jueves, abril 27, 2006

Estudios sobre el estrecho de Drake

Determinan la antigüedad de los estrechos antárticos
Publicado en http://www.lacapital.com.ar/
abril 2006
Fósiles marinos dieron una referencia sobre el momento en que Sudamérica se separó del continente helado
El pasaje entre los océanos Atlántico y Pacífico en el extremo inferior del continente americano se abrió hace 41 millones de años, según pudo saberse por un estudio de dientes de antiguos peces.
La investigación -publicada en la revista Science- ubica la apertura del estrecho de Drake en una fecha dos veces más antigua de lo que se pensaba hasta ahora. Geólogos estadounidenses creen que esa formación generó la corriente oceánica que se arremolina alrededor de la Antártida, y que ello provocó un dramático efecto de enfriamiento.
El continente pasó de ser un exuberante bosque a convertirse en el paisaje gélido que es ahora. "Afirmamos que ahora tenemos una fecha de apertura del estrecho de Drake que es suficientemente antigua como para haber contribuido al enfriamiento global", explicó Ellen Eckels Martin, de la Universidad de Florida en Estados Unidos. "Eso ilustra el hecho de que la circulación de los océanos puede jugar un rol muy importante en el cambio climático".
Millones de años después, la corriente todavía desempeña un papel protagónico en el mantenimiento del frío antártico. "Estamos recalentando el mundo a través de los gases invernaderos y esto está llevando a la descomposición de la capa glacial de la Antártida occidental, y la corriente fría alrededor de la Antártida probablemente esté ayudando a desacelerar ese proceso", afirmó Martin.
El estrecho de Drake es llamado así en honor a Francis Drake, el capitán inglés que navegó alrededor del mundo en el siglo XVI.
El traicionero pasaje de agua entre el extremo sur de Sudamérica en el cabo de Hornos y las islas Shetland del Sur se formó cuando el "brazo" que unía a Sudamérica y la Antártida desapareció.
El mundo era un lugar muy diferente en ese momento. Los niveles de dióxido de carbono eran tres o cuatro veces los actuales, y el clima era tan cálido que hasta había caimanes en esa región. Pero hace unos 30 millones de años, hubo un dramático cambio en el clima, de cálido invernadero a clima glacial.
Hace ya un tiempo que los científicos vienen intentando descubrir las razones de este enfriamiento, y sospechaban que la formación del estrecho de Drake había cumplido un rol esencial en el proceso.
Los científicos creen que la formación de la corriente oceánica que circula alrededor de la Antártida tuvo un importante rol en el enfriamiento, ya que desvió las corrientes de agua cálida que llegaban desde el Ecuador.

Desde Lima a la Antártida

Viaje a la Antártida
Existen diversas alternativas viables para que los viajeros amantes de la naturaleza conozcan este mundo aún libre de contaminación. Síganos por esta fabulosa expedición
Publicado en http://www.elcomercioperu.com.pe
abril 2006
Desde Lima pareciera imposible preparar una expedición a las lejanas y heladas tierras de la Antártida. Dentro de las posibilidades que se presentan actualmente la más interesante es la de participar como miembro de alguna expedición organizada por la eficiente Marina de Guerra del Perú, que casi todos los años organiza complicadas expediciones a la Antártida, pues allá tenemos una cómoda base llamada Machu Picchu. Estas expediciones peruanas se realizan con el fin de mantener una base en el sexto continente y realizar investigaciones científicas del clima, de las especies de fauna y flora del lugar, así como utilizar al barco peruano Humboldt para estas investigaciones, ya que se encuentra preparado para este tipo de viajes.

