lunes, octubre 31, 2005

Despidieron restos de accidentados en la Antártida

Publicado en http://www.diariohoy.net
31 oct 05
Despidieron restos de científico muerto en la Antártida
Los restos del científico Augusto Thibaud, quien falleció junto al suboficial electricista Teófilo González cuando ambos cayeron en una grieta en la Antártida, fueron despedidos hoy en la sede de la Cancillería.
El titular de la Dirección Nacional del Antártico (DNA), Mariano Mémolli, representó en la ceremonia al canciller Rafael Bielsa, quien antes de viajar a Estados Unidos dejó una carta manuscrita para Teresita Poretti, viuda del científico fallecido, a quien acompañaban sus dos pequeñas hijas.
Las autoridades quisieron despedir a los expedicionarios con una misa de cuerpo presente a bordo del rompehielos Almirante Irizar, pero ésto no fue posible porque los cuerpos, que llegaron anteanoche a Buenos Aires, estaban congelados y eso demoró la autopsia.
Cuando el juez liberó los cuerpos las autoridades siguieron "las decisiones familiares", que en el caso de González fue "su traslado a Punta Alta", cerca de Bahía Blanca, en tanto Thibaud fue velado en el Palacio San Martín, dijo Mémolli.
Familiares, amigos y personal de la DNA y del Instituto Antártico compartieron la despedida, a la que también asistió el coronel Víctor Figueroa, jefe del grupo de rescate que durante días acampó al borde de la grieta para continuar la búsqueda de los accidentados cada vez que el clima lo permitía.
A las 10.30, cuando concluyó el velatorio, el cuerpo fue trasladado al cementerio porteño de la Chacarita, donde hubo una misa de responso y luego será cremado.
Las autoridades fueron "prescindentes y sólo dieron apoyo" para que parientes, amigos y compañeros "pudieran despedir a Thibaud como quisieran", indicó Mémolli.
"Fue una ceremonia serena y en la máxima discreción familiar, con el dolor lógico pero con la tranquilidad de tener el cuerpo y poder despedirlo como corresponde", manifestó el jefe de la DNA.
Los cuerpos de Augusto Thibaud y Teófilo González, que fueron rescatados el miércoles y el jueves últimos, respectivamente, llegaron a Buenos Aires en un avión de la Fuerza Aérea Argentina, luego de haber permanecido casi 40 días entre los hielos.
Los dos expedicionarios cayeron el pasado 17 de septiembre en una grieta en el glaciar Collins, en proximidades de la Base Antártica Jubani, dependiente del Instituto Argentino del Antártico y operada por científicos y personal de la Armada Argentina.

Entrevista a la Bióloga Teresita Poretti, esposa de uno de los accidentados argentinos

Teresita Poretti de Thibaud
'A la Antártida no vuelvo, porque es muy peligroso'


Entrevista publicada en Corrientes Noticias a Teresita Poretti de Thibaud, viuda del científico muerto en la grieta, bióloga experta en el continente helado.
31 oct 05

