viernes, julio 20, 2007

Ejército de Chile y Universidades preparan proyectos de investigación

EJÉRCITO Y UNIVERSIDADES SE UNEN PARA ESTUDIO GLACIOLÓGICO EN LA ANTÁRTIDA
Publicado en radiopolar.com
Punta Arenas, Chile - 20jul07

Una importante propuesta de estudio de la Antártica, para -entre otros objetivos- entender la capacidad de los microorganismos para sobrevivir en ambientes adversos y su respuesta ante contaminantes naturales o modificaciones del entorno, está llevando a cabo el Departamento Antártico del Ejército, en conjunto con las Universidades de Magallanes y de Concepción.
La propuesta conjunta, -que será presentada al Consejo Regional de Punta Arenas en el mes de agosto- busca, principalmente, abordar el estudio glaciológico del lugar desde una perspectiva microbiológica, donde se recogerán muestras en profundidad de microorganismos existentes, tales como bacterias y hongos, analizándose sus características fisiológicas, metabólicas y genéticas, así como también se evaluará su posible uso farmacológico.
En este contexto, y con el fin de afinar detalles y efectuar coordinaciones, se reunieron en la ciudad de Punta Arenas, el Comandante del Departamento Antártico del Ejército, coronel Eduardo Villalón; el Rector de la Universidad de Magallanes, doctor Víctor Fajardo; el vice decano de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción, doctor Miguel Martínez, y científicos de las instituciones involucradas en el proyecto.
En la ocasión, el coronel Villalón, manifestó que la institución cuenta con capacidades suficientes para desarrollar una investigación de estas características, la que permitirá potenciar el permanente trabajo científico que se viene realizando con la Universidad de Magallanes, destacando el compromiso que existe con el mundo académico y en especial, con la búsqueda y generación de conocimientos sobre el Continente Blanco.
Cabe señalar que este proyecto investigativo se enmarca en la celebración del Año Polar Internacional (2007-2008), iniciativa tendiente a lograr un significativo aumento de investigaciones y observaciones, mundialmente coordinadas e interdisciplinarias, enfocadas hacia las regiones polares de nuestro planeta.

lunes, julio 16, 2007

Salió el Boletín del Proyecto Antawa - Julio 2007



Informando sobre la Antártida desde el año 2000
ISSN 1688-1877
www.geocites.com/antawa
Año Polar Internacional 2007 - 2008

Editorial:
Mid Winter, un momento de reflexión:
La celebración del Mid-Winter marca un momento de reflexión para todos quienes están invernando en la Antártida.
El 21 de junio es el solsticio de invierno, el día más corto del hemisferio sur.
En la Antártida es el momento de máxima oscuridad. Es la mitad de la larga noche polar, en que la luz del sol no se ve por cuatro meses en las bases que están por debajo del paralelo 70 Sur. En esa fecha se estila intercambiar saludos e invitaciones a compartir la cena o el evento especial que se organiza.
Cada Base se esmera por preparar tarjetas de Mid-Winter que se remiten a una extensa lista de correos. Allí se invita diciendo: "Si están por aquí, los invitamos a compartir..."
Más allá de que es remota la posibilidad de visitarse, por las enormes distancias que separan una base de otra y por las malas condiciones del tiempo, lo importante es ese gesto, la invitación a compartir. De eso se trata.
Quienes tienen el privilegio de pasar un invierno en la Antártida, descubren que solos no lo podrían lograr. Es necesario contar con el otro para poder seguir adelante. El momento del solsticio marca también un hito.
Si bien se ha llegado al momento más oscuro y lúgubre de la noche polar, también se sabe que a partir de ese momento, los días comenzarán a alargarse y la cuenta regresiva para que la luz del sol reaparezca, comienza.
Es el fin de un ciclo y el comienzo de otro. Es un momento para olvidar las cosas malas que ocurrieron y pensar con esperanza renovada en lo que viene. En este momento de Solsticio, en donde ya los días comenzaron a estirarse, deseamos que la confraternidad antártica prime por sobre las diferencias y que las metas propuestas para este nuevo ciclo, se hagan realidad.
Saludos antárticos,
Juan Ways
Editor


Noticias del boletín de Julio 2007:
Banda Nunatak, de la Base Rothera, participó del Concierto "Live Earth"
Descubren restos fósiles de un pingüino prehistórico
El Irizar estaría navegando de nuevo en el 2011
Cooperación antártica entre Chile y Argentina para rescate aéreo
División Antártica de la Fuerza Aérea de Chile publica su sitio web.

