Carmen Domínguez, junto a una grieta que queda visible al fundirse la nieve superficial del glaciar caída en el invierno / ADOLFO ERASO para DICYT
El proyecto Glackma estrena nuevas estaciones para investigar el deshielo polar
Carmen Domínguez, de la Universidad de Salamanca, explica que los Urales y la Patagonia argentina serán los nuevos puntos de medición
Fecha: 25 de mayo de 2009
Autor: Salamanca24Horas.
Los científicos españoles responsables del proyecto Glackma (GLAciares, CrioKarst y Medio Ambiente) han regresado del hemisferio Sur tras una nueva campaña de medición del deshielo en los glaciares polares, coincidiendo con el final del verano y el principio del otoño australes y a menos de dos meses de iniciar un nuevo viaje en dirección contraria, en plena época de deshielo en el Ártico.
La profesora del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Salamanca, Carmen Domínguez, y el geólogo y químico de la Universidad Politécnica de Madrid, Adolfo Eraso, trabajan habitualmente en seis estaciones, pero este verano sumarán un nuevo punto de medida del agua de la descarga de los glaciares en los montes Urales (Rusia) y en la siguiente campaña inaugurarán otro más en la Patagonia argentina.
Aunque lo habitual es que los científicos de todo el mundo acudan a la Antártida en pleno verano austral o en sus inicios, en diciembre o enero, “a nosotros nos gusta ir en diferentes épocas para obtener mayor cantidad de datos”, afirma Carmen Domínguez en declaraciones a Dicyt. Por eso, en esta ocasión retrasaron un poco su viaje al extremo Sur de Chile, primero, y a la Antártida, después, con las dificultades de transporte que esto ocasiona, puesto que el medio para alcanzar el continente helado son los vuelos militares, que escasean cuando llega el otoño y vuelven a bajar las temperaturas.
La idea básica es que medir la cantidad de agua que descarga un glaciar en la época de deshielo puede ofrecer muchas pistas acerca del calentamiento global del planeta. Para ello, la red del Proyecto Glackma está formada, hasta este momento, por tres estaciones en el Sur y otras tantas en el Norte. Estos puntos están localizados en la Antártida insular, Antártida peninsular y en la Patagonia chilena, en el caso del hemisferio sur; y en las Islas Svalbard (Noruega), Islandia y el Ártico sur (Suecia), en el caso del hemisferio norte. Sin embargo, su objetivo es instalar más estaciones a diferentes latitudes a través de convenios con diferentes países, de manera que este año estrenarán dos nuevos puntos de medida: los Urales y la Patagonia argentina.
Para realizar las mediciones, hay un sensor fijo que registra el nivel por presión y que está colocado en el lecho de los ríos que se forman con el deshielo. Domínguez y Eraso han desarrollado un sistema de instalación que mide el agua que pasa y que no se mueve por mucha cantidad de agua que pueda arrastrar la descarga del glaciar en verano.
Confirmación de la tendencia
La tendencia creciente al deshielo tanto en el Polo Sur como en el Norte, que los científicos españoles vienen constatando desde 2003, se vio frenada durante 2008, pero los investigadores están convencidos de que se trata de un hecho puntual que se debe a circunstancias meteorológicas, ya que el año pasado se produjeron más precipitaciones en forma de nieve de lo habitual, lo que se debe a un incremento puntual de la humedad, pero no a un descenso de las temperaturas. Sin embargo, la tendencia observada durante el resto de los años es de un crecimiento exponencial y en esta última expedición se ha confirmado, “aunque aún estamos analizando los datos”, apunta la experta en Matemáticas, de vuelta en Salamanca.
Una de sus misiones en esta pasada campaña ha sido la de proporcionar datos a otros científicos, especialmente biólogos, de una base antártica que comparten Argentina y Alemania. “Es una base que se encuentra en una bahía y es importante para ellos que le demos valores de la descarga glaciar, porque el creciente deshielo está afectando en la modificación del hábitat de todas las especies que viven allí”, explica la científica.
Cuando finalice este periodo, los investigadores acudirán a estrenar el nuevo punto de medición de los Urales y a la estación que ya tienen en Suecia, olvidándose por este año de las Islas Svalbard y de Islandia. De cara al año que viene, “ya tenemos seleccionado el glaciar donde montar una nueva estación en la Patagonia argentina”, asegura, gracias al convenio que han firmado con la Universidad Nacional de la Patagonia Austral. Este nuevo punto será un buen complemento para la estación chilena, que se encuentra un poco más al Sur.
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