jueves, octubre 18, 2007
Observatorio de China en el Polo Sur
Publicado en: http://spanish.peopledaily.com.cn/
17oct07
China construirá observatorio en Polo Sur
El Centro Chino para la Astronomía Antártica ha anunciado que dos astrónomos se dirigirán al Polo Sur como miembros del equipo de expedición antártica de China a finales de octubre. Ellos planean escalar el Dome-A a finales de diciembre y preparan la construcción de un observatorio astronómico automático.
El Dome-A es el punto más alto en la Antártida a una altura de aproximadamente 4.093 metros sobre el nivel del mar. Es uno de los mejores lugares en la Tierra para el establecimiento de un observatorio porque almacena informaciones climáticas y condiciones atmosféricas para el globo entero. Desde allí se puede observar los cambios climáticos y medioambientales así como fenómenos naturales especiales que no se pueden ver desde otros lugares. El equipo de expedición antártica de China escaló con éxito el Dome-A por primera vez en 2005, marcando un gran avance en la exploración polar de China.
Lo que diferencia a esta expedición de las previas es que el equipo incluye a dos astrónomos. Ellos Sson Zhou Xu, investigador de los Observatorios Astronómicos Nacionales, y Zhu Zhenxi, subinvestigador del Observatorio de la Montaña Púrpura. Ésta será la primera vez que los astrónomos chinos escalen el Dome-A antártico. Sus responsabilidades son las de instalar y depurar los instrumentos y establecer el observatorio astronómico automático.
Si todo marcha bien, China establecerá el observatorio en el Dome-A el próximo año. Un experto del Centro Chino para la Astronomía Antártica explicó que el principal propósito del observatorio es realizar cálculos astronómicos y determinar los parámetros de la selección de la estación astronómica. El observatorio estará equipado con motores, computadores centrales, comunicación por satélite, y una torre de observatorio automático.
Fuente: www.spanish.china.org.cn
17oct07
China construirá observatorio en Polo Sur
El Centro Chino para la Astronomía Antártica ha anunciado que dos astrónomos se dirigirán al Polo Sur como miembros del equipo de expedición antártica de China a finales de octubre. Ellos planean escalar el Dome-A a finales de diciembre y preparan la construcción de un observatorio astronómico automático.
El Dome-A es el punto más alto en la Antártida a una altura de aproximadamente 4.093 metros sobre el nivel del mar. Es uno de los mejores lugares en la Tierra para el establecimiento de un observatorio porque almacena informaciones climáticas y condiciones atmosféricas para el globo entero. Desde allí se puede observar los cambios climáticos y medioambientales así como fenómenos naturales especiales que no se pueden ver desde otros lugares. El equipo de expedición antártica de China escaló con éxito el Dome-A por primera vez en 2005, marcando un gran avance en la exploración polar de China.
Lo que diferencia a esta expedición de las previas es que el equipo incluye a dos astrónomos. Ellos Sson Zhou Xu, investigador de los Observatorios Astronómicos Nacionales, y Zhu Zhenxi, subinvestigador del Observatorio de la Montaña Púrpura. Ésta será la primera vez que los astrónomos chinos escalen el Dome-A antártico. Sus responsabilidades son las de instalar y depurar los instrumentos y establecer el observatorio astronómico automático.
Si todo marcha bien, China establecerá el observatorio en el Dome-A el próximo año. Un experto del Centro Chino para la Astronomía Antártica explicó que el principal propósito del observatorio es realizar cálculos astronómicos y determinar los parámetros de la selección de la estación astronómica. El observatorio estará equipado con motores, computadores centrales, comunicación por satélite, y una torre de observatorio automático.
Fuente: www.spanish.china.org.cn
miércoles, octubre 17, 2007
Reino Unido, pretende ampliar su reclamo territorial en la Antártida
REINO UNIDO RECLAMA LA ANTÁRTIDA
Publicado en www.Montevideo.com.uy
17 oct 2007
El Reino Unido se dispone a reclamar sus derechos soberanos sobre más de un millón de kilómetros cuadrados en la Antártida, informa hoy el diario "The Guardian".
