lunes, marzo 31, 2008

Retorna expedición antártica de uruguayos y venezolanos

Retorna expedición antártica de uruguayos y venezolanos
Publicado en: http://www.cadenaglobal.com
Viernes 28 de marzo de 2008
3:01 PM El buque "Oyarbide" retornó hoy a Montevideo procedente de la Antártida con la primera expedición científica venezolana al continente blanco, en una misión de casi seis semanas.
El equipo venezolano, formado por once científicos y cinco militares, visitó la base uruguaya antártica de "Artigas", en la isla Rey Jorge, donde sus miembros efectuaron investigaciones sobre la biología, meteorología y otras condiciones medioambientales del continente austral.
Además de esa base insular, Uruguay tiene otra estación en tierra firme del continente, que fue donada por el Reino Unido.
Por razones económicas, este asentamiento ha permanecido cerrado, pero la Administración uruguaya confía en que la financiación venezolana permita con el tiempo ponerlo a pleno rendimiento para equipos conjuntos.

La expedición que arribó hoy a Montevideo, y que fue patrocinada económicamente por Venezuela, zarpó de esta capital el pasado 15 de febrero a bordo del "Oyarbide", uno de los buques que Uruguay fleta para su participación como miembro consultivo del Sistema del Tratado Antártico (STA), del que forma parte junto a otros 27 países desde 1985.
Venezuela pretende convertirse en miembro consultivo del STA, de ahí el interés mostrado en esta misión oceanográfica, que también permitió a los expedicionarios obtener una experiencia polar de primera mano.
Según relataron días atrás a la prensa varios miembros de la expedición, buena parte de la misión transcurrió bajo condiciones meteorológicas adversas.
El buque "Oyarbide" tiene casi 70 metros de eslora y unos 13 de manga, con una fuerza de desplazamiento que le permite avanzar como un rompehielos en circunstancias adversas.
Esta expedición conjunta provocó una polémica en el Parlamento uruguayo, donde el opositor Partido Nacional acusó al Gobierno del presidente Tabaré Vázquez de "hacer el juego" a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, para entrar en el Tratado Antártico.
Los blancos preguntaron al gobernante Frente Amplio sobre los eventuales beneficios militares que pretendía obtener el Ejecutivo uruguayo de Venezuela.
Cadena Global/EFE

viernes, marzo 28, 2008

Nota de Graciela Vera sobre el cambio climático

Sur y Norte
Antártida y Artico
por Graciela Vera
Periodista independiente
Publicado en http://www.uruguayinforme.com
28 marzo 2008


Muchas veces la ignorancia no sabe callar y realiza comentarios inadecuados que sólo logran desinformar y cuando la desinformación es sinónimo de permisividad para seguir dañando el planeta, es el mismo planeta el que para hacerse oír debe dar un golpe sobre la mesa.
Y no pensemos que no sabe hacerlo. Algunas veces de forma demasiado violenta; o como en el reciente caso del resquebrajamiento de un bloque de hielo en la Antártida, como un tirón de orejas más, entre los muchos que hemos recibido en los últimos años.
Y decimos que es nada más que ese tirón de orejas, porque por sí solo el hecho pasaría desapercibido.
Sin embargo la realidad es que también con una disfrazada suavidad, el cambio climático no nos deja olvidar su imparable avance y la gravedad de sus consecuencias.
Cuando muchos toman conciencia de la fragilidad de nuestro planeta y del calentamiento global que se ha montado a nuestras espaldas, aparecen mediciones –reales- de records de frío y, sin tener presente otros datos, surgen los conocedores de la verdad que menoscaban la voz de los científicos.
El invierno pasado en el hemisferio austral y principalmente en la Antártida las bajas temperaturas han marcado algunos records.
Ello no es óbice para que la Antártida siga desgranándose ante nuestros ojos.
Esta vez fue un témpano de 40 kilómetros de largo por dos y medio de profundidad que se desprendió de la plataforma de Wilkins, una base de hielo de más de 14.000 kilómetros cuadrados.
Y ésta, aunque esperada sí que fue una sorpresa, porque el resquebrajamiento de la plataforma no se esperaba hasta dentro de unos quince años, diez en los pronósticos más agoreros.
El desplome no provocará, para nada, un crecimiento excesivo del nivel del mar, no será el mayor del que hablemos; no obstante la comunidad científica está muy preocupada porque la separación del témpano de la base posibilita a otras capas que entren en contacto directo con el océano, acelerando su deshielo.
El hielo de Wilkins, la capa de hielo más grande de la península antártica, había permanecido estable durante el último siglo, hasta que en 1990 comenzó su retroceso.


