La NASA utilizará el más inhóspito y desolado territorio de la Tierra, el continente antártico, para probar uno de los conceptos que puede dar cobijo a los próximos astronautas que visiten la luna. Recientemente, la agencia ha enviado un prototipo inflable a la base antártica de McMurdo para comprobar cómo responde tras un año de uso en las más duras condiciones climatológicas.
Según ha afirmado Paul Lockhart, director del programa ‘Constellation Systems’ en Washington, “probar este recinto inflable en uno de los lugares más hostiles y remotos de la Tierra nos dará la oportunidad de comprobar cómo sería su uso para la exploración lunar”.
La NASA se propone enviar de nuevo seres humanos a la luna antes del 2020. Después de algunas salidas, los astronautas establecerán una estación para permanencias de larga duración, y necesitarán un lugar para vivir. Para ello, la agencia está desarrollando nuevos conceptos de habitabilidad que den protección a los astronautas y sean fáciles de transportar hasta la superficie lunar.
Como ha explicado Lockhart, “transportar medio kilo de provisiones hasta la superficie lunar requiere de unos 55 kilos de equipo y combustible, así que los conceptos habitacionales tienen que ser tan ligeros como resistentes. Este prototipo de habitación inflable puede ser desmontado y reorganizado muchas veces, y sólo es necesario unos pocos miembros del equipo y unas horas para montarlo, permitiendo así la exploración más allá del punto de aterrizaje”.
La estructura recuerda a un castillo inflable para niños, pero es mucho más sofisticada, y cuenta con calefacción, electricidad y presurización. Durante el periodo de pruebas en la Antártida, los distintos sensores permitirán a los ingenieros monitorizar el comportamiento del habitáculo. Además, se estudiarán también mejoras en el embalado, transporte y montaje, así como consumo de energía y resistencia a los daños.
La base fue instalada por última vez en Estados Unidos antes de ser enviada a la estación antártica de McMurdo. Este recinto inflable es uno de varios conceptos que se están desarrollando para albergar a los astronautas en la luna.
Más información: www.nasa.gov
viernes, diciembre 14, 2007
martes, diciembre 11, 2007
Acerca de la seguridad de los cruceros turisticos
Afirman que los buques de turismo antártico deberían tener sus cascos reforzados para hielo
Publicado en http://www.nuestromar.org/
10dic07
Un buque de cruceros se hunde en aguas de la Antártica, y otros tres acuden rápidamente al rescate: una bendición para los sobrevivientes, sin dudas. Pero también una indicación del crecimiento explosivo del turismo, que los críticos señalan como una amenaza al ambiente antártico y una actividad que pone a los pasajeros en riesgo.
Los 154 pasajeros y tripulantes del “EXPLORER” fueron todos rescatados a salvo de sus balsas por un crucero noruego, luego de irse al fondo de las aguas heladas, en noviembre.
El turismo en el continente más austral del planeta ha crecido en popularidad, pero son escasas las regulaciones de esta lucrativa industria. Ya han comenzado a arribar a la región cruceros gigantes, y algunos expertos temen por la ocurrencia de accidentes catastróficos y daño ambiental.
Según Jim Barnes, director ejecutivo de la Coalición Antártica y Océanos Australes, “bajo el protocolo ambiental del Tratado Antártico, todo el continente es considerado una reserva; se supone que está dedicado a la ciencia, y a la protección de la vida silvestre y el ambiente”.
De acuerdo con datos suministrados por la Asociación de Operadores Turísticos en la Antártida, en la temporada 1992-93 visitaron la región alrededor de 6.700 turistas. Durante la última temporada, la cifra se cuadriplicó, a 29.500.
Siete países han efectuado reclamos territoriales en la Antártida, pero no han sido reconocidos por nadie. En algunos casos, los países reclaman el mismo sector del continente. De tal modo, resulta poco claro saber qué autoridad está a cargo.
El Tratado Antártico fue firmado en 1959 con el propósito de prevenir las incursiones militares en la región. Sus miembros se reúnen anualmente y adoptan recomendaciones, pero no existe una autoridad única que obligue a su cumplimiento. Por ello, la industria del turismo antártico ha quedado mayormente autorregulada.
La Asociación de Operadores Turísticos en la Antártida fue fundada por siete compañías con el propósito de promover viajes “seguros y ambientalmente responsables”. El foro tiene ahora 99 miembros, pero algunos grupos de turismo trabajan por fuera de la asociación y no se obligan a seguir sus guías de seguridad y ambientales.
La firma GAP Adventures, con sede en Toronto (Canadá), es la propietaria del “EXPLORER”, y pertenece a la Asociación. Los pasajeros pagaron hasta 14.000 dólares por una suite, durante los 19 días del crucero.
El buque era relativamente pequeño (75 metros de eslora) con doble casco, y era anunciado por la compañía como “un buque apto para ir a cualquier parte, para los viajeros amantes de ir a todas partes”.
Pero la Antártida, con sus ventiscas cegadoras, nieblas, fuertes vientos y procelosos mares – aun en el período veraniego entre octubre y abril cuando los cruceros fluyen a la región por docenas - hace peligrosas las navegaciones hasta para los barcos más robustos.
“Si se pudo hundir un buque como ese, realmente debería hacerse un llamado de atención acerca de la utilización en esa zona de embarcaciones que carezcan de refuerzos para navegar entre hielos y que no posean doble casco”, reflexiona Barnes.
El “GOLDEN PRINCESS”, un crucero de 210 metros de eslora con capacidad para 2.425 pasajeros, estuvo en aguas antárticas esta temporada sin incidentes, aunque sus pasajeros no bajaron a tierra.
Durante la última reunión del Tratado Antártico se presentó un documento en el que se hacía referencia al “GOLDEN PRINCESS” – operado por la empresa Princess Cruises de California – como el buque de turismo más grande que haya visitado la zona hasta el momento. El documento recomendaba a los miembros del Tratado que prohibieran la operación de grandes cruceros, pero la propuesta no prosperó.
Julie Benson, portavoz de Princess Cruises, afirmó que la compañía tenía previstos cuatro cruceros más –dos en 2008 y dos en 2009 – con el “STAR PRINCESS”, un buque del mismo tamaño que el “GOLDEN PRINCESS”.
Benson reconoció que los buques de la compañía no tienen sus cascos reforzados para navegación en zona de hielos, pero afirmó que operaban bajo el sistema del Tratado Antártico.
“No consideramos necesarios dichos refuerzos, dado que nuestros cruceros se desarrollan durante los meses de verano, cuando la zona está relativamente libre de hielos, y nuestros buques sólo transitan zonas de aguas abiertas con muy limitada presencia de masas de hielo”, concluyó Benson.
(Fuentes: AP, Kansascity.com)
MARITIME NEWS
10/12/07
Traducción de NUESTROMAR
Cartas de los Lectores, publicada en LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=969699
Naufragio
Señor Director:
“El naufragio del Explorer trae a la actualidad un tema que fue ampliamente debatido en innumerables circunstancias y foros: la experiencia antártica. La geografía, el mar, los hielos, la meteorología, son absolutamente distintos en este continente que en otras regiones de la Tierra.
“He tenido el privilegio de realizar cinco campañas antárticas. En dos de ellas como comandante de buque, el querido y recordado Bahía Paraíso, y en otra, como comandante de la Fuerza Naval Antártica. Por ello, me permito opinar sobre el tema.
“Es imprescindible que quien va a navegar esos mares con la máxima responsabilidad sobre la seguridad náutica de un buque, el capitán, tenga experiencia previa. Esto quiere decir simple y estrictamente haber navegado antes bajo la guía o conducción de un experto.
“Si los capitanes de los buques de turismo que hacen cruceros a la Antártida no tienen experiencia certificada, deberían navegar llevando un práctico a bordo. Así se hizo durante años en los inicios de la actividad turística antártica. Sería, entonces, una simple y eficaz solución que, en acuerdo con Chile, se exigiera esa idoneidad a los capitanes o se obligara a la toma de prácticos en los puertos de Ushuaia y/o Punta Arenas.”
Ismael Jorge García
Vicealmirante (RE)
ijotage36@gesell.com.ar
Publicado en http://www.nuestromar.org/
10dic07
Un buque de cruceros se hunde en aguas de la Antártica, y otros tres acuden rápidamente al rescate: una bendición para los sobrevivientes, sin dudas. Pero también una indicación del crecimiento explosivo del turismo, que los críticos señalan como una amenaza al ambiente antártico y una actividad que pone a los pasajeros en riesgo.
Los 154 pasajeros y tripulantes del “EXPLORER” fueron todos rescatados a salvo de sus balsas por un crucero noruego, luego de irse al fondo de las aguas heladas, en noviembre.
El turismo en el continente más austral del planeta ha crecido en popularidad, pero son escasas las regulaciones de esta lucrativa industria. Ya han comenzado a arribar a la región cruceros gigantes, y algunos expertos temen por la ocurrencia de accidentes catastróficos y daño ambiental.
