Funciones y casa abierta en la Armada Nacional
18 de julio 2004
http://www.eluniverso.com
Una casa abierta realiza desde hoy hasta el próximo sábado la Armada Nacional del Ecuador, en homenaje a las festividades de aniversario de esa entidad y por las fiestas de Guayaquil.
En la casa abierta, que atiende al público desde las 14h00 hasta las 20h00 en el Malecón 2000, a la altura del Yacht Club, se exponen las actividades que a diario ejecuta ese reparto naval y el apoyo que presta a la comunidad.Durante la exhibición los visitantes pueden observar los proyectos de ejecución y desarrollo científico del Inocar (Instituto Oceanográfico de la Armada), los adelantos técnicos en cuanto a oceanografía, las ayudas a la navegación y lo que a cartografía náutica se refiere.También se muestran los estudios efectuados por las delegaciones enviadas a la Antártida durante las nueve expediciones en las que el país ha tenido presencia en ese lugar, la instalación de los módulos II y III de la Estación Científica Pedro Vicente Maldonado y la vestimenta especial que utilizan los expedicionarios para las campañas de permanencia en la Antártida.En el recorrido los visitantes también tienen acceso a los estudios de impacto ambiental efectuados por el Inocar y de cómo se mantiene informada a la zona costera sobre las condiciones climáticas en el Ecuador.Quienes visitan la página web: PortalOceanico.net, tienen acceso a la información sobre el océano en América del Sur y el Caribe.En la casa abierta también se dan charlas sobre la contaminación de los mares, ríos y esteros del Ecuador y de otros lugares, y además sobre los Servicios a Terceros que esa entidad ofrece.Como el Inocar cumple hoy 32 años de creación, esa entidad dará varias funciones gratuitas en la instalaciones del planetario para los estudiantes y público en general hasta el jueves 22 de julio. La atención es a partir de las 09h00 hasta las 15h00.
LOGROS
Apoyos
El Inocar cuenta con los departamentos de hidrografía, ciencias del mar y ayudas a la navegación, y las naves BAE Orión y Lancha Rigel.
Investigaciones
El Inocar ha realizado nueve expediciones científicas para tener información sobre los cambios climáticos del mundo y otros fenómenos que tienen directa relación con el ambiente marino del Ecuador. Estas expediciones le han permitido ser miembro consultivo del Tratado Antártico y miembro pleno del Comité Científico para Investigaciones Antárticas.
lunes, julio 19, 2004
miércoles, julio 07, 2004
Investigan efectos del Omega 3
Los efectos benéficos de "Omega 3" investigados por médicos uruguayos
Publicado en El País de Montevideo, 26 de julio 2003
http://www.elpais.com.uy
Los investigadores se trasladarán a la base uruguaya en la Antártida para analizar bajo condiciones extremas
Los investigadores científicos uruguayos estudian cincuenta casos en Montevideo y proyectan cotejar resultados con habitantes de la Base Artigas de Uruguay en la Antártida, antes de publicar el trabajo en Estados Unidos. El objetivo que se impusieron es ambicioso, investigan los efectos del Omega 3 en pacientes con sequedad de piel y mucosas
Un equipo de investigadores uruguayos estudia en Montevideo los efectos de adicionar Omega 3 a la dieta de personas que padecen sequedad de piel y mucosas, y se propone viajar entre agosto y setiembre a la Antártida para poner su teoría a prueba en condiciones extremas de vientos, temperatura y humedad, antes de publicar los resultados de su trabajo en Estados Unidos.
El equipo, liderado por el médico oftalmólogo Fernando de Santiago e integrado además por el médico y coronel de la Fuerza Aérea Uruguaya, Roberto Lagomarsino, y el técnico en computación Javier Figueroa, trabaja desde noviembre pasado en Montevideo con unos cincuenta pacientes que presentan diferentes grados de sequedad en piel y mucosas, y analiza los efectos que sobre ese mal tiene la dieta occidental tradicional.
"A los pacientes con los que estamos trabajando en Montevideo los hemos sometido a un tratamiento muy simple, que ha consistido en suplementar su dieta tradicional con Omega 3. Y los resultados han sido realmente fantásticos. Con una dieta que incluya Omega 3, los pacientes mejoran", asegura De Santiago.
Pero el equipo de investigadores uruguayos considera que el trabajo no quedará completado hasta que sea posible realizar en la Base Artigas de la Antártida un trabajo idéntico al que desde noviembre de 2002 vienen desarrollando en Montevideo.
"Es clave que podamos viajar entre agosto y setiembre a la Antártida, para evaluar la condición de las personas que llevan varios meses conviviendo con esas condiciones extremas, y para poder suplementar desde ese momento su dieta con Omega 3, de modo de observar los resultados en noviembre de este año, cuando regresen a Montevideo", explica De Santiago.
ESTUDIO. El Instituto Antártico Uruguayo, el Ministerio de Defensa Nacional y las Fuerzas Armadas han manifestado su apoyo al proyecto y a quienes lo llevan adelante. Sin embargo, existe una traba. El equipo de investigadores no podrá viajar entre agosto y setiembre a la Antártida si para ese entonces no se encuentra en condiciones de volar a esa zona uno de los dos aviones C-130 con que cuenta la Fuerza Aérea Uruguaya. Al día de hoy, uno de esos aparatos se encuentra en Chile, tras completar una revisión técnica de rutina, y su regreso al país depende de que existan los recursos para pagar los 400 mil dólares que cuesta el monitoreo de sus condiciones de vuelo. En tanto, el otro avión está en Montevideo, aguardando para ser sometido a la misma revisión del que hoy está en Chile.