En esta parte de la Antártida ya desaparecieron según datos del Servicio Británico de mediciones Antárticas, seis capas de hielo.
Al mismo tiempo que esto sucede en el sur, en el otro extremo del globo terráqueo en el invierno boreal también hizo muchísimo frío y a simple vista en el círculo polar ártico hay ahora más hielo. ¿Entonces y en este caso, debemos festejar?, después de todo el calentamiento avecinado parece haber revertido su proceso y felices por ello los profetas del optimismo, pseudo conocedores espontáneos han salido a cuestionar las advertencias antes de escuchar las alertas.
Y ahora ha sido la NASA la que ha tenido que dar el puñetazo para hacer oír las prevenciones.
A pesar de ellas, ¿Cuánto habrá que esperar para que se tome conciencia de que el planeta se calienta?
Porque los hielos que están dando lugar a tanta verborragia tranquilizadora no son más que un camuflaje que oculta una realidad nada halagüeña.
La extensión blanca que aumenta es hielo de temporada.
La superficie que ocupa el hielo ártico crece y decrece todos los años dependiendo de las estaciones. La medición media en los meses de septiembre es de alrededor de cuatro millones de kilómetros cuadrados y en marzo esa media está entre los nueve y los diez millones.
El mayor frío del invierno hizo que este año la extensión helada superara la media y llegara a los 6,27 millones de kilómetros cuadrados. Esto es casi un cuatro por ciento más que en los últimos tres años pero sigue siendo un 2,2 por ciento menos que la media de hace una década.
Ese hielo se perderá este verano y por ello lo que realmente importa a los científicos y a la humanidad, porque de ello depende buena parte de su bienestar futuro, es el hielo perenne y éste ya ha caído por debajo de todos los mínimos históricos conocidos.
Desde 1970 a 1990 su velocidad de fundición fue de 500.000 kilómetros cuadrado por década: 1.000.000.000 de kilómetros cuadrados definitivamente desaparecidos en apenas 20 años y desde el año 2000 esa velocidad se ha triplicado.
En el periodo que va entre los inviernos del 2005 y el del 2007 ha desaparecido una superficie de hielos árticos perennes igual a la superficie de los estados norteamericanos de California (410.000 km2) y Florida (170.305 km2) juntos.
Muy a pesar de las apariencias el hielo perenne actual cubre apenas el 30 por ciento de las aguas árticas cuando lo normal (al menos a lo que estuvimos acostumbrados no hace mucho) era que llegara al 50 o 60 por ciento.

¿Podemos imaginar un Ártico sin hielo durante los veranos?, en el año 2006, desde el Centro Nacional de Investigación Atmosférica y de la Universidad McGill de Canadá se advertía que si el calentamiento continuaba al mismo ritmo, en cuarenta años sólo una pequeña porción de hielo permanente se mantendría durante el verano alrededor de la costa norte de Groenlandia y Canadá.
El 26 de marzo de este año, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima (GIEC) manifestó una gran preocupación por la aceleración del deshielo en la Antártida y, mientras en los extremos del planeta las cosas no parecen ir muy bien, el resto tampoco tiene calma.
Regiones enteras quedan inundadas mientras el agua potable se hace cada vez más escasa; los cultivos deben cambiarse de meridianos para sostener su productividad, las especies animales mudan de hábitat y el clima desestabiliza la estacionalidad.

Pero ¿por qué entre tantos males los científicos dan tanta importancia al deshielo?
¿Será porque si el calentamiento global tiene efectos sobre el deshielo, el del deshielo sobre el calentamiento global puede ser devastador?
Es fácil de comprender, el agua en espacios abiertos absorbe más luz del sol que el hielo (y la luz del sol produce calor), por lo que cuanto mayor sea la superficie de agua sin hielos, más rápido se calentará ésta y más se acelerará la tendencia al calentamiento general.

En el Ártico, en noviembre pasado, su capa de hielo tenía dos millones de kilómetros cuadrados menos, del hielo de lo que debería haber tenido.


Esta fotografía fue galardonada por el Museo de Historia Natural de Londres y se ha convertido en el icono que representa un drama que nos debe importar a todos.
Fue tomada por el fotógrafo noruego Arne Naevra que, con acierto la tituló: “Derretimiento Polar”.

