Publicado en Mundo Marítimo (Chile)
mundomaritimo.cl
12 feb 07
La convivencia entre los tripulantes del "Galathea 3"
El lado humano de un buque científico
Si bien el buque "Vaedderen", que salió de Copenhague, Dinamarca el 11 de agosto de 2006, dando inicio a la expedición Galathea 3, es científico, y su primera prioridad tiene relación con las investigaciones, también hay todo un grupo humano, familias y maridos, que pasan meses a bordo navegando alrededor del mundo.
Sin embargo, lo más de 35 científicos que están abordo, integrando algunas de las diversas especialidades que se manejan, están más que contento, porque saben que están participando de un hecho que trascenderá.
Así lo siente el biólogo danés, Thomas Sorensen. Thomas estuvo más de un mes abordo, se embarcó en Nueva Zelanda, para viajar a la Antártida y así poder estudiar la adaptación de los peces a las aguas frías. Su trabajo ya terminó, y ayer debió abandonar la expedición, cosa que hace con un sentimiento doble, alegría porque podrá ver a su esposa, y además tendrá dos semanas de vacaciones, que pasará en Viña del Mar; y pena, porque dejará atrás una de las experiencias más importantes de su vida. "Es un sueño para mí, estuve soñando 10 años con llegar a la Antártida, y con Galathea lo pude hacer" contó Thomas.
Este biólogo asegura, que ha sido toda una experiencia lo que han vivido, no sólo él, sino todos en el buque. "Este es un buque naval que fue adaptado para la expedición, los contenedores con los laboratorios, se instalaron donde supuestamente aterrizaban los helicópteros; pero la tripulación es naval, por lo tanto, tenemos que sujetarnos a las reglas de ellos, y al principio costaba, porque nos daban sólo media hora para almorzar, y a determinada hora, si llegabas tarde, te quedabas sin almorzar" contó.
"Nos tuvimos que acostumbrar entre todos, y ahora somos todos un grupo muy unido" agregó.
No obstante la rigidez para la hora del rancho, la tripulación y los científicos tienen acceso libre a una máquina de helado y otra de café, por lo que pueden comer y tomar a toda hora.
Como no todo es investigación, también cuentan con una amplia colección de películas, como también una nutrida biblioteca. Y como si fuera poco, también tienen una sala de estar con pantalla gigante.
Las comodidades a bordo del Galathea 3, son tales, que además, cuentan con un mini quiosco, donde pueden comprar los dulces y chocolates que quisieran. Y como si fuera poco, un bar, muy bien provisto. "Pero sólo podemos tomar alcohol cuando arribamos a algún puerto, durante las travesías rige la ley seca" confidenció Thomas.
siempre on line
Una de las ventajas de esta expedición por sobre otras anteriores, es que la distancia con los seres queridos no se hizo tan larga, debido a que siempre el barco estuvo conectado a internet. "Yo conversaba con mi esposa por Skype, y de cualquier parte donde estuviéramos, teníamos conexión a internet... con esto, uno se da cuenta lo pequeño que es el mundo" agregó Sorense.
mareos
Uno de los males al que no pudieron escapar los avezados científicos, fueron los mareos.
"Yo al principio estaba con unos parches, pero pude seguir trabajando igual, pero hubo otros, que pasaron días y no los veíamos de lo enfermo que se sentían, pero eso ocurría, más cuando el barco se detenía para tomar muestras, porque cuando navegaba, porque en general, es un barco muy estable, además que nos ha tocado un muy buen tiempo".
Chilenos se suman al viaje
El propósito de Galathea 3 no sólo es de llevar a cabo investigaciones, sino también establecer amistades internacionales y llevar el amor de la ciencia a la juventud.
"Este viaje es mucho más histórico que quizás piensan," dijo el Capitán Lars H. Hansen en un encuentro con la prensa ayer a bordo de su buque. "Hace 160 años atrás la exposición del Galathea 1 llegó a Valparaíso. Desde entonces no ha habido ningún barco del la armada en Valparaíso."
