Publicado en http://www.diariogranadahoy.com
mayo 2006
Granada, España.
Es la operación más antigua del Ejército de Tierra más allá de las fronteras nacionales. Desde 1988, una misión española mira al mar desde la Isla Decepción, el Norte del Polo Sur, en la Antártida. Una isla en forma de herradura y con nombre poco halagüeño, en la que las Fuerzas Armadas establecieron la Base Gabriel de Castilla. Sede, además, de una suerte de filial de la Universidad de Granada, en virtud de la colaboración entre el Mando de Adiestramiento y Doctrina (Madoc) y la UGR, relación que se extiende ya durante diez años.
El Madoc y la Universidad han considerado oportuno que, para celebrar esa década de colaboración, se muestren los frutos del trato directo entre ambas instituciones. Y la base Gabriel de Castilla es un buen ejemplo de ella. Las instalaciones militares sirven de base de operaciones para varios científicos de diversas universidades que aprovechan el verano austral para llevar a cabo sus investigaciones. Es el caso del profesor Javier Almendros, que ha permanecido durante toda la campaña en la base antártica para desarrollar un trabajo sobre el control de la actividad sismovolcánica.
Para explicar la vida en una de las bases "más emblemática por el poco personal, las condiciones climatológicas y su dificultad manifiesta", en palabras del teniente general jefe del Madoc, Manuel Bretón, se van a realizar dos actividades, tanto en el acuartelamiento de las Descalzas como en la Facultad de Ciencias. En el primero de ellos, que se celebrará el 9 de mayo, con una exposición de material y equipo empleados en el campamento, se contará con invitados como el comandante Loureiro, al mando de la base, o el coronel Cantero, encargado de la logística y apoyo a la operación científica. Por su parte, en la segunda conferencia, el 11 de mayo, además de personal militar, Javier Almendros para exponer los resultados de sus investigaciones en la Isla Decepción. A fin de cuentas, botón de muestra de la colaboración universitaria y militar durante un decenio.
El teniente general Bretón explicó ayer que las misiones del Ejército de Tierra en la base antártica pasan por "mantener la presencia física de España en un continente extraño en cumplimiento del Tratado Antártico, apoyar al Ministerio de Educación y Ciencia colaborando con las misiones de investigación, con apoyo en campos como la logística y comunicaciones, al tiempo que desarrollar proyectos propios de investigación y el mantenimiento de las instalaciones fijas".
Por su parte, el rector de la Universidad de Granada, David Aguilar, se congratuló por los diez años de trabajo conjunto con el Madoc, al que agradeció la oportunidad de contar con la base antártica para el desarrollo de trabajos de campo. "En esta colaboración hemos aprendido mucho mutuamente –explicó Aguilar–, como el papel de un ejército democrático, muy próximo al ciudadano". Como reconocimiento a este trabajo codo con codo, la institución académica distinguirá al Mando de Adiestramiento y Doctrina con la medalla de oro de la Universidad, "máximo galardón que se concede" en el ámbito universitario".
Para Aguilar, los mayores hitos de la colaboración entre el Madoc y la Universidad han sido los "programas específicos de formación de tercer ciclo" como doctorados y cursos en el Centro de Formación Continúa, ejemplo del que se podría citar el de Supervivencia en la Naturaleza, que, desde que comenzó a impartirse, en el curso 1999-2000, ha contado con la participación de 363 alumnos. Asimismo, el Madoc ha ofertado prácticas para universitarios.
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