Graciela Vera

Desde Almería, en el sur del norte, a 28 de marzo de 2008.

jueves, marzo 27, 2008

Un bloque de hielo de 400 km2 colapsó en la Antártida


Imagen tomada por científicos de la Universidad de Colorado (EEUU) muestra la sección de la capa antártica Wilkins que ha comenzado a desintegrarse. foto www.losandes.com.ar/

Un bloque de hielo de 400 km2 se descongela en la Antártida
Publicado en: http://www.losandes.com.ar/
26mar 08

Ver un video sobre este tema

La gigantesca capa colapsó a sólo 100 kilómetros de la base argentina General San Martín. Los especialistas lo atribuyen a los veranos cada vez más cálidos en la zona, que aceleran el deshielo. La temperatura aumentó cuatro grados en 30 años.
Una capa de hielo de la Antártida, de una superficie de 415 kilómetros cuadrados, se desplomó hoy a sólo 100 kilómetros de la base argentina general San Martín, según confirmó la Dirección Nacional del Antártico (DNA).
Este desprendimiento se suma al producido el pasado 28 de febrero, cuando otra placa de más de 40 kilómetros, y también perteneciente a la barrera de Wilkins, se desintegró por efecto del calentamiento del clima.
"Las causas son muy claras. En muchos lugares sub polares, como las paredes, la temperatura aumentó cuatro grados en los últimos 30 años, a razón de un grado cada diez años", aseguró el glaciólogo, Eugenio Yermolín, de la Dirección Nacional del Antártico.
Según explicó este especialista ruso, que desde hace nueve años trabaja en el organismo nacional, las barreras sirven como reguladores naturales del clima y de la actividad de las corrientes oceánicas.
"Cuando desaparece una barrera hay otro tipo de circulación oceánica, otro tipo de clima, porque es como un espejo de la radiación solar. Al influir en el clima local, podría afectar el clima global en una aceleración del aumento de la temperatura", agregó.
El anuncio del desplome fue realizado por el British Antarctic Survey ( BAS, por sus siglas en inglés), y por el Centro estadounidense de Datos sobre Hielo y Nieve (NSIC, por sus siglas en inglés), con base en Boulder.
El organismo científico sostuvo que la desintegración de la capa de hielo Wilkins, la más extensa y en peligro de la península antártica, es una nueva evidencia del rápido calentamiento de la Tierra, difundió la agencia de noticias ANSA.
Ahora, el gran bloque de hielo, ubicado a 1.600 kilómetros de Sudamérica, pende de una franja de hielo de sólo seis kilómetros.
El colapso de la capa de hielo había sido anunciado, pero está ocurriendo más rápido de lo pensado, explicaron los científicos.
Investigaciones realizadas por la Dirección Nacional del Antártico y de organismo de otros países, revelaron que los glaciares de la península antártica bajaron en promedio medio metro año, es decir, unos 15 metros en 30 años.
"Pero las más afectadas son las barreras; tanto Larsen como Wilkins tuvieron mecanismos parecidos con el levantamiento de la temperatura. Los últimos cuatro veranos fueron muy cálidos, con temperaturas positivas, que es muy raro", precisó Yermolín.
"Todo está vinculado con el aumento de la temperatura porque el glaciar es una sustancia de tierra muy viva", añadió.
En ese sentido, el profesor David Vaughan, de la BAS, declaró que el descongelamiento "está ocurriendo mucho más rápido de lo pensado".
"No esperábamos que pasara tan rápido. La capa de hielo pende ahora de un hilo", agregó. Aunque el período de verano finalizó en la Antártida, el profesor Vaughan dijo que una tormenta de grandes proporciones podría acelerar su desintegración.
"El desprendimiento del Wilkins no tendrá ningún efecto en los niveles de los mares ya que ya estaba flotando, pero es otro indicio del impacto que está teniendo el cambio climático", concluyó.



