No hay un registro del cambio climático en la región
Publicado en la Opinión Austral
Rio Gallegos - Argentina
http://laopinionaustral.net
12 dic 04
No hay un registro sistemático de lo que está sucediendo en nuestra zona en materia de cambio climático, a excepción de los trabajos del glaciólogo Pedro Sbarca, del Instituto Antártico Argentino, sobre los Glaciares en El Calafate y la barrera de hielo en la Antártida, informó Beatriz Milicic, investigadora de la UNPA, quien admitió que estamos ante un fenómeno preocupante.
La catedrática aludió a un cónclave que cada cinco años reúne a investigadores del Cambio Climático de todo el mundo, donde se analiza lo que ha pasado en el lustro y se hace una proyección para el próximo, mediante el diseño de modelos de computación que se alimentan con los cambios que ya ha habido, para corroborar si el sistema funciona y a partir de ahí hacen pronósticos, dijo.
Milicic explicó en el programa Era Hora, que se emite por LU 12, que el más largo plazo que pueden hacer es más o menos cincuenta años y observó que el problema es que todos estos modelos son regionales, y así, lo que pronostican para la zona nuestra, el sur de la Patagonia en general, es un aumento de lluvias que hemos constatado desde hace un par de años.
En cuanto a la temperatura, dijo que el aumento no es tan elevado, en general, lo que dicen es que el mayor cambio va a ser en el hemisferio norte, no tanto en el hemisferio sur porque, como estamos rodeados por agua, el agua es un gran moderador del clima.
Sobre la barrera de hielo que, entre diciembre y marzo, se desprendió en la Antártida, Milicic explicó que es toda una conjunción de factores y que obliga a rever todos los pronósticos, porque evidentemente son tantos los factores que influyen. Habló del hemisferio norte, donde la emisión de gases es mayor que en el sur, simplemente porque en el sur hay mayor cantidad de agua y no hay tanta densidad de población, ni tanta actividad industrial.
Lo de la barrera Larsen está haciendo rever fuertemente todos los pronósticos, nosotros tratamos este tema cuando fue la reunión binacional argentino-chilena en El Calafate, y lo que decía la gente del Servicio Meteorológico es que durante la década del '90 el promedio de temperatura en nuestra zona había disminuido en vez de aumentar, dijo la investigadora y añadió que eso era algo atípico, sucedió la gran nevada del 95 y esas temperaturas.
En esta década, esto se ha revertido porque nuestros veranos, tanto el anterior como éste, pintan como para ser con bastante aumento de temperatura, agregó.
Consultada sobre la falta de una política y de conciencia ante el fenómeno, Milicic consideró que, en principio, falta gente y a modo de ejemplo, añadió: yo soy la única física que existe en toda la provincia.
Es muy poca la gente que está en la provincia trabajando, dijo, mientras que la gente que se ha dedicado a estudiar, en general de la Universidad de Buenos Aires, están tomando zonas en las que se prevé que el efecto será bastante fuerte.
Medición del ozono
La profesional destacó como un avance en la zona que ahora por suerte vamos a tener algo por lo que luchamos muchísimos años, es un equipo que mida ozono en Río Gallegos. Hace por lo menos diez años que nos venimos reuniendo con la doctora Stela Márquez, con un montón de gente, dando cursos, haciendo concientización, nos han llamado de Cámara de Diputados, del Concejo Deliberante, hemos presentado notas y nunca pasaba nada, agregó.
Celebró que con la venida de los japoneses en esta semana, en principio, pondrían un equipo para medir ozono en la base, durante una cierta cantidad de años, pero es todo muy a pulmón.
Por más que nosotros hacemos campañas en jardines, damos cursos a docentes y tratamos de concientizar, uno va a la plaza y no hay un solo chico con visera o lentes, ni qué decir de gente grande... No hay una conciencia real de que este es un fenómeno con el que hay que tener cuidado, concluyó Milicic.
martes, diciembre 14, 2004
miércoles, diciembre 08, 2004
Annabelle Bond cuenta sus peripecias en la Antártida
Mal tiempo ataca a expedición al monte Vinson
La temeraria Annabelle Bond está atrapada en la Antártida
Martes 7 de diciembre de 2004
Por Orietta Santa María
Las Ultimas Noticias - http://www.lun.com/
Annabelle Bond cumplió su promesa de llevar una bitácora de su nueva aventura en las montañas, esta vez en la Antártida, en busca de la cima del monte Vinson (la cúspide más alta del continente helado). La expedición es compartida con británicos y con los chilenos Rodrigo Jordan, Ernesto Olivares, el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic, y su hermana Gabriela. El grupo partió hacia la Antártida el pasado 27 de noviembre.
