viernes, febrero 11, 2005

Cientificos uruguayos descubren invertebrados en la Antartida

DESCUBRIMIENTO CIENTÍFICO
09.02.2005
Publicado en http://www.montevideo.com.uy

Una pareja de científicos uruguayos descubrió la existencia de miles de invertebrados en la Isla Rey Jorge en la Antártida, rompiendo un mito mantenido durante décadas.

Los organismos descubiertos por estos científicos se denominan invertebrados de vida libre porque subsisten por sí mismos sin ser parásitos de otros animales, como los piojos, cuya existencia ya era conocida.

"Antes, según la bibliografía, no existían. Y no sólo los hay sino que son muy diversos, y es muy importante porque nos permiten determinar la calidad del ambiente", explicó la microbióloga Odile Volonterio.

"Se van rompiendo mitos, ya no se puede decir que no existen. Es alentador saber que hay mucha diversidad -apuntó el microbiólogo Rodrigo Ponce de León-, aunque nos quedan años de estudio por delante".

El hallazgo de estos organismos fue paralelo a la investigación principal de Volonterio y Ponce de León.

Ambos, junto al biólogo molecular estadounidense Paul Gill y al botánico checo Jirí Komárek, integran el equipo que permaneció una semana en la Isla Rey Jorge (a 150 kilómetros del Círculo Polar Antártico) tomando muestras para un proyecto ideado por la bioquímica Silvia Batista, y cuyo principal objetivo es estudiar a los microorganismos fijadores de nitrógeno presentes en la isla.

Están financiados por el Instituto Antártico Uruguayo, en cuya base montaron su centro de investigación, y cuentan con el apoyo del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable y de la facultad de Ciencias de la Universidad de la República de Uruguay.

Aprendiendo a respirar

Todos los seres vivos necesitan el nitrógeno para vivir, pero la mayoría, los humanos entre ellos, no lo pueden obtener directamente del aire, por lo que son necesarios los microorganismos que lo fijan.

Estos seres lo asimilan y lo traspasan a la tierra, ésta a las plantas, y de ahí a otros animales en una larga cadena hasta llegar al organismo humano.

"Que en la Antártida existen, ya lo sabíamos, porque si no, no habría vida, pero hay muy pocos y relativamente son muy importantes. Queremos saber cuáles son, cuántos son y en qué ambientes", explicó Volonterio.

Uno de estos microorganismos que mejor fijan el nitrógeno son las cianobacterias, y es por ello que el equipo invitó al proyecto al profesor Komárek, experto en este tipo de organismos.

"Son un grupo fantástico, los más viejos de la Tierra, son 2.000 millones de años más viejos que el resto de los organismos", aseguró Komárek mientras en la manos sujeta un pedazo de musgo "lleno" de cianobacterias.

"Pueden vivir en condiciones muy extremas, desde los 70 grados a los -30 y pueden llegar a vivir dentro de piedras", añadió.

Otro de los cometidos del grupo científico es obtener muestras para determinar la pureza del medio ambiente en la base.

"Quieren mantener el entorno lo más limpio posible. Estamos comparando el entorno en la base con lugares donde se va esporádicamente, con otros en los que casi nunca va nadie", explicó Volonterio.

Con este descubrimiento, Uruguay juega una buena carta en el estudio del medioambiente que se está desarrollando a nivel global..

(en base a EFE)

miércoles, febrero 09, 2005

Historias contadas por sus protagonistas

Publicado en Observa.com
http://www.observa.com.uy
7 feb 05

Cinco uruguayos viven todo el año en la Antártida por voluntad propia
¿Quién se iría un año a la Antártida, soportando sensaciones térmicas de cincuenta grados bajo cero?. Cinco uruguayos que viven en la Base Científica Antártica Artigas lo hacen por voluntad propia