Un geólogo argentino explica las razones de estos deshielos
El desprendimiento de una gran masa de hielo de la Antártida que se conoció hoy sigue a un proceso similar en 2003, cuando colapsó la barrera Larsen B, frente al Mar de Wedell, que permaneció sin modificaciones sustanciales en casi 200.000 años.
Los dramáticos cambios en el continente blanco a causa del calentamiento global fueron expuestos hoy por el geólogo argentino Jorge Rabassa (CADIC-CONICET), durante un taller sobre cambio climático organizado por la Embajada de Italia en Argentina que comenzó hoy en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, en Buenos Aires.
El deshielo que experimenta la Antártida ha descubierto rocas "que no se han visto por lo menos en 125.000 años" y genera "nuevos hábitat para diversas especies de pingüinos, que compiten por los mismos recursos" con otros animales de la fauna local, como aves y mamíferos acuáticos, detalló.
El calentamiento global se evidencia también en fenómenos de gran magnitud como los desprendimientos de enormes trozos de las barreras de hielo, que navegan a la deriva hasta su fusión con las aguas. El nivel de los océanos aumentará, advirtió el experto.
Científicos británicos dieron cuenta hoy de la ruptura de la barrera Wilkins, cerca de la base San Martín, en la costa occidental de la península antártica.
El fenómeno ocurrido hace cinco años afectó el lado opuesto de la península. Los investigadores habían observado previamente que la superficie de la barrera Larsen B presentaba una "estructura porosa, con muchos lagos en la superficie", explicó Rabassa.
La inmensa estructura que estuvo "entre 120.000 a 200.000 años sin modificaciones sustanciales", colapsó y se desprendió una masa "de una superficie similar a la de Luxemburgo", detalló.
El geólogo dijo que esos témpanos que arrastra la corriente "ponen en peligro la navegación, especialmente la de los cruceros turísticos que de noviembre a marzo van a la Antártida desde Ushuaia", en Tierra del Fuego.
En febrero de 2007, el crucero noruego -de bandera liberiana- Explorer se hundió al chocar contra un iceberg. Las 154 personas a bordo, entre ellas equipos científicos, pudieron ser rescatadas.
El cambio climático, que en el continente patagónico muestra el dramático retroceso de los glaciares, en la Antártida se evidencia en el colapso de barreras que fueron estables durante milenios.
"Y el hielo que se pierde, contribuye al ascenso del nivel del mar", remarcó el experto.

lunes, marzo 24, 2008

entrevista al Gral. Jorge Leal, pionero antártico argentino

GENERAL JORGE LEAL, PIONERO ANTARTICO Y PRIMER PRESIDENTE DEL CEMIDA
“La Antártida obliga al hombre a ser amigo en serio”

Publicado en http://www.pagina12.com.ar/
Por Eduardo Tagliaferro


Fue el primer argentino en llegar al Polo Sur, el primer presidente del grupo que reunía a los militares democráticos y el defensor del coronel Cesio, cuando lo querían expulsar del Ejército. A los 85 años, fue homenajeado en la Base Marambio, en esa Antártida que es su amor y que siempre vio como un continente pacífico e internacionalizado.


–¿Qué aprendizaje deja la Antártida?

–La Antártida obliga al hombre a ser tolerante, a ser amigo en serio. La Antártida obliga a convivir. Saber convivir es tan difícil en este mundo supuestamente civilizado. La Antártida es mucho más civilizada que cualquier otro lugar del planeta. Cuando digo civilización, no estoy hablando de comodidad, de placer sino del término exacto de la palabra civilización. Si los países supieran vivir civilizadamente, en el mundo no habría tantos problemas.


–¿Por qué la Antártida obliga a la convivencia?

–Al estar unos cuantos hombres durante todo un año, bueno antes, era todo un año, vivir juntos obliga a aprender a convivir o de lo contrario, se termina muy mal. Se aprende a convivir si se pone voluntad. En ese sentido la Antártida es un laboratorio maravilloso de autoanálisis. Yo puedo ir a la Antártida convencido de que soy el trabajador número uno. Al poco tiempo ya sé cuánto valgo. Y lo curioso es que los demás también lo saben. Así aprendo quién soy. Casi nada. La búsqueda de los filósofos de todos los tiempos, conócete a ti mismo. Si los argentinos todos nos conociéramos a nosotros mismos, seríamos mejores.

–Usted señaló que “Argentina solita no podrá defender sus derechos” antárticos. ¿Por qué?

–La unidad latinoamericana es posible porque es necesaria. Es necesario que nos unamos porque si no, nunca vamos a ser nada. Ni la Argentina, ni Brasil, ni ninguna de estas seudo naciones, no sé si utilizar este término, llegaremos a nada. Los latinoamericanos nunca debimos habernos convertido en veintitantas repúblicas. ¿Cuánto pesamos en el mundo estas repúblicas desunidas y débiles? Qué distinto sería si nos uniéramos. Tenemos poco menos de 15 millones de kilómetros cuadrados. Más de 500 millones de habitantes con todas las riquezas imaginadas, capaz de alimentar todas las industrias necesarias. Salvo Brasil, los demás países latinoamericanos no estamos industrializados. ¿Por qué? Porque no tenemos mercado interno de consumo. 500 millones de habitantes sí son un mercado interno interesante.

