EFE - 25 nov 04
Christchurch (Nueva Zelanda), 25 nov -- Sir Edmund Hillary, el primer hombre que conquistó el Everest, partió hoy con destino a la Antártida para rendir homenaje a las 257 pasajeros muertos en el accidente de aviación ocurrido hace 25 años en la región helada.
Según informan hoy los medios locales, Hillary, de 85 años, salió desde Nueva Zelanda con destino a la base Scott para tomar parte en un documental sobre la tragedia aérea ocurrida el 29 de noviembre de 1979 en el Monte Erebus.
En el siniestro falleció el explorador Peter Mulgrew, con cuya viuda se casó Hillary tras perder a su primera esposa en otro accidente aéreo sucedido cuatro años antes en Nepal.
El equipo de rodaje se alojará durante seis días en la Base Scott, establecida en 1956 con los esfuerzos de Hillary y el Gobierno de Nueva Zelanda.
El veterano montañero neozelandés, cuya figura siempre permanecerá unida a Tensing Norgay, el sherpa que le acompañó a la cima del pico más alto del mundo, será el narrador del documental.EFE
viernes, noviembre 26, 2004
jueves, noviembre 25, 2004
Descubren pulpos de aguas heladas en la Antártida
Descubren 13.000 nuevas especies en el fondo del mar
(Internacional)Fuente: El Mundo
24 de noviembre de 2004
Siempre se ha dicho que sabemos menos sobre las profundidades de los océanos en la Tierra que sobre las superficie de Marte. Por este motivo, muchos científicos van estos días de sorpresa en sorpresa al conocer los resultados parciales de la mayor investigación de esta parte de la biosfera, que es la menos conocida y sin duda, todavía tiene mucho que desvelar.
El Sistema Oceanográfico de Información Biográfica lleva varios años realizando un Censo de la Vida Marina que concluirá en 2010, pero del que se ha conocido ayer una parte: el censo recoge 13.000 nuevas especies, y eso que la información proviene fundamentalmente de los primeros 200 metros de las profundidades.
La investigación es la más ambiciosa acometida hasta el momento, y particicipan en ella cientos de científicos de 70 países. La semana que viene tendrán lugar varias reuniones donde se aportarán nuevos datos. Mientras tanto, han trascendido que ya se manejan 5,2 millones de registros que dibujan las distribución de las 38.000 especies marinas conocidas hasta ahora, de las que 15.842 son peces.
Y sólo hemos tocado ligeramente la superficie , declaró Frederic Grassle, de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, uno de los responsables del proyecto, quien está convencido de que cuando se empiece a rastrear por debajo de los 2.000 metros de profundidad, el 50 por ciento de las muestras traerá especies desconocidas para la ciencia, informa EFE.
Tan sólo en cuatro estaciones costeras de África, este año se han encontrado 400 nuevas especies. Grassle se cuida mucho antes de anotar especies nuevas, puesto que antes se comprueba si ya existía alguna indicación sobre ella.
Nuevos equipos
También se muestra parco en lo que ocurrirá de aquí al final de la investigación, porque el desarrollo de nuevas tecnologías puede cambiar el ritmo de los hallazgos. En ese sentido se ha referido al buque oceanográfico G.O.SARS, que ha iniciado este año sus singladuras científicas con nuevos equipos de sónar y de observación submarina.
Entre lo encontrado por este barco citó la realización de un gráfico de sónar que muestra una forma de 10 Kilómetros de diámetro en aguas muy profundas de la dorsal media del Atlántico. Es una circulación de corriente llena de plancton que esta rodeada por un círculo de agua sin vida. No sabemos nada más y es algo desconocido hasta ahora , señaló el científico estadounidense.
Entre otras especies, los científicos han mencionado dos tipos de pulpos de las aguas heladas que rodean la Antártida, un gusano excavador de más de 20 centímetros, un tipo de pez escorpión o estrellas de mar del Ártico.
(Internacional)Fuente: El Mundo
24 de noviembre de 2004
Siempre se ha dicho que sabemos menos sobre las profundidades de los océanos en la Tierra que sobre las superficie de Marte. Por este motivo, muchos científicos van estos días de sorpresa en sorpresa al conocer los resultados parciales de la mayor investigación de esta parte de la biosfera, que es la menos conocida y sin duda, todavía tiene mucho que desvelar.
El Sistema Oceanográfico de Información Biográfica lleva varios años realizando un Censo de la Vida Marina que concluirá en 2010, pero del que se ha conocido ayer una parte: el censo recoge 13.000 nuevas especies, y eso que la información proviene fundamentalmente de los primeros 200 metros de las profundidades.
