viernes, junio 16, 2006

29a. Reunión Consultiva del Tratado Antártico en Edimburgo, Escocia.


Del 11 al 23 de Junio de 2006, se desarrolla en Edimburgo, Escocia, la 29ª. Reunión Consultiva del Tratado Antártico (XXIX ATCM)
Se puede seguir lo que está ocurriendo allí a través del blog, que los organizadores han publicado, o acceder a la Página principal de la XXIX ATCM en:
http://www.atcm2006.gov.uk

También podemos acceder algunos de los documentos de trabajo presentados por los principales organismos que regulan la actividad antártica, como ser:
Secretaría del Tratado Antártico - Proyecto de programa de trabajo para 2005-2006
http://www.ats.org.ar/Atcm/atcm28/wp/atcm28_wp045_s.doc

Documentos de Trabajo que presenta el CCAMLR
Cooperación con las Partes Consultivas del Tratado Antártico
http://www.ccamlr.org/pu/s/pubs/cr/05/i14.pdf

Selección de documentos que presenta la IAATO
http://www.iaato.org/info.html

Listado de documentos presentados por el SCAR
http://www.scar.org/treaty/atcmxxix/

1 comentario:

  1. Antártida para los turistas
    En Edimburgo se está discutiendo el impacto del aumento del turismo en la Antártida. Los científicos que llevan a cabo programas de investigación en la región polar exigen que se hagan cumplir controles sobre los visitantes, a fin de proteger la última gran zona inexplorada de la tierra.

    Científicos, diplomáticos y asesores del gobierno han sido advertidos de que el turismo puede dañar el prístino medio ambiente de la Antártida, a la que se describe como la última gran zona inexplorada de la tierra.
    Están reunidos en Edimburgo con motivo de la Reunión Consultiva del Tratado Antártico, en el Centro Internacional de Conferencias de la ciudad. Durante las dos semanas que durará la reunión, se tratarán temas como la colaboración científica en las regiones polares, los efectos del cambio climático en el medio ambiente antártico y la cuestión del turismo sustentable.
    En un discurso en el que se pretendió establecer la tónica de la reunión, el Ministro de Relaciones Exteriores, Lord Triesman, dijo que la Antártida ya no es el reducto exclusivo de los científicos. El acceso del público por un precio era una realidad.
    “Muchos vienen a maravillarse de su paisaje y de su flora y fauna. El turismo en la Antártida vino para quedarse. Pero este turismo necesita un cuidadoso control y reglas para que no afecte los mismos valores intrínsecos que pretende sustentar. Las Partes del Tratado –y la misma industria del turismo– han hecho mucho para que estas reglas sean un hecho. Dicho esto, en toda la agenda turística, el gráfico siempre crece –en el número de turistas, de barcos y de lugares visitados.”
    El ministro anunció que el Gobierno del Reino Unido ha aprobado el uso de un buque de la Armada Real para colaborar en las tareas de inspección de lugares turísticos. “En la temporada pasada en la Antártida, tuvimos el placer de ofrecer los servicios del HMS Endurance de la Armada Real a un equipo internacional, para analizar las pautas a seguir en los lugares turísticos de la Antártida. Este control de cada lugar específico será importante y esperamos que el principio se pueda extender ahora más ampliamente”, señaló Lord Triesman.
    Esta es la primera vez que el Reino Unido ha sido sede de la reunión y fue inaugurada por la Princesa Real, Ana. El Equipo Británico de Investigación de la Antártida (BAS, por sus siglas en inglés), con sede en Cambridge, tiene un papel fundamental en lo relativo a investigación científica y colaboración internacional. El director de BAS, Profesor Chris Rapley, expresó que las regiones polares eran cruciales para la estabilidad del planeta.
    “Mientras el Sistema del Tratado Antártico asegure la cooperación científica y la colaboración en la Antártida, y busque proteger el medioambiente, tendrá que enfrentarse a los efectos que tengan en la Antártida los cambios que se registren fuera de su jurisdicción, y crear nuevas pautas de negociación internacional”, continuó. “El próximo Año Polar brindará sólidos fundamentos científicos para estas políticas y tratados”.
    Un tema clave en las conversaciones internacionales es la necesidad de normas y controles para el cada vez mayor número de turistas que pagan para visitar la masa de tierra que rodea el Polo Sur y los mares helados. El interés despertado por las nuevas filmaciones de poblaciones de pingüinos, junto con el número creciente de cruceros que se aventuran en el extremo sur del planeta han estimulado las excursiones a la región polar.
    Los científicos están preocupados por los efectos sobre el medio ambiente de la gran cantidad de transatlánticos que visitan la Antártida y las consecuencias para la contaminación de los mares, por efecto del lastre que arrojan, entre otras cosas. También hay preocupación acerca de la seguridad de los buques de turistas que navegan entre los témpanos y el peligro que surgiría en caso de colisión o hundimiento.
    El turismo en el Polo Sur está controlado voluntariamente por la industria a través de la Asociación Internacional de Operadores de Turismo Antártico (IAATO, por sus siglas en inglés). La Asociación dijo que en la temporada 2005-06, 25.000 pasajeros visitaron la Antártida. Diez años atrás, esta cifra ascendía a solamente 9.000.
    La tendencia ascendente del turismo preocupa a los científicos y diplomáticos reunidos en Edimburgo que piden la creación de normas que conformen un control efectivo sobre el turismo. “Seria irresponsable de nuestra parte no ocuparnos de los continuos cambios que traerá el turismo y de su regulación, si fuera necesario”, expresó Lord Triesman. “Algunos cuestionan la necesidad de contar con un lugar físico en la Antártida para asiento del turismo. ¿Es esto lo que queremos para la última gran zona inexplorada y no contaminada de nuestro planeta? De todos modos, ¿es sensible (y esto es sólo un planteo de la cuestión) permitir que cruceros cada vez más grandes tengan acceso a las aguas de la Antártida?"
    “Estos buques están como en casa en el Caribe o en el Mediterráneo: ¿Qué riesgos, al medioambiente y a la seguridad humana, podrían representar en caso de un accidente grave en las aguas de la Antártida, cubiertas de hielo? El debate sobre el Anexo de Responsabilidad, que llegó a una conclusión satisfactoria en Estocolmo, el año pasado, determinó que las posibilidades de riesgo más significativo para el medioambiente antártico serían una varadura grave o hundimiento”.
    De acuerdo con las estimaciones provistas a la IAATO por los operadores de turismo, durante la temporada 2006-2007 seguirá la tendencia ascendente. Se espera que 27.575 pasajeros lleguen a la Antártida en buques o en barcos pequeños y / o yates, en excursiones organizadas comercialmente, y otros 1.050 en expediciones terrestres. Se anticipa que otras 7.500 personas participarán de cruceros solamente.

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