Los registros (en internet) de Annabelle Bond confirman las últimas informaciones sobre el mal tiempo que arrecia contra los expedicionarios que los tiene varados a dos mil 720 metros de altura debido a que tienen "visibilidad cero" y no pueden llegar al tercer campamento programado, que debería estar a tres mil 600 metros de altura con miras ya a llegar a la cima del Vinson, ubicada a los cuatro mil 900 metros.
"Aún hay vientos muy intensos y vamos a tener que quedarnos otro día aquí, en el campamento uno. Las malas noticias desde Patriot Hill son que el viento se mantendrá igual y estoy rezando para que el martes (hoy) podamos movernos. No estoy segura si mi paciencia durará más allá del martes", cuenta Annabelle en su relato del 5 de diciembre.
"Esta mañana me despertó Luis (un montañista que la acompaña desde Londres) dando alaridos de que no vamos a ir a ninguna parte por los fuertes vientos. No había sol y congelaba más que otras veces. Me niego a salir de mi saco de dormir. Estamos esperando vientos de 60 kilómetros por hora y yo me siento un poco ansiosa, porque quizás no podamos llegar a la cima", reporta en su informe del 4 de diciembre último.
La temeraria Annabelle Bond está atrapada en la Antártida
Martes 7 de diciembre de 2004
Por Orietta Santa María
Las Ultimas Noticias - http://www.lun.com/
Annabelle Bond cumplió su promesa de llevar una bitácora de su nueva aventura en las montañas, esta vez en la Antártida, en busca de la cima del monte Vinson (la cúspide más alta del continente helado). La expedición es compartida con británicos y con los chilenos Rodrigo Jordan, Ernesto Olivares, el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic, y su hermana Gabriela. El grupo partió hacia la Antártida el pasado 27 de noviembre.
Los registros (en internet) de Annabelle Bond confirman las últimas informaciones sobre el mal tiempo que arrecia contra los expedicionarios que los tiene varados a dos mil 720 metros de altura debido a que tienen "visibilidad cero" y no pueden llegar al tercer campamento programado, que debería estar a tres mil 600 metros de altura con miras ya a llegar a la cima del Vinson, ubicada a los cuatro mil 900 metros.
"Aún hay vientos muy intensos y vamos a tener que quedarnos otro día aquí, en el campamento uno. Las malas noticias desde Patriot Hill son que el viento se mantendrá igual y estoy rezando para que el martes (hoy) podamos movernos. No estoy segura si mi paciencia durará más allá del martes", cuenta Annabelle en su relato del 5 de diciembre.
"Esta mañana me despertó Luis (un montañista que la acompaña desde Londres) dando alaridos de que no vamos a ir a ninguna parte por los fuertes vientos. No había sol y congelaba más que otras veces. Me niego a salir de mi saco de dormir. Estamos esperando vientos de 60 kilómetros por hora y yo me siento un poco ansiosa, porque quizás no podamos llegar a la cima", reporta en su informe del 4 de diciembre último.
lunes, diciembre 06, 2004
Pies protegidos contra el frio
EL CALZADO ESPAÑOL CON LA EXPEDICIÓN ESPAÑOLA A LA ANTÁRTIDA
El calzado español es ya un protagonista en las expediciones científicas españolas al Continente Antártico, en forma de calzado técnico suministrado por empresas españolas y modificado por INESCOP, incorporándole sensores de medida de presión, humedad y temperatura, para su utilización por los miembros de la expedición.
La industria española de calzado, a través de su Instituto Tecnológico, INESCOP, se unió a la actividad investigadora en el "Continente Blanco" y sus extraordinarias condiciones climáticas en el año 2002, con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCYT). Para ello, se contó con la colaboración de varios grupos científicos, con el Ejército de Tierra y con la dotación del Buque Oceanográfico Hespérides, como usuarios del calzado técnico que se pretendía probar. Fueron diez empresas españolas de calzado y componentes, junto a INESCOP, las que participaron de la experiencia.
