Un grupo de unos cincuenta investigadores japoneses inició hoy un largo viaje hacia la Antártida, donde pasará el duro invierno entre glaciares para estudiar el mecanismo del cambio climático.
El objetivo es participar en un extenso proyecto para investigar el medio ambiente en la Tierra y el fenómeno del calentamiento global y, de paso, celebrar en el terreno que el próximo enero se cumple el 50 aniversario de la exploración nipona en el Continente blanco que circunda el Polo Sur.
Los 56 científicos, entre ellos siete mujeres, salieron a última hora de hoy del aeropuerto internacional Narita de Tokio rumbo a Australia, acompañados por cuatro observadores, y no está previsto que regresen a Japón hasta la próxima primavera.
En el puerto australiano de Fremantle les espera el rompehielos Shirase, de 11.600 toneladas y con 171 tripulantes a bordo, con el que a partir de mañana emprenderán una larga travesía hacia el Continente helado hasta que, hacia finales de año, lleguen a la base de Showa, principal asentamiento nipón en la Antártida.
Según dijo hoy a Efe un portavoz del Ministerio de Educación y Ciencia japonés, los 56 investigadores se dividirán en dos grupos y se unirán a otros expertos nipones que ya se encuentran en la Antártida.
El objetivo de uno de esos grupos, formado por 23 personas, será estudiar las partículas del aire en la Antártida e investigar sus efectos en el calentamiento global, en colaboración con expertos alemanes.
Mientras, un segundo grupo de 30 expertos se unirá a los investigadores nipones que hace meses perforaron la capa de hielo desde la base japonesa de Dome Fuji, aproximadamente a un kilómetro al sur del destacamento base de Showa.
Desde la base de Dome Fuji en la zona oriental del Polo Sur, a unos 3.810 metros sobre el nivel del mar, los investigadores japoneses perforaron en enero pasado más de tres kilómetros de hielo en busca de muestras antiguas de roca.
La finalidad de este proyecto, de tres años de duración, era estudiar los fenómenos meteorológicos de la antigüedad con vistas a progresar en el estudio de los cambios de temperaturas y registrar los niveles de dióxido de carbono del pasado, menos elevados que en la actualidad ante el uso de combustibles fósiles.
Según los científicos japoneses, en esa perforación se obtuvieron muestras de hielo de cerca de un millón de años de antigüedad, aunque se quedaron apenas a unos metros de la zona rocosa más interna del continente.
El hielo, que se forma por compactación de la nieve, encierra muestras de la atmósfera, por lo que su análisis es importante para reconstruir el clima de la Tierra de hace miles de años, de acuerdo con los expertos.
Además, está previsto que los 56 científicos japoneses lleven a sus compañeros material de intendencia y combustible, además de utensilios para asegurar un buen funcionamiento del helicóptero, su principal medio de transporte en esa zona rodeada de glaciares.
La que ha partido hoy es la 48 expedición japonesa a la Antártida. Se espera que sus integrantes lleguen a mediados de diciembre cerca de la base de Showa, que alcanzarán en helicóptero hacia finales de año, según el Ministerio de Educación y Ciencia.
En cualquier caso, estarán a tiempo para participar el 29 de enero del 2007 en un acto que celebrará el 50 aniversario del nacimiento de la base Showa en 1957 y que podrá seguirse desde Tokio vía satélite.
Está previsto que la mayoría de los integrantes de esta nueva expedición regresen a Japón hacia finales de marzo o principios de abril del 2007.
Terra Actualidad - EFE
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