jueves, junio 23, 2005

Agujero de ozono

PROYECTO TOPOZ
Científicos granadinos participan en un estudio mundial para predecir la evolución de la capa de ozono
Publicado en http://www.andalucia24horas.com/
23 jun 05

Científicos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) han participado en el proyecto TOPOZ, una investigación internacional para predecir cómo evolucionará la capa de ozono. Los expertos han detectado flujos de óxidos de nitrógeno en la propia atmósfera que destruyen el ozono y se suman a las emisiones de la superficie terrestre. Esta aportación resulta crucial para determinar si es posible la recuperación de este gas o si el “agujero” de la Antártida se reproducirá en el Ártico.
La destrucción del ozono por parte de los óxidos de nitrógeno suponen reacciones normales en la atmósfera, por lo que, según los expertos, no aumentan ni disminuyen los efectos humanos en el ozono. Sin embargo, los científicos alertan sobre la necesidad de tener en cuenta esta fuente de óxidos de nitrógeno de la propia estratosfera a la hora de predecir la evolución de la capa de ozono y, por ende, de su mayor problema: el “agujero” de la Antártida.
Los óxidos de nitrógeno proceden de dos fuentes: la Tierra y la atmósfera. Los compuestos nitrogenados que tienen su origen en la superficie terrestre tienen como principal fuente el óxido nitroso que, liberado en los océanos y por las bacterias del suelo, se inyecta en la estratosfera principalmente en los trópicos. Aunque estas emisiones resultan naturales, su emisión a la atmósfera ha aumentado en la era industrial en un 15%, debido al uso de fertilizantes, el aumento de residuos de origen humano y animal así como por la combustión de automóviles.
Independientemente de su procedencia, ya sea de la superficie o de las capas altas de la atmósfera, los óxidos de nitrógeno separan la molécula de ozono destruyéndola. A pesar de su importante papel, los modelos científicos no tenían en cuenta, hasta ahora, la masa de óxido de nitrógeno existente en la propia estratosfera. Este ‘olvido’ provocaba que la predicción de ozono siempre era mayor que la cantidad real de este gas que existía en la atmósfera.
El hecho de omitir esta variable en los estudios anteriores se debe, sobre todo, a la imposibilidad de medir estos gases nitrogenados en capas tan alejadas de la superficie terrestre. La peculiaridad de la tercera fase del proyecto TOPOZ consiste en la introducción de MIPAS, un instrumento que permite detectar estos flujos de nitrógenos de la estratosfera.
Los resultados del proyecto TOPOZ ayudarán a futuras investigaciones que pretendan despejar algunas de las incógnitas actuales sobre el ozono, ya que introducen una nueva variable para su estudio. Es el caso de aquellos indagaciones sobre la posible recuperación de la capa de ozono o aquellas que investigan si el “agujero” en la Antártida se reproducirá en el Ártico.
El proyecto TOPOZ se enmarca dentro del V programa marco de la Unión Europea y en él han participado grupos de investigación noruegos, alemanes, holandeses, ingleses, franceses italianos y los científicos del Instituto de Astrofísica de Andalucía, encargados del procesamiento de los datos enviados por MIPAS, un interferómetro de gran resolución espectral a bordo de Envisat, el satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA).
23/06/2005

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