Según Jim Barnes, director ejecutivo de la Coalición Antártica y Océanos Australes, “bajo el protocolo ambiental del Tratado Antártico, todo el continente es considerado una reserva; se supone que está dedicado a la ciencia, y a la protección de la vida silvestre y el ambiente”.
De acuerdo con datos suministrados por la Asociación de Operadores Turísticos en la Antártida, en la temporada 1992-93 visitaron la región alrededor de 6.700 turistas. Durante la última temporada, la cifra se cuadriplicó, a 29.500.
Siete países han efectuado reclamos territoriales en la Antártida, pero no han sido reconocidos por nadie. En algunos casos, los países reclaman el mismo sector del continente. De tal modo, resulta poco claro saber qué autoridad está a cargo.
El Tratado Antártico fue firmado en 1959 con el propósito de prevenir las incursiones militares en la región. Sus miembros se reúnen anualmente y adoptan recomendaciones, pero no existe una autoridad única que obligue a su cumplimiento. Por ello, la industria del turismo antártico ha quedado mayormente autorregulada.
La Asociación de Operadores Turísticos en la Antártida fue fundada por siete compañías con el propósito de promover viajes “seguros y ambientalmente responsables”. El foro tiene ahora 99 miembros, pero algunos grupos de turismo trabajan por fuera de la asociación y no se obligan a seguir sus guías de seguridad y ambientales.
La firma GAP Adventures, con sede en Toronto (Canadá), es la propietaria del “EXPLORER”, y pertenece a la Asociación. Los pasajeros pagaron hasta 14.000 dólares por una suite, durante los 19 días del crucero.
El buque era relativamente pequeño (75 metros de eslora) con doble casco, y era anunciado por la compañía como “un buque apto para ir a cualquier parte, para los viajeros amantes de ir a todas partes”.
Pero la Antártida, con sus ventiscas cegadoras, nieblas, fuertes vientos y procelosos mares – aun en el período veraniego entre octubre y abril cuando los cruceros fluyen a la región por docenas - hace peligrosas las navegaciones hasta para los barcos más robustos.
“Si se pudo hundir un buque como ese, realmente debería hacerse un llamado de atención acerca de la utilización en esa zona de embarcaciones que carezcan de refuerzos para navegar entre hielos y que no posean doble casco”, reflexiona Barnes.
El “GOLDEN PRINCESS”, un crucero de 210 metros de eslora con capacidad para 2.425 pasajeros, estuvo en aguas antárticas esta temporada sin incidentes, aunque sus pasajeros no bajaron a tierra.
Durante la última reunión del Tratado Antártico se presentó un documento en el que se hacía referencia al “GOLDEN PRINCESS” – operado por la empresa Princess Cruises de California – como el buque de turismo más grande que haya visitado la zona hasta el momento. El documento recomendaba a los miembros del Tratado que prohibieran la operación de grandes cruceros, pero la propuesta no prosperó.
Julie Benson, portavoz de Princess Cruises, afirmó que la compañía tenía previstos cuatro cruceros más –dos en 2008 y dos en 2009 – con el “STAR PRINCESS”, un buque del mismo tamaño que el “GOLDEN PRINCESS”.
Benson reconoció que los buques de la compañía no tienen sus cascos reforzados para navegación en zona de hielos, pero afirmó que operaban bajo el sistema del Tratado Antártico.
“No consideramos necesarios dichos refuerzos, dado que nuestros cruceros se desarrollan durante los meses de verano, cuando la zona está relativamente libre de hielos, y nuestros buques sólo transitan zonas de aguas abiertas con muy limitada presencia de masas de hielo”, concluyó Benson.
(Fuentes: AP, Kansascity.com)
MARITIME NEWS
10/12/07
Traducción de NUESTROMAR
Cartas de los Lectores, publicada en LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=969699
Naufragio
Señor Director:
“El naufragio del Explorer trae a la actualidad un tema que fue ampliamente debatido en innumerables circunstancias y foros: la experiencia antártica. La geografía, el mar, los hielos, la meteorología, son absolutamente distintos en este continente que en otras regiones de la Tierra.
“He tenido el privilegio de realizar cinco campañas antárticas. En dos de ellas como comandante de buque, el querido y recordado Bahía Paraíso, y en otra, como comandante de la Fuerza Naval Antártica. Por ello, me permito opinar sobre el tema.
“Es imprescindible que quien va a navegar esos mares con la máxima responsabilidad sobre la seguridad náutica de un buque, el capitán, tenga experiencia previa. Esto quiere decir simple y estrictamente haber navegado antes bajo la guía o conducción de un experto.
“Si los capitanes de los buques de turismo que hacen cruceros a la Antártida no tienen experiencia certificada, deberían navegar llevando un práctico a bordo. Así se hizo durante años en los inicios de la actividad turística antártica. Sería, entonces, una simple y eficaz solución que, en acuerdo con Chile, se exigiera esa idoneidad a los capitanes o se obligara a la toma de prácticos en los puertos de Ushuaia y/o Punta Arenas.”
Ismael Jorge García
Vicealmirante (RE)
ijotage36@gesell.com.ar
sábado, diciembre 08, 2007
Buque con bandera pirata actuará contra balleneros japoneses
Piratas contra balleneros en la Antártida
Un buque con bandera negra persigue a la flota japonesa que planea capturar a un millar de ballenas
Publicado en www.publico.es
por MANUEL ANSEDE - Madrid - 07/12/2007 22:04
El capitán Paul Watson es el Francis Drake del siglo XXI. Su barco, bautizado Steve Irwin en honor del conocido cazador de cocodrilos australiano fallecido el año pasado, zarpó el miércoles del puerto de Melbourne (Australia) tras la estela de los buques balleneros japoneses que faenan en la costa antártica. Su bandera es la pirata, pero retocada con el tridente de Neptuno.
Watson es el fundador de Sea Shepherd, una ONG ecologista acusada por el Gobierno japonés de llevar a cabo actos de ecoterrorismo en aguas internacionales. A su lado, los activistas de Greenpeace parecen monjitas de la caridad. O, como dice el propio Watson, “las vendedoras de Avon del movimiento ecologista”.
Sus métodos son muy diferentes a los de cualquier otra ONG conservacionista. La agencia pesquera japonesa ha denunciado en varias ocasiones los ataques de los buques de Sea Shepherd a sus barcos, aunque la ONG lo niega. “Nunca hemos embestido a un ballenero japonés, ni hemos dicho que vayamos a hacerlo”, afirmó a finales de noviembre el capitán Paul Watson. Sin embargo, en sus 30 años de historia, los activistas de Sea Shepherd se vanaglorian de haber hundido una decena de barcos, entre ellos dos españoles. En abril de 1980, un par buques balleneros españoles explotaron mientras estaban atracados en el puerto de Marín (Pontevedra), en un atentado reivindicado por Paul Watson.
Olor a ballena podrida
Ahora, el capitán pirata, cofundador de Greenpeace en los setenta, dirige la Operación Migaloo, cuyo fin es interceptar una flota de caza de ballenas japonesa que pretende capturar “con fines científicos” unas mil ballenas en aguas de la Antártida. Previsiblemente, el buque de Sea Shepherd provocará un enfrentamiento con los barcos japoneses, en una repetición de la batalla que tuvo lugar el pasado mes de febrero en la misma región. Entonces, el Steve Irwin persiguió al barco japonés Nisshin Maru y sus tripulantes rociaron a los pescadores con ácido butírico, “para recordarles a qué huele la carne de ballena podrida”, según manifestó el director internacional de Sea Shepherd, Jonny Vasic, al diario británico The Times tras el incidente. “Esta actitud deja la causa conservacionista en un segundo plano”, declaró en aquel momento el entonces ministro de Medio Ambiente australiano, Ian Campbell. “Pido al capitán Watson que cumpla las leyes del océano y no haga nada que ponga en riesgo a otros buques, y a sus tripulantes, en alta mar”, demandó Campbell.
“Los terroristas son los arponeros japoneses, que cazan ballenas amenazadas violando la moratoria global. Nuestra misión es salvar ballenas, si alguien quiere impedirlo, tendrá que hundirnos”, advierte Watson.
«Bajo las directrices de Naciones Unidas»
El capitán Paul Watson se siente orgulloso de añadir su nombre a la lista de piratas integrada por hombres como Francis Drake, John Paul Jones o Jean LaFitte. Sin embargo, a contracorriente de la opinión de varios gobiernos y organizaciones ecologistas, no se considera un terrorista. “No he ido todos estos años al mar para ser simplemente testigo de las atrocidades que cometen los balleneros con los seres más inteligentes del océano”, asegura. “Somos policías del mar que operan legalmente bajo las directrices de la Carta Mundial de la Naturaleza de Naciones Unidas”, sostiene el capitán del Steve Irwin. Este documento de la ONU afirma que los estados, las organizaciones internacionales y los individuos deben aplicar la legislación internacional para la conservación y la protección del medio ambiente.
