Por Adriana Grossi
agosto 2006
La Antártida, puede tener las facetas más insospechadas para el entendimiento humano. Se acostumbra a pensar que es un continente blanco, mudo; sólo una gran reserva de hielo que apenas se “mueve” y que sirve de plataforma para ciertas formas de vidas animales y “ciertas” formas de humanos.
Tratemos de adentrarnos a lo parece que “algo” conocemos: Fauna Antártica.
¿Alguien puede explicar la magia de la perfección de un pingüino?. Está bien que, la Naturaleza toda, siempre a cada ser le da su belleza; aunque a primera vista parezca que no la tiene.
En un documental de una calidad excelente en cuanto a compaginación, narración y filmación; lograron transmitir la magia perfecta que transmite la Antártida.
Las formas montañosas que se yerguen cuales silentes y alertas guardias ancestrales; las interminables planicies heladas que guardan sus secretos en cada capa. Y sus temporales habitantes según la época del año; para los distintos rituales de la Vida.
Si fijamos la atención en los pingüinos, descubriremos de las tantas y hermosas enseñanzas que nos prodiga la vida.
Antes que nada, lo preparados que están para el ritmo tal vez cruel, visto desde afuera; y completo y sincronizado visto desde sus propias naturalezas.
El cuidado de sus pichones, y cómo los preparan para vida.
Claro que, después, estos pichones tendrán que aprender aceleradamente por su supervivencia. Más si un astuto leopardo marino se encuentra cerca eligiendo su “aperitivo” entre los que se van a aventurar a aprender a nadar.
Los pingüinos adultos saben de estas trampas y se mantienen bien lejos en la superficie helada o nadando a gran velocidad ya que son expertos nadadores. Es asombroso cómo se “transforman” cuando están en el agua a cuando están desplazándose por el hielo con sus patitas cortas o cuando se deslizan sobre sus panzas impulsándose con las patitas a modo de paletas.
Más de una vez se los ve simpáticos, inofensivos casi como muñequitos decorativos que dan ganas de abrazar; claro que no es romántico terminar con un buen picotazo propinado por el hermoso muñequito.
No hay que negar que tienen personalidad.
La prueba mayor fue cuando el comentarista dijo que había aprendido una gran lección de humildad con los pingüinos; y la imagen presentaba un trípode con una cámara colocada sobre el hielo y un pingüino “investigando” una de las patas del trípode; en eso, aparece otro pingüino más alto, mira un poco el trípode, mira al otro pingüino, se le acerca y luego se van juntos.
A lo que el comentarista dijo que habían ido a estudiar a los pingüinos y, esos mismos pingüinos, siguieron el ritmo de sus vidas ignorándolos en todo momento.
La Naturaleza enseña que, cada especie, tiene la madurez otorgada por la evolución y adaptación de su propia especie y que su instinto no radica sólo en su supervivencia; sino, en mantener su propio linaje.
Y así, podemos encontrar las distintas enseñanzas que nos susurra la Vida, a través de las distintas expresiones de la Naturaleza.
¿No será tiempo en que el humano, aprenda a aprender?
miércoles, agosto 16, 2006
1er. Encuentro Iberoamericano de Periodismo para la Divulgación Educativa y Científica del Año Polar Internacional
En el marco de las actividades programadas por la Comisión Organizadora API Tierra del Fuego en conjunto con el Comité Nacional API y como actividad precursora de la Red Iberoamericana de Educación y Divulgación del API, se desarrollará en Ushuaia el Primer Encuentro Iberoamericano de Periodismo para la Divulgación Educativa y Científica del Año Polar Internacional 2007 – 2008, a partir del 9 de Septiembre de 2006.
Marco y Fundamentos:
El 1° de marzo de 2007 se inicia oficialmente el IV Año Polar, que constituirá la unión de fuerzas más importante de la historia desarrollada por la comunidad científica internacional, con el objetivo central de comprender con mayor precisión los preocupantes fenómenos polares en progreso en ambos polos y su influencia para la vida en el planeta en el corto, mediano y largo plazo.
Independientemente de la causa de los mismos, sean estos originados por ciclos naturales o provocados por la actividad humana, la opinión pública tiene el derecho a ser convenientemente informada sobre los objetivos, postulados y resultados del Año Polar Internacional, para que tal información tenga oportunidad de transformarse en voluntad política, capaz de promover la debida incorporación del tema en las agendas de gestión de quienes concentran el poder de decisión y que actúe asimismo como contrapeso social de determinados intereses conceptualmente ajenos a los derechos de las generaciones futuras.
En este proceso, el periodismo tiene reservado un rol fundamental
Contenido:
El Encuentro tiene previsto Conferencias a cargo de prestigiosos profesionales iberoamericanos como:
Diana Cazaux: Periodista científico (Presidenta de la Sociedad Iberoamericana de Periodismo Científico y Presidenta de la Sociedad Argentina de PC).