–¿Por qué en sus presentaciones reitera nuestros antecedentes históricos y geográficos en la región?

–El cuadrante antártico de 90 grados que enfrenta a América del Sur ha sido calificado por los geólogos del mundo como una continuación de la Cordillera de los Andes. Cordillera que pasa por Tierra del Fuego, luego se va para el Este, aparece en las Georgias, desaparece y aparece nuevamente en las Sandwich, vuelve a mostrarse en Orcadas, va hacia el Oeste, aparece otra vez en las Shetland y luego se ve otra vez en nuestra península antártica. Ese arco, llamado arco de Escocia, está conformado por los Andes. Todo ese cuadrante es continuación de la Cordillera de los Andes. La naturaleza está señalando que esa parte de la Antártida es parte de la América del Sur. Si a eso se suma la bula papal de Alejandro VI que les da a españoles y portugueses y a sus herederos, que somos nosotros, una línea imaginaria de posesiones que va del Polo Norte al Polo Sur, no quedan dudas de nuestros derechos. El Polo Sur, dice el Papa. Cuando nos independizamos heredamos nuestras tierras.

–¿Teme que se nos arrebate la soberanía?

–Más que arrebatarnos la Antártida, creo que podrán negarnos nuestras posesiones. Estados Unidos no reconoce ninguna pretensión de soberanía a nadie. Tampoco la reclama. Así se coloca en la mejor posición para dar el zarpazo cuando se le ocurra. Cuando todavía existía la Unión Soviética se comportaba de la misma manera. Se da cuenta de que es una situación totalmente inestable. El que pega primero o el más fuerte podrá negar a los restantes.

–En la Antártida predomina un espíritu pacífico y colaboración entre distintos países.

–Esto que se está viviendo en la Antártida se debe al Tratado Antártico. En el mundo no se conoce un tratado que haya durado para siempre. No hay ninguno. Por qué sería distinto con éste. Está previsto que si los 28 países que lo integran deciden que termine, terminará. Ese día van a empezar las pretensiones sobre un territorio rico en petróleo, como lo es el cuadrante sudamericano. Se sabe que los mares tienen petróleo. En este continente están todos los minerales. Este cuadrante nuestro fue el que mejor se estudió. Ya que al pronunciarse tan al Norte está más libre de hielo. Si no fuese por el Tratado Antártico, ya la Shell, la Esso o cualesquiera de las siete hermanitas petroleras estaría tratando de poner sus plataformas en la Antártida. En la Isla Ross, en esa zona del mar de Weddell, se sabe que hay petróleo. Y el día en que cualquiera de las siete hermanitas ponga una plataforma allí, sin pedirnos permiso a los argentinos, a los chilenos, a los sudamericanos, ya no podremos hablar más de que eso es nuestro.

–¿Es inevitable entonces la militarización?

–El territorio antártico es el único continente desmilitarizado. Las fuerzas armadas están en función de apoyo logístico a la ciencia. No llevan ni una pistola. Son los científicos los que llevan pistolas para dormir a las focas o estudiar otros animales. No se puede en la Antártida llevar a cabo ninguna actividad atómica, ni llevar residuos tóxicos. Es bueno recordar que la desnuclearización del continente antártico fue una imposición de la Argentina cuando se estaba discutiendo el Tratado. Estoy hablando del año 1959. Tanto la URSS como los Estados Unidos tenían en sus manos la monopolización del tema atómico. Para firmar el tratado, la Argentina pidió la desnuclearización del continente. El presidente de la delegación argentina en Washington, el fallecido embajador Adolfo Scilingo, asesor del presidente Frondizi, me contaba que cuando propuso la desnuclearización se produjo una sorpresa general. En ese entonces el tema atómico era partidario de las dos superpotencias. Parecía imposible lograr la desnuclearización. Este fue el punto que más se discutió. Poco a poco las potencias fueron entrando en razones.

–¿Qué se temía en esa época?

–La Argentina y Chile, que nos apoyó, querían la desnuclearización y especialmente, que se prohibiera llevar residuos radiactivos altamente contaminantes. Estados Unidos y la URSS no sabían qué hacer con los desechos radiactivos. Esos residuos son letales para el hombre por la friolera de 10 mil años. Esa sí que es una bomba atómica. Y no sabían qué hacer. Nosotros sabíamos que en algunos círculos científicos circulaba la idea de que la Antártida podría ser un depósito radiactivo.

–¿Qué efectos hubiera tenido?