Ver más sobre esta organización: http://www.seashepherd.org
-------------------------
¿Qué significa ser pirata?
La piratería es una práctica, probablemente tan antigua como la navegación misma, que consiste en que una embarcación privada o una estatal amotinada ataca a otra en aguas internacionales o en lugares no sometidos a la jurisdicción de ningún Estado, con el propósito de robar su carga, exigir rescate por los pasajeros, convertirlos en esclavos y muchas veces apoderarse de la nave misma. Su definición según el Derecho Internacional puede encontrarse en el artículo 101 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Junto con la actividad de los piratas que robaban por su propia cuenta por su afán de lucro, cabe mencionar los corsarios, un marino particular contratado que servía en naves privadas con patente de corso para atacar naves de un país enemigo. La distinción entre pirata y corsario es necesariamente parcial, pues corsarios como Francis Drake o la flota francesa en la Batalla de la Isla Terceira fueron considerados vulgares piratas por las autoridades españolas, ya que no existía una guerra declarada con sus naciones. Sin embargo el disponer de una patente de corso sí ofrecía ciertas garantías de ser tratado como soldado de otro ejército y no como un simple ladrón y asesino; al mismo tiempo acarreaba ciertas obligaciones.
Ver más sobre "Piratería" en wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Piratería
Un buque con bandera negra persigue a la flota japonesa que planea capturar a un millar de ballenas
Publicado en www.publico.es
por MANUEL ANSEDE - Madrid - 07/12/2007 22:04
El capitán Paul Watson es el Francis Drake del siglo XXI. Su barco, bautizado Steve Irwin en honor del conocido cazador de cocodrilos australiano fallecido el año pasado, zarpó el miércoles del puerto de Melbourne (Australia) tras la estela de los buques balleneros japoneses que faenan en la costa antártica. Su bandera es la pirata, pero retocada con el tridente de Neptuno.
Watson es el fundador de Sea Shepherd, una ONG ecologista acusada por el Gobierno japonés de llevar a cabo actos de ecoterrorismo en aguas internacionales. A su lado, los activistas de Greenpeace parecen monjitas de la caridad. O, como dice el propio Watson, “las vendedoras de Avon del movimiento ecologista”.
Sus métodos son muy diferentes a los de cualquier otra ONG conservacionista. La agencia pesquera japonesa ha denunciado en varias ocasiones los ataques de los buques de Sea Shepherd a sus barcos, aunque la ONG lo niega. “Nunca hemos embestido a un ballenero japonés, ni hemos dicho que vayamos a hacerlo”, afirmó a finales de noviembre el capitán Paul Watson. Sin embargo, en sus 30 años de historia, los activistas de Sea Shepherd se vanaglorian de haber hundido una decena de barcos, entre ellos dos españoles. En abril de 1980, un par buques balleneros españoles explotaron mientras estaban atracados en el puerto de Marín (Pontevedra), en un atentado reivindicado por Paul Watson.
Olor a ballena podrida
Ahora, el capitán pirata, cofundador de Greenpeace en los setenta, dirige la Operación Migaloo, cuyo fin es interceptar una flota de caza de ballenas japonesa que pretende capturar “con fines científicos” unas mil ballenas en aguas de la Antártida. Previsiblemente, el buque de Sea Shepherd provocará un enfrentamiento con los barcos japoneses, en una repetición de la batalla que tuvo lugar el pasado mes de febrero en la misma región. Entonces, el Steve Irwin persiguió al barco japonés Nisshin Maru y sus tripulantes rociaron a los pescadores con ácido butírico, “para recordarles a qué huele la carne de ballena podrida”, según manifestó el director internacional de Sea Shepherd, Jonny Vasic, al diario británico The Times tras el incidente. “Esta actitud deja la causa conservacionista en un segundo plano”, declaró en aquel momento el entonces ministro de Medio Ambiente australiano, Ian Campbell. “Pido al capitán Watson que cumpla las leyes del océano y no haga nada que ponga en riesgo a otros buques, y a sus tripulantes, en alta mar”, demandó Campbell.
“Los terroristas son los arponeros japoneses, que cazan ballenas amenazadas violando la moratoria global. Nuestra misión es salvar ballenas, si alguien quiere impedirlo, tendrá que hundirnos”, advierte Watson.
«Bajo las directrices de Naciones Unidas»
El capitán Paul Watson se siente orgulloso de añadir su nombre a la lista de piratas integrada por hombres como Francis Drake, John Paul Jones o Jean LaFitte. Sin embargo, a contracorriente de la opinión de varios gobiernos y organizaciones ecologistas, no se considera un terrorista. “No he ido todos estos años al mar para ser simplemente testigo de las atrocidades que cometen los balleneros con los seres más inteligentes del océano”, asegura. “Somos policías del mar que operan legalmente bajo las directrices de la Carta Mundial de la Naturaleza de Naciones Unidas”, sostiene el capitán del Steve Irwin. Este documento de la ONU afirma que los estados, las organizaciones internacionales y los individuos deben aplicar la legislación internacional para la conservación y la protección del medio ambiente.
Ver más sobre esta organización: http://www.seashepherd.org
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¿Qué significa ser pirata?
La piratería es una práctica, probablemente tan antigua como la navegación misma, que consiste en que una embarcación privada o una estatal amotinada ataca a otra en aguas internacionales o en lugares no sometidos a la jurisdicción de ningún Estado, con el propósito de robar su carga, exigir rescate por los pasajeros, convertirlos en esclavos y muchas veces apoderarse de la nave misma. Su definición según el Derecho Internacional puede encontrarse en el artículo 101 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Junto con la actividad de los piratas que robaban por su propia cuenta por su afán de lucro, cabe mencionar los corsarios, un marino particular contratado que servía en naves privadas con patente de corso para atacar naves de un país enemigo. La distinción entre pirata y corsario es necesariamente parcial, pues corsarios como Francis Drake o la flota francesa en la Batalla de la Isla Terceira fueron considerados vulgares piratas por las autoridades españolas, ya que no existía una guerra declarada con sus naciones. Sin embargo el disponer de una patente de corso sí ofrecía ciertas garantías de ser tratado como soldado de otro ejército y no como un simple ladrón y asesino; al mismo tiempo acarreaba ciertas obligaciones.
Ver más sobre "Piratería" en wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Piratería
sábado, diciembre 01, 2007
El Polarstern zarpa rumbo a la Antártida
Publicado en http://cordis.europa.eu/
29nov07
El buque de investigación alemán Polarstern zarpó de Ciudad del Cabo el 28 de noviembre de 2007, en su vigésimocuarta travesía a las gélidas aguas del Océano Antártico. A bordo de esta nave viajan 53 científicos de ocho naciones que efectuarán investigaciones relacionadas con el clima en el marco del Año Polar Internacional. Desde otra zona de la Antártida, investigadores del proyecto ANDRILL aseguran que su segunda temporada de perforaciones por debajo del suelo marino es todo un éxito.
Los investigadores del Polarstern, durante diez semanas de expedición, estudiarán la biodiversidad y las corrientes oceánicas en el Mar de Lazarev y la zona oriental del Mar de Weddell. «Nuestros proyectos de investigación ayudarán a comprender mejor los procesos físicos y biológicos asociados a la Corriente Circumpolar Antártica y al Giro de Weddell; ambos desempeñan un papel fundamental en el clima de la Tierra», explicó el científico en jefe, el profesor Ulrich Bathmann del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina.
Los investigadores centrarán sus esfuerzos en tres proyectos del Año Polar Internacional: SCACE («Estudio sinóptico del clima y los ecosistemas circumantárticos»); LAKRIS («Estudio del krill del Mar de Lazarev») y ANDEEP-SYSTCO («Biodiversidad bentónica de las profundidades del Antártico: historia de colonizaciones y patrones de comunidades recientes - acoplamiento sistémico»).
Como su propio nombre indica, el proyecto SCACE consiste en el estudio de las interrelaciones físicas y biológicas en la Corriente Circumpolar Antártica. Esta enorme corriente rodea a la totalidad del continente antártico y comunica todos los grandes océanos.
«Esta gran corriente oceánica transporta tanto energía térmica como agua dulce, desempeña una función crucial en los ciclos oceánicos de material disuelto y contiene una serie de ecosistemas diferenciados que pueden desplazarse entre sí a causa del cambio de los regímenes climáticos», explicó el profesor Bathmann. «Las algas del plancton poseen un gran potencial para absorber el dióxido de carbono de la atmósfera.» El Océano Antártico es especialmente sensible al cambio climático y los datos recabados por el equipo del SCACE servirán de referencia para cuantificar los cambios futuros.
El proyecto LAKRIS tiene que ver con unas criaturas diminutas parecidas a gambas y llamadas krill. Los científicos investigarán el ciclo de vida, la distribución y la fisiología de las poblaciones de krill en el Mar de Lazarev. A los investigadores les resulta de especial interés la capacidad del krill para adaptarse a posibles cambios ambientales.