Hace poco más de un mes, la desgraciada caída en una grieta en la Antártida provocó la muerte al biólogo Augusto Thibaud y el suboficial de la Armada, Teófilo González. Teresita Poretti de Thibaud, esposa del científico, aseguró a El Tribuno que la degradación del continente blanco "es cada vez más peligroso porque la Antártida se está deteriorando como consecuencia del recalentamiento global".
Thibaud, también científica, conoció a su marido en la Antártida en 1991 y es consciente de los peligros del terreno donde se accidentó Augusto.
"Es muy riesgoso de por sí. Los glaciares se están derritiendo más rápido, hay pocos accesos y el apoyo logístico argentino deja bastante que desear", explicó la mujer, quien recordó que "Augusto hacía un mes que no podía bajar a bucear porque la caleta estaba semicongelada y eso lo les permitía salir con los botes ni caminar por la superficie".
La contaminación atmosférica provoca desastres. La emisión de dióxido de carbono forma una "nube térmica" que impide la salida del calor, mientras que otros gases destruyen la capa de ozono. Entre tanto, en el Polo Sur se derriten los hielos. "Los glaciares retrocedieron hasta trescientos metros en el último tiempo.
Antes el glaciar estaba cubierto de nieve y ahora está casi pelado", apuntó Thibaud.
Las delegaciones científicas argentinas en la base Jubanjy en la Antártida varían según la estación del año. En verano se realizan la mayoría de las operaciones. Sin embargo, las cosas tampoco se presentan fáciles. "Es la época en se junta toda la fauna de la zona y cuando vienen más cantidad de investigadores. El problema es que se produce una sobrepoblación de científicos. Hasta tienen que dormir en carpas a veces", relató la bióloga.
En cambio, en invierno se siguen los proyectos marinos o de alta atmósfera y los efectos de la radiación ultravioleta, como todas las investigaciones que se puedan hacer en buceo. "Augusto coordinaba los siete proyectos que se desarrollaban en esa etapa del año", recordó la científica, luego de señalar que su marido "podría haber fallecido instantáneamente con el golpe de la caída."
Teresita Thibaud es actualmente investigadora científica. No obstante, el golpe emocional que recibió con la trágica noticia de su esposo no le da lugar a dudas ante la posibilidad de regresar al continente blanco. "No volvería de nuevo a la Antártida. De hecho, ya dejé sin efecto el proyecto que había comenzado", concluyó.

domingo, octubre 30, 2005

El Domo de la Base Admunsen Scott será retirado pronto

El Domo de la Base Admunsen Scott será retirado pronto, según declaraciones de Kristan Hutchison, del Antarctic Sun, quien ha manifestado que el material que se extraiga será reciclado y posiblemente se lo emplee en un museo de California.
Gran parte de las instalaciones que albergaba el antiguo icono del Polo Sur, ya han sido trasladadas a la nueva Base que se está construyendo, la cual se espera que esté concluida para el año 2007.
ANTAWA


.........................
By Kristan Hutchison, Antarctic Sun staff
After more than 30 years at the South Pole, the landmark aluminum dome may retire to Southern California.
The original plan was to recycle the dome, which is the equivalent of 2.6 million aluminum soda cans, but a veterans group is interested in using the structure in conjunction with the CEC/Seabee Museum in Port Hueneme, Calif.
"I think it's worth the effort from a number of perspectives," said Bill Hilderbrand, president of the CEC/Seabee Historical Foundation, keeping alive the history of the military construction battalion that built the dome. "Number one, to kind of recognize the Seabees who went down to Antarctica and what they did."
The dome has to be removed anyway. Under the 1991 environmental protocols of the Antarctic Treaty, the U.S. Antarctic Program must remove any structures from the continent after they are no longer in use. Several large buildings at McMurdo Station have been torn down and shipped to the U.S. as trash in recent years, but the dome will be the largest ever removed from the South Pole.
Several of the modular buildings the dome sheltered were removed this winter. The functions they housed - including the kitchen and dining area, fire station, medical, and the greenhouse - have already moved into the new South Pole station, which is scheduled for completion in 2007. The weight room and fresh foods storage were taken out in Jan. 2004.
"The dome looks big and empty now," said Brien Barnett, a winter prep cook at the Pole and former Sun staffer. "There's this gigantic hole to your right."

Proyecto GLACKMA (GLAciares, CrioKarst y Medio Ambiente)