Rutas diversas
Otra manera de llegar a la Antártida es viajando primero al extremo sur de Chile o Argentina, puntualmente a Puerto Williams o Ushuaia, en la Tierra del Fuego, desde donde salen grandes barcos turísticos con rumbo a la Antártida en la época de verano. La característica de este viaje es que uno vive y duerme en el buque o crucero turístico, pudiendo algunas veces bajar para visitar a algunas de las bases que mantienen muchos países en el sexto continente, sobre todo los que han suscrito el tratado Antártico. También se puede visitar algunas colonias de pingüinos, colonias de focas y la isla Decepción. Algunas agencias de viajes argentinas y chilenas ofrecen estos cruceros a la Antártida, que normalmente traen muchos pasajeros de Europa y Estados Unidos.
La mejor opción es tratar de viajar con alguna expedición organizada por la Marina de Guerra del Perú, ya que se puede vivir la inolvidable experiencia de hospedarse en la base peruana Machu Picchu.
Aquí se comparten las actividades de los científicos y biólogos peruanos que estudian la zona.
El viaje dura 15 días si uno viaja desde Lima hasta la base Machu Picchu en el barco Humboldt. También existe la posibilidad de volar al sur de Argentina y subir antes de que el barco peruano Humboldt zarpe definitivamente desde la ciudad de Ushuaia hacia la Antártida, que está a dos días de difícil navegación.
Si uno tiene los recursos para poder ir en avión desde el Perú, de Chile o Argentina, la base chilena antártica Comandante Frei tiene una cómoda pista de aterrizaje, pero solo puede utilizarse en la estación de verano. Allí el Humboldt los espera para llevarlos navegando a la base peruana que se encuentra en la misma isla Rey Jorge, que es parte de las islas Shetland del Sur, al noroeste de la península antártica.
La estadía en la base peruana es muy cómoda: cuenta con agua caliente, sauna, duchas, sala de televisión con DVD con muchas películas y varios cuartos con cómodas camas. Recuerde que solo está activa durante el verano.
Juan Luis Tord

canales bajo el hielo intercomunican distancias de casi 300 kms...

Lagos de la Antártida se comunican a distancias de 290 kilómetros
Publicado en http://www.cronica.com.mx/
20 de abril 2006
Los enormes lagos debajo de la superficie de las placas antárticas del hielo se pueden conectar una con otra por un sistema de plomería debajo del hielo, según Martin Siegert y sus colegas en un estudio publicado en Nature.
Basados en imágenes de satélites de los lagos, el equipo detectó un bombeo subglacial desde dos lagos a unos 290 kilómetros de distancia.
Creen que estos cambios en la elevación del hielo se pueden considerar por el flujo de alrededor 1.8 kilómetros cúbicos de agua en un periodo de 16 meses debajo de la cubierta de 3 kilómetros en la Antártida.
Fría como es, la cubierta de hielo forma una suerte de cobija que atrapa el calor que emite la Tierra. Además, el hielo atrapado ejerce una enorme presión la cual baja el punto de congelamiento del agua.
Entonces, empiezan los enormes flujos subterráneos de ingentes cantidades de líquido.
El descubrimiento es publicado hoy en la revista inglesa Nature.
El físico Duncan Wingham del University College London de Reino Unido usó lecturas de radar para medir la elevación de las placas de hielo de la Antártida.
En un área específica llamada Domo C, situada exactamente por arriba de lagos subglaciares congelados, ocurrió un fenómeno que llamó su atención: el hielo subió tres metros en el curso de 16 meses, entre 1996 a 1998.
Los cambios en la elevación del nivel de las placas congeladas ocurren a una velocidad diez veces menor cada año. En este periodo, dos zonas relativamente cercanas (290 kilómetros) también arriba de lagos, el hielo declinó un metro o poco más.
La única explicación es que el agua pasó súbitamente de un lago a otro, a través de vías de comunicación todavía no totalmente dilucidadas, que podrían tener un gran impacto en el conocimiento de la mecánica de las placas polares.
"Los lagos subglaciares juegan un papel importante en el equilibrio de esta zona, y probablemente el paso de grandes cantidades de líquido de un cuerpo de agua a otro sea un fenómeno común, pero nunca lo habíamos visto", asegura Martín Siegert, de la Universidad de Bristol y coautor del estudio.

