sábado, diciembre 01, 2007

El Polarstern zarpa rumbo a la Antártida

29nov07

El buque de investigación alemán Polarstern zarpó de Ciudad del Cabo el 28 de noviembre de 2007, en su vigésimocuarta travesía a las gélidas aguas del Océano Antártico. A bordo de esta nave viajan 53 científicos de ocho naciones que efectuarán investigaciones relacionadas con el clima en el marco del Año Polar Internacional. Desde otra zona de la Antártida, investigadores del proyecto ANDRILL aseguran que su segunda temporada de perforaciones por debajo del suelo marino es todo un éxito.
Los investigadores del Polarstern, durante diez semanas de expedición, estudiarán la biodiversidad y las corrientes oceánicas en el Mar de Lazarev y la zona oriental del Mar de Weddell. «Nuestros proyectos de investigación ayudarán a comprender mejor los procesos físicos y biológicos asociados a la Corriente Circumpolar Antártica y al Giro de Weddell; ambos desempeñan un papel fundamental en el clima de la Tierra», explicó el científico en jefe, el profesor Ulrich Bathmann del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina.
Los investigadores centrarán sus esfuerzos en tres proyectos del Año Polar Internacional: SCACE («Estudio sinóptico del clima y los ecosistemas circumantárticos»); LAKRIS («Estudio del krill del Mar de Lazarev») y ANDEEP-SYSTCO («Biodiversidad bentónica de las profundidades del Antártico: historia de colonizaciones y patrones de comunidades recientes - acoplamiento sistémico»).
Como su propio nombre indica, el proyecto SCACE consiste en el estudio de las interrelaciones físicas y biológicas en la Corriente Circumpolar Antártica. Esta enorme corriente rodea a la totalidad del continente antártico y comunica todos los grandes océanos.
«Esta gran corriente oceánica transporta tanto energía térmica como agua dulce, desempeña una función crucial en los ciclos oceánicos de material disuelto y contiene una serie de ecosistemas diferenciados que pueden desplazarse entre sí a causa del cambio de los regímenes climáticos», explicó el profesor Bathmann. «Las algas del plancton poseen un gran potencial para absorber el dióxido de carbono de la atmósfera.» El Océano Antártico es especialmente sensible al cambio climático y los datos recabados por el equipo del SCACE servirán de referencia para cuantificar los cambios futuros.
El proyecto LAKRIS tiene que ver con unas criaturas diminutas parecidas a gambas y llamadas krill. Los científicos investigarán el ciclo de vida, la distribución y la fisiología de las poblaciones de krill en el Mar de Lazarev. A los investigadores les resulta de especial interés la capacidad del krill para adaptarse a posibles cambios ambientales.
El tercer proyecto, ANDEEP-SYSTCO, se centra en las profundidades marinas de alrededor de la Antártida. En este proyecto los investigadores estudiarán las interacciones entre la atmósfera, la columna de agua y el suelo marino, a bastantes miles de metros de profundidad.
«Puesto que la investigación de las profundidades marinas no deja de trasladarnos a mundos desconocidos, esperamos averiguar cosas nuevas y fascinantes acerca de la diversidad biológica del océano, quizás incluso descubrir especies desconocidas hasta ahora», comentó el profesor Bathmann. El proyecto ANDEEP-SYSTCO será dirigido por la profesora Angelika Brandt, de la Universidad de Hamburgo. Este mismo año formó parte del equipo que desveló la gran diversidad que existe en las profundidades del Océano Antártico en un artículo publicado en la revista Nature. Ese trabajo se basaba también en una investigación realizada a bordo del Polarstern.
En otra zona de la Antártida está llegando a su fin la segunda temporada de perforaciones del proyecto ANDRILL («Perforación geológica antártica»). Según científicos de este proyecto internacional, «se han colmado todas las expectativas».
Hasta ahora, su equipo ha extraído del suelo marino del Estrecho de McMurdo un bloque de roca que mide más de mil metros de largo, el segundo bloque más profundo perforado en la Antártida. El objetivo de las perforaciones de este año era extraer sedimentos de la época del Mioceno. Hace entre 17 y 14 millones de años, la Tierra pasó de un clima cálido a un clima mucho más frío. En esa época se formó una placa de hielo casi permanente en la Antártida oriental.
«Es justo lo que deseábamos», dijo David Harwood, de la Universidad de Nebraska-Lincoln, con respecto a este nuevo bloque. «Si sumamos la perforación que hicimos el año pasado a este bloque, de un período de tiempo que está justo por debajo, estamos hablando de más de 2 km de historia geológica. Lo que hemos extraído es fenomenal. El bloque contiene una gran diversidad, ciertamente más de la que podemos asimilar ahora mismo. Va a llevar cierto tiempo interpretar plenamente la información paleoambiental y paleoclimática dinámica que nos ofrece.»
«Ahora disponemos de un registro más completo de extracciones del Mioceno medio y nos adentramos en un período de tiempo más frío; era una de nuestras metas básicas», aseguró Fabio Florindo, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia. «Cuando juntemos esta extracción con los registros de la temporada pasada, nos va a contar una historia importante. Se trata de hallazgos científicos emocionantes que tendrán un amplio eco en la comunidad científica.»
Los segmentos del bloque extraído se analizarán brevemente en la Antártida antes de despacharlos rumbo al Centro de Investigación sobre Geología Marina Antártica de la Universidad Estatal de Florida para su almacenamiento y estudio a largo plazo.

Para obtener más información, consulte:
Instituto Alfred Wegener http://www.awi.de/
ANDRILL: http://www.andrill.org/
Año Polar Internacional: http://www.ipy.org/

Fuente: Instituto Alfred Wegener y proyecto ANDRILL
RCN: 28774

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