Publicado en Terra.com
29 oct 05
El geólogo estellés Adolfo Eraso participó ayer en una conferencia organizada por el Centro de Recursos Ambientales de Navarra, fundación adscrita al Departamento de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y vivienda del Gobierno de Navarra, y la Fundación Caja Navarra en la que expuso cómo a través de su investigación en los glaciares del Ártico y en la Antártida se demuestra que el cambio climático se está produciendo.
En el acto, moderado por el director del Planetario Javier Armentia y celebrado en el auditorio de Civican, participaron como asistentes más de cien personas que mostraron su interés por la exposición realizada por el conocido científico. Eraso estuvo acompañado por la investigadora con la que ha compartido sus expediciones a los glaciares, Cristina Domínguez, y por el director gerente del Centro de Recursos Ambientales de Navarra, Javier Asín.
Eraso, profesor de hidrología de la Universidad Politécnica de Madrid, entidad con la que sigue colaborando estrechamente realiza investigaciones sobre la evolución del calentamiento global del planeta en los hielos de la Antártida y el Ártico. Es co-director, en España, del Proyecto GLACKMA (GLAciares, CrioKarst y Medio Ambiente) junto con Carmen Domínguez, profesora de matemática aplicada de la Universidad de Salamanca. Este proyecto de investigación tiene convenios firmados con varios países: Uruguay, Chile, Rusia, Noruega y Alemania, además de España que interviene a través del Instituto de Meteorología, del Ministerio de Medio Ambiente.
Durante los tres años de la primera fase del GLACKMA se han instalado estaciones de medida en cuatro casquetes glaciares de los dos círculos polares. En el Hemisferio Sur, se han colocado en la Antártida Insular y en la Patagonia chilena; y en el Hemisferio Norte, en Svalbard (Ártico noruego) e Islandia. Estas estaciones ofrecen datos meteorológicos, hidráulicos e hidrogénicos. De tal forma que miden cada hora la descarga glaciar: cómo se van derritiendo los casquetes a medida que les afectan los cambios en el clima y la atmósfera.
En último término, se trata de tener un registro continuo de datos sobre el calentamiento global, ya que la sensibilidad de los hielos polares a los cambios climáticos les convierte en 'calendarios perfectos' para medirlo y saber cómo evoluciona. Gracias a las medidas que han registrado hasta ahora se ha podido saber que la descarga glaciar aumenta exponencialmente cada año, y que cualquier variación en la temperatura ambiente conlleva una respuesta inmediata en el deshielo de los glaciares.
Adolfo Eraso destacó en su intervención cómo el último periodo frío tuvo lugar hace 14.000 años. En este sentido, apuntó que el calentamiento fue aumentando lentamente hasta hace 150 años. Sin embargo, a partir de ese momento la tendencia cambió, 'se ha acelerado el calentamiento', afirmó. Como evidencia, la subida de CO2 ha sido similar en esos 13.800 años que en los últimos 200, de esta forma en dos siglos se ha calentado como antes en 138 siglos. La concentración de CO2 en la atmósfera, gas principal causante del cambio climático, era hace 14.000 años de 180 partes por millón, en el siglo XIX, de 280 partículas, mientras que en la actualidad la cifra ha ido subiendo hasta situarse en 380 partes por millón.
Otra de las principales conclusiones a las que han llegado Eraso y Domínguez en su proyecto son que la descarga glaciar es cuatro veces mayor en el Ártico, que responde a una zona con mayor número de población, que en la Antártida, 'aunque en esta última se ha duplicado el deshielo en los últimos trece años'.
Eraso apuntó además que el Protocolo de Kioto 'no va a ser suficiente para detener el cambio climático'. En la actualidad, el Protocolo sólo afecta a la gran industria, responsable del 40% de las emisiones de CO2, mientras que el resto sectores denominados como difusos (transporte, servicios, construcción, residencial), son los responsables del resto de las emisiones. En este sentido, afirmó también que el aumento de la temperatura terrestre provoca el aumento de la evaporación del agua del mar y por tanto el porcentaje de humedad ambiente, 'lo que puede provocar fenómenos metereológicos difíciles de controlar tal y como se esta viendo ahora'.
Terra Actualidad - Vocento/VMT

