La nueva campaña española en la Antártida estudiará la posibilidad de instalar una incineradora en la Isla Decepción
En la actualidad, los residuos que se generan son transportados para su tratamiento fuera del continente helado
Los primeros ocho militares integrantes de la Campaña Antártica 2004-2005 viajan hoy hacia Buenos Aires para llegar, el próximo 28 de noviembre, a la Base "Gabriel de Castilla", en la Isla Decepción, a bordo del buque oceanográfico "Hespérides". Estos primeros componentes son parte de los 43 científicos civiles y 14 militares que desarrollarán los diferentes proyectos de investigación durante la presente Campaña.
Uno de estos proyectos es estudiar la posibilidad de instalar una incineradora en la Base. Para ello, se analizarán los elementos incinerables como residuos orgánicos, papel, cartón y madera, y se determinarán sus emisiones, señala el responsable de Proyectos de Medio Ambiente, el Comandante Fernando Montesinos. "Realizaremos un estudio de los gases que se emiten durante la combustión y las partículas que se emiten por el gasoil", precisa.
El jefe de la expedición, el Comandante Pedro Linares, recuerda que la misión española ha sido "siempre muy estricta en la gestión de residuos" y hasta ahora, desde que se estableció la Base "Gabriel de Castilla" a finales de 1989, "se deja el medio ambiente como se encontraba al inicio de cada campaña" y las 2,5 toneladas de residuos que se generan se transportan para el tratamiento fuera del continente helado.
Sistema de gestión
Por otra parte, España será el primer país que lleve a cabo el sistema de gestión medioambiental según las exigencias de la norma UNE-EN-ISO 14001 y que determinará las repercusiones medioambientales de las actividades, productos o servicios de la Base, tanto a corto como a largo plazo.
Asimismo, se realizará un estudio de impacto ambiental global de las actividades desarrolladas en Decepción, en el que se monitoricen todos los factores ambientales (como aire, agua, suelo), para asegurar que en todo momento son respetuosas con el medio ambiente Antártico y con los ecosistemas dependientes o asociados.
En el marco de los proyectos medioambientales se entregará además a los visitantes y turistas de la Base española un manual de buenas prácticas, en español e inglés, en el que se incluyen las normas de conducta recogidas en el Protocolo de Madrid para la protección global del medio antártico, firmado en 1991.
Por último, destacar que se realizará una valoración del estado nutricional de todo el personal presente y sometido a temperaturas extremas. El objetivo es analizar las posibles consecuencias en el área metabólico-nutricional de someterse durante un periodo de tiempo prolongado, entre dos y cuatro meses, a las condiciones de vida antárticas.
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