Daniel Arias: Periodista científico (La Nación)
Valeria Román: Periodista científico (Clarín)
Hernán Sorhuet: Periodista científico y biólogo (Diario El País, Uruguay)
Silvina Molina: Periodismo social
Antonio Calvo Roy: Periodista Científico (España, varios diarios, autor de un libro sobre la Antártida)
Además se prevé la participación de la máxima autoridad institucional argentina de investigaciones antárticas, el Dr. Sergio Marenssi, Director del Instituto Antártico Argentino e investigadores del CONICET.
Foros de Debate
“El Año Polar Internacional: Una oportunidad para acercar a la comunidad mundial a la posible influencia de los fenómenos polares en el futuro de la vida en el planeta”
“La responsabilidad de los medios de comunicación en el proceso de transformación de la –información- en -voluntad política- de la comunidad, como factor clave para promover la incorporación de las alertas polares en las agendas de gestión en los niveles de decisión”
“La información en la comunidad como contrapeso social de intereses conceptualmente ajenos a los derechos de las futuras generaciones”.
En el marco de este encuentro se firmará la Carta de Intención para la creación de la Red Iberoamericana de Divulgación del API
Lugar: Museo Marítimo Ushuaia (SUM Ex Panadería)
Informes: ipy@tierradelfuego.org.ar
Coordinadores: Sr. Silvio Bocchicchio - bochibor@arnet.com.ar
Dra. Andrea Raya Rey - arayarey@wcs.org
Marco y Fundamentos:
El 1° de marzo de 2007 se inicia oficialmente el IV Año Polar, que constituirá la unión de fuerzas más importante de la historia desarrollada por la comunidad científica internacional, con el objetivo central de comprender con mayor precisión los preocupantes fenómenos polares en progreso en ambos polos y su influencia para la vida en el planeta en el corto, mediano y largo plazo.
Independientemente de la causa de los mismos, sean estos originados por ciclos naturales o provocados por la actividad humana, la opinión pública tiene el derecho a ser convenientemente informada sobre los objetivos, postulados y resultados del Año Polar Internacional, para que tal información tenga oportunidad de transformarse en voluntad política, capaz de promover la debida incorporación del tema en las agendas de gestión de quienes concentran el poder de decisión y que actúe asimismo como contrapeso social de determinados intereses conceptualmente ajenos a los derechos de las generaciones futuras.
En este proceso, el periodismo tiene reservado un rol fundamental
Contenido:
El Encuentro tiene previsto Conferencias a cargo de prestigiosos profesionales iberoamericanos como:
Diana Cazaux: Periodista científico (Presidenta de la Sociedad Iberoamericana de Periodismo Científico y Presidenta de la Sociedad Argentina de PC).
Daniel Arias: Periodista científico (La Nación)
Valeria Román: Periodista científico (Clarín)
Hernán Sorhuet: Periodista científico y biólogo (Diario El País, Uruguay)
Silvina Molina: Periodismo social
Antonio Calvo Roy: Periodista Científico (España, varios diarios, autor de un libro sobre la Antártida)
Además se prevé la participación de la máxima autoridad institucional argentina de investigaciones antárticas, el Dr. Sergio Marenssi, Director del Instituto Antártico Argentino e investigadores del CONICET.
Foros de Debate
“El Año Polar Internacional: Una oportunidad para acercar a la comunidad mundial a la posible influencia de los fenómenos polares en el futuro de la vida en el planeta”
“La responsabilidad de los medios de comunicación en el proceso de transformación de la –información- en -voluntad política- de la comunidad, como factor clave para promover la incorporación de las alertas polares en las agendas de gestión en los niveles de decisión”
“La información en la comunidad como contrapeso social de intereses conceptualmente ajenos a los derechos de las futuras generaciones”.
En el marco de este encuentro se firmará la Carta de Intención para la creación de la Red Iberoamericana de Divulgación del API
Lugar: Museo Marítimo Ushuaia (SUM Ex Panadería)
Informes: ipy@tierradelfuego.org.ar
Coordinadores: Sr. Silvio Bocchicchio - bochibor@arnet.com.ar
Dra. Andrea Raya Rey - arayarey@wcs.org
Nueva estación checa, en la Isla de Ross, será habilitada este verano
[16-03-2006] Por Eva Manethová
Publicado en http://www.radio.cz
Según informa Radio Praga, en su edición digital en español, la estación polar checa en la isla de Ross, en Antártida, está lista para acoger este año a los científicos. La base polar que lleva el nombre del genetista Johan Gregor Mendel empezará a servir a la ciencia desde principios del verano antártico, es decir desde finales del próximo mes de noviembre o desde principios de diciembre.
En la estación polar Johan Gregor Mendel trabajarán geólogos, climatólogos y biólogos. Estudiarán el cambio climático y el surgimiento de los llamados oasis antárticos. Son regiones de las que se retiró el glaciar y donde empieza a aparecer la vida en forma de musgos y líquenes.
En el centro de la base polar está situado un módulo de 21 por 11 metros en el que podrán alojarse 15 científicos. Alrededor del módulo central están ubicados otros nueve, más pequeños, y cada uno está equipado con un aerogenerador. Juntamente con los colectores solares, los aerogeneradores suministrarán hasta el 70 por ciento de la energía para la base. El resto será generado por un grupo electrógeno diesel.