sábado, octubre 29, 2005

Expedición de TVE recorrerá 6.000 kilómetros en un catamarán

Publicado en http://www.elpais.es/
29 oct 05
Sebastián Álvaro.
La expedición más ambiciosa de Al filo de lo imposible está en marcha. En pocas horas, el equipo del programa de TVE que dirige Sebastián Álvaro emprende rumbo a la Antártida para explorar el continente helado. La travesía -6.000 kilómetros a bordo de un catamarán montado sobre cuatro patines y propulsado por 10 cometas de diferentes tamaños- sigue los pasos de la aventura que inició Ernest H. Shackleton en 1914.
Es "el máximo reto" de Al filo de lo imposible", explicó ayer la directora general de RTVE, Carmen Caffarel, durante su intervención en la comisión de Control parlamentario. Recordó que el programa lleva cinco años preparando la aventura y que su objetivo es recorrer la Antártida oriental en un catamarán polar.
La expedición está integrada por tres tripulantes, Ramón Larramendi, Juan Manuel Viu e Ignacio Oficialdegui, a los que se unen Sebastián Álvaro, el cámara Antonio Perezgrueso y el técnico de sonido Sergio Casas. El equipo acumula gran experiencia en expediciones polares. Algunos de ellos conquistaron el polo Norte en abril de 1999. Justo desde ese año, Al filo lleva trabajando en la nueva expedición.
A lo largo de los próximos dos meses, los expedicionarios tendrán ante sí 6.000 kilómetros de suelo helado en la que será la exploración transartártica española más ambiciosa. Además de presentarse como un reto deportivo, Al filo tiene entre manos una misión científica coordinada por el catedrático Eduardo Martínez de Pisón: tomar muestras de hielo y recoger información sobre los vientos catabáticos para un estudio en el que está embarcada la Universidad de Ohio (Estados Unidos).
Para el equipo del programa de TVE, este viaje polar representa el último reto geográfico del planeta. Llevarlo a cabo ha exigido la fabricación de un sofisticado catamarán que ya fue probado en Groenlandia. Este artefacto ha sido diseñado por Larramendi, uno de los mejores especialistas del mundo en travesías polares. El trineo se ha montado sobre cuatro patines y aprovechará la fuerza del viento para avanzar gracias a 10 cometas manejados por poleas. Una de ellos, el ala más grande de vuelo libre del mundo, ocupa 60 metros cuadrados. La tripulación podrá así avanzar entre 200 y 400 kilómetros al día.
Esta aventura forma parte del empeño de Al filo por revivir las grandes epopeyas del siglo XX. La expedición que ahora comienza sigue los pasos de Shackleton y del Endurance, propulsado a vela y a vapor, cuya tripulación aspiraba a conquistar la Antártida. El barco, sin embargo, se vio atrapado en un cinturón de hielo y las enormes placas le llevaron al fondo del mar de Weddell en 1915. Shackleton y sus hombres no pudieron conquistar nada, pero salieron vivos. Este nuevo desafío a la Antártida se une al culminado por Al filo en enero 1995, cuando alcanzó el polo Sur tras 55 día de marcha.

“La Antártida es un paraíso y un buen lugar para morir”

Publicado en http://www.tiempofueguino.com.ar
28 de octubre de 2005
Teresa Poretti, viuda del biólogo Augusto Thibaud, cuyo cuerpo fue rescatado el martes de las heladas profundidades de una grieta glacial en la Antártida, no siente rencor hacia el continente blanco. “La Antártida me lo dio y me lo quitó, pero es un paraíso, y un buen lugar para morir”, afirmó.