–Estamos hablando de residuos que desarrollan altas temperaturas. Los científicos de esos países pensaban ponerlos en containers, buscar un lugar en el que la colata de hielo fuera suficientemente alta, le recuerdo que hay zonas en los que ésta tiene hasta 2 mil o 3 mil metros. Pensaban depositar allí esos contenedores. Al desarrollar temperatura se irían enterrando en la nieve y en el hielo. Eso quedaría tapado por 100 o 500 años. Lástima que son letales por 10 mil años. Qué pasaría cuando esos contenedores llegaran a la línea roca. Comenzarían a recibir la presión de millones de toneladas por kilómetro cuadrado. No hay contenedor, ni material que soporte esa presión. Se iban a romper y entonces los residuos comenzarían a caminar por debajo del continente antártico. Siempre lo comparo con la miel sobre una rodaja de pan. La miel comienza a deslizarse hasta llegar a los bordes. Los mares hubieran sido infectados y los primeros países que recibirían las consecuencias serían los países cercanos a la Antártida. Casualmente, ni los Estados Unidos, ni Rusia, ni Inglaterra, ni Nueva Zelanda. La Argentina y Chile hubieran sido los principales afectados. Por eso es que la Argentina impuso como requisito la desnuclearización y la prohibición de instalar residuos atómicos en la Antártida. El tratado fue muy conveniente para nosotros, a pesar de que en su tiempo, se nos criticó mucho.

–¿Qué gobierno tuvo duda en firmarlo?

–No fue de algún gobierno la duda. Fueron algunos argentinos. Recuerdo un diplomático argentino de apellido Candiotti, que en la década del ‘60 habló pestes del tratado. También hablaron pestes de Frondizi. Nunca entendí por qué los militares sacaron a Frondizi, un presidente brillante. Tampoco entendí por qué los militares sacaron a Illia, ni a Yrigoyen hace 70 años atrás.

–¿Entendió por qué sacaron a Perón?

–Tampoco lo entendí. Yo no fui peronista, pero nunca fui golpista. Desde 1943, cuando me recibí de subteniente, tuve la suerte de estar alejado de Buenos Aires, desde donde llegaban las revoluciones o, mejor dicho, los golpes. Con el grado de capitán vine a la Escuela de Guerra y luego me fui a la Antártida. A partir de ese momento estuve en el tema antártico. ¿Qué pasaba con los golpistas? Los golpes se preparaban contabilizando las unidades que estaban de cada lado. Lo que se contaban eran los fierros. Nosotros, en la Antártida no teníamos fierros. Además, siempre nos consideraban los locos que trabajábamos en la Antártida. Para qué sirve sumarlos, decían. Gracias a esto, me liberé de que me involucraran en cualquiera de las internas. Nunca entendí por qué en el año ’30 se produjo el primer golpe. Le cuento algo reciente. Yo odiaba cordialmente al ex secretario del Tesoro norteamericano Paul O’Neill, porque siempre nos criticaba duramente. Hasta que un día dijo algo que me dejó pensando. Dijo “de qué se quejan los argentinos, si desde hace 70 años vienen haciendo las cosas al revés”. Setenta años dijo. Se remontó hasta 1930, la primera vez que los militares echamos a un gobierno legal. Desde ese momento, no lo odié tanto, porque dijo una gran verdad.

–¿Qué recuerdo tiene del general Pujato?

–Por mi general yo tengo una especie de devoción. Yo era capitán cuando me seleccionó para ir a la Antártida. Fue un hombre extraordinario. Primero exigente consigo mismo y luego con los demás. También le decían el loco Pujato. Interesó a Perón para que el Ejército estuviera en la Antártida. Hasta 1950, en que funda la base San Martín, la presencia la tenía la Marina. El Ejército se hizo presente en la Antártida, porque había un militar Pujato, montañés de toda la vida, que era agregado militar en Bolivia en el ’47. Ese año Perón visitó Bolivia. Como se conocían ya que habían estado juntos en la montaña en más de una ocasión, el coronel Pujato le dijo a Perón: “Si nosotros decimos que aquello es nuestro, tenemos que estar allí”. Perón le dijo: “Cuando termine su misión en Bolivia venga a verme. Pero tráigame por escrito una propuesta”. Cuando Pujato terminó su misión en Bolivia volvió a ver a Perón. El plan tenía cinco puntos. Primero tener bases en la Antártida, segundo, el país debía contar con un rompehielos. No dijo el Ejército sino el país. Pensaba que de esta manera se podría llegar a las más altas latitudes. Tercero, había que hacer un caserío. Tenían que ir familias a la Antártida. Cuarto, debería contarse con un instituto, un organismo científico que tuviera relación directa con los estudios a realizarse en la Antártida. El quinto punto no lo escribió, pero nosotros lo conocíamos. El Ejército tenía que llegar por tierra al Polo Sur. El general decía: “Si yo tengo un casa con un fondo largo y nunca llegué hasta esa tapia, el día de mañana entrará cualquiera y me negará que sea mía”. No tuvo ningún ideario político y, sin embargo, le cargaron el tilde de peronista, porque le propuso a Perón la presencia del Ejército en la Antártida.