"Yo lo hago por la parte económica", confiesa sin tapujos José Luis Suárez, cocinero de 44 años, con 20 en el Ejército y padre de tres hijos.
Es la tercera vez que se presenta voluntario para encargarse de la alimentación de los ochos habitantes de la base uruguaya en el continente blanco.
Con lo que ganó la primera vez dio la entrada para comprar su casa; con lo de la segunda, saldó la hipoteca. "Y ahora vuelvo a tener deudas, pero con lo que gano aquí en tres meses, las liquido", explicó.
Y no es para menos. Trabajando en Montevideo, Suárez percibe 4.850 pesos mensuales (unos 180 dólares). En la base obtiene 50 dólares diarios.
"Yo lo hago por la vieja... por la vieja necesidad", dijo sonriendo "Tuerca" o Alfredo Silveira, un divorciado, de 50 años y con dos hijas, apodado así porque es el mecánico de la base.
Este año "Tuerca" repite su experiencia, pero su compañero y electricista Juan Alvarez (42 años, casado y con una hija), que admite que también viene por dinero, le lleva ventaja: es la cuarta vez que se presenta como voluntario, aunque la primera que se va a quedar un año.
A pesar de la "vieja necesidad", todos afirmaron con rotundidad que la experiencia les fascina.
"A mí me encanta la Antártida. Con esta vez, completo la experiencia", subrayó la doctora María Silva Peruggia, madre de dos hijos, que va a pasar su primer verano pero ya completó todo un invierno meridional y la primavera en la base por voluntad propia.
José Luis prepara exquisitos manjares con las limitaciones propias de disponer de víveres para cinco meses sin posibilidad de repuesto.
Algunos de los elementos más deseados son las verduras frescas, que en la base, a menos que haya llegado un cargamento, son inexistentes.
La colaboración entre las bases es "muy buena", relató el teniente coronel Carlos Cabara, quien vivió un año como jefe de la misión.
En el "barrio", como llaman los residentes a la zona de la Isla Rey Jorge donde está ubicado el asentamiento -a 150 kilómetros del Círculo Polar Antártico-, se encuentran también las bases chilena, rusa, china, coreana, argentina, alemana, brasileña y peruana.
Cuando un avión aterriza en el aeropuerto chileno Marshall -el único en la isla-, siempre trae personal, material o víveres para otras bases, que, en verano, organizan el "mundialito".
"Todas las bases se juntan en Chile (en la Arturo Frei). Antes jugábamos al fútbol pero se paró por las duras confrontaciones entre nosotros -explicó "Tuerca" bajito y con cara de vergüenza-. Ahora jugamos al baloncesto, al voleibol o al tenis de mesa".
A tres o cuatro kilómetros de la base uruguaya, en la playa, hay seis tanques de combustible propiedad de la base rusa.
Rusia cede uno de ellos a Uruguay y el buque Vanguardia lo llena una vez al año con 170.000 litros de gasóleo que sirven para abastecer los dos generadores y los dos vehículos de la base.
El agua la obtienen del Lago Uruguay, situado a escasos 50 metros de la base y de donde mediante un sistema de bombas sumergibles se extraen 474.500 litros anuales.
Precisamente, ahora un equipo de la empresa estatal de agua está trabajando en la substitución del sistema de aprovisionamiento para convertirlo en automático.

"En la Antártida ver el sol es casi excepcional" en el invierno, explicó Fernando Torena, miembro de la Fuerza Aérea y meteorólogo de la base durante el periodo noviembre-marzo.
En invierno, a mediados del año, las condiciones son realmente extremas, con temperaturas que pueden llegar a los -20 grados y con una sensación térmica de -65 grados.
"La sensación térmica se produce por causa del viento: a más velocidad, más rápida es la absorción del calor humano", destacó el meteorólogo.
Esto significa que si la temperatura es de 7 grados bajo cero pero sopla un viento de 33 nudos (64 kilómetros/hora), la sensación térmica es de -33 y en un minuto las partes expuestas pueden congelarse.
La fosa séptica se vacía cada dos años y se traslada por barco a Montevideo.
El mismo destino tiene la basura que se genera, aunque antes es reciclada por el buzo Jaime Vega, de 27 años, encargado además de sacar y volver a colocar un mareógrafo, que controla la intensidad y características de las mareas.

"Aquí el principal objetivo es la investigación científica. Nosotros colaboramos para que los proyectos salgan", concluyó Suárez mientras le lanza trozos de carne cruda a la skua (pájaro marino) "Pancha", una de las decenas marcadas por los ornitólogos.
(EFE)








Uruguay y el turismo antártico

Publicado en http://www.eluniversal.com.mx/
EFE - EL UNIVERSAL
Martes 08 de febrero de 2005
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En un país como Uruguay, donde el cerro más alto tiene 500 metros, la nieve sólo se ve en sueños; a partir de ahora, quien quiera ver el blanco espectáculo, podrá hacerlo gracias a los viajes turísticos que Uruguay organiza a su base en la Antártida.

La primera sensación tras bajar del avión militar Hércules que durante tres horas ensordeció a los pasajeros y les fue congelando las vértebras por el contacto con su gélido suelo, fue de emoción.