La investigación es la más ambiciosa acometida hasta el momento, y particicipan en ella cientos de científicos de 70 países. La semana que viene tendrán lugar varias reuniones donde se aportarán nuevos datos. Mientras tanto, han trascendido que ya se manejan 5,2 millones de registros que dibujan las distribución de las 38.000 especies marinas conocidas hasta ahora, de las que 15.842 son peces.
Y sólo hemos tocado ligeramente la superficie , declaró Frederic Grassle, de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, uno de los responsables del proyecto, quien está convencido de que cuando se empiece a rastrear por debajo de los 2.000 metros de profundidad, el 50 por ciento de las muestras traerá especies desconocidas para la ciencia, informa EFE.
Tan sólo en cuatro estaciones costeras de África, este año se han encontrado 400 nuevas especies. Grassle se cuida mucho antes de anotar especies nuevas, puesto que antes se comprueba si ya existía alguna indicación sobre ella.
Nuevos equipos
También se muestra parco en lo que ocurrirá de aquí al final de la investigación, porque el desarrollo de nuevas tecnologías puede cambiar el ritmo de los hallazgos. En ese sentido se ha referido al buque oceanográfico G.O.SARS, que ha iniciado este año sus singladuras científicas con nuevos equipos de sónar y de observación submarina.
Entre lo encontrado por este barco citó la realización de un gráfico de sónar que muestra una forma de 10 Kilómetros de diámetro en aguas muy profundas de la dorsal media del Atlántico. Es una circulación de corriente llena de plancton que esta rodeada por un círculo de agua sin vida. No sabemos nada más y es algo desconocido hasta ahora , señaló el científico estadounidense.
Entre otras especies, los científicos han mencionado dos tipos de pulpos de las aguas heladas que rodean la Antártida, un gusano excavador de más de 20 centímetros, un tipo de pez escorpión o estrellas de mar del Ártico.
miércoles, noviembre 24, 2004
Investigaciones de la Universidad de Granada
UNIVERSIDAD DE GRANADA
Dos expediciones estudian el clima y la actividad sísmica de la Antártida
23 Nov 04
http://www.andalucia24horas.com
Dos expediciones dirigidas por la Universidad de Granada partirán a la Antártida para investigar la actividad sísmica y los cambios climáticos del continente, con el fin de desarrollar técnicas que se aplicarán posteriormente en el Mar de Alborán, el Golfo de Cádiz y en la isla de Tenerife.
La primera expedición realizará durante un mes una radiografía completa de los movimientos sísmicos de la Isla Decepción, mientras que la segunda profundizará en la evolución de la formación de continentes y océanos, con estudios a bordo del buque Hespérides en los mares antárticos de Scotia y Weddell.
Este último proyecto, de un mes de duración, está compuesto por 13 científicos comandados por el director del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT), Andrés Maldonado, que parte el 26 de noviembre.
Los objetivos científicos de este proyecto se centran en la evolución global de la Tierra y la formación de continentes y océanos con dos líneas de investigación: la tectónica de placas, la formación de continentes y océanos y, en concreto, la separación entre Sudamérica y la Antártida; y en segundo lugar el terreno paleoceanográfico, dando lugar a la corriente circumpolar antártica.
El Paso de Drake permite la separación de la Península Antártica y Sudamérica, aislando el continente antártico del resto de océanos. Así, queda separado térmicamente, permitiendo la instalación de la corriente circumpolar antártica, masas de agua fría que circulan en el sentido de las agujas del reloj, un fenómeno que da lugar al enfriamiento global y al clima de las grandes glaciaciones antárticas, influyendo de forma decisiva en el cambio climático actual.
Por primera vez en sus campañas, se van a tomar muestras físicas del fondo oceánico con un material de alto nivel tecnológico, para poder datar y estudiar sus componentes. Se trata de reconocer la creación de agua profunda y los portales que utiliza para circular hacia el norte, técnicas que se extrapolarán al Mar de Alborán y el Golfo de Cádiz.
Actividad sísmica
La segunda expedición, compuesta por 33 científicos parte a la Isla Decepción de forma escalonada los hasta el 28 de noviembre, pretende determinar con detalle la estructura de velocidad de ondas sísmicas hasta una profundidad aproximada de ocho kilómetros bajo el volcán y abarcando una superficie de alrededor de 400 kilómetros cuadrados, un trabajo que sólo se ha hecho antes en el Vesubio, y nunca con tantos sismógrafos como en esta ocasión.
Esta expedición dirigida por el Instituto Andaluz de Geofísica (IAG) de la UGR, cuenta con la participación de prestigiosos centros de referencia científica en sismicidad como son el USGS, Volcanic Hazard Team de Estados Unidos, o el Osservatorio Vesuviano de Nápoles, en Italia. La UGR lleva trabajando en esta zona ininterrumpidamente en todas las campañas antárticas anuales desde 1994.