El tercer proyecto, ANDEEP-SYSTCO, se centra en las profundidades marinas de alrededor de la Antártida. En este proyecto los investigadores estudiarán las interacciones entre la atmósfera, la columna de agua y el suelo marino, a bastantes miles de metros de profundidad.
«Puesto que la investigación de las profundidades marinas no deja de trasladarnos a mundos desconocidos, esperamos averiguar cosas nuevas y fascinantes acerca de la diversidad biológica del océano, quizás incluso descubrir especies desconocidas hasta ahora», comentó el profesor Bathmann. El proyecto ANDEEP-SYSTCO será dirigido por la profesora Angelika Brandt, de la Universidad de Hamburgo. Este mismo año formó parte del equipo que desveló la gran diversidad que existe en las profundidades del Océano Antártico en un artículo publicado en la revista Nature. Ese trabajo se basaba también en una investigación realizada a bordo del Polarstern.
En otra zona de la Antártida está llegando a su fin la segunda temporada de perforaciones del proyecto ANDRILL («Perforación geológica antártica»). Según científicos de este proyecto internacional, «se han colmado todas las expectativas».
Hasta ahora, su equipo ha extraído del suelo marino del Estrecho de McMurdo un bloque de roca que mide más de mil metros de largo, el segundo bloque más profundo perforado en la Antártida. El objetivo de las perforaciones de este año era extraer sedimentos de la época del Mioceno. Hace entre 17 y 14 millones de años, la Tierra pasó de un clima cálido a un clima mucho más frío. En esa época se formó una placa de hielo casi permanente en la Antártida oriental.
«Es justo lo que deseábamos», dijo David Harwood, de la Universidad de Nebraska-Lincoln, con respecto a este nuevo bloque. «Si sumamos la perforación que hicimos el año pasado a este bloque, de un período de tiempo que está justo por debajo, estamos hablando de más de 2 km de historia geológica. Lo que hemos extraído es fenomenal. El bloque contiene una gran diversidad, ciertamente más de la que podemos asimilar ahora mismo. Va a llevar cierto tiempo interpretar plenamente la información paleoambiental y paleoclimática dinámica que nos ofrece.»
«Ahora disponemos de un registro más completo de extracciones del Mioceno medio y nos adentramos en un período de tiempo más frío; era una de nuestras metas básicas», aseguró Fabio Florindo, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia. «Cuando juntemos esta extracción con los registros de la temporada pasada, nos va a contar una historia importante. Se trata de hallazgos científicos emocionantes que tendrán un amplio eco en la comunidad científica.»
Los segmentos del bloque extraído se analizarán brevemente en la Antártida antes de despacharlos rumbo al Centro de Investigación sobre Geología Marina Antártica de la Universidad Estatal de Florida para su almacenamiento y estudio a largo plazo.
Para obtener más información, consulte:
Instituto Alfred Wegener http://www.awi.de/
ANDRILL: http://www.andrill.org/
Año Polar Internacional: http://www.ipy.org/
Fuente: Instituto Alfred Wegener y proyecto ANDRILL
RCN: 28774
Los investigadores del Polarstern, durante diez semanas de expedición, estudiarán la biodiversidad y las corrientes oceánicas en el Mar de Lazarev y la zona oriental del Mar de Weddell. «Nuestros proyectos de investigación ayudarán a comprender mejor los procesos físicos y biológicos asociados a la Corriente Circumpolar Antártica y al Giro de Weddell; ambos desempeñan un papel fundamental en el clima de la Tierra», explicó el científico en jefe, el profesor Ulrich Bathmann del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina.
Los investigadores centrarán sus esfuerzos en tres proyectos del Año Polar Internacional: SCACE («Estudio sinóptico del clima y los ecosistemas circumantárticos»); LAKRIS («Estudio del krill del Mar de Lazarev») y ANDEEP-SYSTCO («Biodiversidad bentónica de las profundidades del Antártico: historia de colonizaciones y patrones de comunidades recientes - acoplamiento sistémico»).
Como su propio nombre indica, el proyecto SCACE consiste en el estudio de las interrelaciones físicas y biológicas en la Corriente Circumpolar Antártica. Esta enorme corriente rodea a la totalidad del continente antártico y comunica todos los grandes océanos.
«Esta gran corriente oceánica transporta tanto energía térmica como agua dulce, desempeña una función crucial en los ciclos oceánicos de material disuelto y contiene una serie de ecosistemas diferenciados que pueden desplazarse entre sí a causa del cambio de los regímenes climáticos», explicó el profesor Bathmann. «Las algas del plancton poseen un gran potencial para absorber el dióxido de carbono de la atmósfera.» El Océano Antártico es especialmente sensible al cambio climático y los datos recabados por el equipo del SCACE servirán de referencia para cuantificar los cambios futuros.
El proyecto LAKRIS tiene que ver con unas criaturas diminutas parecidas a gambas y llamadas krill. Los científicos investigarán el ciclo de vida, la distribución y la fisiología de las poblaciones de krill en el Mar de Lazarev. A los investigadores les resulta de especial interés la capacidad del krill para adaptarse a posibles cambios ambientales.
El tercer proyecto, ANDEEP-SYSTCO, se centra en las profundidades marinas de alrededor de la Antártida. En este proyecto los investigadores estudiarán las interacciones entre la atmósfera, la columna de agua y el suelo marino, a bastantes miles de metros de profundidad.
«Puesto que la investigación de las profundidades marinas no deja de trasladarnos a mundos desconocidos, esperamos averiguar cosas nuevas y fascinantes acerca de la diversidad biológica del océano, quizás incluso descubrir especies desconocidas hasta ahora», comentó el profesor Bathmann. El proyecto ANDEEP-SYSTCO será dirigido por la profesora Angelika Brandt, de la Universidad de Hamburgo. Este mismo año formó parte del equipo que desveló la gran diversidad que existe en las profundidades del Océano Antártico en un artículo publicado en la revista Nature. Ese trabajo se basaba también en una investigación realizada a bordo del Polarstern.
En otra zona de la Antártida está llegando a su fin la segunda temporada de perforaciones del proyecto ANDRILL («Perforación geológica antártica»). Según científicos de este proyecto internacional, «se han colmado todas las expectativas».
Hasta ahora, su equipo ha extraído del suelo marino del Estrecho de McMurdo un bloque de roca que mide más de mil metros de largo, el segundo bloque más profundo perforado en la Antártida. El objetivo de las perforaciones de este año era extraer sedimentos de la época del Mioceno. Hace entre 17 y 14 millones de años, la Tierra pasó de un clima cálido a un clima mucho más frío. En esa época se formó una placa de hielo casi permanente en la Antártida oriental.
«Es justo lo que deseábamos», dijo David Harwood, de la Universidad de Nebraska-Lincoln, con respecto a este nuevo bloque. «Si sumamos la perforación que hicimos el año pasado a este bloque, de un período de tiempo que está justo por debajo, estamos hablando de más de 2 km de historia geológica. Lo que hemos extraído es fenomenal. El bloque contiene una gran diversidad, ciertamente más de la que podemos asimilar ahora mismo. Va a llevar cierto tiempo interpretar plenamente la información paleoambiental y paleoclimática dinámica que nos ofrece.»
«Ahora disponemos de un registro más completo de extracciones del Mioceno medio y nos adentramos en un período de tiempo más frío; era una de nuestras metas básicas», aseguró Fabio Florindo, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia. «Cuando juntemos esta extracción con los registros de la temporada pasada, nos va a contar una historia importante. Se trata de hallazgos científicos emocionantes que tendrán un amplio eco en la comunidad científica.»
Los segmentos del bloque extraído se analizarán brevemente en la Antártida antes de despacharlos rumbo al Centro de Investigación sobre Geología Marina Antártica de la Universidad Estatal de Florida para su almacenamiento y estudio a largo plazo.
Para obtener más información, consulte:
Instituto Alfred Wegener http://www.awi.de/
ANDRILL: http://www.andrill.org/
Año Polar Internacional: http://www.ipy.org/
Fuente: Instituto Alfred Wegener y proyecto ANDRILL
RCN: 28774
domingo, noviembre 25, 2007
Historias contadas por los náufragos del Explorer
publicado en La Prensa Austral (Chile)
www.laprensaaustral.cl
Por Adrián González Subiabre
24Nov07
En vez de enfrentarnos con un tenso y complicado panorama anímico, dada la difícil experiencia que vivieron en el mar, al entrar a la hostería de la base Presidente Frei en la Antártida sólo encontramos rostros serenos, amistosos y esperanzados: eran los turistas y tripulantes que hace más de un día habían naufragado a bordo del crucero Explorer en aguas antárticas, y que esperaban el arribo del transporte aéreo que los traería a Punta Arenas.
El avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Chile, llegó cerca de las 14,30 horas de ayer a la pista del aeródromo Teniente Marsh, en la isla Rey Jorge, procedente de Punta Arenas. A bordo venían funcionarios y oficiales de la Fach, junto a una comitiva de periodistas nacionales.
