miércoles, abril 20, 2005

Imagen del momento del choque del B-15-A

Foto satelital
Ver imagen del choque
Foto de ESA publicada en el mundo.es el 19 de abril 2005

choque de tempanos

Publicado en ambientum
http://www.ambientum.com/noticias_detalle.asp?ID=23775
Fuente: El Mundo 19 de abril 2005

(Internacional)
Después de meses de esperar el acontecimiento, los dos grandes titanes de hielo han chocado en la Antártida. El iceberg B-15A se acercó lentamente a la lengua del glaciar Drygalski, contra la que impactó de costado el pasado viernes. En contra de lo que se pensaba, el peor parado ha sido el glaciar, cuyos últimos cinco kilómetros se han partido y han quedado también a la deriva en el mar de Ross.

Desde el mes de enero, los expertos estaban pendientes del choque del gran iceberg B-15A de 115 kilómetros de largo, con un área de 2.500 kilómetros cuadrados (tan grande como Luxemburgo), que estaba a la deriva en aquella zona de la Antártida. Este iceberg se desprendió de la plataforma helada de Ross en 2002, pero desde entonces, y debido a sus enormes dimensiones (era tan grande como Jamaica), ha estado girando sobre sí mismo y rompiéndose contra el fondo en grandes témpanos.

Gracias al seguimiento que se ha hecho del acontecimiento, se sabe que el choque ha sido muy lento pero impresionante. La magnitud de las fuerzas que han convergido es inmensurable; las masas que se han enfrentado son toda una novedad para los expertos.Los científicos esperan la evolución de ambos trozos de hielo y miden las energías en liza a través de las imágenes captadas por los satélites.

Además, los investigadores de las bases antárticas de la zona están pendientes de la situación. Aún no hay noticias del intensísimo ruido (parecido al estampido de un avión) que ha debido provocar la rotura del glaciar de más de cinco kilómetros de ancho, cuya lengua entra en el mar unos 70 kilómetros. Los expertos de la base neozelandesa y de la estadounidense del estrecho de McMurdo están a unos 150 kilómetros del lugar, donde ahora comienza el rigor del invierno austral con pocas horas de luz diurna.

El B-15A está a merced de las corrientes, por lo que se desconoce cuál va a ser la evolución. Pero es previsible que vuelva a chocar en las sucesivas semanas. La presencia del gigantesco témpano ha modificado las condiciones del mar de Ross, donde ha quedado bloqueado el banco de hielo del invierno e incluso han cambiado las corrientes desde el año 2002.


Fuente: El Mundo

martes, abril 19, 2005

Aventuras contadas por sus protagonistas

EXPERIENCIAS : DIECIOCHO HORAS DE ANGUSTIA EN EL MAR DE DRAKE
http://www.clarin.com/
18 de abril de 2005

La aventura de sobrevivir a una brutal tormenta en los mares del Sur


Una periodista de Clarín vivió horas de angustia en su regreso de la Antártida. Aquí cuenta ese viaje, durante el que creyeron más de una vez que naufragaban.

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Olga Cosentino.
ocosentino@clarin.com

Fue una de las tormentas más fuertes que recuerdo", admitió el capitán Jorge Ardighieri cuando el barco oceanográfico "Ushuaia" ya había superado el cruce del Mar de Drake y regresaba a Tierra del Fuego. El desafío de abrir un cine en la Antártida, concretado el lunes 11 por la Dirección Nacional del Antártico y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, superó en muchos sentidos las previsiones de la comitiva de artistas, funcionarios y periodistas que viajaron a la base científica argentina Jubany, en la isla 25 de Mayo, del archipiélago Shetland del Sur.

La promesa de alcanzar el continente de hielo comprometía a cierta disponibilidad frente a las sensaciones extremas. Intuíamos que el paisaje real excedería la belleza de documentales y fotografías. Estábamos medianamente preparados para que los 2 grados bajo cero y 12 bajo cero de sensación térmica atravesaran pulóveres, medias, calzoncillos largos, gorros, guantes y botas hasta doler como cuchillos en el hueso. Hasta emocionar.