El valor del instrumental que se va a utilizar asciende a 1.200.000 euros, según las estimaciones del Instituto Andaluz de Geofísica. La Universidad aporta una red sísmica telemétrica de corto periodo compuesta por tres sensores verticales MarkL4 y una estación sísmica de tres componentes; así como trece sistemas de antenas sísmicas, de 12 canales cada una, digitales, con un total de 156 sismómetros.
Los responsables de ambas expediciones coinciden en señalar que en los últimos años la Antártida ha crecido en protección medioambiental del continente pero también en número de turistas, llegando a ser de 18.000 turistas anuales en la Isla Decepción.
En ambas expediciones participan numerosas instituciones internacionales de Italia, Irlanda, EE UU, México, Argentina, Inglaterra, Brasil y Yugoslavia, entre otros países, además de universidades españolas y andaluzas, concretamente la de Cádiz, la única que imparte los estudios de Investigación del Mar en la comunidad autónoma.
Dos expediciones estudian el clima y la actividad sísmica de la Antártida
23 Nov 04
http://www.andalucia24horas.com
Dos expediciones dirigidas por la Universidad de Granada partirán a la Antártida para investigar la actividad sísmica y los cambios climáticos del continente, con el fin de desarrollar técnicas que se aplicarán posteriormente en el Mar de Alborán, el Golfo de Cádiz y en la isla de Tenerife.
La primera expedición realizará durante un mes una radiografía completa de los movimientos sísmicos de la Isla Decepción, mientras que la segunda profundizará en la evolución de la formación de continentes y océanos, con estudios a bordo del buque Hespérides en los mares antárticos de Scotia y Weddell.
Este último proyecto, de un mes de duración, está compuesto por 13 científicos comandados por el director del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT), Andrés Maldonado, que parte el 26 de noviembre.
Los objetivos científicos de este proyecto se centran en la evolución global de la Tierra y la formación de continentes y océanos con dos líneas de investigación: la tectónica de placas, la formación de continentes y océanos y, en concreto, la separación entre Sudamérica y la Antártida; y en segundo lugar el terreno paleoceanográfico, dando lugar a la corriente circumpolar antártica.
El Paso de Drake permite la separación de la Península Antártica y Sudamérica, aislando el continente antártico del resto de océanos. Así, queda separado térmicamente, permitiendo la instalación de la corriente circumpolar antártica, masas de agua fría que circulan en el sentido de las agujas del reloj, un fenómeno que da lugar al enfriamiento global y al clima de las grandes glaciaciones antárticas, influyendo de forma decisiva en el cambio climático actual.
Por primera vez en sus campañas, se van a tomar muestras físicas del fondo oceánico con un material de alto nivel tecnológico, para poder datar y estudiar sus componentes. Se trata de reconocer la creación de agua profunda y los portales que utiliza para circular hacia el norte, técnicas que se extrapolarán al Mar de Alborán y el Golfo de Cádiz.
Actividad sísmica
La segunda expedición, compuesta por 33 científicos parte a la Isla Decepción de forma escalonada los hasta el 28 de noviembre, pretende determinar con detalle la estructura de velocidad de ondas sísmicas hasta una profundidad aproximada de ocho kilómetros bajo el volcán y abarcando una superficie de alrededor de 400 kilómetros cuadrados, un trabajo que sólo se ha hecho antes en el Vesubio, y nunca con tantos sismógrafos como en esta ocasión.
Esta expedición dirigida por el Instituto Andaluz de Geofísica (IAG) de la UGR, cuenta con la participación de prestigiosos centros de referencia científica en sismicidad como son el USGS, Volcanic Hazard Team de Estados Unidos, o el Osservatorio Vesuviano de Nápoles, en Italia. La UGR lleva trabajando en esta zona ininterrumpidamente en todas las campañas antárticas anuales desde 1994.
El valor del instrumental que se va a utilizar asciende a 1.200.000 euros, según las estimaciones del Instituto Andaluz de Geofísica. La Universidad aporta una red sísmica telemétrica de corto periodo compuesta por tres sensores verticales MarkL4 y una estación sísmica de tres componentes; así como trece sistemas de antenas sísmicas, de 12 canales cada una, digitales, con un total de 156 sismómetros.
Los responsables de ambas expediciones coinciden en señalar que en los últimos años la Antártida ha crecido en protección medioambiental del continente pero también en número de turistas, llegando a ser de 18.000 turistas anuales en la Isla Decepción.
En ambas expediciones participan numerosas instituciones internacionales de Italia, Irlanda, EE UU, México, Argentina, Inglaterra, Brasil y Yugoslavia, entre otros países, además de universidades españolas y andaluzas, concretamente la de Cádiz, la única que imparte los estudios de Investigación del Mar en la comunidad autónoma.
