencia coreana en la Antártida. Como todos acá, los coreanos aseguran estar en el continente para hacer ciencia. Una semana más tarde, encuentro a Hong de visita en la base chilena. La charla es más relajada y se sincera. "Todos los países están en una expansión en la Antártida. Nadie se quiere quedar afuera de lo que vendrá, más allá de que no se sabe qué es lo que viene. Pero los países ex comunistas como Rusia y China están a la vanguardia. Nosotros somos un país pequeño y sólo podemos tener presencia, pero ellos quieren jugar un rol importante en el futuro antártico".

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Salgo de la base argentina Jubany con una lancha rápida chilena hacia la base uruguaya Artigas. Mi objetivo es estar del otro lado de la isla King George, don de están "los verdaderos jugadores" de esta conquista de la última Tierra Mítica. En Artigas me reciben Pipo Nuñez y la médica Silvia como si nos hubiéramos conocido de toda la vida. "Nosotros estamos acá para apoyar a científicos y, tal vez, recibir algo de turismo. Pero ya vas a ver a nuestros vecinos", me dice Pipo. Uruguay tiene su propio juego diplomático. Está sirviendo de entrada de Venezuela en la Antártida. La armada uruguaya alquiló un buque a su par venezolana para que vayan aprendiendo a navegar en estas aguas congeladas. Y varios científicos venezolanos ya están o vienen en el barco para trabajar en Artigas.

Para llegar a la base rusa Bellingshausen hay que recorrer sólo seis kilómetros, pero por un terreno barroso en el que la moto uruguaya se hunde y sale como un potrillo brioso. Partimos para ver a Alexander "Sasha" Orup, un joven de 35 años pero con mucha experiencia antártica. Su base está pegada a la chilena Frei, en la Caleta Ardley, y está dotada con varios edificios. En su predio, además, está la única iglesia ortodoxa de la Antártida, St. Trinity, realizada en Siberia y armada aquí en 1994.

"Sí, plantamos una bandera en el Polo Norte y otra acá, pero son cosas diferentes. En la Antártida no tenemos pretensiones territoriales, sólo de presencia. Y la queremos aumentar. Estamos acá por la paz", aclara Orup. El "embajador" ruso en la Antártida se refiere a la polémica operación que Rusia difundió el año pasado (ver "En el Artico..."), y que siete meses después replicó en la Antártida. "La bandera rusa fue colocada el 14 de febrero en el lecho marino del Polo Sur geomagnético", anunció cinco días más tarde en Moscú el vocero del Instituto de Investigación Científica del Artico y la Antártida, Sergei Baliasnikov. Esa "simbólica" operación constituye la primera acción de soberanía explícita en este continente.

Los chilenos de la base Frei son los verdaderos "dueños" de la Península Fildes, y tienen una enorme base a pocos metros del sector ruso. Poseen el único aeropuerto operable casi todo el año en la zona, y tienen una pequeña villa armada con todas las comodidades. Viven allí once familias con un banco, supermercado, correo, gimnasio, planta de tratamiento de aguas, recepción de la televisión de su país y escuela. Chile y Argentina son los únicos países que mantienen su presencia con familias enteras. "Cuando uno se encuentra con la Antártida surgen un montón de interrogantes ¿Qué va a pasar con el agua, los minerales o los recursos marinos? No hay respuestas rápidas a esto. Serán los países con mayor interés en este continente los que decidirán. Y veremos qué criterio se impone: si se mantiene una Antártida preservada para las ciencias y el turismo o si ganan quienes buscan la explotación de las riquezas", se pregunta el comandante Raúl Jonquera, de la Fuerza Aérea chilena y a cargo de la base.

Chile le disputa a la Argentina las pretensiones de una buena porción del mismo territorio en la península antártica. El reclamo chileno se superpone con el argentino entre los meridianos 53 y 74, aunque todo está bajo el paraguas del Tratado Antártico, que congela cualquier ambición territorial hasta el 2048. Pero a ambos les apareció un rival aún más poderoso. Gran Bretaña anunció en octubre que hará un pedido a las Naciones Unidas por la soberanía de más de un millón de kilómetros cuadrados alrededor de las islas Malvinas y que comprenden una buena porción de la llamada Antártida Argentina. Esto podría extender los derechos de explotación sobre petróleo, gas y minerales hasta 350 millas en el Mar de Drake. El ex presidente Kirchner rechazó esta pretensión en un discurso ante la Asamblea general de la ONU en septiembre pasado.