De Santiago confía en que uno de esos dos aviones esté en condiciones de volar a la Antártida entre agosto y setiembre, para completar la investigación que, el equipo, se propone publicar en Estados Unidos.
"Esta investigación no se ha hecho hasta hoy en ninguna parte del mundo y nos parece importante que Uruguay desarrolle este estudio y pueda divulgarlo a nivel de las principales publicaciones científicas, de las que el país se encuentra absolutamente ausente desde hace ya varios años", dice De Santiago, quien confía que al término del trabajo del equipo que lidera "pueda demostrarse que, en condiciones normales y en agudos, la adición de Omega 3 a la dieta puede prevenir o cambiar sustancialmente las calidad de vida de los pacientes con sequedad de piel y mucosas".
Publicado en El País de Montevideo, 26 de julio 2003
http://www.elpais.com.uy
Los investigadores se trasladarán a la base uruguaya en la Antártida para analizar bajo condiciones extremas
Los investigadores científicos uruguayos estudian cincuenta casos en Montevideo y proyectan cotejar resultados con habitantes de la Base Artigas de Uruguay en la Antártida, antes de publicar el trabajo en Estados Unidos. El objetivo que se impusieron es ambicioso, investigan los efectos del Omega 3 en pacientes con sequedad de piel y mucosas
Un equipo de investigadores uruguayos estudia en Montevideo los efectos de adicionar Omega 3 a la dieta de personas que padecen sequedad de piel y mucosas, y se propone viajar entre agosto y setiembre a la Antártida para poner su teoría a prueba en condiciones extremas de vientos, temperatura y humedad, antes de publicar los resultados de su trabajo en Estados Unidos.
El equipo, liderado por el médico oftalmólogo Fernando de Santiago e integrado además por el médico y coronel de la Fuerza Aérea Uruguaya, Roberto Lagomarsino, y el técnico en computación Javier Figueroa, trabaja desde noviembre pasado en Montevideo con unos cincuenta pacientes que presentan diferentes grados de sequedad en piel y mucosas, y analiza los efectos que sobre ese mal tiene la dieta occidental tradicional.
"A los pacientes con los que estamos trabajando en Montevideo los hemos sometido a un tratamiento muy simple, que ha consistido en suplementar su dieta tradicional con Omega 3. Y los resultados han sido realmente fantásticos. Con una dieta que incluya Omega 3, los pacientes mejoran", asegura De Santiago.
Pero el equipo de investigadores uruguayos considera que el trabajo no quedará completado hasta que sea posible realizar en la Base Artigas de la Antártida un trabajo idéntico al que desde noviembre de 2002 vienen desarrollando en Montevideo.
"Es clave que podamos viajar entre agosto y setiembre a la Antártida, para evaluar la condición de las personas que llevan varios meses conviviendo con esas condiciones extremas, y para poder suplementar desde ese momento su dieta con Omega 3, de modo de observar los resultados en noviembre de este año, cuando regresen a Montevideo", explica De Santiago.
ESTUDIO. El Instituto Antártico Uruguayo, el Ministerio de Defensa Nacional y las Fuerzas Armadas han manifestado su apoyo al proyecto y a quienes lo llevan adelante. Sin embargo, existe una traba. El equipo de investigadores no podrá viajar entre agosto y setiembre a la Antártida si para ese entonces no se encuentra en condiciones de volar a esa zona uno de los dos aviones C-130 con que cuenta la Fuerza Aérea Uruguaya. Al día de hoy, uno de esos aparatos se encuentra en Chile, tras completar una revisión técnica de rutina, y su regreso al país depende de que existan los recursos para pagar los 400 mil dólares que cuesta el monitoreo de sus condiciones de vuelo. En tanto, el otro avión está en Montevideo, aguardando para ser sometido a la misma revisión del que hoy está en Chile.
De Santiago confía en que uno de esos dos aviones esté en condiciones de volar a la Antártida entre agosto y setiembre, para completar la investigación que, el equipo, se propone publicar en Estados Unidos.
"Esta investigación no se ha hecho hasta hoy en ninguna parte del mundo y nos parece importante que Uruguay desarrolle este estudio y pueda divulgarlo a nivel de las principales publicaciones científicas, de las que el país se encuentra absolutamente ausente desde hace ya varios años", dice De Santiago, quien confía que al término del trabajo del equipo que lidera "pueda demostrarse que, en condiciones normales y en agudos, la adición de Omega 3 a la dieta puede prevenir o cambiar sustancialmente las calidad de vida de los pacientes con sequedad de piel y mucosas".
martes, julio 06, 2004
Alertan sobre la disminucion de algas en la Antartida
Un científico alerta sobre la disminución de algas en la Antártida
La Nueva España - Editorial de Prensa Asturiana
Las Palmas de Gran Canaria
5jul04
El presidente del Ente Nacional para la Energía Alternativa de Italia, Antonio Palucci, alertó ayer de la relación existente entre las emisiones a la atmósfera de CO2 y la reducción de algas y fitoplancton en la Antártida, que en un futuro podría provocar la desaparición de sus ecosistemas.
Palucci, que ofreció la conferencia inaugural del III Congreso Ibérico de Espectroscopia que se celebra en la capital grancanaria hasta el próximo viernes, destacó también que la vida de determinadas especies en la Antártida está amenazada no sólo por las emisiones de dióxido de carbono, sino por las agresivas campañas de pesca que se efectúan en esta zona del planeta, sobre todo de países como Japón.