"Por fin llegamos", era lo que expresaban los ojos de todos, incluso de la tripulación que una vez más había podido partir desde Punta Arenas (Chile) y aterrizar en el aeropuerto Marshall, en la isla Rey Jorge, a 150 kilómetros del Círculo Polar Antártico.

La segunda, el frío intenso. A pesar de los trajes especiales con los que todos se abrigaban, la sensación térmica de menos diez grados hacía mella.

Excitados, los pasajeros fueron trasladados a la base científica que Uruguay tiene en la Antártida desde hace 20 años.

"De chico, a los once años, me acuerdo que hice un mapa en la escuela y con plastilina blanca creé la Antártida. En ese momento decidí que un día vendría", confesó el odontólogo Ricardo Méndez.

Ricardo es uno de los nueve intrépidos uruguayos que pagaron mil 200 dólares por pasar cinco días en la Base Científica Antártica Artigas, un programa turístico organizado por el Instituto Antártico Uruguayo y el Ministerio de Turismo.

Con 85 años, decidió ir "a uno de los lugares más mágicos de la Tierra" y no sólo no se dejó amedrentar por la edad sino que envalentonó a una amiga de la juventud, Beatriz Silva, de 81.

De 42 pasajeros que transportó el Hércules, sólo nueve pagaron el viaje, pues otros tantos disfrutan de una invitación y el resto eran científicos o técnicos que iban a trabajar.

De hecho, según afirmó el ministro de Turismo uruguayo, Pedro Bordaberry, el objetivo último de llevar turistas es obtener dinero para financiar tanto esos proyectos como la base en sí, cuyos recursos quedaron muy mermados tras la crisis financiera que atravesó el país en 2002.

En la base residen actualmente durante todo el año ocho personas -cuatro menos de las que solía haber-: cinco permanentes (un cocinero, un buzo operador, un electricista, un mecánico y el jefe del asentamiento) y tres de forma rotativa (un doctor, un meteorólogo y un radio operador).

Viven soportando temperaturas que oscilan desde una media de un grado sobre cero en verano hasta los -20 en invierno, con sensaciones térmicas de hasta -65 grados.

La base está formada por siete módulos prefabricados con un sistema de puerta doble que impide al gélido viento colarse al interior, que permanece caliente.

Dentro del mayor de ellos, sofás, libros, películas, dos ordenadores con internet y hasta una mesa de billar crean un ambiente acogedor.

La base se encuentra en la bahía Maxwell y está enmarcada entre el glaciar Collins -10 mil años, 25 kilómetros de largo por 5 de ancho y casi uno de profundidad- y el lago Uruguay, y dista 50 metros de las frías aguas por donde de vez en cuando se pasea alguna ballena azul buscando krill con el que alimentarse.

No son los únicos visitantes. Asiduos del "barrio" son también las focas y los pingüinos.

En la parte norte de la isla se encuentra el estrecho de Drake, a 1.000 millas náuticas (mil 850 kilómetros) de Suramérica y donde descansa una colonia de elefantes marinos.

El teniente Coronel Carlos Cabara intenta sin mucho éxito evitar que el grupo moleste a los inmensos animales, que rugen para asustar a unas personas que no se dejan amedrentar, por lo que optan por reptar y dirigir sus 500 kilos de peso hacia el mar.

Por ser el más experimentado del equipo, Cabara es el que dirige el ascenso al glaciar: esforzados, los turistas suben caminando, evitando las grietas y los salientes de agua, comunes en el verano austral.

Cuando el viento sopla del sudeste, los múltiples icebergs que están a la deriva en la bahía Maxwell desprenden fragmentos, bloques de hielo azulado que al llegar a la costa crepitan cual llama prendida y contrastan su fría transparencia con el rojo, el rosa, el amarillo y el naranja de las algas que yacen lánguidas sobre los cantos rodados simulando un manto de pétalos de rosa.

Tras cinco inolvidables días en el continente blanco los turistas volverán a subir al avión.

"Es increíble. Pensar que tengo 81 años y estoy aquí, y si no hubiera venido me habría perdido esta magnífica experiencia. ¡Qué fantástico!", resume Beatriz con una espléndida sonrisa. pmm

Historias contadas por sus protagonistas

Chus Lago revive su aventura en la Antártida
Por Héctor NÚÑEZ
Publicado en La Nueva España - http://www.lne.es/
8 feb 05

La alpinista gallega Chus Lago dio ayer en el salón de actos de Cajastur de Mieres una conferencia enmarcada dentro de las XVII Jornadas de montaña de la villa minera. En su ponencia, la viguesa expuso su dos últimas aventuras: su viaje a la Antártida y el «Leopardo de las nieves», expedición que consiste en conquistar los cinco picos más elevados de la extinta Unión Soviética.