lunes, abril 24, 2006

Estudio revela información sobre el Estrecho de Drake

Publicado en http://www.prensalatina.com.mx/
23 abril 2006
Londres, 23 abr (PL) El análisis de fósiles recuperados en rocas ubicadas a más de 300 metros de profundidad en el Océano Atlántico, permitió que un equipo de expertos aclarara dudas sobre el Estrecho de Drake.
La observación de huellas de dientes de peces reveló que el pasaje existente entre el Atlántico y el Pacífico, en el cono sur del planeta, se abrió hace 41 millones de años, es decir, mucho antes de lo que se pensaba.
Según un artículo publicado en la revista Science, esa formación generó la corriente circumpolar antártica que se arremolina alrededor de la Antártida, y provocó un dramático efecto de enfriamiento.
El continente pasó de ser un exuberante bosque para convertirse en el gélido territorio de hoy.
Afirmamos que ahora tenemos una fecha de apertura del Estrecho de Drake lo suficientemente antigua como para haber contribuido al enfriamiento global, explicó Ellen Eckels Martin, de la Universidad de Florida en Estados Unidos, uno de los autores del trabajo.
Ello ilustra cómo la circulación de los océanos puede jugar un rol muy importante en el cambio climático, manifestó.
Millones de años después, la corriente, la más grande del mundo, desempeña un importante papel para el mantenimiento del frío antártico.
El Estrecho de Drake recibió el nombre de Franciss Drake, el capitán inglés que navegó alrededor del mundo en el siglo XVI. Es un pasaje de agua entre el extremo sur de Sudamérica, en el Cabo de Hornos y las Islas Shetland del Sur, en la Antártida.
lam/vm

Ríos sub glaciares

LOS LAGOS SUBGLACIALES ESTÁN CONECTADOS
Los ríos secretos de la Antártida
Por OLALLA CERNUDA
Publciado en http://www.elmundo.es/ el 21 de abril 2006
MADRID.- Los lagos subglaciales que yacen bajo la superficie de las placas de hielo de la Antártida podrían estar conectados entre sí por un complejo sistema de túneles bajo el hielo, unos ríos nunca antes detectados que llevan agua por debajo de la superficie del continente blanco, según publica esta semana la revista 'Nature'.
El estudio, realizado por científicos de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, se basa en observaciones por satélite, que han permitido comprobar que bajo la capa de la Antártida la superficie de hielo se encontraba disminuida tres metros en un lago subglacial y aumentada en otros dos lagos subglaciales a 290 kilómetros de distancia. A su juicio, estas diferencias pueden deberse a la existencia de una corriente de unos 1,8 kilómetros cúbicos de agua durante un periodo de 16 meses bajo los tres kilómetros de grosor de la capa de hielo.
La rápida transferencia de agua entre los lagos subglaciales podría disminuir la probabilidad de que algún lago único pudiera contener un ecosistema aislado y también indica que la contaminación de un lago mediante perforación podría dar lugar a la extensión de la contaminación.
Para los científicos, el descubrimiento de gigantescos lagos helados bajo la superficie de la Antártida no es nuevo. De hecho, uno de ellos, el Vostok, es el séptimo mayor del mundo. Pero lo que ha sorprendido a los científicos es que estos lagos subterráneos estén en continuo movimiento, debido al agua que llega a ellos a través de la compleja red de ríos y túneles bajo el hielo.
Hasta ahora se pensaba que estos lagos subglaciales estaban relativamente aislados y tenían una larga existencia. Sin embargo, este estudio revela que estas masas de agua podrían rellenarse de forma regular en respuesta a acumulaciones de la presión de agua. Así, algunos flujos podrían incluso llevar el agua del lago hacia la costa de la Antártida, permitiendo a los lagos descargar en el mar.
Los lagos subglaciales de la Antártida están considerados 'cápsulas del tiempo' del periodo en el que el continente se empezó a congelar. Los científicos creen que cualquier tipo de vida que se pudiera encontrar en ellos arrojaría luz sobre las posibilidades de encontrar vida en otros lugares, como el océano congelado hallado en Europa, la luna de Júpiter.
Sin embargo, la presencia de este sistema de canales que interconecta los más de 150 lagos subglaciales puede cambiar la teoría de que es posible encontrar en esos lagos microbios que hayan evolucionado de forma "independiente".
Los lagos subglaciales de la Antártida comenzaron a ser detectados por los satélites en la década de los 60. El más grande de ellos es el lago Vostok, que tiene unos 250 kilómetros de largo, 40 de ancho y una profundidad de unos 400 metros. En abril de 2005, investigadores alemanes, rusos y japoneses descubrieron que el lago tiene mareas. Dependiendo de la posición del Sol y la Luna, la superficie se eleva entre uno y dos centímetros, lo que ahora se explica más fácilmente con la aparición de los ríos subterráneos.
Tanto la agencia espacial estadounidense como la Academia rusa de las ciencias tienen previstos planes para perforar el hielo Antártido y tratar de buscar en el lago Vostok alguna muestra de vida. Un proyecto que también intentarán hacer en el lago Ellsworth 14 universidades británicas junto a científicos de Chile, Suecia, Bélgica, Alemania y Nueva Zelanda.