Asimismo, manifestó que «el cambio climático puede alterar el frágil equilibrio que existe entre las actividades pesqueras, la alimentación y la vida animal». El investigador ha participado en varias campañas para la medición del crecimiento de las algas.
La Nueva España - Editorial de Prensa Asturiana
Las Palmas de Gran Canaria
5jul04
El presidente del Ente Nacional para la Energía Alternativa de Italia, Antonio Palucci, alertó ayer de la relación existente entre las emisiones a la atmósfera de CO2 y la reducción de algas y fitoplancton en la Antártida, que en un futuro podría provocar la desaparición de sus ecosistemas.
Palucci, que ofreció la conferencia inaugural del III Congreso Ibérico de Espectroscopia que se celebra en la capital grancanaria hasta el próximo viernes, destacó también que la vida de determinadas especies en la Antártida está amenazada no sólo por las emisiones de dióxido de carbono, sino por las agresivas campañas de pesca que se efectúan en esta zona del planeta, sobre todo de países como Japón.
Asimismo, manifestó que «el cambio climático puede alterar el frágil equilibrio que existe entre las actividades pesqueras, la alimentación y la vida animal». El investigador ha participado en varias campañas para la medición del crecimiento de las algas.
lunes, julio 05, 2004
Ericsson: Expedición Científica
RSC.- El programa 'Ericsson Responde' aporta tecnología GSM para una expedición científica a la Antártida.
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
2 de julio de 2004, 15:33
http://labolsa.com/noticias/20040702153303/
El programa de asistencia humanitaria 'Ericsson Responde' de la multinacional sueca de telecomunicaciones aportará tecnología GSM para la realización de una expedición científica al Polo Norte, llamada 'Expedición 2004 al núcleo de la Antártida' y destinada a obtener restos sedimentarios del fondo del océano a través de la perforación de unos 500 metros, para que las muestras recuperadas permitan a los científicos reconstruir 50 millones de años de evolución de la tierra, según informa la compañía.
Las muestras obtenidas en esta expedición podrán revelar el clima y la historia medioambiental del Ártico, una información que ayudará a entender los cambios climáticos de hoy.
Las expediciones geológicas en el Océano Ártico son difíciles de desarrollar y necesitan ser interpretadas con la mayor precisión. Los obstáculos incluyen las placas de hielo a la deriva y las severas condiciones como la espesa niebla y los cambiantes vientos helados. Debido a esta inaccesibilidad, las expediciones del Polo Norte han estado limitadas y sus conclusiones han sido escasas. El programa 'Ericsson Responde' pretende solventar estos obstáculos.
La Expedición al 'corazón' de la Antártida correrá a cargo de tres barcos. Uno de ellos, el 'Vidar Viking', actuará como núcleo principal de la flota y será la embarcación desde la que se harán las perforaciones. El segundo protegerá al primero de los icebergs y los choques con los hielos flotantes. Uno de los barcos es un 'rompehielos' ruso y el tercero es del mismo tipo, aunque de origen sueco.
Los dos barcos permitirán al 'Vidar Viking' revelar la localización de los núcleos del océano que puedan revelar información. Será una expedición complicada y para la que una comunicación satisfactoria es "vital". Por ello, 'Ericsson Responde' la proveerá con un sistema móvil GSM y un voluntario del programa que ayudará en la operación y mantendrá el sistema. El GSM instalado posibilitará a la plantilla de científicos mantener el contacto a bordo de las embarcaciones.
Esta expedición revelará tan sólo "una pequeña parte de la historia de la tienda" y comprenderla, y será también una esperanza para que los científicos "sean capaces de entender el futuro".
Hasta la fecha, el programa 'Responde' se limitaba a asistencia a organizaciones humanitarias en situaciones de emergencia o catástrofes naturales, proporcionando servicios de telecomunicaciones para facilitar las operaciones de ayuda a la población.
Desde su creación en 1998, este departamento ha actuado en Bangladesh, China, Canadá, Kosovo, Turquía, Venezuela, Europa del Este, El Salvador, India, Perú, Estados Unidos (con motivo del 11-S), Argelia, Tanzania, Afganistán, Liberia, Panamá, Irán y República Dominicana.
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
2 de julio de 2004, 15:33
http://labolsa.com/noticias/20040702153303/
El programa de asistencia humanitaria 'Ericsson Responde' de la multinacional sueca de telecomunicaciones aportará tecnología GSM para la realización de una expedición científica al Polo Norte, llamada 'Expedición 2004 al núcleo de la Antártida' y destinada a obtener restos sedimentarios del fondo del océano a través de la perforación de unos 500 metros, para que las muestras recuperadas permitan a los científicos reconstruir 50 millones de años de evolución de la tierra, según informa la compañía.
Las muestras obtenidas en esta expedición podrán revelar el clima y la historia medioambiental del Ártico, una información que ayudará a entender los cambios climáticos de hoy.
Las expediciones geológicas en el Océano Ártico son difíciles de desarrollar y necesitan ser interpretadas con la mayor precisión. Los obstáculos incluyen las placas de hielo a la deriva y las severas condiciones como la espesa niebla y los cambiantes vientos helados. Debido a esta inaccesibilidad, las expediciones del Polo Norte han estado limitadas y sus conclusiones han sido escasas. El programa 'Ericsson Responde' pretende solventar estos obstáculos.