Al advertir la presencia de las cámaras filmadoras y fotográficas de los reporteros, los náufragos se mostraron un poco escépticos, pero al momento todo se tornó en simpatía, lo que se prestó para un grato momento.
A bordo del avión también llegó el comandante en jefe de la IV Brigada Aérea, general Federico Klock, quien compartió con los turistas y les explicó el procedimiento para el traslado a Punta Arenas. Fue tan cordial el diálogo con los extranjeros que el general fue aplaudido, a modo de agradecimiento general.
El oficial explicó que el grupo total de 154 pasajeros se dividió en dos de 77, partiendo el primero de éstos ayer a las 16,30 horas, llegando pasadas las 19 al aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo de nuestra ciudad. El segundo viaje se estaría haciendo hoy domingo.
Testimonios
Mientras los ciudadanos extranjeros realizaban su trámite de migración con el funcionario de Policía Internacional Alex González -quien también viajó para estos efectos-, varios de ellos accedieron a conversar con medios de prensa, aunque la mayoría pidió reserva de su nombre y en algunos casos incluso la publicación de sus comentarios, en especial los británicos, quienes fueron muy requeridos por los medios ingleses en las últimas horas, por lo que se sentían algo agotados.
Quien accedió a entregar su testimonio fue el inglés Bryan Hackett, un profesor de escuela de 40 años, oriundo de Manchester. Recordando el episodio del accidente en el mar señaló que “recuerdo que momentos antes del impacto, estuve hablando con el capitán, cuando ocurrió todo. Creo que viví una difícil experiencia, pero al momento de producirse no se actuó de forma irracional, ni hubo pánico, pienso que tuvimos buenos líderes en ese momento”.
Consultado sobre qué va a contar a sus estudiantes y cercanos de esta vivencia, respondió que “como profesor y profesional voy a tratar de transmitir esta experiencia y todo lo que significó para mí, que fue muy fuerte. De hecho, tengo pensado volver a hacer este tour más adelante, pero por ahora voy a visitar las islas Falkland”.
Por su parte, la holandesa Marlie Van De Berg, de 49 años, nos contó que “yo estaba en el segundo piso, en el salón común. Me enteré de lo que ocurrió sólo cuando comenzó a sonar la alarma para la tripulación y luego la de los pasajeros. No hubo pánico porque había confianza en la tripulación del barco y en el manejo de la situación, ya que se había ensayado un simulacro”.
Indicó que “todos sabíamos lo que había que hacer. Cuando sonó la alarma fuimos a un salón grande de reunión y tras darse la orden de abandonar el barco, nos dirigimos a los botes salvavidas, cada uno tenía asignado un bote específico y un salvavidas”.
El regreso
Pasadas las 16 horas, en la pista Teniente Marsh, los 77 turistas –de diferentes nacionalidades- se embarcaron en el avión Hércules, en una fría y nevada tarde con cielo nublado y una temperatura de cero grados. El ambiente era muy cordial y se prestó para las bromas y la conversación, más las infaltables fotos de despedida en el continente blanco.
A las 16,30 horas despegó el avión generando espontáneos aplausos de los viajeros que repletaban la aeronave. Transcurridas las horas, la expectación iba aumentando a medida que el Hércules iniciaba el descenso, aterrizando en la losa del aeropuerto Carlos Ibáñez pasadas las 19 horas de ayer, lo que fue sellado con otro vibrante aplauso y expresiones de alegría de los extranjeros.
“Cuando ella vio el anillo, dijo: “¡Sí, grandioso!”
Aunque él no era un polizón, casi como la película del Titanic resultó la experiencia vivida por la joven Mette Larsen (29 años) y Jan Henkel (42 años), dos de los 154 náufragos del accidente que sufrió el buque de turismo Explorer en la península antártica.
El danés esperaba pedirle matrimonio a su compatriota al llegar al territorio antártico, en medio del crucero. Pero, sus planes se vieron entorpecidos cuando el Explorer chocó con un iceberg.
Sin embargo, ya sobre un bote salvavidas y en medio de la total incertidumbre sobre sus vidas, Jan Henkel sólo atinó a sacar el anillo de compromiso que tenía guardado y se lo mostró, sin decirle nada.
“Cuando ella vio la argolla, dijo: “¡Sí, grandioso!”, relató feliz.
Ella, también visiblemente contenta, mostró orgullosa su anillo.
Los rostros resplandecientes de la pareja reflejaban su doble felicidad: haber sobrevivido al naufragio y estar comprometidos en matrimonio.
Los daneses llegaron ayer, a las 19,21 horas, al aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo, como parte del primer grupo de 77 pasajeros que fueron evacuados de la base antártica por el avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Chile.
En el terminal aéreo, fueron recibidos por la intendenta Eugenia Mancilla, quien les dio la bienvenida en nombre de la Presidenta Michelle Bachelet. Junto a la máxima autoridad regional, también estuvieron los representantes consulares de todas las nacionalidades de los primeros evacuados.
Así, llegaron 17 turistas holandeses, quince británicos, diez estadounidenses, nueve australianos, cuatro suizos, tres canadienses, tres daneses, tres chinos (dos de ellos de Hong Kong), dos belgas, dos irlandeses, un neozelandés, un sueco, un francés, un japonés y un alemán.
Si las condiciones climáticas lo permitían, el resto de los náufragos, incluida la tripulación, iban a ser trasladados a Punta Arenas en el curso de esta tarde. El avión Hércules tenía previsto despegar de la base Chabunco a las 6 de esta madrugada.
“¡Estoy muy contento de estar vivo!”
El primer grupo de evacuados comenzó a salir del avión Hércules y fueron recibidos por la intendenta Mancilla.
La máxima autoridad los guió hasta las dependencias habilitadas en el terminal aéreo, donde se había dispuesto un operativo de chequeo médico, mientras seis ambulancias (tres del Samu y tres del Hospital de las Fuerzas Armadas), aguardaban por si era necesario trasladar a alguno de los sobrevivientes.
El operativo de evacuación de los náufragos concitó gran expectación periodística, sobre todo de agencias y medios extranjeros, que querían informar a los respectivos países sobre el estado de salud de sus connacionales.
Pese a la dura experiencia vivida, lo más sorprendente de verlos fue la tremenda expresión de alegría que había en sus rostros.
A la incansable pregunta: “¿Cómo se siente?”, la mayoría contestó: “¡Muy feliz!”.
Y no era para menos si se piensa que estuvieron como seis horas sobre botes salvavidas antes de poder refugiarse en el crucero que llegó a su rescate, el Nordnorge, y que pasaron otras tantas horas antes de llegar a las bases chilena, Presidente Frei, y uruguaya, General Artigas.
“Me siento bien. ¡Estoy muy, muy contento de estar vivo!”, dijo el danés Jan Henkel.
Relató que tras el choque con el iceberg, toda la gente estaba muy asustada, pero que el desembarco fue conducido de manera profesional.
Agradeció la amabilidad y cuidado que tuvieron en todo momento en la base chilena.
Luego, Henkel relató la inusual y romántica manera en que se comprometió con Mette Larsen.
Otra pareja de sobrevivientes levantó los brazos y realizó expresiones de júbilo al enfrentarse con la prensa.
“Sólo pensé en sobrevivir”
El californiano Eli Chane bajó con un salvavidas en el cuello y dijo: “Me siento bien ahora. Estoy muy feliz porque todos sobrevivieron y están bien”.
Indicó que él estaba en el camarote 44 –bajo la línea de flotación- junto a otros dos turistas cuando sintieron el estruendoso y fuerte choque. Al levantarse, ya tenían el agua hasta las rodillas.
Relató que el desembarco y las horas siguientes fueron muy difíciles. “Lo primero que pensé es que tenía que sobrevivir”, recordó.
Indicó que había mucho frío, que se sentían muy desprotegidos en medio del agua.
También señaló que no fue fácil soportar las largas horas de espera sobre el bote salvavidas, así como el viaje hasta la base Frei. Después, también debieron esperar un par de horas para poder abordar el avión que los trajo a Punta Arenas.
“¡No se olviden que son náufragos!”
Por Elia Simeone
esimeone@laprensaaustral.cl
“Yo he cubierto muchos naufragios y ésta es la primera vez que un ejecutivo de una empresa se maneja tan mal. Tú no estás preparado para esto. Se necesita alguien más tranquilo, más sereno”.
Tal fue la reprimenda que se llevó, de parte de un corresponsal, un representante del armador del Explorer, la nave siniestrada en la península antártica.
El personaje, aparentemente argentino por su entonación al hablar, puso la nota negra de la jornada, al interferir el trabajo de la prensa y evitar que los turistas entregaran sus testimonios al arribo del avión Hércules que los trajo desde la base Frei.
Primero, el cada vez más histérico hombrecillo comenzó a sacar del brazo a los náufragos que accedían amablemente a entregar su reporte del desastre en la losa del aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo.