Una impecable organización había anticipado, en "tranquilizadora" charla ofrecida por el director nacional del Antártico, Mariano Memolli, y por el médico de la tripulación, doctor Constantin Petrosian, sobre las características del Drake. Ibamos a atravesar un turbulento mar de unos 800 km de longitud castigado por vientos cruzados. Los malestares físicos que podían provocar los fuertes movimientos de la embarcación eran "normales".

Todos teníamos alguna provisión de medicamentos para el mareo y las náuseas. Igual, la demanda médica y farmacológica en las primeras 24 horas puso a prueba la eficiencia profesional y la calidez personal del doctor Petrosian. La tripulación en pleno funcionó como contención. Era un alivio ver al cocinero, al capitán o las camareras sonreír y caminar con habilidad acrobática. La serenidad —verdadera o impostada, el mérito es el mismo— del presidente del INCAA, Jorge Coscia, del vicepresidente, Jorge Alvarez, del director de la DNA y de todos los organizadores fue también destacable.

El segundo día de travesía descendió el insumo de fármacos; la mayoría se atrevió a desayunar y almorzar. Unos más pálidos que otros, oponiendo sentido del humor a la vulnerabilidad compartida, estábamos en tren de superar lo que históricamente se consideró una prueba mítica para navegantes osados. Vómito más o menos, acaso no hubiera ya tanta diferencia entre el corsario inglés Francis Drake (1540-1596) a quien evoca el violento mar y estos 62 pasajeros de acaso menos perdurable memoria.

La calma volvió durante las últimas 4 horas de navegación, antes de que el "Ushuaia" tirara el ancla y fondeara a unos 400 metros de la caleta Potter, una playa protegida, de piedra y hielo, adonde llegamos en botes Zodiak de desembarco militar. La calidez de la recepción fue inversamente proporcional a la temperatura.

En los discursos, que el frío abrevió al máximo, Coscia, Alvarez, Memolli, el secretario de Medios de la Nación, Enrique Albistur, y el jefe de la Base Jubany, capitán Héctor Pavón, coincidieron en remarcar el protagonismo de la cultura a la hora de reinstalar un concepto de soberanía vinculado no ya a la guerra o la conquista territorial sino al respeto y la preservación de los recursos del planeta y a la diversidad cultural. Curiosamente, nada sonaba retórico. Algo del orden de lo sagrado parecía recuperar su sentido entre gestos y símbolos generalmente devaluados.

Hubo una sorpresa fuera de programa: la llegada en gomón de un grupo de científicos de la base King Sejong de República de Corea, ubicada a 25 km detrás del glaciar Fourcade. Eran los primeros espectadores espontáneos y se habían enterado del evento ese día, por Internet.

En la sala calefaccionada de 58 butacas el director Juan José Campanella presentó su Luna de Avellaneda y enlazó el acto fundacional del primer cine en la Antártida con la idea central de su película, "la historia de un club de barrio, desde su modesta época de gloria hasta su ruina y la terca voluntad de la gente de refundarlo; es una metáfora del país", dijo. Tras la proyección, el jefe del grupo coreano agradeció y dijo en inglés, con contenido temblor de mandíbula: "Lo mismo pasó en Corea."

A las 6 de la tarde, embarcados nuevamente en el "Ushuaia", la euforia y la sensación de "tarea cumplida" duraría unas horas. Después de la cena se armó el baile, un intento de confraternizar y liberar tensiones. Afuera, las olas castigaban vidrios y cubierta con furia creciente. El balanceo de babor a estribor abría cada vez más el ángulo de inclinación. El capitán había advertido que ese movimiento o "rolido" es típico en el Drake y que la embarcación podía llegar a oscilar en un ángulo de hasta 50ø en medio de una tormenta. Después íbamos a saber que se superó ese número, con riesgo de dar una vuelta de campana. Y que en la escala de peligrosidad de 1 a 10 habíamos vivido una tormenta de grado 9. El barco se montaba sobre olas de 10 y 15 metros para caer después golpeando como si se desplomara sobre una roca. Una treintena de personas se tendió horizontalmente en el piso del bar. Evitar exteriorizaciones de pánico fue la consigna tácita que ayudó en esa experiencia límite. Por suerte, las conductas egoístas fueron la excepción. Alguno simulaba dormir para tranquilizar a los demás. Otro tuvo la generosidad de arriesgarse hasta su camarote y traer mantas para abrigar a sus compañeros. La solidaridad era el lugar más seguro.