La Expedición al 'corazón' de la Antártida correrá a cargo de tres barcos. Uno de ellos, el 'Vidar Viking', actuará como núcleo principal de la flota y será la embarcación desde la que se harán las perforaciones. El segundo protegerá al primero de los icebergs y los choques con los hielos flotantes. Uno de los barcos es un 'rompehielos' ruso y el tercero es del mismo tipo, aunque de origen sueco.
Los dos barcos permitirán al 'Vidar Viking' revelar la localización de los núcleos del océano que puedan revelar información. Será una expedición complicada y para la que una comunicación satisfactoria es "vital". Por ello, 'Ericsson Responde' la proveerá con un sistema móvil GSM y un voluntario del programa que ayudará en la operación y mantendrá el sistema. El GSM instalado posibilitará a la plantilla de científicos mantener el contacto a bordo de las embarcaciones.
Esta expedición revelará tan sólo "una pequeña parte de la historia de la tienda" y comprenderla, y será también una esperanza para que los científicos "sean capaces de entender el futuro".
Hasta la fecha, el programa 'Responde' se limitaba a asistencia a organizaciones humanitarias en situaciones de emergencia o catástrofes naturales, proporcionando servicios de telecomunicaciones para facilitar las operaciones de ayuda a la población.
Desde su creación en 1998, este departamento ha actuado en Bangladesh, China, Canadá, Kosovo, Turquía, Venezuela, Europa del Este, El Salvador, India, Perú, Estados Unidos (con motivo del 11-S), Argelia, Tanzania, Afganistán, Liberia, Panamá, Irán y República Dominicana.
jueves, julio 01, 2004
Nueva Base Británica
Científicos británicos buscan una nueva base en la Antártida
http://www.diariohoy.net/v5/verNoticia.phtml/html/117528/
19:16 | Londres
La estación británica que se encuentra en la Antártida tiene un problema de diseño que unos pocos arquitectos habían pronosticado cuando se construyó y dentro de una década podría desaparecer en medio de los hielos.
La base está construida sobre una placa de hielo que los especialistas estiman se desprenderá seguramente hacia el mar si el calentamiento global continúa a su ritmo actual.
De esta forma, la Expedición Antártica Británica (BAS por sus siglas en inglés) pidió a los creadores del proyecto que busquen un lugar para edificar otro refugio para los científicos.
La nueva estación, que tendrá un costo superior a los 24 millones de dólares, deberá permitir que los científicos trabajen durante todo un año en uno de los lugares más inhóspitos del mundo y también tendrá que ser ambientalmente neutral.
Las leyes medioambientales en la Antártida son tan estrictas que todos los desechos -incluidos desperdicios humanos- deben ser recogidos en bolsas y trasladados fuera del continente para que no quede ningún rastro de la ocupación exterior.
"Este es un proyecto ambicioso. Para llevarlo a cabo deberán fusionarse conocimientos científicos, arquitectónicos, tecnológicos y de ingeniería", afrimó Chris Rapley, director de la BAS.
La nueva estación reemplazará al ya existente complejo Halley de la BAS que, según pronósticos, correrá la misma suerte que la mayoría del hielo del continente, que se quebrará debido al calentamiento de la Tierra.
La estación Halley es la quinta que se ha construido en la placa Brunt desde 1956 para estudiar el cambio climático en el "continente blanco".
Al contrario de sus predecesoras, que simplemente fueron engullidas por el hielo, la nueva Halley se asienta sobre pilotes y será elevada cada año para evitar que sea cubierta por la nieve.
Un portavoz de BAS dijo que probablemente la nueva estación se construirá sobre los restos de la placa Brunt y que podría ser operativa hacia noviembre de 2008, a tiempo para el verano del hemisferio sur de 2008-2009, cuando el equipo británico se cuadruplica hasta llegar a las 60 personas.
La nueva estación no sólo tendrá que soportar temperaturas de 30 grados centígrados bajo cero y temporales, también tendrá que poder elevarse sobre las nevadas.
Los equipos de diseño y arquitectura que presenten sus proyectos antes del 3 de agosto verán sus propuestas sometidas al estudio del Instituto Real de Arquitectos Británicos y el proyecto ganador será anunciado en septiembre de 2005.
http://www.diariohoy.net/v5/verNoticia.phtml/html/117528/
19:16 | Londres
La estación británica que se encuentra en la Antártida tiene un problema de diseño que unos pocos arquitectos habían pronosticado cuando se construyó y dentro de una década podría desaparecer en medio de los hielos.
La base está construida sobre una placa de hielo que los especialistas estiman se desprenderá seguramente hacia el mar si el calentamiento global continúa a su ritmo actual.
De esta forma, la Expedición Antártica Británica (BAS por sus siglas en inglés) pidió a los creadores del proyecto que busquen un lugar para edificar otro refugio para los científicos.
La nueva estación, que tendrá un costo superior a los 24 millones de dólares, deberá permitir que los científicos trabajen durante todo un año en uno de los lugares más inhóspitos del mundo y también tendrá que ser ambientalmente neutral.
Las leyes medioambientales en la Antártida son tan estrictas que todos los desechos -incluidos desperdicios humanos- deben ser recogidos en bolsas y trasladados fuera del continente para que no quede ningún rastro de la ocupación exterior.
"Este es un proyecto ambicioso. Para llevarlo a cabo deberán fusionarse conocimientos científicos, arquitectónicos, tecnológicos y de ingeniería", afrimó Chris Rapley, director de la BAS.