Actividades científicas
La vida marina florece alrededor de los témpanos.
Estudio para emplear agua dulce de témpanos.
Cómo explorar con seguridad los sistemas acuáticos sepultados bajo hielo.
Entrevista de El País (España) a Michael Stoddart, coordinador de programas antárticos de Australia.
¿Por qué no se permiten perros en la Antártida?

Eventos
VI° Simposio Argentino y III° Latinoamericano sobre Investigaciones Antárticas. Del 9 al 14 Sep. 2007.
Concurso "Rumbo a la Antártida"
INACH: Proceso de postulación a fondos concursables para desarrollar investigación antártica
Uruguay: Semana de la Antártida 2007 (Octubre)

Recomendados
Emperadores de la Antártica, la vida del pingüino Emperador en teatro (México).
Encuentro en la Isla de la Luna de Hielo: Representación teatral chileno - uruguaya en la Isla Rey Jorge.

Vea el Boletín completo aquí

viernes, julio 13, 2007

Las centollas colonizan la Antártida

No había registro fósil de su paso por el continente blanco en los últimos 25 millones de años
Publicado en www.lanacion.com.ar
12julio07
Siempre se pensó que no había centollas en la Antártida. A la ausencia en el registro fósil de huellas de su paso por el continente blanco en los últimos 25 millones de años los científicos sumaban otras razones: la diferencia de temperatura entre las aguas que rodean Tierra del Fuego de las de la Península Antártica era presentada como una barrera infranqueable para estos crustáceos, que poseen altas concentraciones de magnesio en la sangre.
"En combinación con bajas temperaturas, el magnesio produce un efecto anestésico que hace que las centollas queden aletargadas, sin poder moverse y sin poder hacer circular agua por sus branquias, lo que las lleva a la muerte", explicó a LA NACION Gustavo Lovrich, biólogo marino del Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic), en Ushuaia, Tierra del Fuego.
Todo encajaba perfecto: no había centollas en la Antártida, no había nada que indicara que estuvieron allí en 25 millones de años y a las centollas no les gusta el frío extremo. Hasta que aparecieron las centollas... Entonces, los científicos tuvieron que explicar qué hacían allí los crustáceos y, más aún, cómo habían logrado adaptarse a ese clima inhóspito para un animal con magnesio en la sangre.

El enigma del frío
"Las primeras aparecieron en el 96, cerca de la Península Antártica; después se las volvió a ver en el 99 y en 2000", contó Lovrich. Para este investigador del Conicet, parte del desconocimiento de su presencia en las frías aguas antárticas se debe, sencillamente, a que no fueron buscadas con métodos adecuados.
"Las centollas, al contrario de lo que se cree, son bastante rápidas, y si ven una red aproximarse por el fondo pueden evitarla -aseguró-. Recién en los últimos años, cuando se empezaron a usar vehículos de operación remota, se encontraron las primeras."
¿Cómo hacen para sobrevivir al frío con tanto magnesio en la sangre? "Nosotros estudiamos larvas de centollas, a las que forzamos en laboratorio a temperaturas como la de las aguas de la Antártida, que tiene entre 1° y 2°, y pudimos observar que han desarrollado adaptaciones para sobrevivir al frío: tienen niveles muy bajos de movimiento y no se alimentan, pues nacen con reservas energéticas."
Los estudios de Lovrich y sus colegas del Cadic muestran que los huevos de los que emergen las larvas de centollas cuentan con una provisión de proteínas y grasas que les permiten sobrevivir sin alimentarse durante todo el período larval. Además, ese período es más extenso de lo normal: dura entre 3 y 4 meses y no 2 meses, como en las aguas más templadas que rodean Tierra del Fuego.
"Las condiciones de frío hacen que el desarrollo general sea más lento, y lo mismo el crecimiento", explicó Lovrich.
Ahora que el misterio del frío ha sido resuelto queda un enigma por resolver: ¿cuándo llegaron las centollas a la Antártida? "En términos geológicos, su llegada es relativamente reciente -dijo Lovrich-. Sabemos que los cangrejos y las centollas desaparecieron de la Antártida hace 25 millones de años, cuando se abrió el pasaje de Drake", que separa Tierra del Fuego del continente blanco.
"Lo que no sabemos es si llegaron hace cien años o hace varios cientos o miles de años", concluyó.
Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION

INACH: Postulación para proyectos científicos

13 de junio de 2007
INACH INICIA PROCESO DE POSTULACIÓN A FONDOS CONCURSABLES
Con el lema "Antártica: una oportunidad para la ciencia chilena", el Instituto Antártico Chileno (INACH) inició el proceso de postulación a sus fondos concursables para desarrollar investigación antártica. En esta oportunidad, en el segundo semestre del 2007, destaca la creación de un nuevo fondo para apoyar la realización de tesis de doctorado en el extranjero, hecho inédito en la historia de la investigación antártica en el país, justo cuando se cumplen 60 años de la primera expedición chilena
Fuente: www.inach.cl

Maurcio Ospina organiza expedición colombiana a la Antártida

Expedición Antártica Colombiana
Enviado por Mauricio Ospina
Email: caminatantartica@yahoo.com
Julio 2007

Con el lema "pasos ver­des por lo blanco, por !a dignidad ambiental y el fortalecimiento de la paz”, doce expedicionarios co­lombianos de diversas pro­fesiones, planean organizar la Primera Expedición Colombiana a la Antártida.
El equipo enarbolará las banderas de la ecología y de la paz, tratando de llamar la atención de la humanidad en ese punto del planeta. Asimismo, destacará la importancia de la Antártida como tierra de paz y ciencia.
Será una aventura de nueve meses que se ini­ciaría con un recorrido por Ecuador, Perú, Chile, Uruguay y Argentina, países que son miem­bros consultivos del Tratado Antártico y que llevan años de actividad en el continente blanco.
En esta épica travesía están compro­metidos Mauricio Ospina, David Esguerra, Nubia Acosta, Sonia Suárez, Lilia­na Ospina, Claudia Suárez, Jerry Leaccott, Alejandro Lucumi, Pablo Luna, Víc­tor Rivera, Cristina Bernal y Francys Cruz.

Ospina remite un recorte del Periódico TRIUNFADORES de Colombia que lo entrevistara en julio de 2003, de donde transcribimos lo siguiente:

¿De dónde surgió la idea de esta travesía?
Hace 2 años. Mirando un documen­to de la National Geographic sobre excursiones a la Antártida y sus mensajes ecológicos para el mun­do. Esa vez la travesía la hizo el bri­tánico Vivían Fuchs en 100 días. Fue entonces cuando nació la ¡dea de que lo hiciéramos un grupo de co­lombianos.

Con esta travesía, ¿qué esperan us­tedes despertar en las personas?
Crear conciencia ambiental. El ser humano lamentablemente es el principal depredador de la natura­leza. La Tierra es nuestro hogar, nuestra única casa, si no la cuida­mos ¿adonde vamos a ir? Además, vamos a hacer un estudio sobre la sociedad antártica y presentarlo como modelo de convivencia a nuestro país. Allí conviven en armo­nía sociedades de 26 países. ¿Por qué no hacerlo nosotros si tenemos la misma historia?

¿Cuál es la mayor dificultad que de­ben afrontar?
Existen varias, como la falta de re­cursos. Pero la principal es de tipo climático, el frío y las ventiscas que pueden durar 3 días seguidos.

¿Qué pasará si las cosas no salen tal y como las han planeado?
Pienso que todas las cosas grandes conllevan riesgos y ese es precisa­mente nuestro reto. No esperamos que las cosas resulten tal corno las queremos, pero sí vamos a poner toda nuestra voluntad para hacer que se realicen.

¿Cómo van a sortear la situación en caso de no encontrar el aus­picio y el apoyo que ustedes ne­cesitan?
Bueno, con la voluntad de Dios esto ya es un hecho. El apoyo desde lue­go nos facilitaría más las cosas. En caso extremo nos apoyaríamos en el Tratado Antártico, el cual exhorta a la colaboración y cooperación a los países que integran este tratado, siendo Colombia miembro con voz y sin voto.