–¿Cómo surgió su expedición al Polo Sur?

–Estaba en la mente y en el corazón de Pujato llegar al Polo Sur. Pero no pudo hacerlo, lo retiraron estando en la Antártida y no pudo cumplir su viejo anhelo. El pidió que yo lo fuera a relevar como jefe de base. Jamás podré olvidar cuando me hizo entrega formal de la base. Las dos dotaciones formadas frente a una barrera de hielo de 500 kilómetros de frente por 500 de profundidad. Allí estaba “Belgrano I”. Me dijo, nos dijo: “Yo no pude llegar al polo, ustedes tienen que llegar”. Fue la última orden que yo recibí de mi general. La cumplimos.

–¿Cómo fue la travesía?

–Tardé 45 días en llegar y dieciséis en regresar. Entre ida y vuelta caminamos tres mil kilómetros. Ibamos con vehículos, trineos y perros. El polo está a tres mil metros sobre el nivel del mar. Necesitábamos los perros para que nos marcaran el camino. La Antártida se portó bien con nosotros, porque la temperatura mínima fue de 41 grados bajo cero. Creíamos que haría más frío. Esperábamos muchas grietas. Perdimos dos trineos grandes en las grietas y por suerte, no perdimos ningún hombre, ningún vehículo. Esperábamos muchas tormentas polares. Estuvimos cuatro días sin poder movernos dentro de nuestras carpas. Había que meterse dentro de la carpa y rogarle a Dios que no se volara. Esos fueron los momentos más difíciles. Son carpas chiquitas, con espacio para dos bolsas camas de cada lado y en el medio el cajón de patrulla con el espacio para hacer la comida. Cada carpa es autosuficiente. Adentro hace un poco menos de frío que afuera, apenas un poco. El calentador Primus con el que hacíamos agua y la comida, volvía amable la temperatura. Si afuera hacía 30 grados bajo cero con el calentador prendido, dentro de la carpa esto podía descender a 5 bajo cero. No se puede tener prendido el calentador en todo momento. En la expedición todo estaba previsto. Qué se hace dentro de la bolsa cama todo el tiempo. ¿Se duermen 10 horas, quince, veinte? No se puede leer, ni hacer otra cosa que estar dentro de las bolsas. Ese fue un momento muy bravo. Hay una pequeña película que hicimos. Allí se ve la locura que nos agarró al llegar al Polo Sur. Saltábamos, tirábamos los gorros al aire, nos abrazábamos.

–¿Qué cosas le quedaron grabadas?

–Entre las felicitaciones, una del papa Paulo VI. También recuerdo una frase de ese Papa que no se volvió a repetir: “Sobre toda propiedad privada pende una hipoteca social”. Si se materializara, qué frase sabia.

desaparece marino brasileño en la Isla Rey Jorge

Buscan a marino brasileño desaparecido de barco oceanográfico en Antártida
17 de Marzo de 2008, 08:29pm ET
RIO DE JANEIRO, 17 Mar 2008 (AFP) -
La Marina de Brasil está buscando a un sargento que desapareció el sábado en medio de condiciones meteorológicas adversas de un navío que realiza tareas de investigación en la Antártida, informaron fuentes oficiales a la prensa.
El segundo sargento Laercio de Melo Olegário (42 años) desapareció del navío de apoyo oceanográfico "Ary Rongel" sin dejar rastros, y "las condiciones meteorológicas severas" dificultan la búsqueda, dijo un comunicado del comando naval.
También hay apoyo de efectivos de otras bases, como la de Chile y Polonia, agregó. Para las tareas la marina usa dos navíos apoyados por dos helicópteros, uno de ellos de la Fuerza Aérea chilena, además de botes inflables y vehículos todoterreno, también de la base polaca.
Las temperaturas mínimas rondan los -4º C en el área de la Bahía de Almirantado.
La desaparición del marino fue percibida recién cuando el buque estaba cerca de la base brasileña Estación Antártica Comandante Ferraz camino hacia la Base Frei de Chile, en la Isla Rey Jorge.
llu/pz