Según Hansen su visita a Chile tiene un propósito social además de lo cientifico.
"Los estudiantes en Chile no eligen mucha una carrera que tiene que ver con el mar. Pero no es culpa de ellos que lo rechacen, necesitamos darles una razón por elegirla."
De acuerdo con este propósito, Pilar Romaguera, Ministra de Educación de Chile estuvo presente en el encuentro para acompañar a dos alumnos chilenos quienes van a viajar como parte del Galathea 3.
Sebastián Cautín del colegio Valle Aconcagua en Quillota, y Oscar Contreras, del colegio Salesiano en Valparaíso van a acompañar el buque desde Valparaíso a Antofogasta, para aprender de la expedición y tomar parte en los experimentos marinos.
Soren Ryesgaard, el científico jefe de la expedición está animado por tener estos alumnos locales tomando parte en los estudios del Galathea 3.
"Quiero decir algunas palabras sobre la ciencia," dijo Ryesgaard. "Ciencia es educación, para educar las futuras generaciones. La gente joven siempre nos hace las mejores preguntas porque no saben del sistema y por eso nos hacen preguntas directas y sencillas que mandan una repuesta verdadera. Eso es importante."
Al final de sus comentarios Ryesgaard confirmó el impactó de la expedición aquí en Chile y por todo el mundo.
"Esta expedición se trata de amistades. Amistades entre personas y entre las naciones."
Las peripecias de una expedición
Al término de su periplo (a finales de abril de 2007) el barco de la expedición Galathea 3 habrá recorrido todas las regiones climáticas del mundo, desde Groenlandia hasta la Antártica, con el fin no sólo de observar el estado actual de la naturaleza, sino también de desarrollar proyectos científicos de vanguardia. Fueron muchas las candidaturas para tomar parte en la prestigiosa expedición, pero únicamente las mejores recibieron la autorización para unirse a la aventura.
Los proyectos de investigación son numerosos y de distintos campos científicos, tal que biología, geología, climatología y medio ambiente, como también de cultura e historia.
descubrimientos
Por el tema de los proyectos con finalidad biológica realizados en Antártida, ya se puede decir que tuvieron éxito, puesto que hicieron un descubrimiento sensacional: los científicos de esta expedición encontraron una nueva especie de pez. Todavía este pez de color negro, cuerpo largo y con ojos blancos y globulosos, no tiene nombre. A Peter Rask Moller, del Museo Nacional de Historia Natural de Copenhague, le incumbe darle un nombre al nuevo pez, porque es el científico que lo descubrió. Por el momento "le dimos el apodo del Epout semi-desnudo, porque no tiene escamas en su cuerpo, sólo en su cola" declaró Peter Moller. Pero seguramente se llamará VAEDDEREN que es el nombre del barco de la expedición.
Además el hecho de que este pez tenga escamas sólo desde la mitad del cuerpo, significa que es una especie distinta de las que ya conocemos. "Lo encontramos en el Antártica, a 1100 metros de profundidad" añadió Moller.
El científico recalcó que no hay que subestimar la importancia de los descubrimientos de nuevas especies animales, de nuevas bacterias o enzimas en el mundo, puesto que no soló permiten el mejor conocimiento de la diversidad natural, sino también pueden ayudar particularmente en el desarrollo de nuevos fármacos y en las industrias biotecnológicas.
"El hecho de que encontramos otra especie de pez significa que necesitamos hacer muchas investigaciones más en nuestros océanos" enfatizó P. Rask Moller.
Hombres y peces
Otros proyectos muy importantes, relativos a los estudios biológicos en la Antártida, era el "investigar el origen del sistema inmunológico" dijo Niels Lorentzen.
El sistema inmunológico de los peces se relaciona mucho con el de los humanos. "Hemos visto peces de todo partes del mundo adaptándose a condiciones que son extrañas para ellos" relata N. Lorentzen, por consiguiente, el mejor conocimiento de la inmunología básica de estos peces podría enseñar a los científicos cómo hacer mejores vacunas para los humanos.
Fuente: La Estrella de Valparaíso
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