Conferencias en España
Dos grandes laboratorios de los cambios en el planeta
Los científicos Fernando Hiraldo y Manuel Catalán exponen las líneas de investigación para dar con las claves del desarrollo sostenible
ANA R.TENORIO - Diario de Cádiz
Cádiz. 24 nov 04
Dos expertos conocedores de otros tantos singulares laboratorios naturales para investigar el estado actual del clima y la biodiversidad de nuestro planeta, y prever su posible futuro, protagonizaban ayer la tercera jornada del ciclo 'De Atapuerca al espacio' organizado por la Diputación Provincial.
El doctor en Física de la UCA Manuel Catalán, uno de los científicos españoles más experimentados en la investigación en la Antártida, y Fernando Hiraldo, director de la Estación Biológica de Doñana, daban cuenta al público que llenaba el Salón Regio de la riqueza de datos que puede aportar la indagación de la conducta de la naturaleza y las consecuencias de la acción sobre ella en estos ámbitos excepcionales, que resumen en buena parte la biodiversidad del planeta en que vivimos.
Manuel Catalán lleva siete años participando en proyectos de investigación en la Antártida y actualmente es presidente del Grupo Internacional que controla todas las actuaciones marítimas en el Océano Antártico. Desde esa prolongada experiencia de investigación 'in situ', coincide en que "en el momento actual el problema del posible cambio climático en nuestro planeta es preocupante. La atmósfera -afirma- se está oscureciendo debido a que las sociedades industriales producen grandes cantidades de anhídrido carbónico, de forma que el calor del sol entra a través de esa capa pero no sale y puede producirse un posible calentamiento del planeta".
El científico subraya ese matiz de la posibilidad, "puesto que lo que estamos investigando aún es si se está produciendo efectivamente ese calentamiento a una escala que pueda derivar en un cambio climático que suponga un nuevo equilibrio ambiental, diferente al que la humanidad ha conocido hasta ahora", aunque apunta que "por lo que vamos averiguando, todo parece indicar que vamos hacia eso".
Sin embargo, advierte que "no son fiables científicamente las teorías catastrofistas que vaticinan un cambio brusco, porque esos cambios son procesos que llevan mucho tiempo. Algunas de estas teorías y los datos en que se basan no están contrastados científicamente y se exagera, por ejemplo, cuando se habla de la subida del nivel del mar, que no es tan espectacular como se dice, puesto que es cierto que en algunos lugares este nivel sube, pero también en otros baja, de forma que la media de elevación de ese nivel en todo el planeta no supera el milímetro por año".
Otro tanto ocurre con respecto al calentamiento de la atmósfera, que, según indica Manuel Catalán,
"es cierto que se está produciendo, pero no en la proporción que algunos apuntan, puesto que también en este caso hay que atender al fenómeno a nivel planetario, cuya media de aumento es de unas décimas de grado por año".
La importancia de la investigación en la Antártida para encontrar respuesta a muchas de estas preguntas con respecto al futuro del planeta se apoya en varias razones. Una de ellas radica en que "es un lugar donde se pueden estudiar las condiciones naturales en 'estado puro', porque no ha habido en él presencia humana. Pero, a pesar de que tanto en la Antártida como en el Círculo Polar Ártico no se produce contaminación, las corrientes atmosféricas llevan hasta allí estos gases y, dado que en estas zonas se encuentran los polos magnéticos de la Tierra, sus efectos se manifiestan en ellas de forma más clara".
Es lo que ha permitido constatar la disminución de las moléculas de ozono que protegen al planeta, el famoso 'agujero', uno de los resultados más relevantes de esta investigación en la Antártida. Pero no el único, ya que el estudio de los hielos polares permite también la investigación de las partículas del aire de la Tierra desde épocas remotas y, comparándolo con los de otras zonas, comprobar los cambios que ha experimentado por la acción del hombre. Todo ello, junto con la investigación de la acción depuradora de los océanos que se produce en esa zona y de los animales que la pueblan, se encamina, en fin, a tratar de averiguar los límites para un desarrollo sostenible en el planeta, es decir que no lleve a su destrucción.
Fernando Hiraldo centraba su intervención en las grandes líneas de investigación que se llevan a cabo en la Estación Biológica de Doñana, "la gran instalación natural de Europa y un lugar inigualable para estudiar la evolución natural de los grandes ecosistemas, los procesos ecológicos y los efectos que puede tener un cambio climático en esos procesos".
Hiraldo hizo un breve recorrido por la historia por este excepcional escenario natural "en tiempos sólo muy conocido por las grandes fortunas de Andalucía que lo utilizaban como coto de caza", deteniéndose en la decisiva llegada al mismo, en 1952 del José Antonio Valverde, que puso en marcha la reserva y la Estación Biológica con ayuda internacional.