La nueva estación reemplazará al ya existente complejo Halley de la BAS que, según pronósticos, correrá la misma suerte que la mayoría del hielo del continente, que se quebrará debido al calentamiento de la Tierra.
La estación Halley es la quinta que se ha construido en la placa Brunt desde 1956 para estudiar el cambio climático en el "continente blanco".
Al contrario de sus predecesoras, que simplemente fueron engullidas por el hielo, la nueva Halley se asienta sobre pilotes y será elevada cada año para evitar que sea cubierta por la nieve.
Un portavoz de BAS dijo que probablemente la nueva estación se construirá sobre los restos de la placa Brunt y que podría ser operativa hacia noviembre de 2008, a tiempo para el verano del hemisferio sur de 2008-2009, cuando el equipo británico se cuadruplica hasta llegar a las 60 personas.
La nueva estación no sólo tendrá que soportar temperaturas de 30 grados centígrados bajo cero y temporales, también tendrá que poder elevarse sobre las nevadas.
Los equipos de diseño y arquitectura que presenten sus proyectos antes del 3 de agosto verán sus propuestas sometidas al estudio del Instituto Real de Arquitectos Británicos y el proyecto ganador será anunciado en septiembre de 2005.
miércoles, junio 30, 2004
Chilenos incursionan en la glaciología
Martes, 29 de Junio de 2004
Economía y Negocios, El Mercurio
MARÍA CRISTINA SILVA
http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=54661
El cambio climático y la disponibilidad de recursos hídricos son algunos de los temas que investigan.
Gino Casassa ha construido su vida en torno a la montaña. A su mujer la conoció escalando y se casó literalmente en la punta del cerro, con ropa de montaña y un sacerdote en buen estado físico, obviamente.
Cuando era alumno de ingeniería civil hidráulica en la Universidad de Chile se dio cuenta de que las montañas además de escalarse podían estudiarse. Su particular pasión por las avalanchas de nieve lo llevó a sacar un magíster en esa materia en la U. de Hokkaido, en Japón, y luego se orientó hacia los glaciares y se doctoró en Ohio.
"A pesar de que en el lugar no hay nada de hielo, cuando fui tenía la mayor concentración de glaciólogos de todo EE.UU.", cuenta.
Con estos antecedentes no era de extrañar que este ingeniero-montañista-científico fuera elegido en 2001 para convertirse en la columna vertebral del primer Laboratorio de Glaciología y Cambio Climático que existe en el país.
Éste pertenece al Centro de Estudios Científicos (Cecs) de Valdivia, creado el "84 por Claudio Teitelboim, Ramón Latorre y Armando Cisternas.
La glaciología es el estudio de las nieves y el hielo tanto a nivel planetario como extraplanetario -por ejemplo, los hielos de Marte- y tomó gran impulso durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los japoneses empezaron a estudiar la formación de escarcha en las puntas de ataque de las alas de los aviones de combate.
Casassa y su equipo estudian los glaciares y su relación con el clima. La existencia de Campos de Hielo y de la Antártida hace que Chile tenga una gran ventaja para el desarrollo de la glaciología, materia que adquiere cada día mayor relevancia por la preocupación universal por los recursos hídricos y los ascensos del nivel del mar.
Investigaciones en conjunto con la NASA, asociaciones con científicos daneses y campañas con las Fuerzas Armadas son algunos de los proyectos acometidos por este grupo de chilenos. Se trata de un equipo multidisciplinario que congrega a militares, geógrafos, encargados de logística y varios ingenieros.
"Además de buenos científicos tienen algo épico, heroico. Estos gallos debieran ser héroes nacionales", dice el biólogo Francisco Sepúlveda, director de proyectos del Cecs.
Expediciones top
Nada menos que con la NASA ha trabajado este grupo. En marzo pasado un avión de la agencia espacial vino a recoger información sobre la topografía del continente antártico, y el Laboratorio de Glaciología estuvo representado a bordo de la nave. Los datos que se obtuvieron entonces son interpretados actualmente tanto por los estadounidenses como por los glaciólogos chilenos, cada equipo desde una perspectiva distinta.
La expedición voló a 9 mil metros de altura e hizo frente a vientos de 185 kilómetros por hora en un avión-laboratorio DC-8 equipado con un potente radar. Tras los sobrevuelos, los científicos confirmaron que los glaciares antárticos de la periferia hoy fluyen a mayor velocidad que antes, se disgregan en témpanos al tocar el mar y luego se funden en el agua salada. Así, el derretimiento que se había comprobado en glaciares patagónicos se confirmó en la Antártida.
Tras la expedición, el hecho fue tildado de "dramático" por los científicos. Si se comprobaba que el fenómeno era generalizado, la Antártida occidental desaparecería en un mediano plazo. Sin embargo, se descubrió una pequeña señal de que en las zonas altas habría un engrosamiento de los glaciares; es decir, el efecto contrario de lo que ocurría en la periferia.
El objetivo de todas las expediciones es estudiar el estado actual de los glaciares -que presentan tasas de retroceso mayores que las de sus símiles del hemisferio norte-, su comportamiento pasado y su interacción con el clima. En base a eso, la idea es predecir su evolución y cómo ésta afecta al sistema ambiental y climático a nivel local, regional y global.