Más del calentamiento global

"Antártida on fire": Entrevista de Noticias y Protagonistas, al Geólogo Sergio Marensi, Director del Instituto Antártico Argentino, publicada en http://www.noticiasyprotagonistas.com/
Edición 447 abril 06

El continente blanco se está “calentando”. Estudios recientes indican que la temperatura promedio anual del aire sobre la Antártida está aumentando. ¿Qué significa? ¿Por qué no es comentado? ¿Es necesariamente malo? ¿A qué se deben estos cambios? Un científico argentino hará el intento de enfrentar los interrogantes.

Sergio Marensi es director del Instituto Antártico Argentino. De la mano de este científico argentino especializado en Geología es que nos adentraremos en estos cambios que se avecinan, queramos verlos o no.
En un estudio reciente, publicado por científicos británicos, se observaba que el aire en las capas de la atmósfera sobre la Antártida se está calentando más que el aumento promedio que se observa en la temperatura superficial. Y la península antártica, en cuanto a temperaturas superficiales, es un caso bastante extremo en todo el planeta porque en los últimos cien años ha tenido un calentamiento bastante importante.

N&P: - ¿Qué características tiene la temperatura en la Antártida?
S.M.: - En promedio anual, la zona de la península debe estar alrededor de los 0º. Varía bastante entre el verano y el invierno con temperaturas extremas que pueden llegar a -30º, -40º en la península y temperaturas de verano extremas, donde este año hemos registrado hasta 12º C.
Cabe recordar que la península antártica, que es como una prolongación del continente, una colita que se interna en el mar apuntando hacia Sudamérica, tiene un comportamiento totalmente diferente a lo que es la masa más grande de la Antártida, la Antártida oriental, que es un verdadero continente con una gran elevación, cubierto totalmente por una capa de importante espesor de hielo. Lo que está pasando en la parte oriental, que es el noventa por ciento de la masa de la Antártida, no se sabe con certeza. Eso es otro tema.
Sabemos lo que ocurre en la península, pero la misma es un pequeño porcentaje de la Antártida, y allí la interacción océano–atmósfera es mayor. Del resto, que es el motor del clima, no sabemos qué pasa.

N&P: - ¿Por qué?
S.M.: - Por la falta de datos. Hablamos de un continente de casi diez millones de kilómetros cuadrados (10.000.000 km2) donde tenemos observaciones puntuales en unos pequeños lugares que son las bases científicas, distribuidas aleatoriamente. No tenemos registro de toda la superficie durante todo el año. Ése es el mayor problema.

Los simuladores
N&P: - Los modelos futuros, en los que se habla de que en cincuenta años aumentará la temperatura de la Tierra,¿son fiables?
S.M.: - Los modelos predictivos de circulación atmosférica todavía no predicen en forma perfecta. Se necesita muchísimo trabajo para alimentar esos modelos y ajustarlos. No tienen fallas, porque están bien hechos, pero les faltan datos. Los modelos son eso, modelos. Su credibilidad va a estar basada en cuál es su poder de predecir correctamente ciertas situaciones y esto va a estar dado en el número de datos con los cuales se alimenta.
Nosotros, los científicos, tenemos alguna falla en la comunicación hacia la gente común y los decisores, porque a veces nos cuesta trasladar del lenguaje científico al cotidiano lo que estamos haciendo, lo que estamos observando o, en este caso, cuál es el justo valor de un modelo. Otras veces, el problema es que la noticia se difunde con títulos catastróficos como ‘el calentamiento va a ser de tantos grados en cincuenta años’ o que ‘el nivel del mar va a ascender’. Son escenarios probables. Según estamos viendo, la temperatura media del planeta está aumentando.