Publicado en http://www.radio.cz
Según informa Radio Praga, en su edición digital en español, la estación polar checa en la isla de Ross, en Antártida, está lista para acoger este año a los científicos. La base polar que lleva el nombre del genetista Johan Gregor Mendel empezará a servir a la ciencia desde principios del verano antártico, es decir desde finales del próximo mes de noviembre o desde principios de diciembre.
En la estación polar Johan Gregor Mendel trabajarán geólogos, climatólogos y biólogos. Estudiarán el cambio climático y el surgimiento de los llamados oasis antárticos. Son regiones de las que se retiró el glaciar y donde empieza a aparecer la vida en forma de musgos y líquenes.
En el centro de la base polar está situado un módulo de 21 por 11 metros en el que podrán alojarse 15 científicos. Alrededor del módulo central están ubicados otros nueve, más pequeños, y cada uno está equipado con un aerogenerador. Juntamente con los colectores solares, los aerogeneradores suministrarán hasta el 70 por ciento de la energía para la base. El resto será generado por un grupo electrógeno diesel.
viernes, agosto 11, 2006
El deshielo en Groenlandia se ha triplicado en los últimos años
Publicado en http://www.unionradio.net/
10 de agosto 06
EFE -
El deshielo en Groenlandia se ha triplicado en los últimos años en una nueva prueba de los efectos del calentamiento global, según un estudio que divulga hoy la revista "Science".
Otra investigación publicada en la misma revista señala que, en cambio, la precipitación de hielo en la Antártida se ha mantenido invariable en los últimos años.
"El manto de hielo de Groenlandia se derrite a un ritmo acelerado, tres veces la velocidad registrada antes de 2004", manifestó a Efe Jianli Chen, director del equipo científico del Centro de Investigaciones del Espacio en la Universidad de Texas que realizó el estudio.
Según añadió, su investigación confirma los resultados de otros estudios que han indicado que el "efecto invernadero" deja sentir sus efectos en todo el planeta.
Uno de ellos, publicado en mayo por la revista "Science", indicó que el aumento global de las temperaturas atmosféricas ha aumentado la velocidad con que los glaciares de Groenlandia vierten su caudal en el Atlántico.
El agua derretida actúa como lubricante para acelerar el desplazamiento de esas enormes montañas de hielo hacia el mar, según el estudio.
Para determinar el nivel de fundición del hielo en Groenlandia, los científicos encabezados por Chen utilizaron en su investigación datos proporcionados por el satélite GRACE del programa "Experimento Climático y de Recuperación de la Gravedad".
Los investigadores midieron las variaciones de la gravedad sobre Groenlandia y compararon los datos mensuales registrados entre abril de 2002 y noviembre de 2005 para determinar el grado de derretimiento del hielo.
Esa información señaló que como resultado de las mayores temperaturas, Groenlandia pierde cada año una media de aproximadamente 240 kilómetros cúbicos de hielo, indicaron en su informe.
Después de la Antártida, Groenlandia es la segunda mayor masa gélida del planeta y contiene alrededor del 10 por ciento de toda la masa de hielo existente.
"Esto ocurre en todas partes y es posible que también en los glaciares de las montañas de Alaska", manifestó Chen, tras indicar que el deshielo irremediablemente provocará un aumento de los niveles marinos.
Sin embargo, el científico descartó la posibilidad de un peligro inmediato para muchos territorios del planeta que se elevan muy poco sobre el nivel del mar, como la península de la Florida o las islas Maldivas, en el océano Indico.
El fenómeno del derretimiento acelerado de los hielos de Groenlandia supone un aumento anual del nivel marino de 0,6 milímetros.
Esa cifra es mucho mayor de lo que se había calculado hasta ahora, pero su efecto no se dejará sentir hasta dentro de "unos cincuenta años", según el experto.
El otro estudio publicado por "Science", realizado por un grupo internacional de científicos, indica que durante los últimos 50 años la acumulación de nieve en la Antártida se ha mantenido virtualmente invariable.
Esa conclusión echa por tierra otras investigaciones que afirmaban que la nieve se estaba acumulando en la Antártida y que ese fenómeno podría mitigar el derretimiento acelerado del hielo en otras partes del mundo.
Según la teoría, la caída de nieve en la Antártida debería incrementarse con la elevación de la temperatura mundial porque el aire cálido crea más nieve, dado que puede mantener más humedad que el aire frío.
"Ese no es el caso", señaló Andrew Monaghan, de la Universidad Estatal de Ohio, quien junto a otros científicos estadounidenses, rusos, australianos, noruegos, alemanes e italianos analizaron los niveles de precipitación de nieve en 16 zonas de la Antártida durante los últimos 50 años.
Monaghan indicó que durante ese período no se han registrado cambios estadísticamente significativos en la caída de nieve en la Antártida.