El objeto de esta iniciativa fue el de realizar un estudio previo que sirviera de base para la preparación de un proyecto de investigación de mayor envergadura. Dicho proyecto ha sido recientemente aprobado por el Ministerio y tendrá continuidad hasta el año 2006, siendo su finalidad el "Estudio del calzado empleado en las Campañas Antárticas para su mejora mediante la incorporación de materiales y procesos tecnológicamente innovadores". El proyecto se centrará en las modificaciones que será necesario introducir en los procesos de obtención de componentes y fabricación de calzado técnico para mejorar sus propiedades funcionales, tales como: el confort, la impermeabilidad y el resbalamiento, entre otras. El comienzo de este es el objetivo principal de esta reunión.
Como primera acción, INESCOP ha instrumentalizado botas, incorporando sensores, que ya calzan los científicos que forman parte de la expedición a la Antártida de esta campaña 2003-2004, y que durante todo el verano austral (meses de noviembre a febrero) estarán recogiendo datos de presión, temperatura y humedad de los materiales técnicos empleados, para posteriormente ser analizados en el laboratorio.
Esta campaña es de especial trascendencia para la comunidad científica española, ya que es la primera organizada y financiada íntegramente por España en el Continente Antártico. De esta experiencia se podría derivar la presencia permanente en el continente en el futuro próximo. Para INESCOP representa una gran oportunidad y orgullo al ser primer Centro Tecnológico participante con desarrollos propios en esta experiencia y para los fabricantes una excelente oportunidad de comprobar las prestaciones de sus productos en climas extremos, obtener información para mejorarlas y situarse en primera línea en este tipo de calzado, con el beneficio que puede suponer la apertura de nuevos mercados o el descubrir de nuevas aplicaciones.
El "sexto continente", con 14 millones de kilómetros cuadrados, dos mil metros de espesor medio y el noventa por ciento de los hielos terrestres, constituye el campo de ensayo escogido por INESCOP para probar los nuevos desarrollos de la industria del calzado.
La temperatura media anual de este "laboratorio" es de menos 16°C, siendo el registro más bajo el producido en 1983 con cerca de los 90 grados bajo cero. Los vientos son constantes y muy fuertes durante todo el año, llegando en ocasiones hasta los 320 km/hora.
El proyecto se encuadra en el Plan Estratégico Sectorial diseñado por FICE e INESCOP, así como entre los objetivos estratégicos del Proyecto Integrado Europeo recientemente aprobado, dentro de la FUNCIONALIDAD como uno de los factores claves para asegurar la sostenibilidad de la fabricación de calzado en nuestro país, y que consiste en superar la venta de calzado como simple elemento para cubrir el pie (con un diseño-moda ya reconocido), mediante la búsqueda de la funcionalidad adecuada a cada uso y con propiedades nuevas de confort e incluso terapéuticas.
Dada la naturaleza de estos calzados, intervine asimismo otro de los factores claves de futuro que agrupa a la calidad, confort y atención a la salud de los usuarios. Para avanzar en estos factores clave se deben utilizar todas las herramientas disponibles, actuando con cada una de ellas en la resolución de los problemas y en la puesta en marcha de alternativas que nos aseguren el futuro, con ese escenario temporal de 2010, que se nos plantea. Las herramientas mas adecuadas en este caso serían el diseño y conceptualización del producto, la tecnología y los materiales.
El calzado español es ya un protagonista en las expediciones científicas españolas al Continente Antártico, en forma de calzado técnico suministrado por empresas españolas y modificado por INESCOP, incorporándole sensores de medida de presión, humedad y temperatura, para su utilización por los miembros de la expedición.
La industria española de calzado, a través de su Instituto Tecnológico, INESCOP, se unió a la actividad investigadora en el "Continente Blanco" y sus extraordinarias condiciones climáticas en el año 2002, con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCYT). Para ello, se contó con la colaboración de varios grupos científicos, con el Ejército de Tierra y con la dotación del Buque Oceanográfico Hespérides, como usuarios del calzado técnico que se pretendía probar. Fueron diez empresas españolas de calzado y componentes, junto a INESCOP, las que participaron de la experiencia.
El objeto de esta iniciativa fue el de realizar un estudio previo que sirviera de base para la preparación de un proyecto de investigación de mayor envergadura. Dicho proyecto ha sido recientemente aprobado por el Ministerio y tendrá continuidad hasta el año 2006, siendo su finalidad el "Estudio del calzado empleado en las Campañas Antárticas para su mejora mediante la incorporación de materiales y procesos tecnológicamente innovadores". El proyecto se centrará en las modificaciones que será necesario introducir en los procesos de obtención de componentes y fabricación de calzado técnico para mejorar sus propiedades funcionales, tales como: el confort, la impermeabilidad y el resbalamiento, entre otras. El comienzo de este es el objetivo principal de esta reunión.