Ayudándose de diapositivas, Hiraldo explicó el proceso geológico de formación de Doñana y describió algunos de los grandes proyectos de investigación que se llevan a cabo en la Estación. Uno de ellos, constante y a gran escala, es el seguimiento minucioso de los procesos naturales que se producen en la reserva natural tanto en el medio físico, como en el biológico y de evolución ecológica. Algo que comparó "al exhaustivo control médico al que se somete a un paciente enfermo". Junto a este macroproyecto, cada año se desarrollan en Doñana una media de 40 proyectos temáticos propuestos por científicos tanto españoles como extranjeros. Una investigación, que, explicó, tiene un doble objetivo: "Por una parte, disponer de la información necesaria para sentar las bases sólidas para gestionar el parque protegido. Otro objetivo -añadió- , más lejano pero más importante, es convertir la reserva un gran laboratorio de la naturaleza, donde estudiar cómo funcionan los ecosistemas del planeta y cual es su resistencia para un desarrollo sostenible".
Los científicos Fernando Hiraldo y Manuel Catalán exponen las líneas de investigación para dar con las claves del desarrollo sostenible
ANA R.TENORIO - Diario de Cádiz
Cádiz. 24 nov 04
Dos expertos conocedores de otros tantos singulares laboratorios naturales para investigar el estado actual del clima y la biodiversidad de nuestro planeta, y prever su posible futuro, protagonizaban ayer la tercera jornada del ciclo 'De Atapuerca al espacio' organizado por la Diputación Provincial.
El doctor en Física de la UCA Manuel Catalán, uno de los científicos españoles más experimentados en la investigación en la Antártida, y Fernando Hiraldo, director de la Estación Biológica de Doñana, daban cuenta al público que llenaba el Salón Regio de la riqueza de datos que puede aportar la indagación de la conducta de la naturaleza y las consecuencias de la acción sobre ella en estos ámbitos excepcionales, que resumen en buena parte la biodiversidad del planeta en que vivimos.
Manuel Catalán lleva siete años participando en proyectos de investigación en la Antártida y actualmente es presidente del Grupo Internacional que controla todas las actuaciones marítimas en el Océano Antártico. Desde esa prolongada experiencia de investigación 'in situ', coincide en que "en el momento actual el problema del posible cambio climático en nuestro planeta es preocupante. La atmósfera -afirma- se está oscureciendo debido a que las sociedades industriales producen grandes cantidades de anhídrido carbónico, de forma que el calor del sol entra a través de esa capa pero no sale y puede producirse un posible calentamiento del planeta".
El científico subraya ese matiz de la posibilidad, "puesto que lo que estamos investigando aún es si se está produciendo efectivamente ese calentamiento a una escala que pueda derivar en un cambio climático que suponga un nuevo equilibrio ambiental, diferente al que la humanidad ha conocido hasta ahora", aunque apunta que "por lo que vamos averiguando, todo parece indicar que vamos hacia eso".
Sin embargo, advierte que "no son fiables científicamente las teorías catastrofistas que vaticinan un cambio brusco, porque esos cambios son procesos que llevan mucho tiempo. Algunas de estas teorías y los datos en que se basan no están contrastados científicamente y se exagera, por ejemplo, cuando se habla de la subida del nivel del mar, que no es tan espectacular como se dice, puesto que es cierto que en algunos lugares este nivel sube, pero también en otros baja, de forma que la media de elevación de ese nivel en todo el planeta no supera el milímetro por año".
Otro tanto ocurre con respecto al calentamiento de la atmósfera, que, según indica Manuel Catalán,
"es cierto que se está produciendo, pero no en la proporción que algunos apuntan, puesto que también en este caso hay que atender al fenómeno a nivel planetario, cuya media de aumento es de unas décimas de grado por año".
La importancia de la investigación en la Antártida para encontrar respuesta a muchas de estas preguntas con respecto al futuro del planeta se apoya en varias razones. Una de ellas radica en que "es un lugar donde se pueden estudiar las condiciones naturales en 'estado puro', porque no ha habido en él presencia humana. Pero, a pesar de que tanto en la Antártida como en el Círculo Polar Ártico no se produce contaminación, las corrientes atmosféricas llevan hasta allí estos gases y, dado que en estas zonas se encuentran los polos magnéticos de la Tierra, sus efectos se manifiestan en ellas de forma más clara".
Es lo que ha permitido constatar la disminución de las moléculas de ozono que protegen al planeta, el famoso 'agujero', uno de los resultados más relevantes de esta investigación en la Antártida. Pero no el único, ya que el estudio de los hielos polares permite también la investigación de las partículas del aire de la Tierra desde épocas remotas y, comparándolo con los de otras zonas, comprobar los cambios que ha experimentado por la acción del hombre. Todo ello, junto con la investigación de la acción depuradora de los océanos que se produce en esa zona y de los animales que la pueblan, se encamina, en fin, a tratar de averiguar los límites para un desarrollo sostenible en el planeta, es decir que no lleve a su destrucción.