El reclamo que el Gobierno de Londres presentará oficialmente a las Naciones Unidas, representa un claro desafío, según el periódico, al espíritu del tratado de 1959 sobre el continente blanco, del que este país es signatario.
Ese tratado, destinado a prevenir futuras disputas, establecía que no se presentarían nuevas reclamaciones territoriales sobre la Antártida.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores dijeron al periódico que se están recogiendo y procesando datos para apuntalar la reclamación británica, destinada a ampliar los derechos de explotación de las reservas de petróleo, gas y minerales hasta 350 millas náuticas frente al territorio antártico británico.
Buena parte del fondo marino es tan profundo que de momento no es viable técnicamente la extracción de esas materias primas, pero la simple reclamación enojará a los países del Cono Sur americano que creen tener mayores derechos a esas riquezas naturales, señala el periódico.
En setiembre, "The Guardian" reveló ya que Londres prepara un dossier para reclamar también las aguas territoriales en torno a varias islas - las Malvinas y las de Georgia del Sur, la de Ascensión y el islote de Rockall, al oeste de Escocia.
Esos reclamos se basan en el artículo 76 de la convención de la ONU sobre el Derecho del Mar. Londres ya presentó ante la ONU una reclamación conjunta con Francia, Irlanda y España que afecta a una amplia zona del fondo marino del mar Cantábrico (bahía de Vizcaya).
El territorio antártico británico, que este país reclamó para sí por primera vez en 1908, forma una cuña triangular con el vértice en el polo sur y tiene una extensión superior al millón de kilómetros cuadrados.
El próximo año celebrará su centenario acuñando su primera moneda de curso legal.
Un sumergible británico descendió recientemente hasta más de dos millas de profundidad en el borde mismo de la plataforma continental y en unas aguas que rebosan de krill y otras pequeñas criaturas marinas.
El reclamo británico de esas aguas es la más polémica de todas ya que depende de su proximidad al Territorio Antártico Británico, disputado también por Chile y Argentina. El protocolo medioambiental del Tratado Antártico, firmado en 1991, prohíbe toda actividad relacionada con la extracción de minerales que no esté destinada a fines de investigación. El Gobierno británico debe decidir todavía cómo argumentar su reclamación ante la ONU.
Fuente: Montevideo.com.uy
Con información de EFE
Ver post sobre reclamos similares en el Artico
Publicado en www.Montevideo.com.uy
17 oct 2007
El Reino Unido se dispone a reclamar sus derechos soberanos sobre más de un millón de kilómetros cuadrados en la Antártida, informa hoy el diario "The Guardian".
El reclamo que el Gobierno de Londres presentará oficialmente a las Naciones Unidas, representa un claro desafío, según el periódico, al espíritu del tratado de 1959 sobre el continente blanco, del que este país es signatario.
Ese tratado, destinado a prevenir futuras disputas, establecía que no se presentarían nuevas reclamaciones territoriales sobre la Antártida.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores dijeron al periódico que se están recogiendo y procesando datos para apuntalar la reclamación británica, destinada a ampliar los derechos de explotación de las reservas de petróleo, gas y minerales hasta 350 millas náuticas frente al territorio antártico británico.
Buena parte del fondo marino es tan profundo que de momento no es viable técnicamente la extracción de esas materias primas, pero la simple reclamación enojará a los países del Cono Sur americano que creen tener mayores derechos a esas riquezas naturales, señala el periódico.
En setiembre, "The Guardian" reveló ya que Londres prepara un dossier para reclamar también las aguas territoriales en torno a varias islas - las Malvinas y las de Georgia del Sur, la de Ascensión y el islote de Rockall, al oeste de Escocia.