Como primera acción, INESCOP ha instrumentalizado botas, incorporando sensores, que ya calzan los científicos que forman parte de la expedición a la Antártida de esta campaña 2003-2004, y que durante todo el verano austral (meses de noviembre a febrero) estarán recogiendo datos de presión, temperatura y humedad de los materiales técnicos empleados, para posteriormente ser analizados en el laboratorio.
Esta campaña es de especial trascendencia para la comunidad científica española, ya que es la primera organizada y financiada íntegramente por España en el Continente Antártico. De esta experiencia se podría derivar la presencia permanente en el continente en el futuro próximo. Para INESCOP representa una gran oportunidad y orgullo al ser primer Centro Tecnológico participante con desarrollos propios en esta experiencia y para los fabricantes una excelente oportunidad de comprobar las prestaciones de sus productos en climas extremos, obtener información para mejorarlas y situarse en primera línea en este tipo de calzado, con el beneficio que puede suponer la apertura de nuevos mercados o el descubrir de nuevas aplicaciones.
El "sexto continente", con 14 millones de kilómetros cuadrados, dos mil metros de espesor medio y el noventa por ciento de los hielos terrestres, constituye el campo de ensayo escogido por INESCOP para probar los nuevos desarrollos de la industria del calzado.
La temperatura media anual de este "laboratorio" es de menos 16°C, siendo el registro más bajo el producido en 1983 con cerca de los 90 grados bajo cero. Los vientos son constantes y muy fuertes durante todo el año, llegando en ocasiones hasta los 320 km/hora.
El proyecto se encuadra en el Plan Estratégico Sectorial diseñado por FICE e INESCOP, así como entre los objetivos estratégicos del Proyecto Integrado Europeo recientemente aprobado, dentro de la FUNCIONALIDAD como uno de los factores claves para asegurar la sostenibilidad de la fabricación de calzado en nuestro país, y que consiste en superar la venta de calzado como simple elemento para cubrir el pie (con un diseño-moda ya reconocido), mediante la búsqueda de la funcionalidad adecuada a cada uso y con propiedades nuevas de confort e incluso terapéuticas.
Dada la naturaleza de estos calzados, intervine asimismo otro de los factores claves de futuro que agrupa a la calidad, confort y atención a la salud de los usuarios. Para avanzar en estos factores clave se deben utilizar todas las herramientas disponibles, actuando con cada una de ellas en la resolución de los problemas y en la puesta en marcha de alternativas que nos aseguren el futuro, con ese escenario temporal de 2010, que se nos plantea. Las herramientas mas adecuadas en este caso serían el diseño y conceptualización del producto, la tecnología y los materiales.
Observatorio astronomico en la Meseta Antartica
LA ANTÁRTIDA, LUGAR IDEAL PARA VER LAS ESTRELLAS.
Tomado de Inlandis
www.tierraspolares.es
Según ha publicado un equipo australiano en la revista Nature, un pequeño observatorio situado en la meseta antártica puede proporcionar las mejores imágenes de las estrellas de la Tierra. Según este estudio, desde un telescopio situado en la meseta antártica de Dome C, a 3250 metros de altitud, se puede tener una visión de las estrellas tan nítida como la que se tiene desde telescopios dos o tres veces más potentes en latitudes medias. Esto se debe a una combinación de factores atmosféricos, altitudinales, latitudinales, medioambientales y sísmicos. El emplazamiento podría convertirse en una alternativa más barata a la astronomía espacial.
Tomado de Inlandis
www.tierraspolares.es
Según ha publicado un equipo australiano en la revista Nature, un pequeño observatorio situado en la meseta antártica puede proporcionar las mejores imágenes de las estrellas de la Tierra. Según este estudio, desde un telescopio situado en la meseta antártica de Dome C, a 3250 metros de altitud, se puede tener una visión de las estrellas tan nítida como la que se tiene desde telescopios dos o tres veces más potentes en latitudes medias. Esto se debe a una combinación de factores atmosféricos, altitudinales, latitudinales, medioambientales y sísmicos. El emplazamiento podría convertirse en una alternativa más barata a la astronomía espacial.