Fernando Hiraldo centraba su intervención en las grandes líneas de investigación que se llevan a cabo en la Estación Biológica de Doñana, "la gran instalación natural de Europa y un lugar inigualable para estudiar la evolución natural de los grandes ecosistemas, los procesos ecológicos y los efectos que puede tener un cambio climático en esos procesos".
Hiraldo hizo un breve recorrido por la historia por este excepcional escenario natural "en tiempos sólo muy conocido por las grandes fortunas de Andalucía que lo utilizaban como coto de caza", deteniéndose en la decisiva llegada al mismo, en 1952 del José Antonio Valverde, que puso en marcha la reserva y la Estación Biológica con ayuda internacional.
Ayudándose de diapositivas, Hiraldo explicó el proceso geológico de formación de Doñana y describió algunos de los grandes proyectos de investigación que se llevan a cabo en la Estación. Uno de ellos, constante y a gran escala, es el seguimiento minucioso de los procesos naturales que se producen en la reserva natural tanto en el medio físico, como en el biológico y de evolución ecológica. Algo que comparó "al exhaustivo control médico al que se somete a un paciente enfermo". Junto a este macroproyecto, cada año se desarrollan en Doñana una media de 40 proyectos temáticos propuestos por científicos tanto españoles como extranjeros. Una investigación, que, explicó, tiene un doble objetivo: "Por una parte, disponer de la información necesaria para sentar las bases sólidas para gestionar el parque protegido. Otro objetivo -añadió- , más lejano pero más importante, es convertir la reserva un gran laboratorio de la naturaleza, donde estudiar cómo funcionan los ecosistemas del planeta y cual es su resistencia para un desarrollo sostenible".
martes, noviembre 23, 2004
Comienza campaña antártica española
Comienza campaña antártica española, Ocho militares viajan a Decepción
Ocho militares integrantes de la Campaña Antártica 2004-05 partieron el jueves hacia la base Gabriel de Castilla, situada en la isla antártica de Decepción, para desarrollar allí diferentes proyectos de investigación, según informó en un comunicado el Ministerio de Defensa.
Esta expedición se integra en la misión de los 43 científicos civiles y 14 militares que desarrollarán proyectos de investigación durante la presente campaña en la Antártida y que permanecerán al mando de un comandante del Ejército de Tierra.
El viaje de estos primeros ocho militares se hace con una escala en Buenos Aires (Argentina), para completar su formación con la asistencia a unas conferencias impartidas por el Comando Antártico Argentino.
Está previsto que lleguen a la isla Decepción el próximo domingo, 28 de noviembre, a bordo del buque de investigación oceanográfica Hespérides, tras pasar por la ciudad de Ushuaia, capital de la provincia argentina de Tierra de Fuego. Así, la base Gabriel de Castilla debería estar en pleno funcionamiento los primeros días de diciembre.
Equipos de las universidades de Madrid, Granada, Santiago de Compostela y el Instituto Nacional de Meteorología desarrollarán los proyectos civiles
Ocho militares integrantes de la Campaña Antártica 2004-05 partieron el jueves hacia la base Gabriel de Castilla, situada en la isla antártica de Decepción, para desarrollar allí diferentes proyectos de investigación, según informó en un comunicado el Ministerio de Defensa.
Esta expedición se integra en la misión de los 43 científicos civiles y 14 militares que desarrollarán proyectos de investigación durante la presente campaña en la Antártida y que permanecerán al mando de un comandante del Ejército de Tierra.
El viaje de estos primeros ocho militares se hace con una escala en Buenos Aires (Argentina), para completar su formación con la asistencia a unas conferencias impartidas por el Comando Antártico Argentino.
Está previsto que lleguen a la isla Decepción el próximo domingo, 28 de noviembre, a bordo del buque de investigación oceanográfica Hespérides, tras pasar por la ciudad de Ushuaia, capital de la provincia argentina de Tierra de Fuego. Así, la base Gabriel de Castilla debería estar en pleno funcionamiento los primeros días de diciembre.
Equipos de las universidades de Madrid, Granada, Santiago de Compostela y el Instituto Nacional de Meteorología desarrollarán los proyectos civiles
Nueva estación meteorológica española
La campaña española a la Antártida se refuerza con una nueva estación meteorológica
23 nov 04
EUROPA PRESS/MADRID
La campaña española Antártica 2004-2005 va a contar con una nueva estación meteorológica en la isla Decepción y, entre los proyectos que desarrollarán científicos y militares, destaca el de observación de la actividad sísmica y volcánica desde cuatro campamentos temporales. Los primeros ocho militares integrantes de la misión llegarán a la Base Antártica Española Gabriel de Castilla en Decepción el 28 de noviembre.
