martes, marzo 27, 2007

Sobre los riesgos que afrontan los cruceros que navegan en aguas antárticas

Alerta en la Antártida: Los cruceros navegan sin cartas náuticas y en aguas que carecen de rutas definidas
por Ivan M. García, Barcelona
Publicado en http://www.diarioadn.com/ - 27mar07
Ushuaia, la capital de la Tierra del Fuego -en la Patagonia Argentina-, es una hermosa ciudad encorsetada entre montañas infinitas y nevadas y las frías aguas del Pacífico sur. Desde allí, zarpan cada mes numerosos cruceros atiborrados de turistas hacia la gélida Antártida.
El Comité Polar Español estima que unos 80 buques navegan en aguas de la Península Antártica, y realizan una media de 250 viajes cada mes. "El turismo ha aumentado muchísimo en esta zona, se ha cuadriplicado en los dos últimos años", señala la presidenta del Comité Nacional del Año Polar, Margarita Yela. El Año Polar Internacional ha empezado este mes y se prolongará hasta marzo de 2009.

Barcos varados
El problema viene de lejos. Desde 1957, cuando se firmó el Tratado Antártico. Éste estipuló que solamente se llevarían a cabo investigaciones científicas en la Antártida por parte de los países firmantes, hoy 46, España entre ellos.
No se creyó oportuno hidrografiar la zona. Es decir, investigar el fondo marino de la Antártida para observar qué se esconde bajo sus aguas y crear cartas náuticas y rutas definidas por las que navegar. Así que el aumento de turismo en la zona lleva implícito el peligro de que los cruceros naveguen sin saber por dónde lo hacen y con qué se pueden encontrar bajo el casco.
"El problema es que son grandes buques que circulan por zonas donde no deberían. En ocasiones, son lugares protegidos; pero, claro, eso es lo atractivo para el turista. Suelen ser parajes de muy difícil acceso y, a veces, los capitanes confían demasiado en su pericia y terminan por varar el barco", asegura Yela.
En lo que va de año, son ya dos los buques -el ruso Orlova y el noruego Nordkapp- que se han accidentado en las aguas de la Isla Decepción, uno de los lugares más turísticos de la zona y donde la armada española ha establecido una de sus bases de investigación, la Gabriel de Castilla.
La noche del 30 de enero (2007), el Nordkapp se adentraba en la bahía de la Isla Decepción con 295 pasajeros y 76 tripulantes a bordo cuando topó con una roca sumergida a cuatro metros de profundidad. La colisión ocasionó una brecha en el casco y un vertido de carburante de cinco kilómetros de perímetro, según la armada.
"Afortunadamente, el vertido no llegó a una tonelada. Nada importante, pues no causó ningún daño ecológico y se pudo limpiar sin dificultad", asegura la presidenta del Comité Nacional del Año Polar. Los casos del Orlova y del Nordkapp son sólo los que ha notificado la armada española. El Comité Polar Español asegura que el número de accidentes es mucho mayor.

Entre mailManuel Catalán, secretario técnico del Comité Polar Español

Creíamos que el problema era la contaminación.
En absoluto. El turismo en la Antártida no contamina. ¡Si son contadas las ocasiones en que bajan del barco!

Un barco que navega sin una ruta establecida.
El caso es que en 1957, en la firma del Tratado Antártico, nadie previno del turismo. Ningún país firmante pensó en ello y se ha ido cartografiando e hidrografiando la zona poco a poco y hoy, queda aún mucho por hacer.

¿Se debería prohibir el turismo en la Antártida?
No, y además no se puede. No hay ningún tipo de legislación al ser una zona sin soberanía exceptuando la de los países del Tratado.
Pero en principio, el Tratado estableció que en esa zona sólo se llevarían a cabo investigaciones.
Realmente sólo podemos prohibir aquellas actividades que no sean transitorias. Edificar un hotel en la Antártida resulta imposible.

¿Cómo afrontan este aumento del turismo?
Bajo mi punto de vista, deberíamos crear un anexo nuevo en el Tratado que especifique cómo regular esta actividad. Si algo no se puede prohibir, hay que regularlo.

¿Y la solución para que no varen más barcos?
Por un lado, hay que crear cartas náuticas lo antes posible, por otro, hay que regular el tipo y el tamaño de los cruceros. I.M.G.

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