Finalmente, al regresar airosos, ¿a quién dedicarían este triunfo?
Al mundo entero, a la Tierra, al plane­ta en el cual viven mis hijos.

martes, julio 10, 2007

El irizar estaría navegando de nuevo en el 2011

Reparar el Irizar costará más de 350 millones de pesos
Publicado en www.infobae.com
10jul07

La proyección se basa en un informe de daños que realizó el Gobierno. El monto refleja la magnitud del siniestro. En 2011 volverá a las aguas de la Antártida
La evaluación de daños en el buque Almirante Irizar reveló que los daños son mayores a los estimados, dado que la destrucción fue total en sus sistemas eléctricos, motores y comunicaciones.
De este modo, a la partida de u$s 40 millones prevista para el buque insignia de la Armada Argentina antes del accidente, se sumará otro para llegar a un monto total que superará los 350 millones de pesos.
Incluso la inversión puede aumentar una vez que esté el informe de los técnicos del astillero Oy Wartsila, los constructores del rompehielos en Finlandia.
Pese a que representa un costo tremendo para las cuentas públicas, su reparación cuenta con el aval del presidente Néstor Kirchner, que se comprometió a dar el presupuesto necesario para que el Irizar vuelva a abastecer las bases de la Antártica.
Desde la Marina reconocen que es un costo alto pero muy necesario para reequipar al buque con equipos y tecnología de última generación. Las estimaciones del Gobierno indican que el mismo no funcionará antes de 2011, según publicó La Nación, citando fuentes gubernamentales.
El accidente naval en el rompehielos se produjo el 10 de abril último, cuando un foco de incendio en la sala de máquinas se expandió y volvió incontrolable. El capital de fragata Guillermo Tarapow dio entonces la orden de abandono del buque a los 236 tripulantes y pasajeros mientras él se quedó a bordo.
Por su liderazgo durante el incendio, la Armada le otorgó la responsabilidad de diseñar las próximas campañas por el suelo antártico.

domingo, julio 08, 2007

ANTÁRTIDA: Crónicas de un territorio que Bolivia perdió

Publicado en http://www.lostiempos.com/
Bolivia, Cochabamba 8Jul07
Por Víctor Hugo Rodríguez Torres *

El denominado Sexto Continente, ahora que la escasez de agua dulce empieza a manifestarse drásticamente, comienza a ser objeto de fijación internacional dadas las potencialidades y respuestas que sus entrañas contienen respecto a las incertidumbres que la humanidad manifiesta, ante una especie de apatía del poder mundial que sólo alimenta conflictos, cuando la realidad acomete contra todos en las fuentes elementales de recursos vitales, en este caso el agua, cuyo déficit, no obstante ser en el 81 por ciento el principal elemento físico, se aproxima con caracteres catastróficos.
Quien escribe estos apuntes tuvo el privilegio y experiencia de haber permanecido en la isla argentina “Gustavo A. Marambio”, y acopió valiosa información respecto al gran fenómeno antártico, al que tienen acceso directo los Estados con interés en establecer bases científicas para el estudio, la investigación y el provecho que representa introducirse en sus amplios espacios para compartirlos abiertamente.
Desde 1959, cuando fue instituido el Tratado Antártico, Bolivia, que posee derechos territoriales allá, jamás se interesó en posesionarse en el suyo. No participa en las múltiples actividades científicas por no pertenecer a ese instrumento. En la misma ruta, quienes pudiesen agregar nuevos datos e información, posibilitarían que nuestro país, que por desidia de 22 gobiernos entre dictaduras y constitucionales está fuera del sexto continente, pueda reaccionar de su absurdo letargo, para adentrarse en esta importante meta del conocimiento científico al que tiene derecho, máxime si es fundadora del sistema de Naciones Unidas.