Desprendimiento de témpanos en el Artico
INLANDIS Boletin "Tierras Polares"
www.tierraspolares.es
Extracto del Boletín de Diciembre 04.
Nota del Editor
Una de las últimas barreras de hielo del ártico se ha desprendido el verano pasado en el ártico canadiense. Estas barreras de hielo, o glaciares marinos, muy frecuentes en la antártida, pero excepcionales en el ártico. Solo se encuentran en la isla de Ellesmere al borde del océano ártico, y su desprendimiento, aun siendo un hecho totalmente natural, es una muestra mas dentro de un océano de evidencias que indican el rápido calentamiento que ciertamente ocurre en las zonas polares, y en el planeta.
El ártico es el lugar donde cualquier pequeño cambio de temperatura planetaria se observa mas claramente, y estos cambios empiezan a plantear numerosos problemas, entre otros a las comunidades esquimales, pues el hielo marino apenas se forma en lugares que hace poco estaban cubiertos por gruesas capas de hielo.
Las universidades más prestigiosas se van lanzando una tras otra para reafirmar la gravedad del proceso que está teniendo lugar. La evidencia es clara, el dilema también, ¿es este calentamiento fruto de la acción del hombre? ¿es un proceso natural habitual como ha ocurrido en numerosas ocasiones a lo largo del último Milenio? ¿si es provocado por el hombre, es posible pararlo? ¿si es provocado por el hombre y no se toman medidas, se puede aun acelerar, cuanto? ¿Cuánto subirá el nivel del mar por este fenómeno y en cuanto tiempo? ¿Cómo afectará la mayor aportación de agua dulce a las corrientes marinas y por tanto al clima planetario?
No se trata de sumarse a la fiebre catastrofista de la película del "Día de Mañana". Simplemente hay una serie de interrogantes, sin respuesta a día de hoy, de un fenómeno que tal vez podamos observar en nuestras vidas, y que puede tener muchas mayores consecuencias para todos los habitantes del planeta, que otros temas como el terrorismo internacional, que centran la atención internacional de la actualidad, pero que mientras se estaban gestando bajo la mirada incrédula del mundo nadie dio suficiente importancia, hasta que un día todo cambió y el mundo despertó y comprendió que era algo real.
Ramón Larramendi
www.tierraspolares.es
Extracto del Boletín de Diciembre 04.
Nota del Editor
Una de las últimas barreras de hielo del ártico se ha desprendido el verano pasado en el ártico canadiense. Estas barreras de hielo, o glaciares marinos, muy frecuentes en la antártida, pero excepcionales en el ártico. Solo se encuentran en la isla de Ellesmere al borde del océano ártico, y su desprendimiento, aun siendo un hecho totalmente natural, es una muestra mas dentro de un océano de evidencias que indican el rápido calentamiento que ciertamente ocurre en las zonas polares, y en el planeta.
El ártico es el lugar donde cualquier pequeño cambio de temperatura planetaria se observa mas claramente, y estos cambios empiezan a plantear numerosos problemas, entre otros a las comunidades esquimales, pues el hielo marino apenas se forma en lugares que hace poco estaban cubiertos por gruesas capas de hielo.
Las universidades más prestigiosas se van lanzando una tras otra para reafirmar la gravedad del proceso que está teniendo lugar. La evidencia es clara, el dilema también, ¿es este calentamiento fruto de la acción del hombre? ¿es un proceso natural habitual como ha ocurrido en numerosas ocasiones a lo largo del último Milenio? ¿si es provocado por el hombre, es posible pararlo? ¿si es provocado por el hombre y no se toman medidas, se puede aun acelerar, cuanto? ¿Cuánto subirá el nivel del mar por este fenómeno y en cuanto tiempo? ¿Cómo afectará la mayor aportación de agua dulce a las corrientes marinas y por tanto al clima planetario?
No se trata de sumarse a la fiebre catastrofista de la película del "Día de Mañana". Simplemente hay una serie de interrogantes, sin respuesta a día de hoy, de un fenómeno que tal vez podamos observar en nuestras vidas, y que puede tener muchas mayores consecuencias para todos los habitantes del planeta, que otros temas como el terrorismo internacional, que centran la atención internacional de la actualidad, pero que mientras se estaban gestando bajo la mirada incrédula del mundo nadie dio suficiente importancia, hasta que un día todo cambió y el mundo despertó y comprendió que era algo real.