En total, habrá 43 científicos civiles y 14 militares trabajando en la campaña de este año, tanto en la base referida como en la Juan Carlos I y en los buques 'Hespérides' y 'Las Palmas'. La nueva estación meteorológica, diseñada por el Instituto Nacional de Meteorología (INM), proporcionará datos en tiempo real de las condiciones en la isla Decepción y permitirá prever con dos horas los cambios meteorológicos que se puedan producir, explicó el jefe de campaña, el comandante Pedro Linares.
La nueva estación contará con un aerogenerador como fuente de alimentación, lo que permitirá también obtener datos de presión y temperatura durante el invierno austral, cuando la base está deshabitada. Los datos se recibirán en la sede del INM de Madrid.
El proyecto TOMODEC, por su parte, pretende observar la actividad sísmica y volcánica de la isla Decepción, para lo que se instalarán cuatro campamentos temporales a lo largo de la bahía Foster. El comandante Linares destacó ayer que es la primera vez que se lleva a cabo un proyecto científico con este despliegue logístico, que conllevará un complejo transporte del material y que es un ejemplo de cooperación entre el mundo científico y el militar. En este proyecto trabajarán 31 científicos.
23 nov 04
EUROPA PRESS/MADRID
La campaña española Antártica 2004-2005 va a contar con una nueva estación meteorológica en la isla Decepción y, entre los proyectos que desarrollarán científicos y militares, destaca el de observación de la actividad sísmica y volcánica desde cuatro campamentos temporales. Los primeros ocho militares integrantes de la misión llegarán a la Base Antártica Española Gabriel de Castilla en Decepción el 28 de noviembre.
En total, habrá 43 científicos civiles y 14 militares trabajando en la campaña de este año, tanto en la base referida como en la Juan Carlos I y en los buques 'Hespérides' y 'Las Palmas'. La nueva estación meteorológica, diseñada por el Instituto Nacional de Meteorología (INM), proporcionará datos en tiempo real de las condiciones en la isla Decepción y permitirá prever con dos horas los cambios meteorológicos que se puedan producir, explicó el jefe de campaña, el comandante Pedro Linares.
La nueva estación contará con un aerogenerador como fuente de alimentación, lo que permitirá también obtener datos de presión y temperatura durante el invierno austral, cuando la base está deshabitada. Los datos se recibirán en la sede del INM de Madrid.
El proyecto TOMODEC, por su parte, pretende observar la actividad sísmica y volcánica de la isla Decepción, para lo que se instalarán cuatro campamentos temporales a lo largo de la bahía Foster. El comandante Linares destacó ayer que es la primera vez que se lleva a cabo un proyecto científico con este despliegue logístico, que conllevará un complejo transporte del material y que es un ejemplo de cooperación entre el mundo científico y el militar. En este proyecto trabajarán 31 científicos.
buscan nuevas especies biológicas
Investigadores gallegos buscan nuevas especies en la Antártida
H. NEIRA/AGENCIAS\SANTIAGO/MADRID
23 nov 04
Mariano Lastra, Adoración Sánchez y Manuel García Gallego ya habían participado como científicos en la campaña antártica española 2003-2004 (de diciembre de 2003 a febrero de este año) y a ellos se unirá en la nueva campaña el catedrático de Oceanografía de la Universidade de Santiago (USC), José Mora, que no pudo hacerlo la vez anterior por falta de plazas en las bases españolas.
El proyecto, que contempla su participación en una tercera campaña, investiga los Gradientes de diversidad biológica en los substratos móviles intermareales antárticos: conexiones entre las comunidades antárticas y subantárticas. La expedición gallega tiene previsto comenzar esta nueva temporada partiendo de Vigo el 29 de diciembre de este año. Desde la ciudad olívica volarán a Madrid y de allí a Santiago de Chile y luego a Punta Arenas, capital de la Patagonia chilena.
A continuación, planean embarcarse entre el 1 y el 10 de enero hacia su destino, las bases antárticas españolas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla. El regreso a Galicia sería el 28 de febrero.
El objetivo del segundo viaje, explica a EL CORREO Manuel García Gallego, es "repetir la toma de muestras —sedimentos, agua, etc— en los lugares donde ya se realizaron'' en los dos primeros meses de este año y en la medida de lo posible "ampliar el número de puntos'' de muestreo, siguiendo el mismo plan de trabajo.
Bases y canal
Los científicos gallegos piensan pasar "entre veinte días y un mes en cada una de las dos bases'' españolas, primero en la Juan Carlos I y después en la Gabriel de Castilla, señala García Gallego. Además prevén recoger muestras en la zona del canal de Magallanes —tarea que se podría realizar en esta campaña si se retrasa la salida de Punta Arenas hasta el 10 de enero— o bien en la del 2006. Para ello contarían con la colaboración de Eduardo Jaramillo, de la universidad chilena de Valdivia
Las investigaciones sobre los muestras conseguidas en la campaña de 2004 aún no están concluidas y Manuel García Gallego cree posible que entre ellas figuren "especies nuevas, no descritas'', aunque todavía es muy pronto para asegurarlo.