Los tesoros perdidos
La Antártida, sus aguas circundantes y los grupos insulares subantárticos, poseen variedad de recursos. Las distintas especies de la vida animal y vegetal, los combustibles fósiles, los minerales metalíferos y no metalíferos y el inédito ambiente geográfico de aquellas regiones, la convierten en depositaria de una fantasmagórica pero serena belleza, cuyo espacio físico, más grande que Sudamérica, presenta curiosidades únicas, entre ellas no haber producido jamás raza autóctona, porque el hombre siempre provino de otras partes del mundo, carecer de vegetación, todas las direcciones son únicamente el norte, porque allá no existe el este, oeste, ni el sur, ver tres soles juntos cuando el del medio es el real, poseer dos estaciones antárticas cada una de 250 días y otros fenómenos.
Cuando bajé del avión de la Fuerza Aérea Argentina en la helada pista de la Base Marambio, la temperatura era de 29 grados bajo cero a las 13:30. Recuerdo que el viento estrelló mi cámara Olympus contra el fuselaje del gigantesco Hércules, inutilizándola. La sensación en ese gélido pero impresionante ambiente, era como si mi organismo tendiera a elevarse en el aire. Llamó mi atención que los dos aviones mantuvieron sus ocho motores encendidos, mientras personal militar descargaba alimentos, vituallas, dotaciones, instrumental técnico de diverso orden, relevo de contingente y en algo más de hora y media cargaron numerosos turriles con los desperdicios y excretas humanas para llevarlas a Río Gallegos, en el sur de Argentina, absolutamente neutralizadas con químicos. Más tarde se me explicó que, de acuerdo al Tratado Antártico, el inmaculado suelo no es contaminado de forma. Aquel día de abril de 1996, cuando daban las tres de la tarde, los aviones salieron hacia la ciudad heroica porque caía la noche y las aeronaves no deben permanecer expuestas al duro frío antártico. En la madrugada del día siguiente, a las 4:00, el termómetro ambiental registraba 42 grados bajo cero y un palidísimo sol que más parecía Luna llena, alegró al nuevo día entre las 10 y 11 de la mañana. (Como diría Tamayo “al claror de un sol que no arde).
Es preciso señalar que la Antártida constituye una singularidad geográfica única en su género y está considerada, además, como área anecuménica (medio ambiente impropicio para la vida permanente de las colectividades en las franjas inhabitables y no apto para la procreación). El rigor climático y su aislamiento con respecto a las otras masas terrestres, hicieron que el sexto continente quedase marginado de las grandes migraciones prehistóricas que se expandieron sucesivamente desde el Viejo Mundo. Como se sabe, en el siglo III antes de Cristo, el astrónomo ateniense Aristarco de Samos, quien por vez primera había medido con exactitud las distancias entre el Sol, la Luna y nuestro planeta, escribió su convencimiento en sentido que en el sur del globo existía una masa de eterna congelación a la que denominó “Terra Incógnita Australis”. El sabio aseguraba que en el norte, otra impresionante masa de hielo contrapesaba a la estabilidad del mundo.

Vivir en el Polo
En la Base Marambio conocí que, desde el punto de vista poblacional, por lo despoblada la Antártida representa un caso atípico en la geografía mundial. En el 2003, no existían más de 2.500 personas, las que por razones científicas residen anualmente en sus 13,9 millones de km2. (La densidad en población es de 0.00009.6 habitantes por kilómetro cuadrado). Están distribuidas en medio centenar de instalaciones pertenecientes a los Estados activos en la región —en la que no figura Bolivia— conformando lo que podría ser llamada la población antártica.
Habida cuenta que la geografía humana estudia al hombre como transformador de la superficie terrestre —considerado el factor más activo de la ecuación hombre-medio-voluntad— son heroicos los pequeños núcleos que viven enfrentando los rigores más hostiles para la vida humana en aquellas latitudes. En el orden natural del planeta, las regiones polares ocupan una posición única. En ellas —auténticos extremos de la Tierra— reina el frío, antítesis de la vida. Otros factores junto a los elementos climáticos, determinan el clima en la Antártida. Ellos son la latitud, la inclinación del eje terrestre, la proporción mar-tierra, la altura, la exposición, la configuración del suelo, la vegetación. Inciden asimismo la radiación solar (se observa un gigantesco círculo radicalmente negro, profundidad del espacio, el “agujero” de ozono, circundado por el cielo azul), la presión, la humedad del aire, las corrientes, la temperatura, la evaporación, la nubosidad y las precipitaciones (en la Antártida no llueve, pero abundan las tormentas de “blizzard” o polvo níveo, con vientos de hasta 400 kilómetros por hora).
En la Antártida se consideran cinco puntos geográficos denominados “polos”: a) El Polo Sur Geográfico Sur Verdadero; b) El Polo Sur Magnético; c) El Polo Sur Geomagnético; d) El Polo Frío; e) El Polo de Inaccesibilidad.
Entre el Ártico y la Antártida existen oposiciones llamativas. Mientras en el norte el Polo está rodeado por tierras que avanzan hasta la zona hiperbórea, en el sur se sitúa con gran parte de su masa terrestre encerrada por el paralelo de los 70° S, separada de los continentes australes por extensas distancias y enormes áreas marítimas. La diferencia fundamental reside en que el Polo Norte es una cuenca marina, ceñida por litorales continentales e islas, mientras que el Polo Sur resulta ser el centro geográfico —aunque un tanto excéntrico— de un continente, cuyas costas enfrentan a las tres mayores masas oceánicas: el Atlántico, el Pacífico y el Índico. En la cima del mundo, el boreal es una cavidad y en el austral, una protuberancia en el fondo del globo terráqueo.
Las capas de hielo de Groenlandia y de la Antártida constituyen prácticamente los únicos desiertos absolutos, no crecen árboles y están totalmente desprovistos de vida.
Algunos aspectos captados in situ, durante mi permanencia en la Base Aérea Argentina “Marambio”, me permitieron ampliar la información respecto a lo que es esa portentosa mole en el confín del mundo. Por ejemplo, desde sus islas surgen los vientos helados o catabáticos y vuelan hacia el norte argentino, el sur brasileño, el centro paraguayo y en el oriente boliviano son conocidos como “surazos”. La combinación de la temperatura del cuerpo humano con la velocidad de los vientos produce finalmente el fenómeno conocido como sensación térmica.