10 de agosto 06
EFE -
El deshielo en Groenlandia se ha triplicado en los últimos años en una nueva prueba de los efectos del calentamiento global, según un estudio que divulga hoy la revista "Science".
Otra investigación publicada en la misma revista señala que, en cambio, la precipitación de hielo en la Antártida se ha mantenido invariable en los últimos años.
"El manto de hielo de Groenlandia se derrite a un ritmo acelerado, tres veces la velocidad registrada antes de 2004", manifestó a Efe Jianli Chen, director del equipo científico del Centro de Investigaciones del Espacio en la Universidad de Texas que realizó el estudio.
Según añadió, su investigación confirma los resultados de otros estudios que han indicado que el "efecto invernadero" deja sentir sus efectos en todo el planeta.
Uno de ellos, publicado en mayo por la revista "Science", indicó que el aumento global de las temperaturas atmosféricas ha aumentado la velocidad con que los glaciares de Groenlandia vierten su caudal en el Atlántico.
El agua derretida actúa como lubricante para acelerar el desplazamiento de esas enormes montañas de hielo hacia el mar, según el estudio.
Para determinar el nivel de fundición del hielo en Groenlandia, los científicos encabezados por Chen utilizaron en su investigación datos proporcionados por el satélite GRACE del programa "Experimento Climático y de Recuperación de la Gravedad".
Los investigadores midieron las variaciones de la gravedad sobre Groenlandia y compararon los datos mensuales registrados entre abril de 2002 y noviembre de 2005 para determinar el grado de derretimiento del hielo.
Esa información señaló que como resultado de las mayores temperaturas, Groenlandia pierde cada año una media de aproximadamente 240 kilómetros cúbicos de hielo, indicaron en su informe.
Después de la Antártida, Groenlandia es la segunda mayor masa gélida del planeta y contiene alrededor del 10 por ciento de toda la masa de hielo existente.
"Esto ocurre en todas partes y es posible que también en los glaciares de las montañas de Alaska", manifestó Chen, tras indicar que el deshielo irremediablemente provocará un aumento de los niveles marinos.
Sin embargo, el científico descartó la posibilidad de un peligro inmediato para muchos territorios del planeta que se elevan muy poco sobre el nivel del mar, como la península de la Florida o las islas Maldivas, en el océano Indico.
El fenómeno del derretimiento acelerado de los hielos de Groenlandia supone un aumento anual del nivel marino de 0,6 milímetros.
Esa cifra es mucho mayor de lo que se había calculado hasta ahora, pero su efecto no se dejará sentir hasta dentro de "unos cincuenta años", según el experto.
El otro estudio publicado por "Science", realizado por un grupo internacional de científicos, indica que durante los últimos 50 años la acumulación de nieve en la Antártida se ha mantenido virtualmente invariable.
Esa conclusión echa por tierra otras investigaciones que afirmaban que la nieve se estaba acumulando en la Antártida y que ese fenómeno podría mitigar el derretimiento acelerado del hielo en otras partes del mundo.
Según la teoría, la caída de nieve en la Antártida debería incrementarse con la elevación de la temperatura mundial porque el aire cálido crea más nieve, dado que puede mantener más humedad que el aire frío.
"Ese no es el caso", señaló Andrew Monaghan, de la Universidad Estatal de Ohio, quien junto a otros científicos estadounidenses, rusos, australianos, noruegos, alemanes e italianos analizaron los niveles de precipitación de nieve en 16 zonas de la Antártida durante los últimos 50 años.
Monaghan indicó que durante ese período no se han registrado cambios estadísticamente significativos en la caída de nieve en la Antártida.
martes, agosto 08, 2006
Vuelos traspolares y turismo antártico
Vuelos transpolares
comentario de Mario Sacci, en la web www.botellaalmar.com.ar
Publicado en febrero 2005
Para mi satisfacción, a través de Hostnews, sitio que me envía todos lo días noticias relacionadas con el turismo, me he enterado que una empresa alemana puso dos buques de lujos para hacer cruceros a la Antártida y alrededores de Ushuaia, con turistas que llegan en vuelos charter al aeropuerto de esa ciudad. El 24 del corriente (feb 05) mi satisfacción aumentó al enterarme que en aviones Boeing 747 (Jumbo) de Southern Winds (alquilados por la empresa norteamericana C&O) llegarán a ese aeropuerto turistas para combinar viajes en crucero a la Antártida.
Mi satisfacción se produce porque esta realidad turística que vive hoy Ushuaia se corresponde a una visión del potencial negocio turístico en Tierra del Fuego que tuve hace 30 años.
El 18 de Julio de 1975 le envié una nota al prestigioso periodista radial y televisivo Julio Lagos exponiéndole esa visión, donde entre otras ideas, sugería que era un error del gobierno nacional la construcción de un aeropuerto internacional en Río Gallegos donde descenderían para reabastecerse de combustible, los aviones de Aerolíneas Argentina en vuelo traspolar con destino a Australia y Nueva Zelanda, porque Río Gallegos no tenía ningún atractivo particular turístico para ofrecerles a los viajeros. Le sugería en esa nota que lo ideal, en cambio, era construir ese importante aeropuerto en Ushuaia por todo el potencial turístico que ofrecía.