Luego y visiblemente inquieto y molesto, protagonizó un altercado con el seremi de Gobierno, Eduardo Barros, quien había ideado un esquema de salida de los turistas que permitiera que quienes quisieran hablar con la prensa lo hicieran y quienes no, pudieran subirse a los buses sin ser molestados.
El seremi Barros le pidió a este representante del armador que enfrentara a todos los medios y admitieran que eran ellos los que no querían que la prensa tuviera acceso a los pasajeros.
El hombre se negó y sólo enfrentó a los medios para decir desaforado:
“¡No se olviden que son náufragos!”.
Luego, logró que los buses ingresaran directamente a la losa del aeropuerto, sacando a los turistas para impedir que hablasen.
La misma actitud antipática mantuvo este personaje en el hotel Diego de Almagro, lugar donde fueron hospedados.
Gobierno argentino confirmó que hundimiento provocó derrame
Diarios argentinos dieron cuenta en la tarde de ayer que el gobierno nacional -de ese país- anunció que el hundimiento del crucero Explorer en aguas antárticas, provocó una “mancha concentrada de gasoil” de casi 2 kilómetros de largo por 2,5 de ancho, y adelantó que evaluará en las próximas horas si el derrame provocó daños ambientales. Fue la propia secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia de Tierra del Fuego, Argentina, Romina Picolotti, quien durante la tarde sobrevoló el área del siniestro en un avión de la Armada.
A estas alturas ya no es posible divisar restos del barco, que terminó hundiéndose en la zona donde chocó con un iceberg.
Desde nuestro país, en tanto, se informó que la Armada de Chile asumió medidas destinadas a paliar eventuales efectos ambientales por el accidente.
Si bien se espera que un grupo de especialistas arribe a la zona, una vez que las condiciones de tiempo lo permitan, la fuerza naval envió un barco de guerra con el fin de recuperar la mayor cantidad de desechos posibles.
Tras conocerse la emergencia, se destinó a la zona del accidente al rompehielos Viel que inició el plan de reparación.
fuente LPA
www.laprensaaustral.cl
Por Adrián González Subiabre
24Nov07
En vez de enfrentarnos con un tenso y complicado panorama anímico, dada la difícil experiencia que vivieron en el mar, al entrar a la hostería de la base Presidente Frei en la Antártida sólo encontramos rostros serenos, amistosos y esperanzados: eran los turistas y tripulantes que hace más de un día habían naufragado a bordo del crucero Explorer en aguas antárticas, y que esperaban el arribo del transporte aéreo que los traería a Punta Arenas.
El avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Chile, llegó cerca de las 14,30 horas de ayer a la pista del aeródromo Teniente Marsh, en la isla Rey Jorge, procedente de Punta Arenas. A bordo venían funcionarios y oficiales de la Fach, junto a una comitiva de periodistas nacionales.
Al advertir la presencia de las cámaras filmadoras y fotográficas de los reporteros, los náufragos se mostraron un poco escépticos, pero al momento todo se tornó en simpatía, lo que se prestó para un grato momento.
A bordo del avión también llegó el comandante en jefe de la IV Brigada Aérea, general Federico Klock, quien compartió con los turistas y les explicó el procedimiento para el traslado a Punta Arenas. Fue tan cordial el diálogo con los extranjeros que el general fue aplaudido, a modo de agradecimiento general.
El oficial explicó que el grupo total de 154 pasajeros se dividió en dos de 77, partiendo el primero de éstos ayer a las 16,30 horas, llegando pasadas las 19 al aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo de nuestra ciudad. El segundo viaje se estaría haciendo hoy domingo.
Testimonios
Mientras los ciudadanos extranjeros realizaban su trámite de migración con el funcionario de Policía Internacional Alex González -quien también viajó para estos efectos-, varios de ellos accedieron a conversar con medios de prensa, aunque la mayoría pidió reserva de su nombre y en algunos casos incluso la publicación de sus comentarios, en especial los británicos, quienes fueron muy requeridos por los medios ingleses en las últimas horas, por lo que se sentían algo agotados.
Quien accedió a entregar su testimonio fue el inglés Bryan Hackett, un profesor de escuela de 40 años, oriundo de Manchester. Recordando el episodio del accidente en el mar señaló que “recuerdo que momentos antes del impacto, estuve hablando con el capitán, cuando ocurrió todo. Creo que viví una difícil experiencia, pero al momento de producirse no se actuó de forma irracional, ni hubo pánico, pienso que tuvimos buenos líderes en ese momento”.
Consultado sobre qué va a contar a sus estudiantes y cercanos de esta vivencia, respondió que “como profesor y profesional voy a tratar de transmitir esta experiencia y todo lo que significó para mí, que fue muy fuerte. De hecho, tengo pensado volver a hacer este tour más adelante, pero por ahora voy a visitar las islas Falkland”.
Por su parte, la holandesa Marlie Van De Berg, de 49 años, nos contó que “yo estaba en el segundo piso, en el salón común. Me enteré de lo que ocurrió sólo cuando comenzó a sonar la alarma para la tripulación y luego la de los pasajeros. No hubo pánico porque había confianza en la tripulación del barco y en el manejo de la situación, ya que se había ensayado un simulacro”.
Indicó que “todos sabíamos lo que había que hacer. Cuando sonó la alarma fuimos a un salón grande de reunión y tras darse la orden de abandonar el barco, nos dirigimos a los botes salvavidas, cada uno tenía asignado un bote específico y un salvavidas”.
El regreso
Pasadas las 16 horas, en la pista Teniente Marsh, los 77 turistas –de diferentes nacionalidades- se embarcaron en el avión Hércules, en una fría y nevada tarde con cielo nublado y una temperatura de cero grados. El ambiente era muy cordial y se prestó para las bromas y la conversación, más las infaltables fotos de despedida en el continente blanco.
A las 16,30 horas despegó el avión generando espontáneos aplausos de los viajeros que repletaban la aeronave. Transcurridas las horas, la expectación iba aumentando a medida que el Hércules iniciaba el descenso, aterrizando en la losa del aeropuerto Carlos Ibáñez pasadas las 19 horas de ayer, lo que fue sellado con otro vibrante aplauso y expresiones de alegría de los extranjeros.
“Cuando ella vio el anillo, dijo: “¡Sí, grandioso!”
Aunque él no era un polizón, casi como la película del Titanic resultó la experiencia vivida por la joven Mette Larsen (29 años) y Jan Henkel (42 años), dos de los 154 náufragos del accidente que sufrió el buque de turismo Explorer en la península antártica.
El danés esperaba pedirle matrimonio a su compatriota al llegar al territorio antártico, en medio del crucero. Pero, sus planes se vieron entorpecidos cuando el Explorer chocó con un iceberg.
Sin embargo, ya sobre un bote salvavidas y en medio de la total incertidumbre sobre sus vidas, Jan Henkel sólo atinó a sacar el anillo de compromiso que tenía guardado y se lo mostró, sin decirle nada.
“Cuando ella vio la argolla, dijo: “¡Sí, grandioso!”, relató feliz.
Ella, también visiblemente contenta, mostró orgullosa su anillo.
Los rostros resplandecientes de la pareja reflejaban su doble felicidad: haber sobrevivido al naufragio y estar comprometidos en matrimonio.
Los daneses llegaron ayer, a las 19,21 horas, al aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo, como parte del primer grupo de 77 pasajeros que fueron evacuados de la base antártica por el avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Chile.
En el terminal aéreo, fueron recibidos por la intendenta Eugenia Mancilla, quien les dio la bienvenida en nombre de la Presidenta Michelle Bachelet. Junto a la máxima autoridad regional, también estuvieron los representantes consulares de todas las nacionalidades de los primeros evacuados.
Así, llegaron 17 turistas holandeses, quince británicos, diez estadounidenses, nueve australianos, cuatro suizos, tres canadienses, tres daneses, tres chinos (dos de ellos de Hong Kong), dos belgas, dos irlandeses, un neozelandés, un sueco, un francés, un japonés y un alemán.
Si las condiciones climáticas lo permitían, el resto de los náufragos, incluida la tripulación, iban a ser trasladados a Punta Arenas en el curso de esta tarde. El avión Hércules tenía previsto despegar de la base Chabunco a las 6 de esta madrugada.
“¡Estoy muy contento de estar vivo!”
El primer grupo de evacuados comenzó a salir del avión Hércules y fueron recibidos por la intendenta Mancilla.
La máxima autoridad los guió hasta las dependencias habilitadas en el terminal aéreo, donde se había dispuesto un operativo de chequeo médico, mientras seis ambulancias (tres del Samu y tres del Hospital de las Fuerzas Armadas), aguardaban por si era necesario trasladar a alguno de los sobrevivientes.
El operativo de evacuación de los náufragos concitó gran expectación periodística, sobre todo de agencias y medios extranjeros, que querían informar a los respectivos países sobre el estado de salud de sus connacionales.
Pese a la dura experiencia vivida, lo más sorprendente de verlos fue la tremenda expresión de alegría que había en sus rostros.