Una omisión imperdonable
Dada la limitación del espacio, que priva la posibilidad de extender la crónica de una visita a la Antártida, “la primera efectuada por un ciudadano boliviano”, según explica la Bitácora Antártica Mundial que me fue dada a conocer y fuera del privilegio personal y familiar, hiere mi sensibilidad individual el desinterés expuesto por el Estado boliviano en nada menos que 48 años de inacción, para ejercer presencia física y consolidar la posesión soberana de su “territorio” en aquellas lontananzas, las más bajas del planeta. Bolivia debe tramitar, si le es posible aún, su incorporación al Tratado Antártico que reside en Washington. Dos países miembros de él, podrían propiciar su ingreso y luego organizar una expedición científica para concretar su derecho de asentarse allá con una base para la investigación científica. No es posible que nuestro país, ávido por obtener una salida propia al océano Pacífico y concomitante con sus derechos en la Antártida, haya perdido la gran oportunidad por aquello que otras legislaciones definen a la omisión como delito.
Datos de sólido respaldo argumental respecto a Bolivia y su vinculación en la geografía austral, está contenida en el espíritu de la Creación del Virreynato del Río de la Plata, según la Real Cédula de Carlos II, del 1 de agosto de 1776, comprendiendo las “Provincias de Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Santa Cruz de la Sierra y otras regiones”. Respecto al tema inserto en la Ley IX, Libro II, Título XV de la Recopilación de Indias, dispone los linderos: “... por el septentrión la Real Audiencia de Lima y provincias no descubiertas; por el mediodía la Real Audiencia de Chile y por el levante y poniente los dos mares del Norte y del Sur y la línea de demarcación entre las Coronas de los Reinos de Castilla y Portugal”.
En La Paz, en 1989 y al finalizar el siglo, los entonces presidentes argentinos Carlos Menem y Fernando de la Rúa, me expresaron su voluntad para cooperar con nuestro país en el emprendimiento. Recomendaron que ese trabajo debería ser planteado en forma permanente.
Pero, por lo que vimos de nuestro servicio exterior, el tema no fue interés de gobierno alguno, siendo aquello imperdonable.

* Víctor Hugo Rodríguez Torres
Boliviano, es periodista y trabajó en Presencia, El Diario y Última Hora. Es diplomado en Altos Estudios Internacionales de la Universidad Andina Simón Bolívar y del Centro de Estudios Diplomáticos de la Escuela de Altos Estudios de París. A lo largo de su carrera, realizó varias entrevistas (Alvin Tofler, Fernando de la Rúa y Carlos Menen, entre ellas) y cubrió actos como el lanzamiento en los años 70 del Apolo 15 en Cabo Kennedy. Ha sido distinguido además por la Naval de la Armada Boliviana. Este artículo ha sido escrito especialmente para las revistas ¡OH! y Extra.