La alpinista gallega es una de las mejores del panorama nacional y en 1999 pasó a la historia al ser la primera española y la tercera del mundo, tras la inglesa Alison Heargraves y la norteamericana Francis Distefano, en conquistar la cima del mítico Everest sin la ayuda de oxígeno artificial.

Chus Lago ofreció una distendida conferencia que se centró en vídeos sobre su aventura en la Antártida, de la que regresó el pasado 8 de enero, en la que se convirtió en la primera mujer en ascender la cota más alta del continente helado, el pico Vinson, y en su experiencia en el «Leopardo de las nieves». Las jornadas de montañismo continuarán el próximo martes en el mismo salón de actos de Cajastur, donde la alpinista asturiana Rosa Fernández ofrecerá una conferencia sobre sus experiencias en sus expediciones al Himalaya. El jueves será el turno de la montañera y profesora universitaria mierense Elisa Villa. El viernes, la charla correrá a cargo de Cecilia Buil y el sábado cerrará las jornadas de montaña una de las grandes figuras del alpinismo mundial, la norteamericana Lynn Hill.

calentamiento global

Publicado en: http://www.eluniverso.com/
LONDRES | EFE-AFP
7 feb 05

Científicos de diversos países reunidos la semana pasada en una conferencia sobre el cambio climático instaron a los políticos a tomar medidas urgentes contra el calentamiento del planeta, que amenaza a numerosas especies y puede tener consecuencias desastrosas para el futuro de la humanidad.

La reunión, celebrada en Exeter, Inglaterra, bajo los auspicios de la actual presidencia británica del G-8 (los siete países más industrializados y Rusia), alertó sobre el peligro del incremento en más de dos grados en un siglo, de la temperatura media de la tierra.

Los científicos aseguran en su comunicado final que “los efectos del cambio climático ya se están manifestando en los ecosistemas” y en la fundición de las densas capas de hielo polares.

Los estudios presentados en Exeter revelan que el calentamiento global puede obligar a millones de personas a desplazarse y reducir la productividad agrícola.

El informe también asegura que la fundición de las capas de hielo de la Antártida está elevando el nivel de los océanos un quinto de milímetro por año, con lo que ciudades costeras como Nueva York, quedarán sumergidas en el agua.

El calentamiento del planeta podría provocar el desplazamiento de más de 150 millones de personas para el año 2050, según un estudio.

Además las emisiones de CO2 aumentan la acidez de las aguas del mar, afectando las reservas de arrecifes de corales y la continuidad de muchas especies marinas.

A los desplazamientos de las poblaciones se suman graves problemas sanitarios. Entre el inicio de los años 70, cuando las temperaturas comenzaron a subir, y el final de siglo, el calentamiento del planeta ha causado la muerte de unas 150.000 personas, debido al recrudecimiento de enfermedades infecciosas y a la malnutrición.

Almacenar el dióxido de carbono en pozos de petróleo en desuso ayudaría a combatir el calentamiento global, es una de las alternativas del asesor en materia de ciencia y tecnología, David King.

Los expertos recuerdan la necesidad de que los gobiernos cumplan los acuerdos internacionales que limitan las emisiones contaminantes para frenar el calentamiento global.

españoles estudian calzado para el frio

Publicado en: http://servicios.elcorreodigital.com/
feb 05

Antártida. Año 2005. Un grupo de científicos españoles investiga sobre la actividad volcánica en una base instalada en un paraje perdido y con un nombre, a priori, poco esperanzador: la isla Decepción. Según la leyenda allí permanecían escondidos los tesoros de un legendario pirata. Navegantes, buscadores y balleneros se adentraron en las costas con el propósito de encontrar su fortuna, pero ésta nunca apareció. Pero la verdadera riqueza de esta isla se encuentra en su propio territorio que surgió tras una fuerte erupción. Por eso se ha convertido en un campo de ensayo perfecto para investigar y conocer más detalles sobre el misterio que envuelve a este fenómeno natural. Allí se encuentra la Base española Gabriel de Castilla. Rodeados de hielo, pingüinos y ballenas, los científicos y militares desarrollan su labor en condiciones adversas. Pero una empresa riojana ha contribuido a mejorar la estancia de sus ocupantes. Se trata de la firma Chiruca que fabrica Calzados FAL. Está colaborando en la misión y al mismo tiempo desarrollando su propia investigación. «Cuando tienes frío en el cuerpo te puedes poner más ropa encima y lo solucionas. Pero en el caso del calzado, sino es bueno, no hay forma de solucionarlo», justifica Manuel Abad, uno de sus impulsores.