Esos reclamos se basan en el artículo 76 de la convención de la ONU sobre el Derecho del Mar. Londres ya presentó ante la ONU una reclamación conjunta con Francia, Irlanda y España que afecta a una amplia zona del fondo marino del mar Cantábrico (bahía de Vizcaya).
El territorio antártico británico, que este país reclamó para sí por primera vez en 1908, forma una cuña triangular con el vértice en el polo sur y tiene una extensión superior al millón de kilómetros cuadrados.
El próximo año celebrará su centenario acuñando su primera moneda de curso legal.
Un sumergible británico descendió recientemente hasta más de dos millas de profundidad en el borde mismo de la plataforma continental y en unas aguas que rebosan de krill y otras pequeñas criaturas marinas.
El reclamo británico de esas aguas es la más polémica de todas ya que depende de su proximidad al Territorio Antártico Británico, disputado también por Chile y Argentina. El protocolo medioambiental del Tratado Antártico, firmado en 1991, prohíbe toda actividad relacionada con la extracción de minerales que no esté destinada a fines de investigación. El Gobierno británico debe decidir todavía cómo argumentar su reclamación ante la ONU.
Fuente: Montevideo.com.uy
Con información de EFE
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martes, octubre 16, 2007
España invertirá en reformar sus bases antárticas
Publicado en www.heraldo.es
16 oct 07
Cuatro millones para reformar las bases antárticas españolas
El impacto ambiental de los trabajos será prácticamente nulo y se les dotará de abastecimiento con energías renovables.
AGENCIAS. Madrid El Ministerio de Educación y Ciencia prevé comenzar el año que viene la reforma de las dos bases que tienen en la Antártida, Juan Carlos I y Gabriel de Castilla, según anunció ayer en Barcelona la ministra del ramo, Mercedes Cabrera, cuyo departamento prevé destinar más de cuatro millones de euros.
El Gobierno colabora con el Año Polar Internacional 2007-2008 con una aportación de ocho millones de euros destinados a 19 proyectos de investigación. A estas ayudas hay que sumar las de otras instituciones meteorológicas y aerospaciales de ámbito nacional.
En el marco del apoyo a la modernización de las infraestructuras polares existentes, Cabrera remarcó que los Presupuestos Generales del Estado para 2008, pendientes de aprobación, prevén una partida de 3,5 millones de euros para la primera parte de la reforma de la base antártica española Juan Carlos I y otra de 300.000 euros para la base de Gabriel de Castilla.
La base Juan Carlos I, que el próximo año cumplirá veinte años, está gestionada por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y se encuentra en la costa sureste de Bahía Sur, en la península Hurd de Isla Livingstone, en el archipiélago de las Shetland del Sur.
A tan sólo veinte millas de esta instalación científica se encuentra la base del Ejército de Tierra Gabriel de Castilla, situada en la isla volcánica de Decepción, también en el archipiélago de las Shetland del Sur.
El Gobierno invertirá unos 300.000 euros en la reforma de esta base, donde se realizan proyectos de investigación y experimentación de interés para el Ejército en las áreas de transmisiones, medio ambiente, sanidad, bromatología o vestuario y material de campamento.
La ministra destacó que, según los criterios de diseño de la remodelación, el impacto medioambiental de los trabajos en la Antártida será "prácticamente nulo" y está previsto que en el caso de la base Juan Carlos I puedan suministrarse con energías renovables.
Año polar
Remarcó que el Año Polar es "decisivo" para que científicos y ciudadanos conozcan los avances de las investigaciones. En su opinión, los polos son un laboratorio natural "único" para entender la evolución del planeta, por lo que hay que aprovechar al máximo la observación en estos "emplazamientos privilegiados".
Cabrera participó en Barcelona en la clausura del ciclo de conferencias "Más allá del cambio climático. Retos del Año Polar Internacional", impulsado por la Fundació Caixa Catalunya y que ayer contó con la presencia de uno de los mayores expertos en este tema, el doctor en oceanografía David.