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Si casi todas las bases internacionales están en expansión, China parecería que va a trasladar la sede de los juegos olímpicos de Beijing hasta la Península Fildes de la Antártida. En la base Gran Muralla hay más de 3.000 metros cuadrados en construcción. "Sólo nos estamos preparando para una mayor actividad científica", asegura Sun Yunlong, el ingeniero de Shangai y veterano de varias expediciones antárticas, que ahora está a cargo de esta renovada estación. Para llegar a la base china no hay que avanzar mucho desde el sector chileno. Apenas se pasa la isla Ardley y antes de llegar a la Punta Halfthree, hay una enorme roca pintada con los signos que dicen "bienvenidos" en mandarín.

Desde allí se pueden ver las torres de las grúas que trabajan sin parar. Un enorme edificio tapado con una bandera azul que albergará al menos a cien personas ya está casi terminado. Detrás están colocando las ventanas de otro edificio de tres pisos, el más alto de la península antártica, donde funcionarán los laboratorios científicos. Y en el frente, decenas de obreros colocan las vigas de otra enorme estructura que será un gimnasio. A todo esto hay que sumarle una base totalmente armada, que a partir del año que viene se transformará en el primer hospital de la península antártica. "Tenemos enorme interés en la Antártida y queremos estar preparados para lo que viene", asegura Sun Yunlong.

De regreso y al pasar por la base Frei, me encuentro con Alejo Contreras Staeding, un explorador antártico chileno con 32 años de experiencia en la zona. "Esto se modificó completamente. Los glaciares se retiran, los animales se van hacia el polo porque aquí ya no tienen comida, y todos se van preparando para la guerra del agua, que se va a disputar de aquí a 50 o 100 años", comenta Contreras, mientras caminamos hacia la base rusa. Subo la colina donde está la iglesia ortodoxa St.Trinity. En su interior hay una paz que ya parece perdida en el continente congelado. Hay olor a incienso y a abeto recién cortado. Acá adentro uno no puede creer que en esta tierra mítica se pueda desatar otra Guerra Fría.


Martes 4 de marzo
LA ESTRATEGIA ARGENTINA PARA DEFENDER LA SOBERANIA
"Tal vez no explicamos bien qué se hace en la Antártida"
Por: Mariano Mémolli
Fuente: Director de la Dirección Nacional del Antártico
-¿Tiene sentido seguir llamando Antártida Argentina a un territorio disputado por otros países?

-Sí. El reclamo de una Antártida Argentina tiene bastantes posibilidades de concretarse en un futuro. Para poder hacerlo debemos contar con metas claras, como las que tenían nuestros precursores, como el perito Francisco Moreno -quien convenció a Roca de incluir un argentino en la expedición de Otto Nördsklong y fundar una base permanente en las Orcadas, en 1904- o el general Pujato, que con el apoyo de Perón comandó la primera expedición científica y fundó varias bases. Desde entonces se creó el Instituto Antártico Argentino -primer organismo mundial dedicado a la investigación-, se concretó la llegada al Polo Sur, en 1965, y se fundó la primera base al Sur del Círculo Polar, entre otros hitos de la historia argentina en la Antártida.

-¿Para qué quiere estar la Argentina en la Antártida?

-Aun antes de la firma del Tratado Antártico, en 1959, la Argentina había establecido su vocación científica. El conocimiento fue el motor para fijar las bases soberanas. Desde 2003, la Cancillería amplió el campo de investigaciones para promover el desarrollo tecnológico, y se hicieron muchas actividades educativas. Pero es cierto que tal vez falló la comunicación para explicar qué se hace en la Antártida.

-¿No estamos gastando demasiado dinero en investigaciones que después no se aplican o sólo usan laboratorios extranjeros?

-Toda inversión en ciencia es redituable en un plazo mediato.

-¿Hay una estrategia de largo plazo? ¿Cuál es?

-La estrategia es fortalecer el sistema en forma integral. Para eso trabajamos en contar con sólidos equipos en los foros del Sistema del Tratado Antártico, incrementar la actividad científica en todas las bases, mejorar e implementar nuevas tecnologías para la logística, desarrollar nuevos programas educativos, establecer una mayor actividad en Tierra del Fuego y mejorar el contacto con un público que solicita mayor información sobre la Antártida.

-¿Estamos buscando petróleo, minerales, agua potable, pesca, nuevas vías de navegación?