Ramón Larramendi
La Doctora Chapman exhibe pinturas realizadas en la Antártida
Proyecto convierte a científica en artista
La astrofísica Sandra Chapman participa en un trabajo que une la ciencia con el arte, que la llevó durante dos meses a la Antártida para ser expuesta a fríos extremos y silencios misteriosos
Por Andrés Eloy Martínez Rojas
EL UNIVERSAL de Mexico
Viernes 03 de diciembre de 2004
Para la astrofísica Sandra Chapman, de la Universidad de Warwick, el estudio del universo tiene que ver también con el arte, especialmente con la sensibilidad del hombre de ciencia a la hora de interpretar a la naturaleza.
Es por eso que se involucró en un proyecto de la misma universidad llamado NESTA (National Endowment for Science Technology & The Arts), que la llevó durante dos meses a la Antártida para ser expuesta a fríos extremos y silencios misteriosos.
De acuerdo a un comunicado de esta casa de estudios, el proyecto es una exploración de realidades alternativas. Es una búsqueda para comunicar cómo un científico experimenta la realidad a los no-científicos con la práctica artística.
El viaje de exploración de la doctora Chapman tuvo lugar durante el verano antártico 2003-2004 en el que tuvo la oportunidad de pintar varios lienzos en puestos avanzados de investigación científica, a bordo de un barco que la llevó a la base Rothera.
Desde ella pudo crear sus pinturas mezclando los bosquejos con ideas asociadas al paisaje, a temperaturas por debajo de los cero grados y escuchando el crujir ocasional de los icebergs al romperse.
El resultado de su odisea será puesto este mes en una exhibición titulada Tiempo de sueños cósmicos, en la que transmite en una serie de cuadros sus impresiones sobre esta región del mundo, asociada a la imagen del universo primigenio en un época anterior a la formación de las estrellas, cuando la radiación del fondo cósmico era más intensa y llenaba todo el espacio.
Para la doctora Chapman, experta en sistemas caóticos y partículas cargadas en la magnetósfera terrestre, "los científicos tienen muchas maneras de ver el mundo, diversas disciplinas y culturas, pero todos comparten el paisaje de la exploración, de vivir en los márgenes de lo que se sabe, de la incertidumbre, del aislamiento y del riesgo.
"La Antártida es el epítome de la exploración, el yermo del prístino pasado, y como tal es el símbolo visual perfecto del esfuerzo científico, en el borde de lo que sabemos, hermoso e implacable".
La astrofísica Sandra Chapman participa en un trabajo que une la ciencia con el arte, que la llevó durante dos meses a la Antártida para ser expuesta a fríos extremos y silencios misteriosos
Por Andrés Eloy Martínez Rojas
EL UNIVERSAL de Mexico
Viernes 03 de diciembre de 2004
Para la astrofísica Sandra Chapman, de la Universidad de Warwick, el estudio del universo tiene que ver también con el arte, especialmente con la sensibilidad del hombre de ciencia a la hora de interpretar a la naturaleza.
Es por eso que se involucró en un proyecto de la misma universidad llamado NESTA (National Endowment for Science Technology & The Arts), que la llevó durante dos meses a la Antártida para ser expuesta a fríos extremos y silencios misteriosos.
De acuerdo a un comunicado de esta casa de estudios, el proyecto es una exploración de realidades alternativas. Es una búsqueda para comunicar cómo un científico experimenta la realidad a los no-científicos con la práctica artística.
El viaje de exploración de la doctora Chapman tuvo lugar durante el verano antártico 2003-2004 en el que tuvo la oportunidad de pintar varios lienzos en puestos avanzados de investigación científica, a bordo de un barco que la llevó a la base Rothera.
Desde ella pudo crear sus pinturas mezclando los bosquejos con ideas asociadas al paisaje, a temperaturas por debajo de los cero grados y escuchando el crujir ocasional de los icebergs al romperse.
El resultado de su odisea será puesto este mes en una exhibición titulada Tiempo de sueños cósmicos, en la que transmite en una serie de cuadros sus impresiones sobre esta región del mundo, asociada a la imagen del universo primigenio en un época anterior a la formación de las estrellas, cuando la radiación del fondo cósmico era más intensa y llenaba todo el espacio.
Para la doctora Chapman, experta en sistemas caóticos y partículas cargadas en la magnetósfera terrestre, "los científicos tienen muchas maneras de ver el mundo, diversas disciplinas y culturas, pero todos comparten el paisaje de la exploración, de vivir en los márgenes de lo que se sabe, de la incertidumbre, del aislamiento y del riesgo.