"La Antártida obviamente afecta al planeta a nivel global", precisan. La primera expedición -que impulsó la creación del Laboratorio de Glaciología el año 2000- fue a Campos de Hielo Sur. En la excursión se realizaron estudios en terreno a partir de los métodos tradicionales del montañismo; o sea, recorriendo a pie con los instrumentos en la espalda. El regreso desde Punta Arenas hasta Puerto Montt se realizó en el buque "Aquiles" de la Armada de Chile, donde tuvo lugar un seminario.
Además del trabajo científico, lo más memorable de la hazaña fue el estoicismo de un japonés a quien le tocó dictar su charla durante el cruce del Golfo de Penas: la marejada hizo desaparecer rápidamente a la audiencia, pero el conferencista duró hasta el final.
En 2001 vino una segunda expedición a Campos de Hielo con un equipo de científicos daneses liderados por el Instituto Niels Bohr, oportunidad en que por primera vez en Chile se instaló un sensor a bordo de un avión para estudiar glaciares (concretamente el Grey y el Tyndall).
"El tema del radar fue un fracaso: no medimos nada porque no se pudo penetrar el glaciar con el radar. Pero el experimento con el altímetro láser que hicimos fue un gran éxito y demostró que tenía ventajas incomparables para ese tipo de terreno", dice Casassas.
Ese proyecto fue el punto de partida para las exploraciones aéreas, que permiten esperar el esquivo buen tiempo en esas latitudes y recorrer miles de kilómetros en una jornada.
El gran reto pendiente es una expedición al Polo Sur que se realizará en noviembre o diciembre de este año en colaboración con el Ejército, la Fuerza Aérea y el Ministerio de Defensa. La idea es ir en un tractor y convertirse en la primera excursión sudamericana que va allá con objetivos científicos. Argentina ha llegado dos veces con medios motorizados y Chile lo ha hecho vía aérea; además, deportistas nacionales han llegado esquiando.
El proyecto es parte del gran esfuerzo internacional Itase (International Trans Antartic Scientific Expedition) que estudia el clima de los últimos 200 años.
"Los testigos de hielo son un libro abierto para estudiar el clima del pasado. En la medida en que vamos en tránsito hacia el Polo Sur tenemos 1.100 kilómetros con condiciones ambientales distintas, donde podemos ver y evaluar cómo han variado las condiciones climáticas del pasado", explican.
La investigación del cambio climático tiene implicancia directa en temas de recursos hídricos. En concreto, se analiza cómo el retroceso de los glaciares impacta en los recursos hídricos.
¿Y quién paga?
Aunque entre risas dicen que son un mal negocio porque sólo gastan plata, al ponerse serios los glaciólogos aseguran que el conocimiento que están generando es rentable. De hecho, sirve para orientar las políticas públicas en torno al cambio climático y contribuir a evitar los efectos del calentamiento global.
El Cecs cuenta con un presupuesto anual que bordea los US$ 2,5 millones. Los recursos se distribuyen entre sus tres unidades: de física, biología y glaciología. Los dos últimos son los que más gastan, ya que los físicos requieren menos instrumental para su trabajo.
A modo de ejemplo, una exploración aérea a la Antártida cuesta en torno a un millón de dólares, y los gastos se asumen entre todas las partes involucradas en el proyecto.
El presupuesto anual del Cecs se obtiene a partir de tres grandes pilares, que son la Iniciativa Científica Milenio de Mideplan, los aportes de la Fundación Andes y fuentes diversas, como proyectos Fondecyt y donaciones de privados.
El año 2000 el centro fue seleccionado -junto con otros 2 institutos- para convertirse en Instituto Milenio, lo que le significó un aporte de recursos hasta fines de este año. La Fundación Andes, en tanto, financia proyectos del laboratorio de glaciología y la creación de una unidad de genómica funcional.
Los científicos aseguran que año a año hay que pelear por los recursos, aunque reconocen que, afortunadamente, los gobiernos se han dado cuenta de que invertir en ciencia y tecnología equivale a invertir directamente en desarrollo.
Cuando un avión de la NASA vino a recoger información sobre la topografía del continente antártico, el Laboratorio de Glaciología estuvo representado a bordo de la nave.
Todos para uno
En una imponente casona remodelada a orillas del Calle Calle trabajan los integrantes del Laboratorio de Glaciología.
Pese a lo confortable que son las instalaciones, ellos no están en sus oficinas todo el tiempo. Parte del año se lo pasan sobrevolando hielos para desentrañar los misterios de su evolución.
La heterogeneidad del grupo hace muy especial el ambiente: diferentes profesiones, edades y procedencias.
Los uniformados son el teniente coronel Guillermo Neira y el mayor Luis Araya, investigadores de un proyecto conjunto entre el Ejército y el Cecs. Llevan tres meses en Valdivia.
No cualquier militar calificaba para esta responsabilidad, ya que además de los conocimientos técnicos requerían de manejo de idiomas y perfil investigador.
Los geógrafos Francisca Bown y Andrés Rivera (quien no apareció en la foto, pues está terminando su doctorado en glaciología en la Universidad de Bristol) son los que colaboran con Casassa en el análisis de la información obtenida en las expediciones. Francisca se dedica al manejo de datos de imágenes y fotografías aéreas satelitales para el estudio de glaciares, y trabaja en un proyecto en colaboración con la Universidad de Colorado.
El radarista del grupo es el ingeniero civil electrónico Rodrigo Zamora. Su labor consiste en medir el espesor de los hielos en terreno, para luego analizar y procesar los datos. Además, investiga las modificaciones necesarias a los equipos con que cuentan para adaptarlos al hielo temperado que está en Campos de Hielo y la Península Antártica.