16 oct 07
Cuatro millones para reformar las bases antárticas españolas
El impacto ambiental de los trabajos será prácticamente nulo y se les dotará de abastecimiento con energías renovables.
AGENCIAS. Madrid El Ministerio de Educación y Ciencia prevé comenzar el año que viene la reforma de las dos bases que tienen en la Antártida, Juan Carlos I y Gabriel de Castilla, según anunció ayer en Barcelona la ministra del ramo, Mercedes Cabrera, cuyo departamento prevé destinar más de cuatro millones de euros.
El Gobierno colabora con el Año Polar Internacional 2007-2008 con una aportación de ocho millones de euros destinados a 19 proyectos de investigación. A estas ayudas hay que sumar las de otras instituciones meteorológicas y aerospaciales de ámbito nacional.
En el marco del apoyo a la modernización de las infraestructuras polares existentes, Cabrera remarcó que los Presupuestos Generales del Estado para 2008, pendientes de aprobación, prevén una partida de 3,5 millones de euros para la primera parte de la reforma de la base antártica española Juan Carlos I y otra de 300.000 euros para la base de Gabriel de Castilla.
La base Juan Carlos I, que el próximo año cumplirá veinte años, está gestionada por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y se encuentra en la costa sureste de Bahía Sur, en la península Hurd de Isla Livingstone, en el archipiélago de las Shetland del Sur.
A tan sólo veinte millas de esta instalación científica se encuentra la base del Ejército de Tierra Gabriel de Castilla, situada en la isla volcánica de Decepción, también en el archipiélago de las Shetland del Sur.
El Gobierno invertirá unos 300.000 euros en la reforma de esta base, donde se realizan proyectos de investigación y experimentación de interés para el Ejército en las áreas de transmisiones, medio ambiente, sanidad, bromatología o vestuario y material de campamento.
La ministra destacó que, según los criterios de diseño de la remodelación, el impacto medioambiental de los trabajos en la Antártida será "prácticamente nulo" y está previsto que en el caso de la base Juan Carlos I puedan suministrarse con energías renovables.
Año polar
Remarcó que el Año Polar es "decisivo" para que científicos y ciudadanos conozcan los avances de las investigaciones. En su opinión, los polos son un laboratorio natural "único" para entender la evolución del planeta, por lo que hay que aprovechar al máximo la observación en estos "emplazamientos privilegiados".
Cabrera participó en Barcelona en la clausura del ciclo de conferencias "Más allá del cambio climático. Retos del Año Polar Internacional", impulsado por la Fundació Caixa Catalunya y que ayer contó con la presencia de uno de los mayores expertos en este tema, el doctor en oceanografía David.
domingo, octubre 14, 2007
Exposición fotográfica sobre “El Perú en la Antártida”
Publicado en RPP Noticias www.rpp.com.pe
viernes, 12 de octubre , 2007
(RPP) El Instituto Antártico Peruano (Inanpe) presenta la exposición fotográfica: El Perú en la Antártica, compuesta por fotografías provenientes de la XVII Expedición Científica Antártica, obtenidas por los propios expedicionarios en el transcurso de sus labores cotidianas, ejecutadas entre el 10 de diciembre de 2006 y el 27 de febrero de 2007.
La Exposición se realizará del 12 al 22 de octubre, en el hall principal del edificio Carlos García Bedoya, ubicado en el jirón Lampa 590 (Lima, Perú), sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, de lunes a viernes, desde las 08:30 hasta las 18:00 horas.
Estará abierta a la visita de estudiantes, académicos y público en general, interesados en la temática antártica.
El Inanpe es el ente encargado de conducir la política nacional antártica de Perú, liderando todas las actividades que las entidades de los sectores público y privado realicen en la Antártica.
Información sobre Perú en la Antártida:
El Perú es miembro consultivo del Tratado Antártico desde 1989, luego de haber adherido al mismo en 1981. En esa calidad realiza anualmente múltiples actividades en la Estación Científica Antártica Machu Picchu, en la Isla Rey Jorge, para, dentro de los fines del Tratado, promover el conocimiento científico, asegurar la conservación de los recursos y la protección del ecosistema de este continente.