Que Ushuaia podía convertirse en un cuello de botella obligatorio donde ofrecerle a los viajeros transpolares no sólo argentinos, también del resto latinoamericano, la posibilidad de disfrutar de sus enormes bellezas antes de seguir sus viajes a Oceanía.
También sugería que ese aeropuerto permitiría hacer viajes charter donde los turistas llegarían a Ushuaia para combinar desde su puerto con cruceros a la Antártida, lo que permitiría lograr un mayor volumen de turistas y mayor cantidad de cruceros.
También presumía que la construcción de ese aeropuerto provocaría una explosión turística para esa ciudad y sus alrededores, por el volumen de los aviones más grandes y más rápidos, además esa misma explosión provocaría también la llegada a esa ciudad de enormes inversiones en infraestructura turística (hoteles, restaurantes, negocios varios, etc.), y la creación de múltiples puestos de trabajo.
Julio Lagos se interesó en mi propuesta y no solo leyó mi nota en sus programas de radio Continental y Canal 13, sino que además me confió que la entregó a autoridades de la Fuerza Aérea.
Obviamente en ese momento no fueron tomadas en cuenta esas ideas, pero hoy tres décadas después puedo decir que me siento muy feliz poder apreciar lo acertado de mi visión.
Es una lástima que sucesivos gobiernos desperdiciaron muchos años en darse cuenta del potencial que ofrecía Ushuaia al tardar en construir el importante aeropuerto que se merecía.
Lo saludo muy cordialmente.
Mario Sacci.
comentario de Mario Sacci, en la web www.botellaalmar.com.ar
Publicado en febrero 2005
Para mi satisfacción, a través de Hostnews, sitio que me envía todos lo días noticias relacionadas con el turismo, me he enterado que una empresa alemana puso dos buques de lujos para hacer cruceros a la Antártida y alrededores de Ushuaia, con turistas que llegan en vuelos charter al aeropuerto de esa ciudad. El 24 del corriente (feb 05) mi satisfacción aumentó al enterarme que en aviones Boeing 747 (Jumbo) de Southern Winds (alquilados por la empresa norteamericana C&O) llegarán a ese aeropuerto turistas para combinar viajes en crucero a la Antártida.
Mi satisfacción se produce porque esta realidad turística que vive hoy Ushuaia se corresponde a una visión del potencial negocio turístico en Tierra del Fuego que tuve hace 30 años.
El 18 de Julio de 1975 le envié una nota al prestigioso periodista radial y televisivo Julio Lagos exponiéndole esa visión, donde entre otras ideas, sugería que era un error del gobierno nacional la construcción de un aeropuerto internacional en Río Gallegos donde descenderían para reabastecerse de combustible, los aviones de Aerolíneas Argentina en vuelo traspolar con destino a Australia y Nueva Zelanda, porque Río Gallegos no tenía ningún atractivo particular turístico para ofrecerles a los viajeros. Le sugería en esa nota que lo ideal, en cambio, era construir ese importante aeropuerto en Ushuaia por todo el potencial turístico que ofrecía.
Que Ushuaia podía convertirse en un cuello de botella obligatorio donde ofrecerle a los viajeros transpolares no sólo argentinos, también del resto latinoamericano, la posibilidad de disfrutar de sus enormes bellezas antes de seguir sus viajes a Oceanía.
También sugería que ese aeropuerto permitiría hacer viajes charter donde los turistas llegarían a Ushuaia para combinar desde su puerto con cruceros a la Antártida, lo que permitiría lograr un mayor volumen de turistas y mayor cantidad de cruceros.
También presumía que la construcción de ese aeropuerto provocaría una explosión turística para esa ciudad y sus alrededores, por el volumen de los aviones más grandes y más rápidos, además esa misma explosión provocaría también la llegada a esa ciudad de enormes inversiones en infraestructura turística (hoteles, restaurantes, negocios varios, etc.), y la creación de múltiples puestos de trabajo.
Julio Lagos se interesó en mi propuesta y no solo leyó mi nota en sus programas de radio Continental y Canal 13, sino que además me confió que la entregó a autoridades de la Fuerza Aérea.
Obviamente en ese momento no fueron tomadas en cuenta esas ideas, pero hoy tres décadas después puedo decir que me siento muy feliz poder apreciar lo acertado de mi visión.
Es una lástima que sucesivos gobiernos desperdiciaron muchos años en darse cuenta del potencial que ofrecía Ushuaia al tardar en construir el importante aeropuerto que se merecía.
Lo saludo muy cordialmente.
Mario Sacci.
Documental sobre la vida submarina antártica, se exhibe en TV 2, de España
Publicado en http://www.colpisa.com/
Madrid, 6 ago 06. (COLPISA).
La 2 repone el premiado documental ‘Antártida, la vida en el límite’, trabajo que aborda el proyecto ‘Benhart’ en el que un grupo de biólogos marinos realizan un estudio de su fauna marina. Galardonado con el Premio Documental en la 5ª Muestra Internacional de Cine y Vídeo submarino de la Palma y también en la Bienal
Internacional de Cine Científico.