El guía de montaña y asesor logístico Marcos Rodríguez es clave en las expediciones, ya que aporta conocimientos y vitalidad.
El más joven del grupo es Ronald Mella (24), tesista de ingeniería civil en informática de la Universidad Austral que desarrolla un sistema de adquisición y procesamiento de datos de radar para mediciones de espesor de hielos. Hugo Muñoz (27), estudiante de ingeniería electrónica trabaja en su tesis sobre el mejoramiento de las antenas del sistema de radio-ecosondaje. Su desafío es que los radares lleguen hasta un kilómetro de profundidad en la medición del espesor de los hielos (hoy alcanzan 600 metros).
Martes, 29 de Junio de 2004
Economía y Negocios, El Mercurio
MARÍA CRISTINA SILVA
http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=54661
El cambio climático y la disponibilidad de recursos hídricos son algunos de los temas que investigan.
Gino Casassa ha construido su vida en torno a la montaña. A su mujer la conoció escalando y se casó literalmente en la punta del cerro, con ropa de montaña y un sacerdote en buen estado físico, obviamente.
Cuando era alumno de ingeniería civil hidráulica en la Universidad de Chile se dio cuenta de que las montañas además de escalarse podían estudiarse. Su particular pasión por las avalanchas de nieve lo llevó a sacar un magíster en esa materia en la U. de Hokkaido, en Japón, y luego se orientó hacia los glaciares y se doctoró en Ohio.
"A pesar de que en el lugar no hay nada de hielo, cuando fui tenía la mayor concentración de glaciólogos de todo EE.UU.", cuenta.
Con estos antecedentes no era de extrañar que este ingeniero-montañista-científico fuera elegido en 2001 para convertirse en la columna vertebral del primer Laboratorio de Glaciología y Cambio Climático que existe en el país.
Éste pertenece al Centro de Estudios Científicos (Cecs) de Valdivia, creado el "84 por Claudio Teitelboim, Ramón Latorre y Armando Cisternas.
La glaciología es el estudio de las nieves y el hielo tanto a nivel planetario como extraplanetario -por ejemplo, los hielos de Marte- y tomó gran impulso durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los japoneses empezaron a estudiar la formación de escarcha en las puntas de ataque de las alas de los aviones de combate.
Casassa y su equipo estudian los glaciares y su relación con el clima. La existencia de Campos de Hielo y de la Antártida hace que Chile tenga una gran ventaja para el desarrollo de la glaciología, materia que adquiere cada día mayor relevancia por la preocupación universal por los recursos hídricos y los ascensos del nivel del mar.
Investigaciones en conjunto con la NASA, asociaciones con científicos daneses y campañas con las Fuerzas Armadas son algunos de los proyectos acometidos por este grupo de chilenos. Se trata de un equipo multidisciplinario que congrega a militares, geógrafos, encargados de logística y varios ingenieros.
"Además de buenos científicos tienen algo épico, heroico. Estos gallos debieran ser héroes nacionales", dice el biólogo Francisco Sepúlveda, director de proyectos del Cecs.
Expediciones top
Nada menos que con la NASA ha trabajado este grupo. En marzo pasado un avión de la agencia espacial vino a recoger información sobre la topografía del continente antártico, y el Laboratorio de Glaciología estuvo representado a bordo de la nave. Los datos que se obtuvieron entonces son interpretados actualmente tanto por los estadounidenses como por los glaciólogos chilenos, cada equipo desde una perspectiva distinta.
La expedición voló a 9 mil metros de altura e hizo frente a vientos de 185 kilómetros por hora en un avión-laboratorio DC-8 equipado con un potente radar. Tras los sobrevuelos, los científicos confirmaron que los glaciares antárticos de la periferia hoy fluyen a mayor velocidad que antes, se disgregan en témpanos al tocar el mar y luego se funden en el agua salada. Así, el derretimiento que se había comprobado en glaciares patagónicos se confirmó en la Antártida.
Tras la expedición, el hecho fue tildado de "dramático" por los científicos. Si se comprobaba que el fenómeno era generalizado, la Antártida occidental desaparecería en un mediano plazo. Sin embargo, se descubrió una pequeña señal de que en las zonas altas habría un engrosamiento de los glaciares; es decir, el efecto contrario de lo que ocurría en la periferia.
El objetivo de todas las expediciones es estudiar el estado actual de los glaciares -que presentan tasas de retroceso mayores que las de sus símiles del hemisferio norte-, su comportamiento pasado y su interacción con el clima. En base a eso, la idea es predecir su evolución y cómo ésta afecta al sistema ambiental y climático a nivel local, regional y global.
"La Antártida obviamente afecta al planeta a nivel global", precisan. La primera expedición -que impulsó la creación del Laboratorio de Glaciología el año 2000- fue a Campos de Hielo Sur. En la excursión se realizaron estudios en terreno a partir de los métodos tradicionales del montañismo; o sea, recorriendo a pie con los instrumentos en la espalda. El regreso desde Punta Arenas hasta Puerto Montt se realizó en el buque "Aquiles" de la Armada de Chile, donde tuvo lugar un seminario.
Además del trabajo científico, lo más memorable de la hazaña fue el estoicismo de un japonés a quien le tocó dictar su charla durante el cruce del Golfo de Penas: la marejada hizo desaparecer rápidamente a la audiencia, pero el conferencista duró hasta el final.