Hubo quien fue arrojado al piso desde su litera. Un inodoro fue arrancado de cuajo con su ocupante puesto. El ridículo dibujaba una síntesis dramática perfecta. A lo largo de 18 horas interminables, los sonidos del viento confirmaron el porqué del nombre de "los 40 bramadores" (para 40ø de latitud sur en el Mar de Drake), "los 50 aullantes" (50ø) y "los 60 ululantes" (60ø).

Luminosa, la mañana del jueves nos ingresó simultáneamente en la magnificencia del paisaje fueguino y en la categoría de sobrevivientes. Una condición que en realidad todos tenemos en cada minuto de nuestras vidas.

En el acto inaugural de la sala Bicentenario, Jorge Coscia había dicho que "no es fácil imaginar un país sin cine; sería como una casa sin espejos donde mirarnos para saber quiénes somos; el cine nos permite reconocer nuestra identidad". Una tormenta en el Mar de Drake, también.

Choque de icebergs

Gran iceberg choca con "lengua de hielo" y cambia mapa de la Antártida
Fuente :DPA
http://www.lasegunda.com/
19 abril 05

El "gigante" mide unos 115 kilómetros de largo y tiene una superficie de más de 2.500 kilómetros cuadrados, lo que equivale a la superficie de Luxemburgo.

PARÍS.- El gran iceberg B-15A, que flota a la deriva en la Antártida, ha chocado contra la lengua de hielo Drygalski y le ha roto un trozo de unos cinco kilómetros de largo.

De esta forma, los mapas de la Antártida que había hasta ahora dejan de ser correctos en el punto en el que reflejan la lengua de hielo, de 70 kilómetros, en el estrecho McMurdo, informó hoy la Agencia Espacial Europea (ESA) en París.

El satélite europeo Envisat sacó el viernes pasado una foto por radar de la colisión en la Antártida. Los análisis muestran que el iceberg podría provocar aún más daño.

Desde el espacio se puede ver lo gigante que es el iceberg, que tiene forma de botella. Según datos de la ESA, mide unos 115 kilómetros de largo y tiene una superficie de más de 2.500 kilómetros cuadrados, lo que equivale a la superficie de Luxemburgo.

Desde enero, el iceberg se ha ido moviendo hacia la lengua de hielo y en un principio se alejó el peligro. Pero las semanas pasadas, la corriente lo ha ido llevando de nuevo a un punto en el que podía colisionar. Cuando se produjo finalmente el choque, el B- 15A resistió sin sufrir daños.

El iceberg B-15A es el fragmento más grande que quedó del iceberg B-15, que se separó de la capa de hielo Ross en marzo de 2000. Con sus 11.655 kilómetros cuadrados en un principio, era tan grande como Jamaica, pero se fue partiendo en fragmentos cada vez más pequeños.

viernes, abril 15, 2005

Prueban robot en la Antártida

Publicado en EL UNIVERSAL
Jueves 14 de abril de 2005
http://www.eluniversal.com.mx

Robots que automodifican su estructura para adaptarse al entorno

Podrán aplanarse para adoptar una forma aerodinámica durante el descenso por la atmósfera de Marte, moverse como una serpiente por la superficie, actuar como antena al encontrar algo interesante

