INVESTIGACION DEL PROYECTO EUROPEO PARA LA CORTEZA DE HIELO EN LA ANTARTIDA
Se podrá conocer cómo fue el clima de la Tierra durante los últimos 650.000 años
La información surgirá del análisis de la corteza de hielo de la Antártida, en un pozo que supera los 3.200 metros de profundidad.
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Sibila Camps.
scamps@clarin.com
Publicado en Clarin.com
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8dic05
Los científicos lograron extender a 650.000 años el registro del clima que tuvo la Tierra en el pasado, al llegar a una profundidad de 3.270,20 metros una de las dos perforaciones de la corteza de hielo en la Antártida. Los estudios que se realicen a partir de estos primeros resultados, publicados en la revista Science, brindarán más información sobre el calentamiento global y darán más indicios para conocer la evolución del clima.
La investigación forma parte del Proyecto Europeo para la Corteza de Hielo en la Antártida (EPICA, la sigla en inglés), que desarrollan científicos e ingenieros de diez países desde 1995. Se basa en la perforación y extracción de conos de hielo, un hielo que fue formándose y acumulándose a lo largo de los siglos.
Esos conos de hielo contienen cientos de miles de minúsculas burbujas de aire que quedaron atrapadas en el hielo a lo largo del tiempo. Las burbujas se forman entre los copos de nieve a medida que van depositándose, y dan prueba de las concentraciones de gases de efecto invernadero en ese momento.
Los 650.000 años comprendidos en la perforación de la estación Concordia implican agregar 210.000 años al registro existente acerca de la atmósfera terrestre, es decir, dos ciclos glaciarios completos, a una época en la que los períodos interglaciarios eran más suaves y más largos que los más recientes. Por consiguiente, también amplían los datos acerca del dióxido de carbono y del metano que estuvieron presentes en la atmósfera.
Por ser los principales gases que provocan el efecto invernadero, estos datos podrían ayudar a los investigadores a determinar cuándo comenzaron las actividades humanas a influir seriamente en la atmósfera, y a ser más precisos en su predicción de los cambios climáticos por venir.
Los datos revelan que la concentración de dióxido de carbono no deja de aumentar, y se halla actualmente en 380 partes por millón, un 27% por encima del máximo nivel alcanzado durante estos últimos 650.000 años. "También tenemos un documento que demuestra que la escala de tiempo en la cual el hombre ha cambiado la composición de la atmósfera es muy corta, comparada con los ciclos naturales de los sistemas climáticos", señaló Thomas Stocker, del Instituto de Física de Berna, autor de los dos trabajos publicados en Science.
El hecho de que los niveles de dióxido de carbono y de metano fueran más bajos durante los períodos relativamente templados de los dos ciclos adicionales, comparados con los períodos más cálidos de los últimos 400.000 años, es especialmente interesante para el estudio de la sensibilidad climática. Esto constituye una forma de medir cómo reacciona el sistema climático cuando se duplican las concentraciones de dióxido de carbono, explica Dominique Raynaud, del Laboratorio de Glaciología y Geofísica del Ambiente, de Grenoble (Francia).
"Los niveles de gases de efecto invernadero como metano, dióxido de carbono y óxido nitroso están subiendo espectacularmente desde la revolución industrial, a una velocidad y una magnitud que la Tierra no vio en cientos de miles de años. No hay duda de que se debe a la influencia humana", afirmó Ed Brook, profesor de geociencias en la Universidad del Estado de Oregon, quien analizó los nuevos estudios de EPICA en el último número de Science.
Este nuevo análisis de la corteza de hielo permite conocer las concentraciones de gases de efecto invernadero y el clima antártico durante el período cálido más reciente, que ha sido relativamente similar al de nuestra época. Ese período, conocido como Marine Isotope Stage 11 o MIS 11, tuvo lugar entre 420.000 y 400.000 años atrás.
La semejanza entre el MIS 11 y el período actual se debe a la configuración similar de las órbitas de la Tierra y del Sol, cuyas posiciones relativas serían la primera causa de los ciclos glaciarios.
"El MIS 11 prueba que un sistema climático puede durar de 20.000 a 30.000 años; algo que no podíamos decir basándonos en los últimos tres períodos cálidos, ninguno de los cuales duró más de 10.000 años", señaló Stocker. En la actualidad estamos en unos 10.000 años de período cálido.
Las investigaciones también sugieren que dos períodos cálidos anteriores al MIS 11 —MIS 13 y 15— podrían haber tenido una duración equivalente. Esto contradice la creencia de que nuestro actual período cálido está siendo excepcionalmente prolongado.
La corteza de hielo también proporciona elementos importantes para comprender el impacto de las primeras actividades humanas, como la deforestación y el cultivo del arroz. Los nuevos registros muestran que la variabilidad natural puede influir de manera significativa en la oscilación de los gases de efecto invernadero durante algunos períodos interglaciarios.
Según Brook, esto aumenta las posibilidades de que las primeras actividades humanas no sean responsables de esas oscilaciones observadas hace 10.000 años. También hay evidencias de que el clima de la Tierra puede haber cambiado a veces abruptamente, en complejas interacciones entre la atmósfera, las corrientes oceánicas y las capas de hielo.
El científico estima que la continuidad del proyecto EPICA proporcionará registros de los gases atmosféricos de hasta 1.200.000 años, o incluso más atrás en el tiempo.
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