Rodado en la Antártida durante las tres últimas campañas del Hespérides, buque insignia de la investigación antártica española, el documental que emite la 2 , a las 15,45 horas, muestra a un grupo de biólogos marinos que se desplazó a la Península Antártica para desarrollar un estudio sobre su fauna marina. También narra la aventura y el riesgo que supone viajar al continente helado.
Durante el verano austral de los años 1994 y 1995, un equipo de biólogos marinos inició una de las aventuras científicas más apasionantes. Los resultados permitieron conocer un lugar inexplorado y especies nuevas para la ciencia. En el año 2003 el equipo decidió retomar su exploración hacia el sur, hasta el mar helado de Bellingahusen.
A bordo del buque oceanográfico Hespérides, a treinta grados bajo cero, con robots submarinos, bucearon bajo el hielo, para estudiar los fondos marinos a más de 1.000 metros de profundidad.
Madrid, 6 ago 06. (COLPISA).
La 2 repone el premiado documental ‘Antártida, la vida en el límite’, trabajo que aborda el proyecto ‘Benhart’ en el que un grupo de biólogos marinos realizan un estudio de su fauna marina. Galardonado con el Premio Documental en la 5ª Muestra Internacional de Cine y Vídeo submarino de la Palma y también en la Bienal
Internacional de Cine Científico.
Rodado en la Antártida durante las tres últimas campañas del Hespérides, buque insignia de la investigación antártica española, el documental que emite la 2 , a las 15,45 horas, muestra a un grupo de biólogos marinos que se desplazó a la Península Antártica para desarrollar un estudio sobre su fauna marina. También narra la aventura y el riesgo que supone viajar al continente helado.
Durante el verano austral de los años 1994 y 1995, un equipo de biólogos marinos inició una de las aventuras científicas más apasionantes. Los resultados permitieron conocer un lugar inexplorado y especies nuevas para la ciencia. En el año 2003 el equipo decidió retomar su exploración hacia el sur, hasta el mar helado de Bellingahusen.
A bordo del buque oceanográfico Hespérides, a treinta grados bajo cero, con robots submarinos, bucearon bajo el hielo, para estudiar los fondos marinos a más de 1.000 metros de profundidad.
viernes, agosto 04, 2006
La Antártida amenazada por el turismo masivo
Publicado en Informe Uruguay
www.uruguayinforme.com
4 de agosto de 2006
La Antártida amenazada por el turismo masivo
por Graciela Vera - Periodista independiente
Dentro de un año los científicos, convocados por la Unión Científica Internacional y la Organización Mundial de Meteorología, comenzarán a analizar concienzudamente más de mil proyectos destinados a llegar a un mayor conocimiento de los polos y evaluar lo que en el campo de la exploración y la investigación se ha hecho allí en los últimos dos siglos.
Tendrán un plazo de dos años para decirnos que está ocurriendo en la Antártida y en el Ártico.
La duda que nos asalta es si cuando tengamos los resultados no será ya demasiado tarde.
El Ártico tiene su suerte decretada por muchos despropósitos, entre ellos una descontrolada actividad minera y la falta de concienciación de la población no originaria, que ha degenerado en la despreocupación por el medio de los propios nativos.
La contaminación del planeta ha enviciado el hábitat de los pueblos árticos; las orcas que se encuentran en aguas del Océano Ártico contienen altísimos niveles de sustancias tóxicas, lo que no es más que una muestra de la enorme contaminación que sufre este medio.
Las corrientes marinas pueden transportar a grandes distancias sustancias muy venenosas, vertidas (o captadas) por ríos y vertientes que desembocan en los océanos.
Son sustancias que a pesar de que ocasionan un daño incalculable en la fauna y flora de distintas regiones, no están prohibidas por casi ningún país.
Pero a la Antártida aún podríamos salvarla.
¿Lo creemos realmente?
Es posible que necesitemos presumir que aún estamos a tiempo; más allá de que si se cumpliera desde ya el Protocolo de Kioto aún se mantendría por 60 años el enorme agujero de ozono que los clorofluorocarbonos producidos por la actividad humana han abierto sobre la Antártida, el Cono Sur americano, Australia y Nueva Zelandia.
No es con la emisión de gases contaminantes la única manera en que el hombre agrede al continente que, en 1991 se amparó a través de un protocolo de protección del medio ambiente complementado por el tratado internacional que en el año 1959 declaraba a la Antártida como ‘el continente de la paz y de la ciencia’.
La Antártida no es de nadie y es de todos. Desde hace 47 años está regido por el referido tratado internacional que especifica, que no podrá ser administrado ni controlado como un territorio sometido a una soberanía nacional.
En enero de 1998 entró en vigor oficialmente (en lo práctico recién se cumplió en su totalidad tres años después) un protocolo de protección del entorno antártico que entre otras reglamentaciones obliga a los Estados que tienen Bases Científicas en el continente a reparar los daños ecológicos que provocan, incluso los anteriores a su entrada en vigencia.