Un prototipo de robot capaz desplazarse y alterar su forma para adaptarse al entorno diseñan ingenieros del Centro Espacial Goddard, de Washington y del Centro de Investigación Langley, de la NASA.
De acuerdo con el boletín de Noticias de la Ciencia y latecnología, estos robots una vez miniaturizados, podrán formar parte de “enjambres autónomos nanotecnológicos” (ANTS).
Dichos enjambres se moverán fácilmente por terrenos rocosos, o podrán, por ejemplo, adoptar formas adecuadas para formar estructuras útiles, como antenas de comunicaciones y velas solares. La NASA podría usarlos en sus misiones espaciales a otros planetas.
El primer prototipo avanzado del proyecto ANTS es el mencionado TETWalker (caminante tetraédrico, llamado así por su forma, una pirámide con tres caras y una base). Motores eléctricos en las esquinas de la pirámide (nodos), unidos a las barras telescópicas que forman los lados de ésta, permiten su movimiento como en las patas de un trípode de cámara. La pirámide se desplaza cambiando la longitud de los lados, alterando el centro de gravedad de la pirámide y haciendo que se tumbe.
El prototipo fue llevado a la Antártida en enero, donde fue probado en condiciones difíciles y semejantes a las existentes en Marte. A partir de estas pruebas los ingenieros han concluido que los motores deben ser desplazados al centro de las barras para una mayor fiabilidad.
En el futuro, estos robots serán mucho más pequeños, cuando sus motores sean reemplazados por sistemas micro o nanoelectromecánicos (MEMS y NEMS). Las barras serán sustituidas con nanotubos de carbono, permitiendo aumentar su número.
Estos TETwalkers en miniatura, desplegados en enjambres, podrán cambiar su forma para alcanzar una gran variedad de objetivos. Por ejemplo, podrán aplanarse para adoptar una forma aerodinámica durante el descenso por la atmósfera de Marte, moverse como una serpiente por la superficie, actuar como antena al encontrar algo interesante, etc.
Si el robot recibe algún tipo de daño en alguna de sus partes, los nodos y barras podrán reconectarse adecuadamente y desechar los segmentos inútiles.
Mientras, los científicos intentan desarrollar sofisticados medios de control mediante inteligencia artificial, que permitan gobernar enjambres de un gran número de miembros.

Aniversario del nacimiento de Sobral

Noticia publicada en Provincia 23
Edición Digital 3113
15 de abril de 2005
http://www.p23.com.ar

Primer argentino que invernó en la Antártida
El Alférez de Navío José Maria Sobral nació en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, el 14 de abril de 1880. Perteneció en su juventud a la Marina de Guerra y alcanzó el grado de Alférez de Navío.

Conocemos al Alférez de Navío José M. Sobral principalmente por su extraordinaria hazaña Antártica, que convierte su figura en un símbolo de nuestra soberanía. Cuando el explorador noruego Otto Nordenskjöld realizó su expedición al continente Antártico, José M. Sobral fue destacado por el Ministerio de Marina y fue el único argentino que compartió casi dos años las penurias y aventuras de los expedicionarios. En 1904 resumió esos hechos en el libro "Dos años entre los hielos".
Los tres científicos que convivieron con él en la Antártida, pertenecían a la famosa y centenaria Universidad de Uppsala, que marchaba a la cabeza, justamente, de los estudios geográficos, geológicos y mineralógicos.
Cuando quedaron apresados por los hielos antárticos, los náufragos fueron rescatados por la corbeta "Uruguay" y llegaron a Buenos Aires el 2 de diciembre de 1903. Luego de que pasó la euforia del rescate y recibimiento de la corbeta, Sobral pidió la baja de la Armada y se dirigió a Suecia, a estudiar a Uppsala. El entonces Alférez Sobral formó allí su hogar y se graduó en filosofía en 1913, se especializó en ciencias geológicas.
Al regresar al país después de diez años de ausencia, prestó servicios en Yacimientos Petrolíferos Fiscales como geólogo. Su extraordinaria preparación lo llevó a ocupar la Dirección de Minas y Geología de esa Institución desde 1922 a 1930, jubilándose en YPF en el año 1936.
Desde 1940, José M. Sobral realizó una magnífica obra de divulgación Antártica, despertando el interés de los argentinos para que fortalecieran sus derechos e investigaciones en el sexto continente. Su obra escrita es muy valiosa, constituyendo uno de los más completos estudios técnicos en geología, mineralogía y petrología. Uno de estos trabajos: Problemas hidrográficos de los Andes Australes, publicado en 1921, es un extraordinario enfoque de los problemas de límites con Chile.
En Suecia su labor fue reconocida. Un mineral nuevo, fue bautizado "Sobralit", inmortalizando su nombre, con una distinción que sólo se otorga a las grandes eminencias científicas.
Es indudable que sin la hazaña Antártica que lo exaltó a la posteridad, la personalidad científica de Sobral, por sí sola, tiene relieves que lo hacen digno del bronce y del recuerdo agradecido de sus compatriotas y de los científicos de todo el mundo. Era un sabio de relieve internacional. Murió en Buenos Aires el 14 de abril de 1961.
Expedición Antártica Nordenskjöld (Invernada del Alférez Sobral)
La Expedición Antártica Nordenskjöld fue planeada originalmente como un viaje de investigación científica, la expedición antártica de Otto Nordenskjöld 1901-1903 además de cumplir con su objetivo, se convirtió en una inesperada aventura.