El INANPE es un Organismo Público Descentralizado del Ministerio de Relaciones Exteriores, creado en el año 2002, con personería jurídica de derecho público interno y con autonomía científica, técnica, funcional, económica y administrativa.
Sus principales objetivos son promover la activa y permanente participación del Perú en la Antártida, preservar su utilización exclusivamente para fines pacíficos, contribuir a los esfuerzos de la comunidad internacional en lo referente a la preservación del medio ambiente antártico, promover la investigación científica, a fin de contribuir al desarrollo nacional, fomentar el conocimiento antártico, y promover la cooperación internacional con los países miembros del Tratado Antártico.
Ver más información en: www.inanpe.gob.pe
viernes, 12 de octubre , 2007
(RPP) El Instituto Antártico Peruano (Inanpe) presenta la exposición fotográfica: El Perú en la Antártica, compuesta por fotografías provenientes de la XVII Expedición Científica Antártica, obtenidas por los propios expedicionarios en el transcurso de sus labores cotidianas, ejecutadas entre el 10 de diciembre de 2006 y el 27 de febrero de 2007.
La Exposición se realizará del 12 al 22 de octubre, en el hall principal del edificio Carlos García Bedoya, ubicado en el jirón Lampa 590 (Lima, Perú), sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, de lunes a viernes, desde las 08:30 hasta las 18:00 horas.
Estará abierta a la visita de estudiantes, académicos y público en general, interesados en la temática antártica.
El Inanpe es el ente encargado de conducir la política nacional antártica de Perú, liderando todas las actividades que las entidades de los sectores público y privado realicen en la Antártica.
Información sobre Perú en la Antártida:
El Perú es miembro consultivo del Tratado Antártico desde 1989, luego de haber adherido al mismo en 1981. En esa calidad realiza anualmente múltiples actividades en la Estación Científica Antártica Machu Picchu, en la Isla Rey Jorge, para, dentro de los fines del Tratado, promover el conocimiento científico, asegurar la conservación de los recursos y la protección del ecosistema de este continente.
El INANPE es un Organismo Público Descentralizado del Ministerio de Relaciones Exteriores, creado en el año 2002, con personería jurídica de derecho público interno y con autonomía científica, técnica, funcional, económica y administrativa.
Sus principales objetivos son promover la activa y permanente participación del Perú en la Antártida, preservar su utilización exclusivamente para fines pacíficos, contribuir a los esfuerzos de la comunidad internacional en lo referente a la preservación del medio ambiente antártico, promover la investigación científica, a fin de contribuir al desarrollo nacional, fomentar el conocimiento antártico, y promover la cooperación internacional con los países miembros del Tratado Antártico.
Ver más información en: www.inanpe.gob.pe
viernes, octubre 12, 2007
Investigación sobre terremotos y volcanes
Publicado en http://www.elmundo.es/
12 oct 07
LECCIÓN DE CIENCIA
Raúl Pérez López: Profesor de la San Pablo CEU, ha liderado una investigación en la Antártida basada en la lectura de las rocas para prevenir catástrofes.
La Antártida representa el lugar de la Tierra más alejado del hombre. Por eso, se encuentra menos influenciada por él, si es que esto puede afirmarse. Esta lejanía de la antigua Terra Incógnita o Australis es un magnífico lugar para la ciencia moderna, si es que esto también puede afirmarse. España posee dos bases antárticas estacionales que son ocupadas exclusivamente durante el verano austral, el del hemisferio sur. Son la Gabriel de Castilla y la Juan Carlos I, gestionadas por el Ministerio de Educación, la Unidad Tecnológica de la Marina y el Ministerio de Defensa.