El texto establece reglamentaciones muy rigurosas; se puede decir que hasta el momento siguen siendo las reglas de conservación medioambientales más estrictas y cubren (supuestamente) la totalidad de las actividades humanas en el continente blanco.
Instituyen el combate contra la contaminación marina y la protección de la fauna y la flora y determinan que no se autorizará ninguna actividad de prospección minera o petrolífera hasta el año 2048.
Los países con Bases permanentes (que no son todos los firmantes del Tratado) son: Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Bulgaria, Chile, China, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Francia, India, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Polonia, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Ucrania, Uruguay; otros países operan solamente en el verano austral.
Supuestamente en el Planeta Tierra hay gobiernos que demuestran su interés por mantener a la Antártida libre de contaminación y en ellos radica la esperanza de conservación del medioambiente antártico.
El protocolo de protección dispone que su reglamentación no puede variarse sin el consenso de todos y cada uno de los firmantes y ello podría dar cierta tranquilidad a todos, si no fuera porque hay intereses tan importantes en juego como puede ser el de un mal entendido turismo.
Desde hace décadas el número de turistas antárticos está superando, y por muchos miles, al de los científicos y personal de las bases que trabajan allí.
Tan sólo desde España llegan en viaje turístico entre tres y cuatro mil personas al año y España es sólo uno de los países que promueve este tipo de viajes, que satisfacen sin importar el coste, la creciente demanda existente por lugares exóticos, y que en este destino tienen un precio medio de 3.000 euros.
A los turistas les atrae especialmente la fauna antártica y la vida en las pingüineras y foqueras se ve alterada por una presencia masiva de humanos que altera el comportamiento de los animales.
Los pingüinos no pueden distraer coste energético en estresantes observaciones de los visitantes cuando la cría de sus polluelos les reclama mucho desgaste para que crezcan lo suficiente, antes del próximo invierno, como para poder sobrevivir solos a temperaturas que pueden superar los 70º por debajo de cero.
Los lobos y elefantes marinos, en la rutina de defender sus harenes se encuentran con otros seres extraños que, ignoran hasta que punto pueden amenazarles.
Y deben inquietarlos porque amenazan su hábitat. Los turistas pisan y destruyen los delicados musgos y líquenes que conforman la flora antártica y aunque saben que está prohibido, suelen guardarse algunos recuerdos y no nos extrañaría que pronto los hielos eternos comenzaran a verse violentados por graffitis.
Los animales deben soportan miles de fashes de las cámaras fotográficas ante una avalancha que en lugar de detenerse se incrementa. Las visitas son cada vez más frecuentes y más numerosas. La Asociación Internacional de Operadores de Turismo Antártico IAATO estima que en la temporada 2006/07 llegaran al territorio no menos de 28 mil personas.
Y las personas son portadoras de gérmenes o parásitos y en los barcos suelen viajar como polizones especies no nativas que de establecerse en la Antártida se convertirían en plagas sumamente devastadoras.
Simplemente el viaje en barco es un atentado ecológico que se demuestra con cifras: un crucero produce por día siete toneladas de basura, 114 mil litros de excrementos y más de 900 mil litros de agua sucia a más de 57 de desperdicios tóxicos y emisiones diésel.
El efecto contaminante y destructivo de ecosistema antártico está garantizado. Sistemas menos delicados, como los parques naturales terrestres y marinos ya los han sufrido.
La Antártida conserva en la imaginación de todos, el mito de ser el último lugar del planeta donde se puede convivir con un medio ambiente sin contaminación.
Es hora de tomar conciencia de que para conservarlo la primera regla es no convivir con él.
Desde Almería, en el sur del norte, agosto de 2006-08-03
Graciela Vera
www.uruguayinforme.com
4 de agosto de 2006
La Antártida amenazada por el turismo masivo
por Graciela Vera - Periodista independiente
Dentro de un año los científicos, convocados por la Unión Científica Internacional y la Organización Mundial de Meteorología, comenzarán a analizar concienzudamente más de mil proyectos destinados a llegar a un mayor conocimiento de los polos y evaluar lo que en el campo de la exploración y la investigación se ha hecho allí en los últimos dos siglos.
Tendrán un plazo de dos años para decirnos que está ocurriendo en la Antártida y en el Ártico.
La duda que nos asalta es si cuando tengamos los resultados no será ya demasiado tarde.
El Ártico tiene su suerte decretada por muchos despropósitos, entre ellos una descontrolada actividad minera y la falta de concienciación de la población no originaria, que ha degenerado en la despreocupación por el medio de los propios nativos.
La contaminación del planeta ha enviciado el hábitat de los pueblos árticos; las orcas que se encuentran en aguas del Océano Ártico contienen altísimos niveles de sustancias tóxicas, lo que no es más que una muestra de la enorme contaminación que sufre este medio.
Las corrientes marinas pueden transportar a grandes distancias sustancias muy venenosas, vertidas (o captadas) por ríos y vertientes que desembocan en los océanos.