"La Antártida es el epítome de la exploración, el yermo del prístino pasado, y como tal es el símbolo visual perfecto del esfuerzo científico, en el borde de lo que sabemos, hermoso e implacable".
Hallan una roca lunar en la Antártida
Hallaron una roca lunar en la Antártida
http://www.infobae.com/
5 dic 04
La investigadora Bárbara Cohen y su equipo de geólogos recogieron, sin saberlo, un trozo de Luna, uno de los treinta encontrados hasta el momento en la Tierra
Fue descubierta por científicos estadounidenses, mientras realizaban estudios en el paisaje estéril de la región, según confirmaron los estudios posteriores efectuados por los científicos de la Universidad de Nuevo México.
"La encontramos hace casi un año, pero los análisis no finalizaron hasta hace un mes", dijo Cohen a la prensa local.
"Cuando descubrí que era una roca lunar me emocioné. El equipo sabía que algo muy interesante había allí, pero no podíamos probarlo. Tuvimos que esperar a que los análisis confirmaran nuestras suposiciones", agregó.
Este trozo lunar fue recolectado durante el viaje que la investigadora y su equipo realizaron el pasado verano antártico, en diciembre y enero de 2003 y 2004.
Según Cohen, "encontrar un meteorito es como hallar una pieza del rompecabezas del universo, porque cada trozo dice a los científicos más sobre cómo se desarrollaron los planetas y los asteroides."
El viaje de Cohen a la Antártida formaba parte del programa de la Fundación Nacional para la Ciencia de los Estados Unidos, el cual trata de recolectar meteoritos para los archivos de este país.
"Los meteoritos lunares son importantes porque proporcionan muestras de otras partes de la luna", afirmó Cohen.
La roca, junto con otros mil meteoritos capturados en ese mismo viaje, fue enviada al Centro Espacial Johnson, con sede en Houston (Texas).
Allí separaron los más interesantes y los enviaron al Instituto Smithsoniano para su estudio. Tras los análisis, las muestras regresaron a Houston y el Centro Espacial envió notificaciones a los científicos interesados en la roca.
"El 95 por ciento de los meteoritos que encontramos son condritas ordinarias, procedentes de asteroides. Por ello, sólo ciencuenta de los enviados a Smithsonian eran especiales", concluyó Cohen.
http://www.infobae.com/
5 dic 04
La investigadora Bárbara Cohen y su equipo de geólogos recogieron, sin saberlo, un trozo de Luna, uno de los treinta encontrados hasta el momento en la Tierra
Fue descubierta por científicos estadounidenses, mientras realizaban estudios en el paisaje estéril de la región, según confirmaron los estudios posteriores efectuados por los científicos de la Universidad de Nuevo México.
"La encontramos hace casi un año, pero los análisis no finalizaron hasta hace un mes", dijo Cohen a la prensa local.
"Cuando descubrí que era una roca lunar me emocioné. El equipo sabía que algo muy interesante había allí, pero no podíamos probarlo. Tuvimos que esperar a que los análisis confirmaran nuestras suposiciones", agregó.
Este trozo lunar fue recolectado durante el viaje que la investigadora y su equipo realizaron el pasado verano antártico, en diciembre y enero de 2003 y 2004.
Según Cohen, "encontrar un meteorito es como hallar una pieza del rompecabezas del universo, porque cada trozo dice a los científicos más sobre cómo se desarrollaron los planetas y los asteroides."
El viaje de Cohen a la Antártida formaba parte del programa de la Fundación Nacional para la Ciencia de los Estados Unidos, el cual trata de recolectar meteoritos para los archivos de este país.
"Los meteoritos lunares son importantes porque proporcionan muestras de otras partes de la luna", afirmó Cohen.
La roca, junto con otros mil meteoritos capturados en ese mismo viaje, fue enviada al Centro Espacial Johnson, con sede en Houston (Texas).
Allí separaron los más interesantes y los enviaron al Instituto Smithsoniano para su estudio. Tras los análisis, las muestras regresaron a Houston y el Centro Espacial envió notificaciones a los científicos interesados en la roca.
"El 95 por ciento de los meteoritos que encontramos son condritas ordinarias, procedentes de asteroides. Por ello, sólo ciencuenta de los enviados a Smithsonian eran especiales", concluyó Cohen.
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