miércoles, julio 20, 2005

Nueva base británica Halley VI, será móvil

Arquitectura polar sobre esquís
Publicado en BBC Mundo
19 julio 2005

El desafío no era poca cosa: hace un año se abrió una licitación para construir un hogar para científicos sobre un terreno de hielo, completamente plano, azotado por vientos, sometido a temperaturas de 30º bajo cero en invierno -que se extiende por 10 meses- y 55 días de oscuridad absoluta.

Quienes no sólo lo enfrentaron pero presentaron la mejor opción fueron anunciados este martes.
La nueva base del Equipo Británico de Investigación de la Antártida (BAS, en sus siglas en inglés) será construida por un consorcio de ingenieros y arquitectos en el Reino Unido.
El diseño futurista de las firmas Faber Maunsell y Hugh Broughton Architects, ganaron la licitación para la estación de investigación Halley VI que será construida sobre la plataforma de hielo Brunt en la Antártida.
Entre sus curiosidades se cuenta el hecho de que la base estará montada sobre unos esquís gigantes para que pueda ser transportada.
El diseño del consorcio consiste de dos plataformas, cada una con seis módulos interconectados.
"Todos los edificios tienen 'piernas', y cada pierna tiene un esquí en la base", explicó a la BBC Hugh Broughton de la firma Hugh Broughton Architects.
"De esta forma, cuando se necesite mover los edificios, se les baja de nivel y se les traslada con ayuda de un buldózer", dijo.
Este sistema evitará que la base flote a la deriva hacia el océano sobre un iceberg que se separe de la plataforma.
Ese el destino que enfrenta la actual estación, a menos de que pueda ser desmantelada pronto.
También cuenta con 'piernas' expansibles para poder mantenerla sobre la nevada acumulada de 1,5m al año, algo que las cuatro bases previas no lograron soportar y quedaron enterradas.
Todos los materiales para la estación de investigación Halley VI serán transportados 16.000 km. desde el Reino Unido y ensamblados en el lugar, durante los dos meses que dura el "verano" antártico.
El mayor reto de la base Halley VI será ofrecer un refugio a científicos, ingenieros, carpinteros y cocineros que trabajan en un lugar tremendamente inhóspito pero en el que se lleva a cabo investigación científica invaluable.
Allí fue donde se descubrió la capa de ozono y ahora la nueva estación permitirá continuar con las investigaciones sobre el cambio climático.
El módulo central de la nueva base contará con varias áreas de entretenimiento y descanso; mientras que los módulos a los costados serán destinados a diversos proyectos de investigación.

Flexible
Es un diseño "muy flexible", según sus creadores.
"Es una instalación científica, y no sabemos cuáles serán las tendencias científicas dentro de 20 años, o qué tipo de ciencia se necesitará llevar a cabo", indicó Broughton.
"Suponemos que el calentamiento global jugará un papel muy importante", agrega, "pero básicamente el edificio necesita ser flexible. En nuestro diseño, los laboratorios podrán convertirse en dormitorios y los dormitorios en laboratorios, según las necesidades".
Los arquitectos agregan que la nueva estación hará uso de fuentes de energía renovables y empleará mejores métodos para manejar los desperdicios.
La Halley VI tendrá un presupuesto de unos US$35 millones, y se espera que la primera fase de construcción comience en enero de 2007 y sea entregada al Equipo Británico de Investigación de la Antártida en diciembre de 2008.

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