Militares de Brasil, Chile y Polonia buscan a sargento brasileño en Antártida
Terra Actualidad - EFE - 17marzo 08

Militares y científicos de Brasil, Chile y Polonia buscan a un sargento brasileño que desapareció el sábado durante una misión en la Antártida, informó hoy la Armada brasileña.
El sargento segundo Laércio de Melo Olegário, de 42 años, desapareció cuando estaba a bordo del buque de apoyo oceanográfico Ary Rongel, cerca de la isla Rey George, explicó la Marina en un comunicado oficial.
En el de la desaparición, el Ary Rongel se dirigía desde la estación Comandante Ferraz, en Brasil, hacia la estación chilena Presidente Eduardo Frei.
La búsqueda comenzó el mismo sábado y a ella se han incorporado dos helicópteros -uno de la Marina de Brasil y otro de la Fuerza Aérea chilena-, botes y vehículos terrestres de la estación antártica de Brasil y de la base Arctowski, de Polonia.

diez años de la Patrulla Antártica Combinada con Armadas de Chile y Argentina

Publicado en http://www.laprensaaustral.cl
24mar08

Armadas de Chile y Argentina
Patrulla Antártica Combinada cumplió exitosa primera década

En 1998, los gobiernos de Argentina y Chile acordaron realizar una acción integrada y alternada en el área antártica, con el propósito de salvaguardar la vida humana en el mar, en el marco del Convenio Internacional sobre Búsqueda y Salvamento Marítimo (1979). Para ello, un acta suscrita por ambas armadas al año siguiente estableció una operación anual, entre cada 15 de noviembre y 1º de marzo, con actividades de búsqueda, rescate y salvataje marítimo, además de control y combate de la contaminación.
De aquel entonces ya han transcurrido diez versiones de esta iniciativa, que incluye ejercicios de entrenamiento en aquellas distintas materias, lo cual fue celebrado al mediodía del miércoles, en el Destacamento de Infantería Marina Nº 4 Cochrane. Aquella ceremonia coincidió con la clausura de la décima edición de la Patrulla Antártica Naval Combinada (Panc) y fue presidida por el jefe del Estado Mayor eneral de la Armada, vicealmirante Sergio Robinson Prieto, en conjunto con el comandante de Operaciones Navales de la Armada Argentina, contralmirante Veterano de la Guerra de las Malvinas Luis Oscar Manino.
Durante el acto, el jefe del Estado Mayor de la III Zona Naval, capitán de navío Jorge Aguirre Moltedo, recalcó el trabajo conjunto en el área antártica, en el cumplimiento de la primera década de la Panc. Dado el incremento sostenido que ha registrado la actividad turística en los últimos años, resaltó la previsión y despliegue fundamental que ha tenido esta patrulla naval para resguardar la vida humana en el mar y el medioambiente acuático.
En tanto, el comandante de Operaciones Navales de la Armada argentina, contralmirante Luis Oscar Manino, hizo un llamado a la comunidad internacional a tener conciencia ambiental, tanto para aquellos que desarrollan actividades turísticas y de investigación, con el fin de que se cumplan las normativas vigentes y así permitir que ambas armadas hermanas desarrollen con mayor eficiencia sus tarea en la Antártida

Condenan a responsables del accidente de Base O'Higgins en 2005

Caso Antártica: dictan condena contra ex oficiales
El juez militar de Punta Arenas, Luis Hernán Torres, está notificando a Mauricio Toro y Armando Ibáñez de las sentencias adversas en la Primera Fiscalía Militar de Santiago.

Publicado en http://noticias.123.cl
marzo 2008

A dos años y medio del accidente que costó la vida a tres militares en la Base O'Higgins, en la Antártica, la justicia castrense dictó las condenas contra los dos ex oficiales involucrados en la tragedia.
Toro fue condenado a una pena de cinco años y un día por el cuasidelito de homicidio reiterado, mientras que Ibáñez fue sancionado con cinco años de prisión por el cuasidelito de homicidio, más 541 días por la agravante de falsedad.
El accidente ocurrió cuando el capitán Encina y los suboficiales Jorge Basualto y Fernando Burgoa realizaban una expedición en un trineo que cayó a una grieta de 40 metros, 17 kilómetros al sudeste de la base Bernardo O'Higgins.
Los ex oficiales condenados pueden apelar a la sentencia.