Son sustancias que a pesar de que ocasionan un daño incalculable en la fauna y flora de distintas regiones, no están prohibidas por casi ningún país.
Pero a la Antártida aún podríamos salvarla.
¿Lo creemos realmente?
Es posible que necesitemos presumir que aún estamos a tiempo; más allá de que si se cumpliera desde ya el Protocolo de Kioto aún se mantendría por 60 años el enorme agujero de ozono que los clorofluorocarbonos producidos por la actividad humana han abierto sobre la Antártida, el Cono Sur americano, Australia y Nueva Zelandia.
No es con la emisión de gases contaminantes la única manera en que el hombre agrede al continente que, en 1991 se amparó a través de un protocolo de protección del medio ambiente complementado por el tratado internacional que en el año 1959 declaraba a la Antártida como ‘el continente de la paz y de la ciencia’.
La Antártida no es de nadie y es de todos. Desde hace 47 años está regido por el referido tratado internacional que especifica, que no podrá ser administrado ni controlado como un territorio sometido a una soberanía nacional.
En enero de 1998 entró en vigor oficialmente (en lo práctico recién se cumplió en su totalidad tres años después) un protocolo de protección del entorno antártico que entre otras reglamentaciones obliga a los Estados que tienen Bases Científicas en el continente a reparar los daños ecológicos que provocan, incluso los anteriores a su entrada en vigencia.
El texto establece reglamentaciones muy rigurosas; se puede decir que hasta el momento siguen siendo las reglas de conservación medioambientales más estrictas y cubren (supuestamente) la totalidad de las actividades humanas en el continente blanco.
Instituyen el combate contra la contaminación marina y la protección de la fauna y la flora y determinan que no se autorizará ninguna actividad de prospección minera o petrolífera hasta el año 2048.
Los países con Bases permanentes (que no son todos los firmantes del Tratado) son: Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Bulgaria, Chile, China, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Francia, India, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Polonia, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Ucrania, Uruguay; otros países operan solamente en el verano austral.
Supuestamente en el Planeta Tierra hay gobiernos que demuestran su interés por mantener a la Antártida libre de contaminación y en ellos radica la esperanza de conservación del medioambiente antártico.
El protocolo de protección dispone que su reglamentación no puede variarse sin el consenso de todos y cada uno de los firmantes y ello podría dar cierta tranquilidad a todos, si no fuera porque hay intereses tan importantes en juego como puede ser el de un mal entendido turismo.
Desde hace décadas el número de turistas antárticos está superando, y por muchos miles, al de los científicos y personal de las bases que trabajan allí.
Tan sólo desde España llegan en viaje turístico entre tres y cuatro mil personas al año y España es sólo uno de los países que promueve este tipo de viajes, que satisfacen sin importar el coste, la creciente demanda existente por lugares exóticos, y que en este destino tienen un precio medio de 3.000 euros.
A los turistas les atrae especialmente la fauna antártica y la vida en las pingüineras y foqueras se ve alterada por una presencia masiva de humanos que altera el comportamiento de los animales.
Los pingüinos no pueden distraer coste energético en estresantes observaciones de los visitantes cuando la cría de sus polluelos les reclama mucho desgaste para que crezcan lo suficiente, antes del próximo invierno, como para poder sobrevivir solos a temperaturas que pueden superar los 70º por debajo de cero.
Los lobos y elefantes marinos, en la rutina de defender sus harenes se encuentran con otros seres extraños que, ignoran hasta que punto pueden amenazarles.
Y deben inquietarlos porque amenazan su hábitat. Los turistas pisan y destruyen los delicados musgos y líquenes que conforman la flora antártica y aunque saben que está prohibido, suelen guardarse algunos recuerdos y no nos extrañaría que pronto los hielos eternos comenzaran a verse violentados por graffitis.
Los animales deben soportan miles de fashes de las cámaras fotográficas ante una avalancha que en lugar de detenerse se incrementa. Las visitas son cada vez más frecuentes y más numerosas. La Asociación Internacional de Operadores de Turismo Antártico IAATO estima que en la temporada 2006/07 llegaran al territorio no menos de 28 mil personas.
Y las personas son portadoras de gérmenes o parásitos y en los barcos suelen viajar como polizones especies no nativas que de establecerse en la Antártida se convertirían en plagas sumamente devastadoras.
Simplemente el viaje en barco es un atentado ecológico que se demuestra con cifras: un crucero produce por día siete toneladas de basura, 114 mil litros de excrementos y más de 900 mil litros de agua sucia a más de 57 de desperdicios tóxicos y emisiones diésel.
El efecto contaminante y destructivo de ecosistema antártico está garantizado. Sistemas menos delicados, como los parques naturales terrestres y marinos ya los han sufrido.
La Antártida conserva en la imaginación de todos, el mito de ser el último lugar del planeta donde se puede convivir con un medio ambiente sin contaminación.
Es hora de tomar conciencia de que para conservarlo la primera regla es no convivir con él.
Desde Almería, en el sur del norte, agosto de 2006-08-03
Graciela Vera
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