El objetivo del proyecto Falladec, financiado por el MEC, consistió en determinar terremotos asociados al proceso eruptivo de Isla Decepción (Islas Shetlands del Sur, Antártica Occidental) entre 1967 y 1970, y que destruyó dos bases antárticas, la chilena Pedro Cerdá y la británica John Biscoe.
Ahora, existen dos bases en la isla, la argentina Decepción y la citada Gabriel de Castilla. En esta última, los expedicionarios del Falladec pasamos dos meses leyendo la información que nos transmitían las rocas. Para descifrarlo, usamos técnicas de paleosismología, es decir, evidencias geológicas de terremotos pasados.
Lo interesante es que al ser un periodo donde los sismómetros ya funcionaban, podemos comparar los datos de campo con los registrados por teledetección sísmica. Se parte del análisis de fotografías aéreas realizadas por la Armada argentina y modernas imágenes satélite de alta resolución (Digital Globe).
Al compararlas, se constató una ruptura superficial en las cercanías de Caleta Péndulo, el margen litoral derecho de la bahía interior de la isla, llamado Puerto Foster. La ruptura presentaba una orientación NO-SE, con una longitud de un kilómetro, limitada por un glaciar a su derecha y la propia bahía a su izquierda.
Después, se hicieron estudios sobre la traza de dicha ruptura, que alcanzó la categoría de falla sismogenética y fue bautizada como la Falla de María. Allí analizamos los depósitos asociados a las erupciones de 1967, 1969 y 1970, básicamente piroclastos redondeados de tamaño centimétrico, de composición basáltica y/o vítrea, con una matriz de tamaño ceniza. Esta técnica llamada trinchera permite reconstruir la historia paleosísmica de una falla trabajando sobre el escarpe que genera.
Finalmente, determinamos que, al menos, un terremoto de magnitud superior a 5,5 en la escala Richter se disparó tras la erupción de 1970, rompiendo el paisaje. También tomamos muestras de roca y sedimento en estructuras adyacentes, asociadas a la formación de una caldera volcánica, con el fin de datarlas y saber cuándo se produjo el hundimiento.
Todas estas investigaciones servirán para aportar a la planificación de riesgos una información brutal. Además, se garantiza la calidad de la investigación española, puntera en todos los frentes abiertos por geólogos, geofísicos y todos los que forman el universo antártico español de la Terra Australis.
12 oct 07
LECCIÓN DE CIENCIA
Raúl Pérez López: Profesor de la San Pablo CEU, ha liderado una investigación en la Antártida basada en la lectura de las rocas para prevenir catástrofes.
La Antártida representa el lugar de la Tierra más alejado del hombre. Por eso, se encuentra menos influenciada por él, si es que esto puede afirmarse. Esta lejanía de la antigua Terra Incógnita o Australis es un magnífico lugar para la ciencia moderna, si es que esto también puede afirmarse. España posee dos bases antárticas estacionales que son ocupadas exclusivamente durante el verano austral, el del hemisferio sur. Son la Gabriel de Castilla y la Juan Carlos I, gestionadas por el Ministerio de Educación, la Unidad Tecnológica de la Marina y el Ministerio de Defensa.
El objetivo del proyecto Falladec, financiado por el MEC, consistió en determinar terremotos asociados al proceso eruptivo de Isla Decepción (Islas Shetlands del Sur, Antártica Occidental) entre 1967 y 1970, y que destruyó dos bases antárticas, la chilena Pedro Cerdá y la británica John Biscoe.
Ahora, existen dos bases en la isla, la argentina Decepción y la citada Gabriel de Castilla. En esta última, los expedicionarios del Falladec pasamos dos meses leyendo la información que nos transmitían las rocas. Para descifrarlo, usamos técnicas de paleosismología, es decir, evidencias geológicas de terremotos pasados.
Lo interesante es que al ser un periodo donde los sismómetros ya funcionaban, podemos comparar los datos de campo con los registrados por teledetección sísmica. Se parte del análisis de fotografías aéreas realizadas por la Armada argentina y modernas imágenes satélite de alta resolución (Digital Globe).