Modelo SHERPA

En misiones como éstas hace falta un material que resista todo tipo de condiciones y adversidades. Es el caso del modelo SHERPA. «Allí necesitan sobre todo modelos que resistan tanto las bajas temperaturas como el riesgo de oxidación. Nuestro producto es idóneo porque está preparado para resistir hasta cuarenta grados bajo cero», añade Abad. Teniendo en cuenta que en el 'sexto continente' se pueden alcanzar hasta noventa grados bajo cero, parece que la elección está más que justificada.

En la empresa arnedana tienen muy claro que hay que apostar por la investigación, el desarrollo y la innovación. «Toda la vida se ha hablado del confort en el calzado, pero ahora ya no se trata sólo de que sea cómodo y siente bien, sino que buscamos también el confort térmico. Si tu bota no transpira y cala al contacto con el agua, la sensación de frío es terrible», explica el empresario.

Además de mejorar la estancia de los miembros de la misión, los responsables de la empresa también realizan sus propios experimentos. En el Instituto Tecnológico del Calzado INESCOP -al que pertenecen- han incorporado a las botas unos sensores que permiten medir la presión, la humedad y la temperatura. «Los datos que recibamos permitirán a nuestro departamento de I+D+I avanzar en nuevos proyectos. Lo cierto es que somos punteros en el sector porque apostamos muy fuerte por adaptarnos a las nuevas exigencias. Para ello hemos hecho otras pruebas similares en desiertos o a alturas muy elevadas».

Los datos se remitirán al INESCOP y éste a su vez, a Calzados FAL. En función al resultado se pondrán a trabajar para intentar adaptar al mercado el nuevo producto. «Los resultados que se obtengan en estas condiciones extremas se pueden extrapolar a otras actividades. Ahora mismo tenemos ya modelos que resisten hasta cinco mil metros de altura. Y no nos paramos ahí», concluye.

viernes, febrero 04, 2005

El dióxido de carbono y el calentamiento global

Ciencia y Tecnología
3 de febrero de 2005
La captura del dióxido de carbono aliviaría el calentamiento global
publicado en http://www.librys.com/

Científicos ingleses reunidos en la conferencia sobre el cambio climático que se celebra en Exeter, Reino Unido, afirman que el almacenamiento del dióxido de carbono(CO2) ayudaría a combatir el futuro calentamiento global de nuestro planeta. La compañía noruega Statoil utiliza este sistema. Extrae gas natural en el Mar del Norte desde 1996. El Gas Natural contiene hasta un 9% de dióxido de carbono y debe ser reducido hasta un 2,5% antes de comercializarlo. El CO2 se combina con una amina en una columna de absorción para separarlo del gas natural. Finamente en otra columna de separación se libera el dióxido de carbono de la amina, la cual, regresa de nuevo a la columna de absorción. Unas 2.800 toneladas al día de dióxido de carbono se bombean hacia un acuífero salino situado a 1000 metros por debajo del fondo marino.
Se estima que unos 6.000 millones de toneladas de CO2 se emiten cada año a la atmósfera procedentes de la quema de los combustibles fósiles(carbón y petróleo). El dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero, ya que evita que las radiaciones solares escapen a la atmósfera, provocando un aumento de la temperatura. Recientes estudios alertan sobre las consecuencias que tendría el aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera sobre los arrecifes de coral. Los océanos absorben el dióxido de carbono transformando una pequeña fracción en ácido carbónico, lo que se traduce en un aumento de la acidez del mar, que provocaría una disolución parcial de los arrecifes coralinos formados por caliza, amenazando la supervivencia del coral.
El aumento de la temperatura global amenaza los glaciares de la Tierra.

Las observaciones realizadas a través de satélites, indican que la capa de hielo de la Antártida se estaría fundiendo a mayor velocidad de la esperada, según afirman los investigadores del British Antarctic Survey(BAS). En los últimos años, los glaciares han disminuido su espesor rápidamente, según prueban las medidas realizadas por estos investigadores en la Isla de los Pinos y Thwaites en el Mar de Amundsen( Antártida occidental). En el año 2002, unos 500.000 millones de toneladas de hielo de la plataforma de hielo Larsen B se fracturó en miles de pequeños icebergs. Esta acelerada pérdida de hielo antártico podría causar una dramática elevación del nivel de mar.