N&P: - ¿Cuánto hay de la acción del hombre en estos cambios?
S.M.: - Como geólogo, di una charla hace un año en El Calafate en una reunión argentino-chilena sobre cambio climático. Rodeado por especialistas sobre clima, radiación ultravioleta, capa de ozono, el servicio meteorológico, etc., comentaba que sin negar lo que proponen, voy a hablar de lo que pasó hace millones de años atrás, cuando el hombre todavía no existía. Los períodos de calentamiento y enfriamiento a distinta escala se producen y se vienen produciendo regularmente desde que la Tierra se ha formado, desde por lo menos los últimos dos mil o tres mil millones de años. Esto no quiere decir que niegue el cambio global producido por el hombre, que lo puede estar incrementando o acelerando, pero los períodos de enfriamiento son ciclos naturales también. No hay que olvidarse que durante la Edad Media hubo lo que se llamó “la pequeña edad de hielo”, que en Europa fue un período muy frío, seguido por uno muy cálido, que produjo hambruna y ayudó a que se diseminara la peste bubónica.
Que la acción humana haga que en algún momento la naturaleza pase a un umbral de no retorno con consecuencias graves, es probable. No obstante, hay que estudiar mucho los fenómenos actuales, tomar muchos datos, apoyar no solamente la investigación, sino a todos los organismos colectores de datos, como el servicio meteorológico, y aprender del pasado. Es todo un estudio global. Hay que advertir a quienes toman las decisiones que los escenarios están cambiando, que sin llegar a ser catastróficos se debe planificar que el día de mañana las zonas geográficas donde se puede sembrar trigo o tener ovejas van a correrse, que a lo mejor el nivel del mar sube unos centímetros.
Con los cambios que se han producido en las últimas décadas, la Argentina se ha visto beneficiada con mayores lluvias y excelentes cosechas, o sea, esto puede ser dañino, pero también hay efectos benéficos a los que les podemos sacar ventaja usando los estudios.

N&P: - Volviendo a la información, debido a cómo se transmite, y también a una cuota de soberbia, parece como que el hombre es el único factor del cambio...
S.M.: - A veces me peleo con colegas por esto. Lo cierto es que la Tierra ha tenido ‘idas y vueltas’, pero éste es un período distinto porque nosotros estamos en él y nos preocupa nuestro futuro.
Hay que crear conciencia con cuestiones críticas como el agua. Debemos recordar que los sistemas globales están todos interconectados y que lo que pasa en la Antártida seguramente se va a reflejar en otros puntos del planeta. Nosotros estamos en el país más cercano a la Antártida, por lo tanto somos los que más interés tenemos en estudiarla, más allá de nuestras pretensiones de soberanía, que también implican un compromiso. Desde el Instituto trabajamos tanto para fortalecer los reclamos como para estudiar todos estos fenómenos, tratando de que esto se vuelque en favor y no en contra nuestro.

viernes, abril 21, 2006

Comunicado del IAU: 15 lugares disponibles en vuelo a Isla Rey Jorge del 10 de mayo

INSTITUTO ANTÁRTICO URUGUAYO
DEPARTAMENTO DE RELACIONES PÚBLICAS
Montevideo, 20 de abril de 2006

Sres Amigos e interesados en la la Antártida:
Informamos a Ud.que el próximo vuelo a nuestra Base Científica Antártica Artigas, será el 10 de mayo, con capacidad para 15 visitantes.
Quedo a sus órdenes para cualquier consulta.
Cordiales saludos
Lisian Calvo
Por Depto de RRPP del IAU
Por más información contactar a: Relaciones Publica del Instituto Antartico Uruguayo al email: rrpp@iau.gub.uy