A la incansable pregunta: “¿Cómo se siente?”, la mayoría contestó: “¡Muy feliz!”.
Y no era para menos si se piensa que estuvieron como seis horas sobre botes salvavidas antes de poder refugiarse en el crucero que llegó a su rescate, el Nordnorge, y que pasaron otras tantas horas antes de llegar a las bases chilena, Presidente Frei, y uruguaya, General Artigas.
“Me siento bien. ¡Estoy muy, muy contento de estar vivo!”, dijo el danés Jan Henkel.
Relató que tras el choque con el iceberg, toda la gente estaba muy asustada, pero que el desembarco fue conducido de manera profesional.
Agradeció la amabilidad y cuidado que tuvieron en todo momento en la base chilena.
Luego, Henkel relató la inusual y romántica manera en que se comprometió con Mette Larsen.
Otra pareja de sobrevivientes levantó los brazos y realizó expresiones de júbilo al enfrentarse con la prensa.
“Sólo pensé en sobrevivir”
El californiano Eli Chane bajó con un salvavidas en el cuello y dijo: “Me siento bien ahora. Estoy muy feliz porque todos sobrevivieron y están bien”.
Indicó que él estaba en el camarote 44 –bajo la línea de flotación- junto a otros dos turistas cuando sintieron el estruendoso y fuerte choque. Al levantarse, ya tenían el agua hasta las rodillas.
Relató que el desembarco y las horas siguientes fueron muy difíciles. “Lo primero que pensé es que tenía que sobrevivir”, recordó.
Indicó que había mucho frío, que se sentían muy desprotegidos en medio del agua.
También señaló que no fue fácil soportar las largas horas de espera sobre el bote salvavidas, así como el viaje hasta la base Frei. Después, también debieron esperar un par de horas para poder abordar el avión que los trajo a Punta Arenas.
“¡No se olviden que son náufragos!”
Por Elia Simeone
esimeone@laprensaaustral.cl
“Yo he cubierto muchos naufragios y ésta es la primera vez que un ejecutivo de una empresa se maneja tan mal. Tú no estás preparado para esto. Se necesita alguien más tranquilo, más sereno”.
Tal fue la reprimenda que se llevó, de parte de un corresponsal, un representante del armador del Explorer, la nave siniestrada en la península antártica.
El personaje, aparentemente argentino por su entonación al hablar, puso la nota negra de la jornada, al interferir el trabajo de la prensa y evitar que los turistas entregaran sus testimonios al arribo del avión Hércules que los trajo desde la base Frei.
Primero, el cada vez más histérico hombrecillo comenzó a sacar del brazo a los náufragos que accedían amablemente a entregar su reporte del desastre en la losa del aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo.
Luego y visiblemente inquieto y molesto, protagonizó un altercado con el seremi de Gobierno, Eduardo Barros, quien había ideado un esquema de salida de los turistas que permitiera que quienes quisieran hablar con la prensa lo hicieran y quienes no, pudieran subirse a los buses sin ser molestados.
El seremi Barros le pidió a este representante del armador que enfrentara a todos los medios y admitieran que eran ellos los que no querían que la prensa tuviera acceso a los pasajeros.
El hombre se negó y sólo enfrentó a los medios para decir desaforado:
“¡No se olviden que son náufragos!”.
Luego, logró que los buses ingresaran directamente a la losa del aeropuerto, sacando a los turistas para impedir que hablasen.
La misma actitud antipática mantuvo este personaje en el hotel Diego de Almagro, lugar donde fueron hospedados.
Gobierno argentino confirmó que hundimiento provocó derrame
Diarios argentinos dieron cuenta en la tarde de ayer que el gobierno nacional -de ese país- anunció que el hundimiento del crucero Explorer en aguas antárticas, provocó una “mancha concentrada de gasoil” de casi 2 kilómetros de largo por 2,5 de ancho, y adelantó que evaluará en las próximas horas si el derrame provocó daños ambientales. Fue la propia secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia de Tierra del Fuego, Argentina, Romina Picolotti, quien durante la tarde sobrevoló el área del siniestro en un avión de la Armada.
A estas alturas ya no es posible divisar restos del barco, que terminó hundiéndose en la zona donde chocó con un iceberg.
Desde nuestro país, en tanto, se informó que la Armada de Chile asumió medidas destinadas a paliar eventuales efectos ambientales por el accidente.
Si bien se espera que un grupo de especialistas arribe a la zona, una vez que las condiciones de tiempo lo permitan, la fuerza naval envió un barco de guerra con el fin de recuperar la mayor cantidad de desechos posibles.
Tras conocerse la emergencia, se destinó a la zona del accidente al rompehielos Viel que inició el plan de reparación.
fuente LPA
Ultimos náufragos retornan a tierra firme
Avión militar partió a la Antártica para evacuar segundo grupo de náufragos
Domingo 25 de Noviembre de 2007
Fuente :AFP / El Mercurio Online
Se espera que la nave regrese cerca de las 13:00 horas a Punta Arenas con el grupo de 77 pasajeros que aún permanece en el continente blanco.
PUNTA ARENAS.- Un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) partió hoy domingo rumbo a la Antártica para evacuar al segundo y último grupo de los ocupantes del crucero turístico que naufragó el viernes en las aguas del continente helado.
La nave partió a las 06:30 horas desde Punta Arenas, ciudad ubicada a orillas del Estrecho de Magallanes, hacia la base militar chilena Eduardo Frei donde espera el grupo, a unos mil kilómetros de distancia.
Según fuentes de la Fuerza Aérea, se espera que la nave llegue dos horas y media después y que regrese alrededor de las 13:00 horas a esta ciudad con el grupo de 77 pasajeros que aún permanece en la Antártica.
La tarde del sábado llegó a Punta Arenas un primer grupo de pasajeros.
Los 154 pasajeros y tripulantes del crucero "Explorer" -que el viernes chocó con un iceberg y se hundió 15 horas después- coordinarán el regreso a sus países con los respectivos cónsules y los representantes de la naviera en Chile.
Los últimos ocupantes del crucero permanecían desde el viernes en las bases Presidente Frei de la FACh, Julio Escudero del Instituto Antártico Chileno (Inach) y General Artigas de Uruguay, a la espera que las condiciones meteorológicas permitieran el rescate por vía aérea.
Combustible se diluye en el mar
Marejadas y fuertes vientos en el estrecho de Bransfield contribuyen a una rápida dispersión del petróleo diésel que derramó el crucero turístico Explorer, que se hundió el viernes tras chocar con un témpano, a 75 km al este de la isla Rey Jorge, en la Antártica.
El gobernador marítimo de Punta Arenas, capitán de navío Ricardo Bendeck, informó que la nave quedó en el fondo marino, a mil cien metros de profundidad. En el área permanecía el buque rompehielos Óscar Viel, de la Armada de Chile, cuya dotación detectó que tras el hundimiento surgió una mancha de petróleo de 180 por 20 metros, aproximadamente.
El jefe de Estado Mayor de la Tercera Zona Naval, capitán de navío Pedro Torres, sostuvo que por las características del combustible, un diésel que se diluye muy rápido al contacto con el agua, lo más recomendable es la dispersión mecánica, que implica mover con diversas técnicas la superficie del mar. No obstante, ello no ha sido necesario debido a las marejadas y fuertes vientos, dijo el oficial.
Domingo 25 de Noviembre de 2007
Fuente :AFP / El Mercurio Online
Se espera que la nave regrese cerca de las 13:00 horas a Punta Arenas con el grupo de 77 pasajeros que aún permanece en el continente blanco.
PUNTA ARENAS.- Un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) partió hoy domingo rumbo a la Antártica para evacuar al segundo y último grupo de los ocupantes del crucero turístico que naufragó el viernes en las aguas del continente helado.
La nave partió a las 06:30 horas desde Punta Arenas, ciudad ubicada a orillas del Estrecho de Magallanes, hacia la base militar chilena Eduardo Frei donde espera el grupo, a unos mil kilómetros de distancia.
Según fuentes de la Fuerza Aérea, se espera que la nave llegue dos horas y media después y que regrese alrededor de las 13:00 horas a esta ciudad con el grupo de 77 pasajeros que aún permanece en la Antártica.
La tarde del sábado llegó a Punta Arenas un primer grupo de pasajeros.
Los 154 pasajeros y tripulantes del crucero "Explorer" -que el viernes chocó con un iceberg y se hundió 15 horas después- coordinarán el regreso a sus países con los respectivos cónsules y los representantes de la naviera en Chile.
Los últimos ocupantes del crucero permanecían desde el viernes en las bases Presidente Frei de la FACh, Julio Escudero del Instituto Antártico Chileno (Inach) y General Artigas de Uruguay, a la espera que las condiciones meteorológicas permitieran el rescate por vía aérea.
Combustible se diluye en el mar
Marejadas y fuertes vientos en el estrecho de Bransfield contribuyen a una rápida dispersión del petróleo diésel que derramó el crucero turístico Explorer, que se hundió el viernes tras chocar con un témpano, a 75 km al este de la isla Rey Jorge, en la Antártica.