-El Tratado Antártico prohíbe la explotación de los recursos.

-Gran Bretaña amplía la zona pesquera -y por ende su pretensión de soberanía- y Chile aumenta su presencia constantemente. ¿En qué posición coloca esto a la Argentina?

-Nuestro país mantiene políticas proactivas y no reactivas. El eje de la discusión es sobre cómo mejorar nuestro sistema. El personal que integra el Programa Antártico es muy calificado y permite ser optimistas.

-¿Qué va a pasar en los próximos años en la Antártida? ¿Qué va a hacer la Argentina?

-Vamos a mejorar la calidad de los proyectos que integran el Plan Anual Antártico, a mantener los monitoreos climáticos y de animales marítimos. Eso va a mejorar el sostén de nuestros intereses. A su vez, se incrementó la presencia en los foros internacionales, y se mejoraron los lazos de trabajo con otros países para cumplir con el mandato del Tratado Antártico. El mejor camino para continuar creciendo en la actividad antártica es evitar el conformismo.

lunes, febrero 25, 2008

La Antártida se acerca al colapso con 47.000 visitantes anuales

"Aún no es grave, pero se debe regular con urgencia", explica un experimentado guía
Unas 100 compañías ofrecen viajes de placer, aunque no todos tocan tierra
Por ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA, 23 febrero 2008
Publicado en: http://www.elperiodico.com
Unas 47.000 personas visitan cada año la Antártida en cualquiera de las modalidades turísticas, desde el crucero sosegado que no toca tierra hasta la aventura de hollar el polo, una cantidad que puede gestionarse de forma adecuada pero que se acerca peligrosamente al máximo aconsejable. Esto es al menos lo que opina Juan Kratzmaier, que acumula 30 expediciones al continente como guía multiusos, hotelero y fotógrafo. Su perspectiva no es la habitual del mundo científico: por una parte, ama la Antártida como un fanático; por otra, vive de ella. "Me preocupa el futuro --resume--. La situación todavía no es grave, pero debería firmarse pronto un acuerdo internacional que regulara cuáles son los cupos asumibles y las modalidades permitidas de turismo".
Kratzmaier, argentino de Bariloche, explicó ayer su experiencia en un acto organizado por la Societat Catalana de Biologia en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona.

CONCENTRADOS
España, que es 28 veces más pequeña que la Antártida, recibe 60 millones de turistas anuales, pero está claro que la situación no es la misma, asume Kratzmaier. El 95% del continente se mantiene prácticamente virgen porque las visitas y la mayoría de las bases se concentran en la misma zona (islas Shetland del Sur, península Antártica y zonas aledañas). "Se visitan 200 emplazamientos, pero 13 son los que reciben una gran presión de miles de personas", dice. El dilema es el siguiente: "¿Debemos concentrar el turismo en unas pocas zonas, aun a sabiendas de que se pueden estropear, o debemos repartir el impacto en todo el continente?" En su opinión, 50.000 personas anuales son asumibles si las cosas se hacen bien.
El 95% de las visitas turísticas a la Antártida las realizan un centenar de compañías privadas que están asociadas en la organización IAATO. "Mi experiencia laboral en 13 empresas diferentes me indica que las normas se cumplen", insiste. En una expedición, por ejemplo, no pueden bajar a tierra firme más de 100 personas al mismo tiempo, debe haber al menos un guía por cada 20 personas, no se puede dejar el más mínimo resto, se han de mantener unas distancias mínimas con la fauna y se han de desinfectar la botas. No se puede comer ni fumar. "Sin embargo, nadie garantiza el total cumplimiento --asume--. Creo que sería bueno que hubiera observadores imparciales a bordo de los buques".