Como se inicia la expedición

Los Congresos Geográficos Internacionales de Londres (1895) y Berlín (1899) estimularon la realización de una gran expedición internacional a la Antártida. En ese marco, Argentina se encargaría de la instalación de un observatorio magnético y meteorológico en la Tierra del Fuego para apoyo de la expedición antártica internacional.
El geólogo sueco y experto polar Otto Nordenskjöld organizó una expedición particular para investigación en la península antártica. Otto era sobrino de Adolf Erik Nordenskjöld, geólogo y explorador polar sueco de origen finlandés, quien había logrado atravesar el pasaje noreste y navegar alrededor del continente eurasiático entre 1878 y 1880 a bordo del buque ballenero Vega.
Adolf Erik desde hacía mucho tiempo había querido hacer una expedición antártica, pero como empezó a sentirse demasiado viejo hacia fines del 1800 estimuló entonces a su sobrino Otto a llevar a cabo la primera expedición sueca a la Antártida.
Sangre de pioneros, entre sus parientes hallamos también al creador de la Fuerza Aérea Sueca.

Sobral y la ciencia en la Antártida:

La expedición del Doctor Otto Nordenskjöld fue apoyada por Argentina que le proveyó víveres y provisiones, a cambio de que admitieran que un representante del Gobierno Nacional se sumara al grupo a instancias del Perito Francisco Moreno.
El elegido fue José María Sobral, joven miembro de la Armada que actuaría como observador meteorólogo, geodesta, efectuando además estudios de biología y reconocimiento geológico..
El 21 de diciembre de 1901 parte de Buenos Aires la Expedición Antártica Sueca del Doctor Otto Nordenskjöld a bordo del "Antarctic".
En Febrero de 1902, Nordenskjöld, Sobral y cuatro compañeros desembarcaron en la Isla Cerro Nevado (Snow Hill) donde armaron una casilla de madera prefabricada en Suecia.(*)
Allí permanecieron durante todo el invierno efectuando observaciones meteorológicas, estudios de magnetismo, trabajos de biología y reconocimientos geológicos.
Entre las tareas desarrolladas, el grupo realizó una expedición hasta las proximidades del Circulo Polar Antártico.
Durante esta excursión los expedicionarios caminaron más de 600 kilómetros en territorios desconocidos para el hombre.
Luego de un invierno de intenso trabajo, los hombres esperaban la llegada del Antartic, buque que los llevaría de regreso. Sin embargo, el barco había sido atrapado por el hielo.