Al compararlas, se constató una ruptura superficial en las cercanías de Caleta Péndulo, el margen litoral derecho de la bahía interior de la isla, llamado Puerto Foster. La ruptura presentaba una orientación NO-SE, con una longitud de un kilómetro, limitada por un glaciar a su derecha y la propia bahía a su izquierda.
Después, se hicieron estudios sobre la traza de dicha ruptura, que alcanzó la categoría de falla sismogenética y fue bautizada como la Falla de María. Allí analizamos los depósitos asociados a las erupciones de 1967, 1969 y 1970, básicamente piroclastos redondeados de tamaño centimétrico, de composición basáltica y/o vítrea, con una matriz de tamaño ceniza. Esta técnica llamada trinchera permite reconstruir la historia paleosísmica de una falla trabajando sobre el escarpe que genera.
Finalmente, determinamos que, al menos, un terremoto de magnitud superior a 5,5 en la escala Richter se disparó tras la erupción de 1970, rompiendo el paisaje. También tomamos muestras de roca y sedimento en estructuras adyacentes, asociadas a la formación de una caldera volcánica, con el fin de datarlas y saber cuándo se produjo el hundimiento.
Todas estas investigaciones servirán para aportar a la planificación de riesgos una información brutal. Además, se garantiza la calidad de la investigación española, puntera en todos los frentes abiertos por geólogos, geofísicos y todos los que forman el universo antártico español de la Terra Australis.
Leyendo las rocas para prevenir catástrofes
Profesor de la San Pablo CEU, ha liderado una investigación en la Antártida basada en la lectura de las rocas para prevenir catástrofes
LECCIÓN DE CIENCIA
Raúl Pérez López
«Ver la relación entre terremotos y volcanes aporta a los planes de riesgos una información brutal»
La Antártida representa el lugar de la Tierra más alejado del hombre. Por eso, se encuentra menos influenciada por él, si es que esto puede afirmarse. Esta lejanía de la antigua Terra Incógnita o Australis es un magnífico lugar para la ciencia moderna, si es que esto también puede afirmarse. España posee dos bases antárticas estacionales que son ocupadas exclusivamente durante el verano austral, el del hemisferio sur. Son la Gabriel de Castilla y la Juan Carlos I, gestionadas por el Ministerio de Educación, la Unidad Tecnológica de la Marina y el Ministerio de Defensa.
El objetivo del proyecto Falladec, financiado por el MEC, consistió en determinar terremotos asociados al proceso eruptivo de Isla Decepción (Islas Shetlands del Sur, Antártica Occidental) entre 1967 y 1970, y que destruyó dos bases antárticas, la chilena Pedro Cerdá y la británica John Biscoe.
Ahora, existen dos bases en la isla, la argentina Decepción y la citada Gabriel de Castilla. En esta última, los expedicionarios del Falladec pasamos dos meses leyendo la información que nos transmitían las rocas. Para descifrarlo, usamos técnicas de paleosismología, es decir, evidencias geológicas de terremotos pasados.
Lo interesante es que al ser un periodo donde los sismómetros ya funcionaban, podemos comparar los datos de campo con los registrados por teledetección sísmica. Se parte del análisis de fotografías aéreas realizadas por la Armada argentina y modernas imágenes satélite de alta resolución (Digital Globe).
Al compararlas, se constató una ruptura superficial en las cercanías de Caleta Péndulo, el margen litoral derecho de la bahía interior de la isla, llamado Puerto Foster. La ruptura presentaba una orientación NO-SE, con una longitud de un kilómetro, limitada por un glaciar a su derecha y la propia bahía a su izquierda.
Después, se hicieron estudios sobre la traza de dicha ruptura, que alcanzó la categoría de falla sismogenética y fue bautizada como la Falla de María. Allí analizamos los depósitos asociados a las erupciones de 1967, 1969 y 1970, básicamente piroclastos redondeados de tamaño centimétrico, de composición basáltica y/o vítrea, con una matriz de tamaño ceniza. Esta técnica llamada trinchera permite reconstruir la historia paleosísmica de una falla trabajando sobre el escarpe que genera.