PROYECTOS
Investigaciones civiles Los proyectos civiles que se desarrollarán en la campaña antártica española que está a punto de comenzar, incluyen el estudio de la actividad sísmica y volcánica de la isla Decepción, la elaboración de un modelo tridimensional digital de las fracturas responsables de la actividad volcánica en la isla, la instalación de una nueva estación meteorológica y el análisis de la diversidad biológica en las playas antárticas, entre otros.
Ejército Entre los proyectos militares destaca la valoración del estado nutricional del personal presente sometido a temperaturas extremas; la implantación de un sistema de gestión medioambiental según la norma UNE-EN-ISO 14000 y en cuanto a las transmisiones se experimentará con comunicaciones a larga distancia.
Experiencia España realiza estudios científicos en la Antártida desde hace dieciséis años y para ello cuenta con el buque oceanográfico Hespérides, el buque de apoyo Las Palmas y dos instalaciones fijas, las bases antárticas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla.
Compartidas Las bases antárticas españolas son compartidas por científicos civiles y por militares, que son los encargados de mantenerlas en buen estado y que se ocupan de las comunicaciones y la logística, entre otras tareas
H. NEIRA/AGENCIAS\SANTIAGO/MADRID
23 nov 04
Mariano Lastra, Adoración Sánchez y Manuel García Gallego ya habían participado como científicos en la campaña antártica española 2003-2004 (de diciembre de 2003 a febrero de este año) y a ellos se unirá en la nueva campaña el catedrático de Oceanografía de la Universidade de Santiago (USC), José Mora, que no pudo hacerlo la vez anterior por falta de plazas en las bases españolas.
El proyecto, que contempla su participación en una tercera campaña, investiga los Gradientes de diversidad biológica en los substratos móviles intermareales antárticos: conexiones entre las comunidades antárticas y subantárticas. La expedición gallega tiene previsto comenzar esta nueva temporada partiendo de Vigo el 29 de diciembre de este año. Desde la ciudad olívica volarán a Madrid y de allí a Santiago de Chile y luego a Punta Arenas, capital de la Patagonia chilena.
A continuación, planean embarcarse entre el 1 y el 10 de enero hacia su destino, las bases antárticas españolas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla. El regreso a Galicia sería el 28 de febrero.
El objetivo del segundo viaje, explica a EL CORREO Manuel García Gallego, es "repetir la toma de muestras —sedimentos, agua, etc— en los lugares donde ya se realizaron'' en los dos primeros meses de este año y en la medida de lo posible "ampliar el número de puntos'' de muestreo, siguiendo el mismo plan de trabajo.
Bases y canal
Los científicos gallegos piensan pasar "entre veinte días y un mes en cada una de las dos bases'' españolas, primero en la Juan Carlos I y después en la Gabriel de Castilla, señala García Gallego. Además prevén recoger muestras en la zona del canal de Magallanes —tarea que se podría realizar en esta campaña si se retrasa la salida de Punta Arenas hasta el 10 de enero— o bien en la del 2006. Para ello contarían con la colaboración de Eduardo Jaramillo, de la universidad chilena de Valdivia
Las investigaciones sobre los muestras conseguidas en la campaña de 2004 aún no están concluidas y Manuel García Gallego cree posible que entre ellas figuren "especies nuevas, no descritas'', aunque todavía es muy pronto para asegurarlo.
PROYECTOS
Investigaciones civiles Los proyectos civiles que se desarrollarán en la campaña antártica española que está a punto de comenzar, incluyen el estudio de la actividad sísmica y volcánica de la isla Decepción, la elaboración de un modelo tridimensional digital de las fracturas responsables de la actividad volcánica en la isla, la instalación de una nueva estación meteorológica y el análisis de la diversidad biológica en las playas antárticas, entre otros.
Ejército Entre los proyectos militares destaca la valoración del estado nutricional del personal presente sometido a temperaturas extremas; la implantación de un sistema de gestión medioambiental según la norma UNE-EN-ISO 14000 y en cuanto a las transmisiones se experimentará con comunicaciones a larga distancia.
Experiencia España realiza estudios científicos en la Antártida desde hace dieciséis años y para ello cuenta con el buque oceanográfico Hespérides, el buque de apoyo Las Palmas y dos instalaciones fijas, las bases antárticas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla.
Compartidas Las bases antárticas españolas son compartidas por científicos civiles y por militares, que son los encargados de mantenerlas en buen estado y que se ocupan de las comunicaciones y la logística, entre otras tareas
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