Naufragio:

Cuando el Antartic navegaba para buscar a los invernantes a principios de 1903, naufragó en el mar de Weddell.
El capitán Carl Larsen y 19 miembros de la tripulación buscaron refugio en la Isla de Paulet, donde construyeron una pequeña cabaña de piedra.
En los días previos al naufragio, el segundo jefe de la expedición había desembarcado junto con otros dos hombres para intentar llegar hasta la cabaña desplazándose sobre el mar congelado.
Una franja de mar abierto impidió el avance de este grupo, así que ellos también debieron improvisar un albergue para sobrevivir en el sitio que hoy se llama Bahía Esperanza.
Sorpresivamente, entonces, los integrantes de la primera expedición sueca a la Antártida quedaron divididos en tres grupos sin comunicaciones, con muy escasas herramientas y limitadísimas provisiones.
Luego de un penoso invierno, el 8 de Noviembre de ese año una misión argentina de salvamento dirigida por el teniente Julián Irízar, a bordo de la corbeta Uruguay rescató al contingente y lo llevó de regreso a Buenos Aires.

Reflexiones de los apuntes de Sobral

El día 14 de abril de 1902, cuando cumplía 22 años de edad recordando el aniversario de su nacimiento en el refugio que lo cobijó durante los dos años de permanencia en la Antártida, en Cerro Nevado; escribió en sus apuntes, reflexiones con nostalgias sobre su familia, que decía:
"Son las 2h 30m, estoy de guardia, una taza de té por delante. Pienso en mi casa, en mis queridos viejos y hermanos. A esta hora estarán durmiendo, tal vez mi madre despierta pensando en mi. Con cuanto gusto estaría a su lado para abrazarlos. Hoy es mi cumpleaños. Cumplo 22. Por esta misma razón pienso que mi madre está despierta pensando en mi. Cuanto deseo verlos!. Pero me conforma la idea que para sentir la dulce sensación de verlos después de mucho tiempo tiene que suceder la separación, tiene que suceder este sufrimiento. El que no sufre no puede experimentar el placer de dejar de sufrir... el viento sopla en borrascas... todo el resto del día fue muy feo es uno de los días más desagradables que he pasado".
Este gran hombre, emitió el siguiente juicio de valor sobre las exploraciones polares:
"No hay que juzgar a las exploraciones solamente por sus resultados, sino por sus esfuerzos y teniendo en cuenta las circunstancias en que estas fueron hechas".
Agradecemos la colaboración de la familia Luján, (de www.marambio.aq), de Guillermo Sobral y del Gobierno de Santa Cruz que han colaborado con la redacción de este material.

miércoles, abril 13, 2005

El rompehielos Viel, rescató una motonave varada en Caleta Potter

Desvaran buque en la antártica chilena
Martes 29 de marzo de 2005
Orbe
Publicado en http://www.lun.com/
Antártica.- El rompehielos de la Armada de Chile, almirante Oscar Viel Toro, desvaró exitosamente a la motonave Chinook, que se encontraba varada en la Antártica Chilena, en el sector de Caleta Potter.

El navío varó a las 7:00 horas de ayer, y envió el mensaje de emergencia a las 9:00 horas, a lo cual un helicóptero con personal de la base, acompañado del capitán de puerto de Bahía Fildes, teniente segundo Mario Besoain Fuentes, se hizo presente con el objeto de evaluar la situación.

Al constatar lo que pasaba, el rompehielos, al mando del capitán de navío, Francisco Azócar Nelson, llegó al sector con la misión de desvarar el buque. La acción concluyó a las 18:00 horas, cuando, a través de un cable de remolque, el rompehielos Viel logró resolver la situación.

Cabe señalar que el rompehielos, cuya misión es el mantener la presencia naval en el territorio Antártico apoyando las tareas de búsqueda y rescate marítimo y de combate a la contaminación del mar, se encontraba fondeado en Caleta Ardley de la Isla Rey Jorge. En las cercanías de la Base Frei cumplia tareas de apoyo a la Dirección General de Aeronáutica Civil, para el retiro de los escombros producidos por el incendio que afectó a sus instalaciones durante el mes de enero.