Finalmente, determinamos que, al menos, un terremoto de magnitud superior a 5,5 en la escala Richter se disparó tras la erupción de 1970, rompiendo el paisaje. También tomamos muestras de roca y sedimento en estructuras adyacentes, asociadas a la formación de una caldera volcánica, con el fin de datarlas y saber cuándo se produjo el hundimiento.
Todas estas investigaciones servirán para aportar a la planificación de riesgos una información brutal. Además, se garantiza la calidad de la investigación española, puntera en todos los frentes abiertos por geólogos, geofísicos y todos los que forman el universo antártico español de la Terra Australis.
LECCIÓN DE CIENCIA
Raúl Pérez López
«Ver la relación entre terremotos y volcanes aporta a los planes de riesgos una información brutal»
La Antártida representa el lugar de la Tierra más alejado del hombre. Por eso, se encuentra menos influenciada por él, si es que esto puede afirmarse. Esta lejanía de la antigua Terra Incógnita o Australis es un magnífico lugar para la ciencia moderna, si es que esto también puede afirmarse. España posee dos bases antárticas estacionales que son ocupadas exclusivamente durante el verano austral, el del hemisferio sur. Son la Gabriel de Castilla y la Juan Carlos I, gestionadas por el Ministerio de Educación, la Unidad Tecnológica de la Marina y el Ministerio de Defensa.
El objetivo del proyecto Falladec, financiado por el MEC, consistió en determinar terremotos asociados al proceso eruptivo de Isla Decepción (Islas Shetlands del Sur, Antártica Occidental) entre 1967 y 1970, y que destruyó dos bases antárticas, la chilena Pedro Cerdá y la británica John Biscoe.
Ahora, existen dos bases en la isla, la argentina Decepción y la citada Gabriel de Castilla. En esta última, los expedicionarios del Falladec pasamos dos meses leyendo la información que nos transmitían las rocas. Para descifrarlo, usamos técnicas de paleosismología, es decir, evidencias geológicas de terremotos pasados.
Lo interesante es que al ser un periodo donde los sismómetros ya funcionaban, podemos comparar los datos de campo con los registrados por teledetección sísmica. Se parte del análisis de fotografías aéreas realizadas por la Armada argentina y modernas imágenes satélite de alta resolución (Digital Globe).
Al compararlas, se constató una ruptura superficial en las cercanías de Caleta Péndulo, el margen litoral derecho de la bahía interior de la isla, llamado Puerto Foster. La ruptura presentaba una orientación NO-SE, con una longitud de un kilómetro, limitada por un glaciar a su derecha y la propia bahía a su izquierda.
Después, se hicieron estudios sobre la traza de dicha ruptura, que alcanzó la categoría de falla sismogenética y fue bautizada como la Falla de María. Allí analizamos los depósitos asociados a las erupciones de 1967, 1969 y 1970, básicamente piroclastos redondeados de tamaño centimétrico, de composición basáltica y/o vítrea, con una matriz de tamaño ceniza. Esta técnica llamada trinchera permite reconstruir la historia paleosísmica de una falla trabajando sobre el escarpe que genera.
Finalmente, determinamos que, al menos, un terremoto de magnitud superior a 5,5 en la escala Richter se disparó tras la erupción de 1970, rompiendo el paisaje. También tomamos muestras de roca y sedimento en estructuras adyacentes, asociadas a la formación de una caldera volcánica, con el fin de datarlas y saber cuándo se produjo el hundimiento.
Todas estas investigaciones servirán para aportar a la planificación de riesgos una información brutal. Además, se garantiza la calidad de la investigación española, puntera en todos los frentes abiertos por geólogos, geofísicos y todos los que forman el universo antártico español de la Terra Australis.
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