El buque de investigación oceanográfica Polarstern durante su recorrido en la Antártida 2006 - 2007.
Un equipo internacional de investigadores descubrió en las profundidades del Antártico más de 500 nuevas especies, lo que da una clara idea de la biodiversidad existente en aguas poco exploradas.
Las aguas profundas del océano glacial Antártico albergan una rica y diversa fauna marina que permitirá comprender la relación entre el océano y la distribución de la vida existente en sus aguas. Así lo constató un equipo internacional de biólogos que, a bordo del buque oceanográfico alemán, Polarstern, realizó tres expediciones de extracción entre 2002 y 2005 en el mar de Weddell, entre la península Antártica y la costa sur de América.
Bajo dirección de Angelika Brandt, profesora del Museo de Zoología de la Universidad de Hamburgo, los investigadores identificaron 674 especies de crustáceos, la mayoría desconocidas. El equipo describe los resultados de su proyecto, llamado ANDEEP, en el último número de la revista Nature y señala que la investigación supone un gran avance en la comprensión de organismos que habitan un sector crucial de las profundidades del océano, revelando una gran cantidad de nuevas especies a la ciencia.
Esponjas carnívoras
En distintos puntos del mar de Wedell fueron extraídas muestras entre los 774 y 6348 metros de profundidad lo que permitió a los investigadores darse una idea de la biodiversidad marina existente en distintos puntos del remoto mar. Entre las nuevas especies descubiertas se encuentran 585 distintas especies de ciempiés marinos hasta ahora desconocidas por la ciencia. Adicionalmente los investigadores lograron censar 160 especies de gasterópodos y 76 variedades de esponjas, 17 de ellas desconocidas. Entre las esponjas se encontraron algunas variedades carnívoras.
"La gran biodiversidad existente en las profundidades marinas del polo sur se debe a un hábitat muy especial donde la cadena alimentaria es mejor que en las profundidades de otros océanos", dijo Angelika Brandt en una conferencia de prensa en Hamburgo. La investigadora destacó que los indicios indican que el océano Antártico es cuna de numerosas especies. Muy probablemente algunos animales que habitan las profundidades marinas en el hemisferio norte tuvieron sus orígenes en el Polo Sur.
El sistema de los oceános
Todavía en el siglo XIX los científicos creían que a una profundidad superior a los 600 metros la vida marina era limitada. Ahora se sabe que las gélidas aguas son paraíso vital para numerosas especies. "Si queremos comprender la biósfera y el sistema de funcionamiento de los océanos, entonces no nos queda otra alternativa que analizar sus componentes más importantes", subrayó Brandt. La investigadora destacó que las especies de crustáceos como los cangrejos miniatura son un importante alimento de muchos peces y por eso tienen una gran importancia en la cadena alimentaria.
Todavía en el siglo XIX los científicos creían que a una profundidad superior a los 600 metros la vida marina era limitada. Ahora se sabe que las gélidas aguas son paraíso vital para numerosas especies. "Si queremos comprender la biósfera y el sistema de funcionamiento de los océanos, entonces no nos queda otra alternativa que analizar sus componentes más importantes", subrayó Brandt. La investigadora destacó que las especies de crustáceos como los cangrejos miniatura son un importante alimento de muchos peces y por eso tienen una gran importancia en la cadena alimentaria.
Los investigadores quieren averiguar como se alimentan los crustáceos marinos, como se reproducen y viven en las gélidas y oscuras aguas de dichas latitudes, así como su relación entre sí. Más que su aspecto físico es su genoma el que revela la verdadera identidad de estos minúsuculos seres que apenas si son distinguibles por el ojo humano.
Eva Usi
Las aguas profundas del océano glacial Antártico albergan una rica y diversa fauna marina que permitirá comprender la relación entre el océano y la distribución de la vida existente en sus aguas. Así lo constató un equipo internacional de biólogos que, a bordo del buque oceanográfico alemán, Polarstern, realizó tres expediciones de extracción entre 2002 y 2005 en el mar de Weddell, entre la península Antártica y la costa sur de América.
Bajo dirección de Angelika Brandt, profesora del Museo de Zoología de la Universidad de Hamburgo, los investigadores identificaron 674 especies de crustáceos, la mayoría desconocidas. El equipo describe los resultados de su proyecto, llamado ANDEEP, en el último número de la revista Nature y señala que la investigación supone un gran avance en la comprensión de organismos que habitan un sector crucial de las profundidades del océano, revelando una gran cantidad de nuevas especies a la ciencia.
Esponjas carnívoras
En distintos puntos del mar de Wedell fueron extraídas muestras entre los 774 y 6348 metros de profundidad lo que permitió a los investigadores darse una idea de la biodiversidad marina existente en distintos puntos del remoto mar. Entre las nuevas especies descubiertas se encuentran 585 distintas especies de ciempiés marinos hasta ahora desconocidas por la ciencia. Adicionalmente los investigadores lograron censar 160 especies de gasterópodos y 76 variedades de esponjas, 17 de ellas desconocidas. Entre las esponjas se encontraron algunas variedades carnívoras.
"La gran biodiversidad existente en las profundidades marinas del polo sur se debe a un hábitat muy especial donde la cadena alimentaria es mejor que en las profundidades de otros océanos", dijo Angelika Brandt en una conferencia de prensa en Hamburgo. La investigadora destacó que los indicios indican que el océano Antártico es cuna de numerosas especies. Muy probablemente algunos animales que habitan las profundidades marinas en el hemisferio norte tuvieron sus orígenes en el Polo Sur.
El sistema de los oceános
Todavía en el siglo XIX los científicos creían que a una profundidad superior a los 600 metros la vida marina era limitada. Ahora se sabe que las gélidas aguas son paraíso vital para numerosas especies. "Si queremos comprender la biósfera y el sistema de funcionamiento de los océanos, entonces no nos queda otra alternativa que analizar sus componentes más importantes", subrayó Brandt. La investigadora destacó que las especies de crustáceos como los cangrejos miniatura son un importante alimento de muchos peces y por eso tienen una gran importancia en la cadena alimentaria.
Todavía en el siglo XIX los científicos creían que a una profundidad superior a los 600 metros la vida marina era limitada. Ahora se sabe que las gélidas aguas son paraíso vital para numerosas especies. "Si queremos comprender la biósfera y el sistema de funcionamiento de los océanos, entonces no nos queda otra alternativa que analizar sus componentes más importantes", subrayó Brandt. La investigadora destacó que las especies de crustáceos como los cangrejos miniatura son un importante alimento de muchos peces y por eso tienen una gran importancia en la cadena alimentaria.
Los investigadores quieren averiguar como se alimentan los crustáceos marinos, como se reproducen y viven en las gélidas y oscuras aguas de dichas latitudes, así como su relación entre sí. Más que su aspecto físico es su genoma el que revela la verdadera identidad de estos minúsuculos seres que apenas si son distinguibles por el ojo humano.
Eva Usi
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