En 2001 vino una segunda expedición a Campos de Hielo con un equipo de científicos daneses liderados por el Instituto Niels Bohr, oportunidad en que por primera vez en Chile se instaló un sensor a bordo de un avión para estudiar glaciares (concretamente el Grey y el Tyndall).
"El tema del radar fue un fracaso: no medimos nada porque no se pudo penetrar el glaciar con el radar. Pero el experimento con el altímetro láser que hicimos fue un gran éxito y demostró que tenía ventajas incomparables para ese tipo de terreno", dice Casassas.
Ese proyecto fue el punto de partida para las exploraciones aéreas, que permiten esperar el esquivo buen tiempo en esas latitudes y recorrer miles de kilómetros en una jornada.
El gran reto pendiente es una expedición al Polo Sur que se realizará en noviembre o diciembre de este año en colaboración con el Ejército, la Fuerza Aérea y el Ministerio de Defensa. La idea es ir en un tractor y convertirse en la primera excursión sudamericana que va allá con objetivos científicos. Argentina ha llegado dos veces con medios motorizados y Chile lo ha hecho vía aérea; además, deportistas nacionales han llegado esquiando.
El proyecto es parte del gran esfuerzo internacional Itase (International Trans Antartic Scientific Expedition) que estudia el clima de los últimos 200 años.
"Los testigos de hielo son un libro abierto para estudiar el clima del pasado. En la medida en que vamos en tránsito hacia el Polo Sur tenemos 1.100 kilómetros con condiciones ambientales distintas, donde podemos ver y evaluar cómo han variado las condiciones climáticas del pasado", explican.
La investigación del cambio climático tiene implicancia directa en temas de recursos hídricos. En concreto, se analiza cómo el retroceso de los glaciares impacta en los recursos hídricos.
¿Y quién paga?
Aunque entre risas dicen que son un mal negocio porque sólo gastan plata, al ponerse serios los glaciólogos aseguran que el conocimiento que están generando es rentable. De hecho, sirve para orientar las políticas públicas en torno al cambio climático y contribuir a evitar los efectos del calentamiento global.
El Cecs cuenta con un presupuesto anual que bordea los US$ 2,5 millones. Los recursos se distribuyen entre sus tres unidades: de física, biología y glaciología. Los dos últimos son los que más gastan, ya que los físicos requieren menos instrumental para su trabajo.
A modo de ejemplo, una exploración aérea a la Antártida cuesta en torno a un millón de dólares, y los gastos se asumen entre todas las partes involucradas en el proyecto.
El presupuesto anual del Cecs se obtiene a partir de tres grandes pilares, que son la Iniciativa Científica Milenio de Mideplan, los aportes de la Fundación Andes y fuentes diversas, como proyectos Fondecyt y donaciones de privados.
El año 2000 el centro fue seleccionado -junto con otros 2 institutos- para convertirse en Instituto Milenio, lo que le significó un aporte de recursos hasta fines de este año. La Fundación Andes, en tanto, financia proyectos del laboratorio de glaciología y la creación de una unidad de genómica funcional.
Los científicos aseguran que año a año hay que pelear por los recursos, aunque reconocen que, afortunadamente, los gobiernos se han dado cuenta de que invertir en ciencia y tecnología equivale a invertir directamente en desarrollo.
Cuando un avión de la NASA vino a recoger información sobre la topografía del continente antártico, el Laboratorio de Glaciología estuvo representado a bordo de la nave.
Todos para uno
En una imponente casona remodelada a orillas del Calle Calle trabajan los integrantes del Laboratorio de Glaciología.
Pese a lo confortable que son las instalaciones, ellos no están en sus oficinas todo el tiempo. Parte del año se lo pasan sobrevolando hielos para desentrañar los misterios de su evolución.
La heterogeneidad del grupo hace muy especial el ambiente: diferentes profesiones, edades y procedencias.
Los uniformados son el teniente coronel Guillermo Neira y el mayor Luis Araya, investigadores de un proyecto conjunto entre el Ejército y el Cecs. Llevan tres meses en Valdivia.
No cualquier militar calificaba para esta responsabilidad, ya que además de los conocimientos técnicos requerían de manejo de idiomas y perfil investigador.
Los geógrafos Francisca Bown y Andrés Rivera (quien no apareció en la foto, pues está terminando su doctorado en glaciología en la Universidad de Bristol) son los que colaboran con Casassa en el análisis de la información obtenida en las expediciones. Francisca se dedica al manejo de datos de imágenes y fotografías aéreas satelitales para el estudio de glaciares, y trabaja en un proyecto en colaboración con la Universidad de Colorado.
El radarista del grupo es el ingeniero civil electrónico Rodrigo Zamora. Su labor consiste en medir el espesor de los hielos en terreno, para luego analizar y procesar los datos. Además, investiga las modificaciones necesarias a los equipos con que cuentan para adaptarlos al hielo temperado que está en Campos de Hielo y la Península Antártica.
El guía de montaña y asesor logístico Marcos Rodríguez es clave en las expediciones, ya que aporta conocimientos y vitalidad.
El más joven del grupo es Ronald Mella (24), tesista de ingeniería civil en informática de la Universidad Austral que desarrolla un sistema de adquisición y procesamiento de datos de radar para mediciones de espesor de hielos. Hugo Muñoz (27), estudiante de ingeniería electrónica trabaja en su tesis sobre el mejoramiento de las antenas del sistema de radio-ecosondaje. Su desafío es que los radares lleguen hasta un kilómetro de profundidad en la medición del espesor de los hielos (hoy alcanzan 600 metros).
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