USHUAIA.- Con el hallazgo de los cuerpos sin vida de Augusto Thibaud y de Eduardo Teófilo González, biólogo y marino respectivamente, se cerró un período donde abundaron la desesperación, la incertidumbre y la expectativa, en primera instancia cuando ocurrió el accidente. Luego, la falta de esperanzas, la decepción, la tristeza y el dolor cuando las horas, los días transcurrían y se diluían las posibilidades de encontrarlos con vida. Y tal vez, por último, el triste sosiego para sus respectivas familias, para sus camaradas, para los rescatistas y para todos los que se sintieron, de alguna manera, parte de esta dolorosa historia al ser encontrados los restos de ambos. Augusto Thibaud tenía 43 años, y era conocido en la Base Jubany, su hogar antártico, como Alfa. Alfa había partido de General Rodríguez, localidad cercana a Luján, en la Provincia de Buenos Aires, el 9 de enero último hacia la Antártida, y tenía previsto regresar en enero de 2006. En Jubany era el único científico, y una de las personas con más experiencia en el continente blanco, en el cual había pasado varias invernadas desde aquel 1987 cuando lo visitó por primera vez. Thibaud, que se realizaba tareas para la Universidad de Luján, y colaboraba con otros centros de altos estudios nacionales, iba a elaborar informes, por ejemplo, de los efectos del cambio climático global sobre organismos marinos antárticos. El gélido continente le dio a Alfa su familia y le quitó la vida. La misma base, Jubany, a la que regresaba aquel 17 de septiembre cuando ingresados en un campo de grietas en el glaciar Collins, la moto de nieve que lo transportaba junto con Teófilo González, se desplomó en el interior de una grieta, fue la que le permitió conocer a su esposa, Teresa Poretti, quién actualmente cuenta con 38 años de edad. Teresa, también bióloga, lo conoció a Alfa en 1991: “Él estudiaba los peces y yo, las aves. Las dos cosas están relacionadas. Éramos dos mujeres y 30 hombres. El se me acercó y empezamos a hablar”. Luego se enamoraron y la pareja de científicos comenzó a hacer planes a futuro. Decidieron vivir en General Rodríguez, y tuvieron dos hijas, Agustina, que mañana cumplirá 8 años y Carla, de 10. El hallazgo del cuerpo de su esposo le permitió a Teresa Poretti, según sus propias palabras, estar “tranquila y en paz. La Antártida me lo dio y me lo quitó, pero es un paraíso, y un buen lugar para morir”, sostuvo en referencia al continente por el que Thibaud tenía fascinación, y en el que se conocieron y enamoraron. Sobre el accidente, la viuda de Thibaud consideró que “caer en una grieta no es chiste. Salir vivo el primer día ya sería un milagro, después de 40, sería un milagro bastante grande”. Además, indicó que la situación en la Antártida es mucho más peligrosa debido al calentamiento global. “Hace 15 años el glaciar no tenía estos riesgos, él mismo -por Thibaud- lo dijo en un reportaje, el glaciar está completamente cambiado, está pelado, tiene muy poca nieve y los puentes de hielo están muy delgados. Ahora sí es riesgoso”, sostuvo. Lejos de tener rencor hacia el continente blanco que terminó con la vida de su esposo, la bióloga recuerda que “siempre creímos que era un paraíso y lo sigo creyendo. Jamás, con Augusto, le tuvimos miedo a la Antártida, aunque sí respeto. A la naturaleza hay que respetarla.” Tal como lo expresara su esposo en algunas de sus investigaciones, Teresa Poretti sostuvo que los “cambios climáticos alteraron los glaciares, ahora son más peligrosos”, y Augusto Thibaud, junto con Teófilo González, fueron víctimas de ello. Para finalizar, la viuda de Thibaud, con la voz tranquila y pausada, manifestó que “realmente estoy eternamente agradecida a los rescatistas y a todos los que hicieron lo posible, a toda la gente que rezó, porque sé que en todos lados del mundo iniciaron cadenas de oración”.

viernes, octubre 28, 2005

No todos pueden ir a la Antártida, entonces hay que traer la Antártida a la gente...

PROMUEVEN LAS ACTIVIDADES RELACIONADAS A LA ANTARTIDA
Publicado en Latitud 2000 - 28 oct 05
http://www.latitud2000.com.ar

* El director nacional del Antártico, Mariano Memolli, encaró un plan para difundir la labor científica que se desarrolla en las bases argentinas en la Antártida. "No todos pueden ir a la Antártida, entonces hay que traer la Antártida a la gente, por eso se empezó un acercamiento a los colegios con una muestra itinerante.La Antártida no hace ganar una elección, pero el compromiso político es que la gente conozca el trabajo que se hace allí. Queremos lograr una conciencia nacional de que es necesario continuar con las labores", dijo Memolli. Además, el funcionario comentó que "nuestro país fomenta el turismo en la Antártida, aunque desalienta el llamado turismo aventura y las expediciones deportivas, porque después representan un gran costo económico -además de riesgos- las tareas de salvamento". "El turismo en la Antártida -agregó Memolli- va a continuar en crecimiento y el 90 por ciento de los viajeros pasa por Ushuaia. La Argentina no se opone al turismo en la Antártida, pero debe controlarse para evitar daños ambientales." Destacó también la necesidad de contar con los recursos suficientes para llevar adelante el trabajo antártico. "Si incrementamos las tareas científicas, habrá que aumentar también los medios para dar apoyo logístico. "No pedimos que nos aprueben el presupuesto porque sí, queremos que se nos dé la oportunidad de defender lo que hacemos." Agregó Memolli que continuarán en funcionamiento las bases permanentes argentinas instaladas en la Antártida.