Chile refuerza soberanía en la Antártida

Chile refuerza su presencia soberana en la Antártida
Publicado en http://www.argenpress.info
21feb08
Chile reforzó su presencia soberana en la Antártida durante el LX aniversario de la creación de la Base Militar Antártica del Ejército 'Bernardo O'Higgins Riquelme'.
La base se creó el 18 de febrero de 1948 y es una de las seis instalaciones permanentes en la Antártida, donde operan en el verano otras 14 bases utilizadas para llevar a cabo investigaciones científicas y mantener presencia soberana.
En el marco de las actividades conmemorativas, el ministro de Defensa, José Goñi Carrasco, junto a los comandantes en jefe del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, develó una placa en recuerdo del aniversario y como homenaje a los 907 hombres que han integrado las misiones antárticas en los últimos 60 años.
Además de la presencia soberana, la Base O'Higgins busca una soberanía a través del conocimiento, al potenciar todo tipo de investigaciones científicas que aporten a la preservación del medio ambiente, la flora y fauna y al avance tecnológico en la zona más austral del mundo.
Desde 1948, las instalaciones de la base se han reacondicionado de manera constante, con el objetivo de ofrecer las comodidades necesarias para recibir a los que aceptan el desafío de marcar presencia en el territorio antártico chileno, en forma ininterrumpida, durante los 60 años de existencia.
La dotación actual está conformada por 21 hombres del ejército y un suboficial de la Armada, quienes de manera voluntaria decidieron formar parte de este equipo y están preparados para suministrar apoyo logístico y administrativo a cada actividad que se lleve a cabo en dicho territorio.
Durante la temporada 2007-2008, Chile sumó a la celebración del Año Polar Internacional (API), consistente en una gran campaña internacional de investigaciones polares, en la cual participarán científicos de diversos países que trabajan para avanzar en el conocimiento de los polos y su función en el sistema terrestre.
Esta semana el presidente brasileño Lula da Silva hizo una breve escala en Chile para después visitar una base de su país que cumplió 25 años en la Antártica.

Administración del 'Continente Blanco'
La administración del continente Antártico fue entregada a un grupo de países, entre ellos Chile, que el 1 de diciembre de 1959 firmaron en Estados Unidos el Tratado Antártico.
Aunque muchos países reclaman la soberanía sobre el territorio helado, no se ha determinado una soberanía específica por acuerdo internacional, aunque Chile considera que posee fundamentos claros y válidos para reclamar su jurisdicción sobre parte del territorio antártico.
Los reclamos territoriales chilenos sobre la Antártica se basan principalmente en consideraciones históricas y geográficas, sin embargo se encuentran en suspenso por aplicación del artículo cuarto del Tratado Antártico.
La parte más austral de Chile está sólo a 500 millas de la Antártida y geométricamente su territorio se proyecta como un triángulo hasta el polo sur, por lo que es un imperativo de continuidad geográfica ejercer su soberanía sobre ese territorio.
Este criterio se refuerza al tomar en cuenta la influencia climática y ecológica, en general, que la Antártida tiene sobre Chile.
A todo esto se suma el criterio histórico, ya que en la época del imperio español consideraba a Chile como un territorio prolongado hasta los hielos australes.
En 1940, bajo la presidencia de Pedro Aguirre Cerda, se establecieron los límites del territorio antártico chileno.
'Forman la Antártida chilena, o territorio chileno antártico, todas las tierras, islas, islotes, arrecifes, glaciares, 'pack ice' y demás, conocidos y por conocerse, y el mar territorial respectivo, existente dentro de los límites del casquete constituido por los meridianos 53 longitud oeste de Greenwich y 90 de longitud oeste de Greenwich'.
El territorio reclamado por Chile abarca las Islas Shetland del Sur, la Península Antártica e islas adyacentes, la Isla Alejandro I, la Isla Charcot y parte de la Tierra de Ellsworth, las cuales cuentan con una superficie aproximada de 1.250.000 kilómetros cuadrados.
Con esta declaración el gobierno chileno comunicó de manera oficial a la comunidad internacional la extensión territorial antártica a la cual restringía sus derechos.

Reclamo británico que afecta a Chile y Argentina

En octubre del pasado año Gran Bretaña anunció que reclamará ante las Naciones Unidas más de un millón de kilómetros cuadrados de la Antártica, pretensión que ha sido rechazada por Chile y Argentina, ya que se trata de una porción del continente que se superpone con los territorios que los países sudamericanos consideran soberanos.
Ambas naciones decidieron trabajar de manera conjunta en la Antártida mediante un plan para contrarrestar la pretensión británica, por considerar que contradice el espíritu del Tratado Antártico de 1959.
El convenio prohíbe la extracción de petróleo y de gas en el área marítima de la Antártida y Chile instó a Gran Bretaña a respetar plenamente dicho convenio internacional.
Bajo este acuerdo, Gran Bretaña y otras naciones tienen hasta mayo de 2009 para presentar sus reclamos de porciones adicionales del lecho de mar antártico.
Los países que ya han reclamado soberanía sobre el continente realizan esfuerzos por obtener aún más territorio, en caso de que el tratado experimente cambios, mientras que otros aumentan su presencia en el continente blanco para marcar su soberanía.