El gobernador marítimo de Punta Arenas, capitán de navío Ricardo Bendeck, informó que la nave quedó en el fondo marino, a mil cien metros de profundidad. En el área permanecía el buque rompehielos Óscar Viel, de la Armada de Chile, cuya dotación detectó que tras el hundimiento surgió una mancha de petróleo de 180 por 20 metros, aproximadamente.
El jefe de Estado Mayor de la Tercera Zona Naval, capitán de navío Pedro Torres, sostuvo que por las características del combustible, un diésel que se diluye muy rápido al contacto con el agua, lo más recomendable es la dispersión mecánica, que implica mover con diversas técnicas la superficie del mar. No obstante, ello no ha sido necesario debido a las marejadas y fuertes vientos, dijo el oficial.
Náufragos del Explorer en Punta Arenas
Pubilcado en www.perupuntocom.com
24-nov-2007
PUNTA ARENAS, Chile (AFP) - Un avión Hércules de la Fuerza Aérea chilena llegó a la Antártida este sábado para rescatar a los ocupantes de un crucero que naufragó el viernes en las aguas antárticas y pasaron la noche en bases militares del continente blanco.
El avión chileno llegó hacia las 14h30 locales (17h30 GMT) a la Antártida para evacuar a los ocupantes del crucero turístico "Explorer", informaron los medios chilenos.
El Hércules partió a las 12H20 locales de este sábado (15H20 GMT) desde la ciudad de Punta Arenas, a orillas del Estrecho de Magallanes, para recoger a un primer grupo de 78 pasajeros, de los 154 ocupantes del crucero, desde la base chilena Eduardo Frei, situada en la isla Rey Jorge.
"Ellos van a llegar aproximadamente a Punta Arenas a las 19H00 horas (22H00 GMT)", dijo la gobernadora de la región austral de Magallanes, Eugenia Mancilla.
La funcionaria se reunió este sábado con cónsules de los países de origen de los ocupantes del barco, a quienes les entregó detalles sobre el operativo de evacuación de los pasajeros del "Explorer", que naufragó tras chocar con un iceberg, en un accidente que hizo recordar la tragedia del Titanic en 1912.
Tras la reunión, Mancilla dijo que el Hércules realizará un segundo vuelo una vez que regrese con los primeros pasajeros, cuando las condiciones meteorológicas lo permitan.
"Esperamos que se concluya en horas de la madrugada (del domingo) la evacuación de todos los pasajeros", dijo Mancilla.
"El ingreso de una nave a la base Frei depende exclusivamente de las ventanas meteorológicas que se produzcan", dijo la funcionaria.
Los 154 pasajeros y tripulantes del "Explorer", que se hundió horas después de chocar con un iceberg, llegaron a la base Frei la tarde del viernes a bordo de la nave noruega "Nordnorge", que los rescató desde los botes salvavidas luego que abandonaron el crucero.
Fueron repartidos entre la base militar chilena y la uruguaya Artigas los rescatados, entre ellos ciudadanos de Gran Bretaña, Canadá, Australia, Estados Unidos, Alemania, Argentina, Suecia, China y otros países.
El sábado desayunaron y ahora "tratan de tomar contacto con sus familiares a través de teléfonos y de internet", contó a la AFP el comandante de la base Eduardo Frei, Raúl Jorquera.
El oficial comentó telefónicamente que los ocupantes de la nave siniestrada están tranquilos, aunque esperan salir del continente helado cuanto antes.
"Indudablemente hay el ánimo por salir lo antes posible pero están tranquilos. Ahora están recorriendo la base, contactándose por teléfono e internet con sus familiares y esperando la entrada de nuestro avión", explicó.
Según contó a la prensa el capitán del "Explorer", Bengt Witman, el impacto de la nave contra el iceberg lo hizo pensar que habían colisionado con una ballena.
"Primero pensé que habíamos chocado con una ballena, luego por la radio escuchamos que había desesperación en el barco" dijo el capitán sueco a la prensa de su país, en declaraciones reproducidas por la prensa chilena.
Tras el impacto, y al constatar que el agua estaba entrando a la embarcación, el capitán dio la orden de evacuar y emitió una alerta para que embarcaciones cercanas pudieran auxiliarlos.
"Cuando al fin logré bajar al bote salvavidas, nos sentamos y comenzamos a abrazarnos", relató Witman, que también se mostró satisfecho por la operación de salvamento, que no dejó muertos ni heridos.
El "Explorer", de bandera liberiana, había partido el 11 de noviembre del puerto argentino de Ushuaia, en el extremo austral americano y a poco más de 1.000 km del sitio del naufragio.
El crucero escoró durante varias horas hasta finalmente hundirse alrededor de las 15H30 del viernes (18H30 GMT), según informó el rompehielos Viel de la marina chilena que llegó al sitio del naufragio para verificar el estado de la embarcación y si generaría problemas de contaminación.
La nave hundida era una de las pioneras en el turismo antártico.
24-nov-2007
PUNTA ARENAS, Chile (AFP) - Un avión Hércules de la Fuerza Aérea chilena llegó a la Antártida este sábado para rescatar a los ocupantes de un crucero que naufragó el viernes en las aguas antárticas y pasaron la noche en bases militares del continente blanco.
El avión chileno llegó hacia las 14h30 locales (17h30 GMT) a la Antártida para evacuar a los ocupantes del crucero turístico "Explorer", informaron los medios chilenos.
El Hércules partió a las 12H20 locales de este sábado (15H20 GMT) desde la ciudad de Punta Arenas, a orillas del Estrecho de Magallanes, para recoger a un primer grupo de 78 pasajeros, de los 154 ocupantes del crucero, desde la base chilena Eduardo Frei, situada en la isla Rey Jorge.
"Ellos van a llegar aproximadamente a Punta Arenas a las 19H00 horas (22H00 GMT)", dijo la gobernadora de la región austral de Magallanes, Eugenia Mancilla.
La funcionaria se reunió este sábado con cónsules de los países de origen de los ocupantes del barco, a quienes les entregó detalles sobre el operativo de evacuación de los pasajeros del "Explorer", que naufragó tras chocar con un iceberg, en un accidente que hizo recordar la tragedia del Titanic en 1912.
Tras la reunión, Mancilla dijo que el Hércules realizará un segundo vuelo una vez que regrese con los primeros pasajeros, cuando las condiciones meteorológicas lo permitan.
"Esperamos que se concluya en horas de la madrugada (del domingo) la evacuación de todos los pasajeros", dijo Mancilla.
"El ingreso de una nave a la base Frei depende exclusivamente de las ventanas meteorológicas que se produzcan", dijo la funcionaria.
Los 154 pasajeros y tripulantes del "Explorer", que se hundió horas después de chocar con un iceberg, llegaron a la base Frei la tarde del viernes a bordo de la nave noruega "Nordnorge", que los rescató desde los botes salvavidas luego que abandonaron el crucero.
Fueron repartidos entre la base militar chilena y la uruguaya Artigas los rescatados, entre ellos ciudadanos de Gran Bretaña, Canadá, Australia, Estados Unidos, Alemania, Argentina, Suecia, China y otros países.
El sábado desayunaron y ahora "tratan de tomar contacto con sus familiares a través de teléfonos y de internet", contó a la AFP el comandante de la base Eduardo Frei, Raúl Jorquera.
El oficial comentó telefónicamente que los ocupantes de la nave siniestrada están tranquilos, aunque esperan salir del continente helado cuanto antes.
"Indudablemente hay el ánimo por salir lo antes posible pero están tranquilos. Ahora están recorriendo la base, contactándose por teléfono e internet con sus familiares y esperando la entrada de nuestro avión", explicó.
Según contó a la prensa el capitán del "Explorer", Bengt Witman, el impacto de la nave contra el iceberg lo hizo pensar que habían colisionado con una ballena.
"Primero pensé que habíamos chocado con una ballena, luego por la radio escuchamos que había desesperación en el barco" dijo el capitán sueco a la prensa de su país, en declaraciones reproducidas por la prensa chilena.
Tras el impacto, y al constatar que el agua estaba entrando a la embarcación, el capitán dio la orden de evacuar y emitió una alerta para que embarcaciones cercanas pudieran auxiliarlos.
"Cuando al fin logré bajar al bote salvavidas, nos sentamos y comenzamos a abrazarnos", relató Witman, que también se mostró satisfecho por la operación de salvamento, que no dejó muertos ni heridos.
El "Explorer", de bandera liberiana, había partido el 11 de noviembre del puerto argentino de Ushuaia, en el extremo austral americano y a poco más de 1.000 km del sitio del naufragio.
El crucero escoró durante varias horas hasta finalmente hundirse alrededor de las 15H30 del viernes (18H30 GMT), según informó el rompehielos Viel de la marina chilena que llegó al sitio del naufragio para verificar el estado de la embarcación y si generaría problemas de contaminación.
La nave hundida era una de las pioneras en el turismo antártico.
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